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Don't Leave Me [EXO] por Sekai Takaritsu

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Notas del capitulo:

Hola a todo el mundo!!


Sip, me tardé horrores escribiendo esto y de verdad lo siento. Pero les he traído un capítulo más largo y la noticia de los ganadores del sorteo :)
Ganadores:
-samadhy78
-EXOLover
Pónganse en contacto conmigo para ver su premio, ya sea la libreta(si son de México) o un Oneshot de la pareja que me digan :3
Imágenes del proceso del sorteo en la página de Facebook
A leer~
Nos vemos en notas finales~

Don´t Leave Me [EXO]
Capítulo 15

Ni siquiera se dio cuenta cuando las lágrimas comenzaban a salir de sus ojos, simplemente lo notó cuando su vista se volvió borrosa y tenía una imagen confusa de la puerta de su departamento. Un nudo en su garganta le impidió querer dar alguna explicación, para cuando volvió a la realidad, Luhan cayó de rodillas ante la reacción que tuvo de Sehun tras enterarse de la verdad sobre la paternidad de Jaehyun. El pequeño niño se acercó alarmado hasta su madre, abrazándolo.

-Omma, ¿qué te pasa? ¿Por qué lloras?- preguntaba asustado- ¿A dónde fue Sehun-hyung?

-T-tranquilo, cariño- respondió titubeando- Sólo me duele la cabeza y Sehun fue a comprar algo de medicina, no te preocupes.

Puso todo de sí para sonreírle a su hijo y calmarlo un poco, le pidió que fuera a su habitación y él hizo lo propio. Una vez que cerró la puerta tras de sí, de desplomó en la cama y finalmente las lágrimas cayeron libremente. Dolía, pensar que hace algunas horas su vida era tranquila. Su plan era hablar con Jaehyun primero para que se acostumbrara a la idea y luego decirle la verdad a Sehun de una forma en que no sucediera lo que acababa de pasar.

Un fuerte trueno lo sacó de sus pensamientos, mientras se acercaba a una ventana y divisaba la fuerte lluvia que caía del cielo, hacía alrededor de una hora que el padre de su hijo se había ido. Era de noche, llovía a cántaros y sólo pudo preocuparse en sobremanera. Limpió su cara y fue por el pequeño que jugaba con algunos autos de juguete.

-Jaehyun, ¿te quedarías con la señora Lee un rato mientras Omma vuelve?- cuestionó al niño.

Tras recibir una respuesta positiva, cargó a Jaehyun y se dirigió al departamento de la mujer que lo cuidaba. Agradeció a la mujer, tomó un paraguas y se colocó un abrigo encima para salir en medio de la fuerte llovizna que azotaba la ciudad esa noche. Hasta él mismo quería darse una bofetada al preocuparse por Sehun, tomando en cuenta lo sucedido hace unos momentos, pero no pudo evitar ir en su busca, esperando que el menor se encontrara bien.

Temió que estuviera en algún bar de mala muerte ahogando sus penas, en alguna discoteca bailando desenfrenadamente, o peor, en brazos de alguien que lo consolara. Este último pensamiento hizo que sus nervios se agitaran, cierto enojo creció dentro de él, pero decidió alejarlos de su mente y dirigirse a la librería donde Sehun trabajaba, probablemente regresaría allí. Condujo hasta el lugar, encontrándolo cerrado y sin un alma alrededor, abatido y desesperado decidió llamar a su mayor consejero en la vida, Kim Minseok. Éste contestó el teléfono.

-¡Minseok, Sehun ya lo sabe!..No, bueno sí. Escuchó la llamada que tuvimos hace un rato y luego se fue del departamento. Luego comenzó a llover, fui a la librería donde trabaja pero estaba cerrada. No sé qué hacer...Dime...De acuerdo, no haré tonterías, lo prometo.

Luhan se recargó en el volante de su auto suspirando, la desesperación no lo dejaba pensar claramente, esas malas suposiciones sobre el paradero de Sehun volvieron y las lágrimas amenazaron con salir de nuevo. Frotó su sien con la mano, suspirando una vez más, preguntándose cómo es que había llegado a esa situación. Oh claro, esa noche en que conoció al rubio. Se permitió dejarse llevar por la música en la radio y recordar.

Sehun se veía mayor que él, alto, guapo, con esos hombros tan anchos que lo engancharon a él desde el primer momento en que lo vio. Rio al acordarse de cómo éste se le acercó y Luhan, con algunas copas encima, fue lo suficiente valiente para coquetear y seguir el juego del atractivo chico. Conociéndose, bailando efusivamente para luego cambiar a una canción lenta en la que terminaron abrazados. Probablemente estaba un poco ebrio aquella vez, pero recordaba todo con claridad. Sehun siendo tan tierno, tan amable, tan delicado al hacer el amor, lo hizo sentir tan especial.

Después bueno el embarazo y su gran aventura en el mundo con un bebé, suerte que sus padres sólo dejaron de hablarle por dos meses y luego lo apoyaron, enamorándose del pequeño en cuanto lo vieron. Sonrió, Jaehyun fue idéntico a Sehun desde el momento en que nació.

