Finalmente James ha descubierto su capacidad mágica, a pesar de que sus padres creyeron que era un desperdicio, en especial al ser descendiente de la gente más poderosa del país. No obstante, no tiene idea de lo que debe hacer. No encuentra las respuestas necesarias para comprender lo que significa ser el Elegido. ¿Un salvador? ¿El siguiente conquistador? ¿O quién? No es capaz de entenderlo. Por esa razón, está dispuesto a utilizar un poder prohibido para contactar con aquellos como él, sin medir las consecuencias de sus actos.

Shibue es un pueblo pequeño donde nunca pasaba nada hasta que Yuuta Minami llegó.

Nautaro Shirakawa pensó que aquel niño de sonrisa fácil podría ser su amigo. Se equivocó. Desde el primer tirón de pelo a los siete años, la guerra quedó declarada. Lo que empezó como bromas y competencias absurdas fue creciendo en una rivalidad feroz.

Ahora, al empezar bachillerato, ambos creen que han dejado atrás la infancia, pero sus caminos siguen cruzándose.

Entre guerras, tensión creciente y una dosis incómoda de atracción, lo que parecía odio podría esconder otra cosa.

Floral era un ciudad costera hermosa y tranquila como cualquier otra, hasta que una serie de asesinatos brutales comenzaron a alterar la paz de la ciudadanía, poniendo en alerta roja a todos los involucrados, incluido Joe Landon. Parecía la oportunidad perfecta para hacerse de un nombre y conseguir el reconocimiento que creía necesario para ponerle fin al martirio y la soledad en que vivía. Pero no todo era blanco y negro. No todo era lo que aparentaba, justo como aquello que se ve a través de un vidrio manchado. El sistema de justicia parecía incapaz de diferenciar quiénes eran los buenos y los malos. Su percepción se alteraba y ya no estaba seguro de lo que realmente creía.

Hadrien estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para salvar a su familia de aquella extraña enfermedad, incluso si eso significaba depositar su fe en algo profano, maldito y prohibido: magia.

Sin embargo, la condición que recibió, a cambio de la cura para sus padres y hermana, era mucho más inusual de lo que parecía. De haber creído que era un viaje para encontrar a alguien, terminaría por convertirse en el peligro más grande para él y su pueblo.

Lo único que le quedaba era aferrarse a la sensación nueva, cálida y real que jamás había experimentado antes, así tuviese que tomar una decisión drástica y fatal.

River sabía un par de cosas acerca de los otros reinos. Sabía, por ejemplo, del rumor sobre el rey Edvard y la reina Suzanne siendo hermanos de sangre, o sobre el escándalo de la reina Candace al casarse con un beta sin linaje. Las viejas, futuras y recientes historias detrás de cada realeza y nobleza en su continente era lo más cercano al mundo de la farándula y el espectáculo para muchos de sus miembros -y de su pueblo-. Canciones y relatos los rodeaban.

River siempre pensó, estando al frente de la caballería en su reino, que jamás se vería implicado en ninguno de estos chismes, y ciertamente, tampoco consideraría nunca tener que enfrentarlos. Esa era su idea hasta que, en medio de un ataque en el castillo, murió a manos de un mercenario infiltrado. Y despertó, en el corazón de otro reino, en el cuerpo del sirviente personal del compañero de cama de uno de sus príncipes.
Estando ahí, más de un rumor y turbios secretos comenzó a encontrar.

Miles de años atrás nació una leyenda que marcó la historia de Zafiro. El folclor de las sociedades, las creencias religiosas y hasta la esperanza de que un salvador renacería en cualquier momento para poner fin a la guerra. Pero era eso nada más: un mito.

James había perdido el interés en todo lo que acontecía a su alrededor, incluidos los cuentos de hadas que consolidaban a su nación. Sin importar su origen como noble, no encajaba en la sociedad mágica más grande del mundo. Y estaba harto del desprecio que su propia familia le mostraba. Creía que pronto sería expulsado y moriría, hasta que un día todo cambió.

Jerónimo descubre de pequeño que vive en un mundo donde hay cosas que no tiene permitido hacer por haber nacido hombre. Aprende rápido que debe disimular y fingir lo que siente para no defraudar a quienes quiere. En su adolescencia confirma que no es el único, que muchos son los que ocultan cosas como él para evitar las burlas, el maltrato y el rechazo. Asume que esa es la forma correcta de existir; la única permitida también. Se convence que su vida será pacífica, que nunca tendrá nada que temer, porque nunca dará motivos para que otros sospechen que es gay. Si lo mantiene en secreto no decepcionará a nadie y nada malo pasará.

En su primer trabajo, un empleo de medio tiempo, su tranquilidad y perspectivas se ven comprometidas. Valentín, uno de sus compañeros, con fama de tener mal carácter, es de los que hacen todo solos y no necesitan, ni quieren, ayuda de nadie. Tampoco agacha la cabeza, ni se avergüenza de su evidente homosexualidad. Jerónimo se siente tanto abrumado como atraído por la personalidad de Valentín, quien representa la imposibilidad de una vida secreta y todas las dificultades que siempre evadió. Su presencia impulsa en él un deseo por dejar de disimular y fingir que no sabía que reprimía, alterando su cuidada realidad, lo suficiente para cambiar su vida… con todas sus consecuencias.

Cuando se vive oprimido por una comunidad llena de mentiras, manipulaciones, dobles cara y dinero la muerte se vuelve una opción segura, pero cuando sabes que más allá de los muros de tu prisión humana existe un mundo sin fronteras conservar la vida suena tentador.

Armar un plan para escapar hace parecer una misión suicida a quien lo intente, pero eso es lo que lo vuelve interesante.

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Heechul quiere escapar de las garras de su padre, quien técnicamente es el padre de todos ahí. La Orden es una comunidad polígama, donde los cuatro líderes tienen al menos siete esposas y unos veinte hijos, los golpes son su mejor disciplina, el sexo su excusa perfecta y el dinero su poder más sagrado.

Todos estos componentes son la bomba detonante para que su plan comience, aun sin conocer el mundo exterior, aun sin saber que le espera fuera de los muros de La Orden quiere intentar ver la luz del sol de otra manera.