Entró a mi habitación y miro mis brazos desnudos llenos de cortes, estaba listo para escuchar sus regaños o quizá unas cuantas burlas. Pero no, lo único que hizo fue besar delicadamente cada una de las heridas mientras una lágrima caía en mi antebrazo.

-  No te voy a decir que pares de hacerlo, solo quiero que sepas que cuando quieras lastimarte siempre voy a estar para intentar impedirlo y cada vez que encuentre una nueva herida en tu brazo volveré a hacer esto… - besó mi brazo por última vez antes de besar mis labios, al separarse me miro y sonrió, una sonrisa que me transmitió seguridad al instante.

Un maniático depresivo y un bipolar con trastorno de ira principalmente.

¿Una mala combinación? O ¿Un amor verdadero?
    ¿Un amor impresionantemente peligroso?