Una notificación en su celular lo hizo volver en sí, lo revisó y simplemente era algo sin importancia. Fue de regreso a su departamento, como le había ordenado Min. Estacionó el automóvil cerca del parque, lo mejor sería caminar para despejarse un rato, ya lidiaría al día siguiente con el estacionamiento. Mantenía la vista fija en la acera, cubriéndose con el paraguas de las gotas que caían directamente del cielo, parecía que la lluvia comenzaba a calmarse un poco. Escuchó a alguien acercarse apresuradamente, alzó la mirada y sus ojos se abrieron enormemente al ver a Sehun corriendo a toda prisa en dirección al edificio de su apartamento. Ninguno tuvo tiempo de reaccionar, cuando se dieron cuenta ambos estaban en el suelo, con el menor sobre el sorprendido castaño. El más alto ayudó al mayor a ponerse de pie, una vez parados se quedaron viendo el uno al otro.

-Yo...

-Yo...

Dijeron al mismo tiempo, guardando silencio al instante para dejar que él otro hablara. Fue Sehun quien tomó la iniciativa.

-Hyung, perdóname- dijo arrepentido, tomando las manos de Luhan- Lamento haberme ido así, estaba asustado, yo no pretendía...

Su discurso fue interrumpido por el más bajo, quien lo abrazó inesperadamente. El corazón del menor comenzó a latir frenéticamente y correspondió el abrazo, haciendo sonreír al castaño.

-No tienes que disculparte, fue repentino, yo planeaba decírtelo de otra forma- decía sobre el pecho del menor- Dios, temía que te pasara algo. No quiero que te sientas atado, me las he arreglado solo hasta ahora.

-Luhan- llamó la atención del otro- Es nuestro hijo- dijo enfatizando la palabra "nuestro"- No tengo idea  de cómo ser un padre, siendo sincero. Pero quiero ser parte de la vida de Jaehyun, contigo. Si así me lo permites. Me he perdido casi cuatro años sin ustedes, no quiero que pase más.

-Sehun- dijo en un suspiro- ¿Estás seguro? No tienes que obligarte, puedes seguir viéndolo, no me opongo a eso- Luhan realmente esperaba que el rubio se quedara a su lado, pero no si era por obligación.

El menor se soltó del abrazo para llevar sus manos a las mejillas contrarias.

-Luhan, te amo- confesó sobre los labios del nombrado- Déjame ser el padre de Jaehyun a tu lado, juntos tú y yo- dijo tras plantar un cálido beso en los labios ajenos.

Aquella confesión dejó perplejo a Luhan, quien quiso derramar lágrimas de nuevo, pero esta vez de felicidad. No esperaba aquello, hace unas horas su mundo parecía derrumbarse y ahora había un rayo más de luz en su vida. Emocionado, correspondió el beso, intensificándolo. Ambos tratando de transmitir todo lo que sentían el uno por el otro, dejándose llevar, sin importarles la lluvia sobre sus cabezas. El paraguas se había quedado en el suelo tras la anterior caída.

Se separaron viéndose a los ojos, totalmente ajenos al mundo alrededor suyo. Se sonrieron, se tomaron de la mano y subieron casi corriendo hasta el departamento, en medio de risas y pequeños picos en los labios. Al entrar, los besos se volvieron más largos, más intensos, volviendo dificultosa la tarea de llegar hasta la habitación. En el camino, la ropa se hizo una carga innecesaria que no dudaron en quitar, abrigos, camisas, pantalones, zapatos, todo a excepción de la ropa interior quedó esparcida en el suelo.

Finalmente llegaron hasta la cama del mayor, cayendo suavemente sobre ella, distrayéndose con los besos del otro. Sehun se posicionó sobre Luhan, con delicadeza y teniendo cuidado de no aplastarlo, sin dejar de besarlo dirigió una de sus manos hasta la aparente elección del otro, masajeando un poco sobre la tela. El castaño soltó un gemido que sonó a gloria para el menor.

-S-Sehun, yo hace mucho tiempo que no... Ya sabes- dijo nervioso el mayor al terminar un beso.

-¿Quieres que pare?- preguntó preocupado, ante la negación del otro procedió con lo que estaba haciendo- Seré cuidadoso, tranquilo.

Un beso más bastó para relajar al mayor. Sehun bajó hasta tener la oportunidad de devorar el cuello de Luhan, dando una que otra mordida que dejaría marcas para el día siguiente. Siguió el camino, deteniéndose en aquellos botones rosas que pedían a gritos su atención. Los lamió, succionó y mordió, dejándolos más duros de lo que ya estaban, los pequeños y tiernos gemidos del mayor no hacían más que motivarlo a seguir. Rodeó el ombligo ajeno con la lengua, dirigiéndose hasta el resorte de la ropa interior de Luhan, mordiéndolo y quitando la prenda con sus propios dientes ante la mirada llena de placer del más bajo de estatura.

Una vez fuera el obstáculo, el menor dirigió los labios hasta el miembro palpitante del castaño, el cual soltó un pequeño grito ante su acción, no pudiendo controlar sus manos y llevándolas hasta la rubia cabellera. Las piernas de Luhan se abrieron, estirándose debido a las miles de sensaciones que Sehun le provocaba. Si su primera vez había sido tremendamente buena, ahora era la nueva maravilla del mundo. Sintió que su límite se acercaba, trató de advertirle al alto pero éste no se apartó. Luhan terminó en la boca del rubio, con las mejillas totalmente rojas y avergonzado por los que había hecho. Volteó la vista a Sehun y encontró la imagen más excitante de su vida, el menor mirándolo tan seductivamente y con restos de su semilla en las comisuras de los labios, lamiéndola.

Se besaron de nuevo, frotando sus miembros, gimiendo el nombre del otro y sintiendo cómo todo daba vueltas. Sehun alargó uno de sus brazos hasta dar con la entrada de Luhan, introduciendo lentamente un primer dedo, escuchando el quejido del mayor.

-Sehun, y-yo... Desde aquella vez que tú y yo... Yo n-no...-un avergonzado chico con ojos de ciervo trataba de dar a entender su casi virgen situación.

-¿S-soy el único que...- Luhan asintió con la cabeza, tratando de cubrir su sonrojo.

-Luhan, ¡te amo tanto!- expresó el menor con total sinceridad.

-Te amo, Sehun- dijo para besarlo de nuevo y dejarlo continuar.

Ahora eran dos los dedos dentro de Luhan, haciéndolo gemir, un tercer dedo entró con un poco de dificultad. Cuando Sehun creyó que estaba lo suficientemente dilatado, prosiguió a posicionarse entre las piernas del castaño para tener un mejor acceso a su entrada.

-E-espera- dijo Luhan, atrayendo la mirada del otro- No querrás otro bebé justo ahora, acostúmbrate a Jaehyun primero, ¿no crees?

-Creo que tienes razón- contestó dando una pequeña risa- Pero no tengo condones.

-En el cajón de allá hay algunos- Sehun lo miró extrañado- Minseok, Jongdae y sus extrañas ideas de regalos.

 -Buenos amigos- comentó el menor cuando también encontró una botella de lubricante. Colocó un condón en su ya erecto miembro y volvió a su posición anterior- ¿Listo? 

-Eso creo, sé gentil, por favor- pidió Luhan.

-Te lo prometo- dio un beso en la frente del mayor y comenzó a introducirse en él.

-Aa-ahh- gimió el castaño.

-¿Duele?

-N-no, sólo que no estoy acostumbrado a esa sensación.

Un beso más y terminó de entrar por completo. La respiración agitada de Luhan fue una clara señal de que debía de esperar a que se sintiera cómodo. El mayor le indicó que siguiera y así lo hizo, primero lento, estimulando el miembro del más bajo para distraerlo de cualquier dolor que éste pudiera sentir. Besándose ocasionalmente, abrazándose, intensificando el ritmo.

El momento era mágico, estaban con la persona que amaban, entregándose en cuerpo y alma, jurándose amor, fundiendo sus cuerpos en una inmensa ola de amor mezclada con placer. Marcas por allí y por allá, gemidos que representaban el sonido más melodioso que habían escuchado. Tanto Luhan como Sehun vieron el orgasmo cerca. Las estocadas eran más rápidas, más profundas. Alcanzó la próstata del mayor, volviéndolo loco, las manos del castaño fueron a la espalda del rubio, arañando todo a su alrededor.

-S-Sehun... Ahí, j-justo ahí... Más, mucho más...- gemía Luhan- Aah, voy a llegar... Ya no puedo...

-Luhan... También v-voy a terminar- se miraron a los ojos- ¿Juntos?- El mayor asintió, el ritmo era muy, muy rápido. Bastaron unos segundos para que ambos alcanzaran ese placentero orgasmo.

-¡Sehun!

-¡Luhan!

Gritaron al mismo tiempo, el castaño derramándose en los abdómenes de ambos, mientras que el rubio dentro del mayor, con el condón aún puesto. Salió de su interior, quitándole un suspiro. Tiró el preservativo al cesto de basura y se recostó en la cama, acurrucando a Luhan en su pecho, cubriéndose con las sábanas. Disfrutando de las sensaciones post-orgasmo, abrazándose y haciéndose caricias como el par de enamorados que eran.

-Hyung- dijo Sehun- ¿Puedo decirte algo?

-Dime- dirigió su mirada al rubio.

-También fuiste el primero- confesó- Te amo.

-Te amo- respondió.

-Luhan, quiero que sepas que yo no fui la mejor persona y...

-Shh- El mayor colocó un dedo en los labios del rubio- No importa, si me prometes que es cosa del pasado.

-Lo prometo- dio un beso en los labios de Luhan.

-Sehun, quédate aquí, conmigo, con...-algo en su cabeza hizo clic- ¡Jaehyun!

-¿Qué pasa?- preguntó alarmado, cuando Luhan quizo ponerse de pie.

-Lo llevé con la señora Lee mientras iba a buscarte- se revolvió el cabello- Dios, es muy tarde ya.

-Tranquilo, yo voy por él- se levantó y vistió- Tú descansa.

Salió del departamento y tocó la puerta de la señora Lee, esperando que respondiera.

-Oh, muchacho, pensé que dejarían al pequeño hasta mañana- dijo ella.

-Lamento la hora, pero creo que es mejor que Jaehyun despierte en casa- entró al departamento y salió con el niño dormido en brazos- Muchas gracias, señora Lee.

-Buenas noches- respondió la mujer ya de edad y cerró la puerta.

Sehun cargaba a su hijo, llevaba su sangre y apenas podía creerlo. En ese instante, Jaehyun le pareció la persona más perfecta del mundo. Lo abrazó, tan pequeño, tan inteligente, Luhan de verdad había hecho un gran trabajo educándolo. Ahora se esforzaría el doble para ser un padre de quien el pequeño se sintiera orgulloso. Lo recostó en su cama, arropándolo y teniendo cuidado de no despertarlo. Se detuvo unos momentos a observarlo, de verdad que se parecía a él, aunque tenía algo de Luhan, pero ciertamente era más una versión en miniatura del rubio.

-Descansa, Jaehyun- dio un beso en su frente- Descansa, hijo.

Tras decir aquello, salió, no cerrando la puerta del todo. Sonrió, entró a la habitación de Luhan y lo encontró dormido. Totalmente hermoso, pensó. Se colocó a su lado, sólo en ropa interior y se acurrucó junto a la madre de su hijo. Sonrió de nuevo, a eso es a lo que él llamaba felicidad.

*

Kris gruñó un poco, era la sexta vez que llamaba a Luhan para decirle que recién había llegado al aeropuerto de Seúl, pero seguía sin obtener respuesta alguna. Normalmente siempre contestaba el teléfono, decidió enviar un mensaje en espera de que respondiera. Luego de unos minutos llamó a Minseok, después de todo también era uno de sus mejores amigos. Afortunadamente el teléfono fue contestado esta vez.

-Hola Min, ¿cómo estás?... Bien gracias, disculpa la hora... ¿Sabes algo de Luhan?... He tratado de llamarlo pero no responde... Ya veo, ¿cómo está Jongdae?... ¿Luhan te dijo que visitaría Corea?... Le dije que llegaría, pensé que vendría a recogerme al aeropuerto... Si, el avión acaba de aterrizar, traigo a otra persona conmigo, supongo que pediré un auto. Buenas noches- dijo esto para colgar y voltear a ver al chico a su lado que organizaba sus maletas.

-Nunca había viajado fuera de China- se veía muy sorprendido- Supongo que tendré que lidiar con el idioma.

-Tengo algo para eso- sacó una pequeña caja de su maleta de mano- Toma, tiene un traductor instalado, creo que hacía falta de todas maneras.

-¿Qué es?- dijo Tao abriendo la caja- ¿U-un celular? Wow, muchas gracias.

-De nada- por alguna extraña razón, el chico panda lucía tierno tratando de poner en marcha el aparato- Ven, un auto nos esperará afuera. ¿Puedes con tu equipaje?

-S-sí- respondió, llevando sus maletas.

Salieron hasta las grandes puertas, viendo cómo un chofer conocido para Kris se estacionaba justo enfrente, éste bajó del auto y abría el maletero para ayudar al par de jóvenes.

-Joven Wu, mucho gusto de volver a verle- comentó el hombre- ¿Ha tenido un buen viaje?

-Sí, gracias Jongsuk- respondió tendiéndole su equipaje.

-Veo que trae compañía- comentó curioso- ¿Es este el chico del que habló el señor Wu?

-Este chico es el joven Huang, ¿entendido?- dijo un poco malhumorado por el tipo de malos comentarios que su padre puso haber hecho- Es mi invitado.

-Entendido, joven Wu- contestó terminando de subir todas las maletas al auto- Un placer, mi nombre es Lee Jongsuk y he trabajado por años para la familia Wu, lo que necesite no dude en pedirlo, joven Huang.

-Muchas gracias- dijo Tao, un poco avergonzado por el tono que el alto rubio había utilizado con el chofer.

El trio subió al automóvil, Wu trató de llamar una vez más a Luhan sin éxito, comenzaba a desesperarse. Suspiró. Volteó a su lado para encontrarse con la imagen de un chico adolescente admirando las luces de la ciudad aquella noche. Parecía un niño en Navidad, emocionándose por cada pequeño detalle que era capaz de observar, señalándole al rubio una que otra cosa que lograba captar su atención. Kris sonrió, últimamente esa era su nueva costumbre cada que Tao hacía algo que pareciera tierno, adorable. Incluso él mismo se sorprendía por ese tipo de pensamientos, pero se convencía de dejarse llevar por la apariencia linda que el menor tenía. Después de todo, eso fue lo único por lo que le propuso aquel trato, su cuerpo.

Aunque no lo había vuelto a tocar desde aquella vez, sintió una punzada en el corazón ante la mirada asustada del chico con ojeras que le impidió continuar. Jamás había pasado, no es que hubiera violado a alguien antes, sino que poco a poco los otros se dejaban llevar hasta que cedían ante él. Pero con Tao fue diferente, se contuvo, y hasta ahora se esforzaba en tratarlo bien. A pesar de todo, el pueblerino tenía una agradable personalidad, inocente y un poco ingenua.

-Shinhye estará feliz de verlo, estaba emocionada- comentó Jongsuk desde el asiento delantero.

-No iremos a la residencia, llévanos a mi departamento- ordenó Kris, sintiendo un poco de pena por el ama de llaves, esposa del chofer.

-Pero su padre dijo...

-Las decisiones de mi padre son independientes de las mías, llévanos a mi departamento- repitió.

-Por supuesto, joven Wu- dijo el Jongsuk cambiando la dirección.

Tao volteó a ver preocupado a Kris, pero éste último le dirigió una mirada para tranquilizarlo. El menor ya estaba un poco acostumbrado a la fría actitud del rubio con los empleados, no grosero pero si algo cortante. Pero con él no lo era, se veía que trataba de ser amable y eso era un gesto que el panda apreciaba, aunque al final del día el saber que en algún momento tendría que entregarse a él le bajaba los ánimos. Simplemente trataba de disfrutar un poco los momentos felices, maravillándose con la ciudad nocturna de Seúl.

Jongsuk los llevó hasta el edificio y cargó el pesado equipaje hasta la puerta indicada, a pesar de la insistencia de Tao en ayudarle con algunas maletas. Se despidió de ambos y se fue. El departamento, tal como el de China, era bastante lujoso, en una zona donde pocas personas podían costearse una vivienda. El menor no terminaba de impresionarse con las decoraciones típicas de China que había en una pared, le recordaron de alguna manera su vida en el pueblo.

-Tao- lo llamó Kris, sobresaltándolo un poco- No pensé en esto cuando le dije a Jongsuk que nos trajera, pero este departamento tiene una habitación con sólo una cama.

-Oh, ya veo- dijo Tao un poco nervioso.

-Dormiré en el sofá, no me molesta- agregó abriendo un clóset lleno de mantas y sábanas.

-Y-Yifan- el nombrado siempre sonreía cuando el pelinegro lo llamaba por su nombre- No me molesta si quieres quedarte en la habitación t-también.

-¿De verdad no te incomoda?- preguntó volteando a ver al menor.

-Es tu departamento después de todo- le sonrió.

Este niño tiene algo que me manipula, pensó Kris.

-De acuerdo, sólo porque será doloroso para mi espalda si duermo en el sofá- respondió, levantándose de hombros- Es un poco tarde, ¿quieres dormir ya?

-Sí, el viaje fue algo cansado- dijo tomando su bolsa de mano y siguiendo a Kris hasta la habitación.

Tao seguía un poco nervioso, compartir la cama podría provocar otro tipo de actividades además de dormir. Sabía que tarde o temprano tendría que cumplir con el trato que habían hecho. Mentiría si dijera que esa situación le causaba terror, las veces anteriores estaba asustado por lo sorpresivo del asunto, ahora estaba consciente y tal vez, sólo tal vez, no sería tan malo. Kris era amable con él, era guapo, tenía un buen cuerpo y, tratándose de un Playboy, probablemente era bueno en... Deja de ser un pervertido, Tao, se dijo a sí mismo, provocando que sus mejillas se pusieran rojas. Al observar el sitio donde dormirían, se dio cuenta de que en realidad había una cama lo suficientemente amplia para que ambos hombres mantuvieran un distancia prudente entre ellos.

-Tomaré este lado de la cama si no te importa- dijo el alto, recostándose sobre el lugar mencionado- Desempacaré mañana, supongo.

-Yo puedo hacerlo por ti, si estás de acuerdo claro- sugirió el menor, sentándose en su lado. Al no obtener respuesta suspiró- Iré a ponerme mi pijama.

Caminó hasta el cuarto de baño, se cambió y lavó la cara antes de salir. Parecía que el mayor se había dormido ya, cuando lo hacía se veía más tranquilo, como una persona completamente diferente. Tomó su lugar y se decidió a dormir, cuando oyó la voz del otro.

-Gracias- dijo él- Por ofrecerte a desempacar, es muy amable de tu parte.

-Descuida, viniste por trabajo y yo no tengo algo útil que hacer- se acomodó- Buenas noches, descansa.

-Descansa- respondió.

La noche se fue así, tranquila, sin hacer contacto alguno. Al día siguiente Tao despertó solo en la cama, viendo alrededor en busca de alguna señal de Kris, concluyendo que se había marchado ya. Miró en un pequeño mueble al lado de la cama donde había dejado el reloj, eran ya las 11 de la mañana, vaya que había dormido demasiado. Justo allí encontró una hoja de papel doblada a la mitad, la desdobló, encontrando un mensaje escrito. Debo atender asuntos de trabajo, encima del la televisión de la sala de estar hay un sobre con dinero, utilízalo para lo que quieras. Ve a explorar Seúl, llegaré un poco tarde. Pd. Mi número y el de Jongsuk están ya registrados en el celular que te di -WY. Al final firmada con sus iniciales, así que pasaría el día solo. Tenía ganas de ver qué había de interesante por ahí, pero ese remordimiento cada que Yifan le compraba algo o le daba dinero, no lo dejaba en paz.

No se hacía ilusiones, casi nunca, sabía que estaba siendo usado como compañía para el mayor, se sentía mal al venderse, pero no había otra alternativa. Suspiró, añadió algo más a su lista de deudas y tomó el dinero para salir a dar una vuelta, después de tomar una ducha y vestirse adecuadamente. Visitó un café dentro de un centro comercial, viendo todas las personas a su alrededor, arreglándoselas para sobrevivir con el traductor del celular y buscando una que otra frase básica en coreano. Un par de tiendas aquí, otras más en otro centro comercial, realmente no había comprado algo, a excepción de una pequeña bandera de Corea del Sur para tenerla como recuerdo. Cansado de tanto caminar, tomó un taxi, no se sentía con la suficiente autoridad para llamar al chofer de la familia Wu, y pidió al conductor que lo llevara a alguna librería, aprovecharía para comprar algo interesante para su estadía allí, no pensaba andarse en tiendas todo el tiempo. Además, había observado uno que otro lugar tranquilo que sería perfecto para ir a leer.

Finalmente, el taxi llegó hasta una librería que se veía bastante grande, agradeció y pagó al chofer. Con la esperanza de encontrar algún libro en su idioma natal, entró y comenzó a pasear por los pasillos, sin encontrar algo que no estuviera en coreano. Cierto empleado lo observó, pensando que necesitaría ayuda, se acercó al cliente extranjero para guiarlo.

-Buen día, ¿buscaba algo en especial?- preguntó el rubio empleado, captando la atención de Tao.

-Y-yo- respondió titubeando. Pero si es muy guapo, pensó el pelinegro.

-Esta es la sección de libros de misterio, por allá hay novelas gráficas, libros de terror, fantasía, drama, revistas, periódicos, ¿necesita ayuda para buscar algún título?- sugirió el apuesto empleado, sin percatarse de que el otro no entendía una sola palabra de lo que decía.

-Y-yo no Corea- dijo el chino, en un vago intento por hablar en el idioma- China.

-Oh, usted es extranjero, ¿China?- Tao asintió, nervioso- Bien, tenemos una pequeña sección de libros en chino, por aquí- hizo una seña para que lo siguiera y así lo hizo el pelinegro.

De haber sabido que encontrar un chico tan guapo y amable, hubiera ido allí desde un principio y haberse quedado toda la mañana, Oh Sehun, decía la placa en su uniforme. Tao caminaba detrás del chico, con las mejillas sonrojadas y una sensación extraña en el pecho. Finalmente se halló frente a un estante de libros, los cuales eran perfectamente entendibles para él, era como si hubiera encontrado un lugar familiar en aquel desconocido país.

-Gracias- dijo en un susurro, avergonzado por hablar con aquel chico que lo hacía quedarse embobado viéndolo. 

-Por nada- respondió Sehun sonriendo, como era habitual en él con cualquier cliente. Volteó a otro pasillo divisando a Henry- ¡Hey, Henry! ¿Tu hablas chino, no es así? ¿Podrías ayudar a este chico?

-Claro- respondió éste, acudiendo en unos segundos- Si necesita ayuda, puede decírmelo- comentó hacia Tao, en un perfecto mandarín.

El pelinegro agradeció, decepcionándose un poco al ver que el empleado guapo se iba. Sehun se dirigía a la caja registradora, cuando vio uno de los libros que le habían gustado últimamente allí, pero en su versión en chino. Lo tomó entre sus manos, tendiéndoselo a Tao, haciendo señas con las manos para darlo a entender que el libro era bueno. El chino rió un poco ante las ocurrencias del rubio, es muy lindo, se dijo a sí mismo. Para Oh era un hábito recomendar libros a cada cliente que atendía, esperando que también disfrutarán de la lectura. Guardaba los mejores, los más especiales para regalarle alguno a Luhan algún día, o los mejores cuentos para leérselos a Jaehyun.

Tao se quedó un rato en la sección en chino, escogiendo alrededor de ocho libros, llevaba todos con un poco de dificultad. Pero se detuvo a medio camino hacia la caja registradoras, si llevaba sólo uno podría regresar en cuanto terminara de leerlo. No es porque quisiera ver a Sehun de nuevo, sólo para ver si les llegarían otros libros mientras. Tomó el que éste le había recomendado y se dirigió a pagarlo, encontrándose con él de nuevo. Lamentándose por no poderse comunicar.

-Serían 14000 won, por favor- dijo Sehun, mostrándole la cantidad en la pantalla de la caja- Wow, es este libro- dijo contento.

 -Gracias- se dio un golpe mental de nuevo por su escaso control del coreano mientras pagaba.

Hizo una reverencia y salió del establecimiento, volteando la vista y viendo a través del cristal al rubio que cobraba a otros clientes. Sonrió y llamó a otro taxi para regresar al departamento de Yifan, recordando que nada podría haber con alguien que no fuera el heredero chino, el fijarse en alguien más era algo prohibido mientras estuviera bajo su custodia. Después de todo, tal vez era mejor idea haber traído todos los libros, así no estaría tentado a regresar a aquella librería.

*

Kris sonreía mientras miraba su celular y leía de nuevo la contestación de Luhan a su mensaje, estaba en el ascensor del edificio donde vivía éste, hacía tanto tiempo que no lo veía y no dudaba que se viera aún más hermoso de lo que ya era. Ya no aguantaba las ganas de abrazarlo y cargar en brazos al pequeño Jaehyun que de seguro debía de haber crecido unos cuantos centímetros más desde su última visita. Por supuesto, traía el juguete edición limitaba que había comprado con anterioridad, esperando que al niño le gustara. Había tenido una mañana un poco ajetreada por el trabajo, pero ahora iba a encontrarse con los que consideraba su familia. Finalmente el elevador llegó al piso indicado y rápidamente caminó hasta la puerta del departamento. Tocó el timbre, casi un minuto se cumplió, tocó de nuevo, nada aún, una vez más y nadie salió. Tan mala era su suerte que no estaban en casa, decidió llamar a Luhan.

-¿Hola? ¿Kris-ge?- oh su melodiosa voz, hasta que recibía su llamada.

-Hola Luhan, estoy justo afuera de tu departamento pero creo que no estás- informó.

-Oh, no sabía que irías justo hoy. Lo siento mucho, tengo un compromiso que atender, no creo poder llegar pronto- respondió, desalentando al más alto- En verdad lo siento.

-Ya veo, quería verte y a Jaehyun, supongo que regresaré a la oficina entonces- dijo resignándose- Debemos reunirnos en estos días, junto con Minseok y Jongdae, ¿no crees?

-Me encanta la idea- por un momento le pareció escuchar una voz a parte de la de Luhan- ¿Te importa si hablamos luego? Debo atender algo justo ahora.

-Claro, no te preocupes- contestó Wu- Te llamaré luego, traje algunos regalos para Jaehyun.

-Tu siempre consintiéndolo- dijo Lu entre risas- Estará feliz de verte, adiós.

-Nos vemos, te quiero- agregó, cortando la llamada.   

Suspirando por su frustrada reunión, Kris dio media vuelta y recorrió el camino hasta su oficina. No tenía tantos ánimos, pero el deber es el deber, así que comenzó a organizar algunos papeles que tenía pendientes y una idea brillante se le vino a la cabeza. Llamó a su secretaria para darle las indicaciones correspondientes, mientras tanto una sonrisa apareció de nuevo en su rostro, imaginándose la reacción que tendrían Luhan y Jaehyun al ver la sorpresa que les estaba preparando. Al cabo de un rato, alguien llamó a su puerta.

-Adelante- dijo Kris.

-Joven Wu, con permiso-entró la mujer ya entrada en sus cuarenta años- He hecho lo que me solicitó. También acaba de venir un mensajero con una invitación para usted.

-¿Invitación para qué?- preguntó confundido.

-No lo sé, joven, pero aquí la traigo- dijo entregándole un elegante sobre color azul marino- Con su permiso.

Su secretaria salió de la oficina, mientras Yifan volteaba el sobre y su pregunta se respondía sola. Kim Junmyeon y Zhang Yixing, se observaba en letras plateadas sobre una tarjeta. Abrió los ojos un poco más tras darse cuenta del segundo nombre, pero si era aquel chiquillo que se empeñaba en seguirlo a todos lados cuando eran más jóvenes. Lay, le decían, el hijo menor de los Zhang, con quien su familia había entablado una buena amistad desde hace generaciones. Así que él era el prometido de Junmyeon, vaya que es pequeño el mundo. Al abrir el sobre, una pequeña hoja salió, con letra a mano, reconoció la caligrafía de su amigo coreano, Esperaba darte esto en persona, pero el trabajo me lo ha impedido. Ojalá cuente con tu presencia -Junmyeon. Una hoja en color crema con letras igual de elegantes que las de la cobertura del sobre, relataba los datos de la cena de compromiso de la pareja. Agendada para ese mismo viernes, Kris inmediatamente pensó en una sola persona para que lo acompañara, ignorando el hecho de que había traído consigo a otro chico desde China.

 *

El teléfono de Yixing sonó, éste corrió hasta ver de qué se trataba, encontrándose con un mensaje de un numero que no tenía registrado. Inmediatamente lo desbloqueó y fue entonces como descubrió el remitente.

De: Número desconocido. Hola Lay, soy Tao. Recién tengo un celular, este es mi número.

Para: Taozi :3. Hola, Tao! Estoy muy feliz de que ya tengas un celular, así podremos hablar por las tardes y podré contarte de mi príncipe Suho. Por cierto, ¿por qué no fuiste a la escuela hoy?

De: Taozi :3.  Estoy en Corea, Yifan me trajo con él y traté de dar un paseo pero es un poco complicado por el idioma.

Para: Taozi :3. Qué lástima, yo estuve allí este fin de semana, si me hubiera quedado más podría haberte guiado por los lugares que conozco. Pero regresaré el jueves, mi fiesta de compromiso es el viernes por la noche y obviamente estás invitado. Pediré que te hagan llegar la invitación ;)

Siguieron enviándose textos un buen rato, aprovechando para que Yixing le dijera de algunos centros comerciales y restaurantes que definitivamente tenía que visitar. El mayor estaba emocionado por su primer encuentro con su prometido, contándole cada detalle a Tao, incluso el color del mantel de la mesa donde comieron. El chico panda se sintió feliz por su amigo, se notaba bastante feliz por casarse con un chico que le agradaba. Hablaron un poco más acerca de cosas triviales, el de ojeras simplemente mencionó que había un chico amable en la librería! sin levantar sospechas de su amigo. Finalmente, el menor pidió que le enviara las tareas que debía hacer para no atrasarse tanto aquellos días que iba a faltar a clases, esperando que su olvidadizo amigo se acordara de tomar apuntes decentes.

Finalmente se despidieron el uno del otro, pues Lay tenía una llamada importante que hacer. Normalmente enviaba mensajes para desearle un buen día o darle las buenas noches a Junmyeon, pero se había armado de valor para llamarlo esta vez. Respiró profundamente y presionó el botón verde en su teléfono. Un timbre, dos, tres, cuatro y llamada entró directamente al buzón de voz. Decaído, colgó antes de dejar algún mensaje. Seguro estaría ocupado, puesto que él ya era un hombre que trabajaba en una de las más grandes compañías de Corea del Sur.

Se quedó observando un rato la fotografía que Victoria le había dado, admirando los lindos rasgos de su prometido. Se imaginaba su boda y no era necesario que alguien le preguntara si ansiaba casarse, porque era evidente en su rostro, en su sonrisa. Se lamentó por no haberse tomado una foto con Suho el día que se encontraron, así podría admirar lo perfectos que eran el uno para el otro, pero ya habría tiempo para eso en la fiesta de compromiso.

Recordó que debía enviar un mensaje a su madre para que enviaran la invitación a su mejor amigo, seguro que iría junto a Kris y tal vez darían a conocer su relación. Siendo sinceros, aquel par también se vería bien en el altar.

*

Junmyeon firmaba algunos documentos y revisaba los pendientes que tenía para aquel día cuando una llamada entró en su celular, dándose cuenta de que el nombre que parecía era Mi XingXing Lay. Sonrió ante el apodo con el que Yixing guardó su número en el celular del otro. Ese niño era bastante divertido e ingenioso que hacía ablandar el corazón del mayor. Estaba a punto de responder la primera llamada que recibía de él cuando su secretario entró, informándole que los accionistas estaban esperándolo en la sala de juntas. Suspiró frustrado y dejó el aparato sobre su escritorio, levantándose y caminando hacia sus deberes.

Terminada la reunión, la cual duró mucho más de lo esperado, regresó hasta su oficina y continuó con su trabajo. Algo en su mente seguía haciéndole un incomodo malestar y era el hecho de no haber recibido una contestación de Kyungsoo por las flores que le envió días atrás. Probablemente se dio una mala idea de sus intenciones y la verdad es que ni él mismo estaba seguro del por qué se las envió. El chico era lindo, tierno y tenía ese extraño poder de mejorar su humor en un par de segundos. Sentía que debía protegerlo, cuidarlo, pero ¿podría eso significar que le gustaba? Pero no podía ser, estaba comprometido. Además, ¿Kyungsoo tendría novio?

 -Joven Kim, el señor Kyuhyun le envía las invitaciones que él y la señora Zhang han elegido para su boda- reporto su secretario, tendiéndole una caja color blanco, envuelta en un listón azul muy pálido- Esta es una de las primeras que se han impreso.

-Gracias, Hoseok. ¿Algún mensaje pendiente?- dijo curioso.

-No, señor, nada por el momento. ¿Necesita algo?- preguntó atento.

-No, puedes retirarte- respondió Junmyeon.

-Con permiso- dijo saliendo.

Por alguna extraña razón, ahora sentía la boda más real que nunca. Finalmente caía en cuenta de que iba a casarse en poco tiempo. Sostuvo la elegante caja entre sus manos, deshaciendo el nudo del listón y abriéndola. Su nombre y el de Lay escritos ahí, la fecha para dentro de tres semanas, un novio inseguro. No estaba convencido del tod, los nervios lo carcomían, esperaba poder cuidar de Yixing y llegar a amarlo algún día. Pero tenía miedo de fracasar y echar todo a perder, sólo quería vivir feliz junto a una persona especial para él. Guardó la caja, intentando hacer el nudo con el listón, obteniendo un no muy estético resultado, después de todo las manualidades nunca habían sido su fuerte.

Miró la hora y se dio cuenta de que era tiempo de dirigirse a casa, un poco tarde y ya había anochecido desde hacía un buen rato. Antes de salir, tomó su celular y envió un mensaje a su tierno prometido.

Para: Mi XingXing Lay. Perdona que no haya respondido la llamada, debía atender una reunión. Espero que hayas tenido un buen día, te llamaré mañana. Que tengas lindos sueños.

La respuesta no se hizo esperar y pasados un par de minutos una notificación llamó su atención.

De: Mi XingXing Lay. No te preocupes, trabajas muy duro, por eso eres grandioso! Mi día fue perfecto desde que vi tu mensaje. Sueña con unicornios, descansa, ten una buena noche, te quiero mucho mi príncipe Suho. Me dormiré ya, tengo escuela mañana :( Ya quiero verte <3

Junmyeon sonrió ante el dulce mensaje del otro, diciéndose a sí mismo que no le molestaría en absoluto acostumbrarse a tales muestras de afecto por parte de Lay. Algo extraño en su pecho también le daba la sensación de querer que el jueves llegara rápido. 

Notas finales: ¿Qué tal?
¿Se imaginaban que el Hunhan iba a ser el primero en el cuchichuchi? ¿Tao qué onda con el Yehet? ¿Perdonarán a esta pobre autora que tarda en actualizar pero que los ama con todo el corazón?
 
Ok, ok, la ultima pregunta no jaja y pues llegamos a la sección de disculpas cofcofExcusascofcof por no poder actualizar:
 
Me conseguí una de esas cosas raras que necesitan mucha atención y quitan mucho tiempo, seee, un novio jajaja. Es extraño pero cierto, aunque ya corté con él, sep, tres meses muy raros para mí y pues el drama no se quita. Aunque afortunadamente quedamos en buenos términos pero ñeh. 
Apliqué para la universidad y pues creo que me decidí por Arquitectura, gracias a todos por sus consejos (los ama con todo el kokoro ;v;) 
Fue Navidad, año nuevo, día de reyes (en casa de mi abuela me trajeron Miracles in December versión china *-* amo inmensamente a mi abuela)
Y pues han pasado muuchas cosas, Sehun va a salir en CeCi con Irene. Buaaa sólo no me enojo porque se ve tremendamente hermoso!
 
Quiero decir que este capítulo iba a tener unas mil palabras más, pero prefiero dejarlo para el siguiente. Espero no tardar tanto, estoy de vacaciones pero mis padres me obligan a trabajar. Se acerca mi cumpleaños (27 de enero) y tal vez me regale un Drabble o Oneshot, que de hecho ya estoy trabajando en un Baekyeol *-*
 
Pasen a Leer los Oneshot que he subido, los encuentran aquí:
Coincidencias [SuLay] o en Wattpad
Taking Care [HunHan] o en Wattpad
Mirada [HunHan] o en Wattpad
Próximamente... Parecido a una flor [Baekyeol]
 
Bien, quieren ver las invitaciones del SuLay? Aquí tan
 
Y pues fin jeje, las/los ganadores del sorteo porfis comuníquense conmigo por la página de Facebook o a mi correo: ari9827@gmail.com 
 
Gracias por leer y amaré si me dejan un comentario :3 no se preocupen los demás, que más adelante haré otro sorteo. Los amooo~ no olviden que también me encuentran en Wattpad
 
Preguntaaa: ¿Qué les regalaron de Navidad o de Santa secreto?
A mi mis padres mejor me dieron dinero y me compré muchas cositas de EXO jeje luego les pongo una foto en Facebook cuando lleguen. Y mi Santa secreto me dio un perfume y un peluche. 
 
GIF GIF GIF (Waaa este último está hardcore)
 
Pd. Les recomiendo muchísimo estos Fics, bueno un Oneshot y un 
Minific [están en inglés] son HERMOSOS
-Gone. Hunhan.
-Ain't gonna fool me. Hunhan.
 
Pd2. Ya sé chino!! jajaja

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