Minseok se removía inquieto en su lugar, la culpa no lo dejaba tranquilo mientras se acumulaba en sus hombros aumentando su cansancio. Sabía lo que había hecho pero no tenía ni idea de cómo arreglarlo.
Había dañado a Jongin, a la persona más preciosa que ha conocido, la persona que ha dado tanto de sí mismo para ayudarle a salir de aquel hoyo, sin pedirle nada a cambio.
A diferencia de lo que había dicho el moreno, cuando se confesó no le miró con lástima, solo le había impactado el efecto que tenía sobre él, sabía que el menor había desarrollado sentimientos pero no había dimensionado la intensidad de ellos.
Estaba consciente que a pesar de la situación en el fondo Jongin nunca se iría, aunque se lo ordenase, el menor no le abandonaría. Porque aunque su fachada le gritase a todo el mundo que no necesitaba de alguien, que estaba perfectamente bien, que era fuerte e independiente, en el fondo no era tan así y Jongin lo sabía.
En tan poco Jongin logró conocerlo y comprenderlo, cada vez que necesitaba de alguien él estaba allí, no cuestionaba nada y al final siempre le regalaba una sonrisa. De cierta forma sentía que le ponía por sobre sus propias necesidades.
Aquel pequeño hombre, sabía más cosas de él que cualquier otra persona.
Incluyendo a Luhan.
"Luhan" sabía que había repetido su nombre en susurros y también recordaba los besos de Jongin, habrá sido una especie de conjuro de alguna magia curandera pero el menor había borrado los últimos sentimientos que tenía por el chino con sus labios. Había limado las asperezas de su dolor con sus caricias, había eliminado sus fantasías con su ternura y le había hecho dar vuelta la página con su presencia.
¿Pero cómo podría hacerle entender al menor su catarsis? llevaba toda la semana evitándolo, huyendo de su presencia e ignorándole cuando le llamaba, necesitaba aclarar la situación, quería que Jongin supiera todo esto y la única forma que se le venía a la cabeza para lidiar con todo esto, era utilizando la fuerza, quería obligar a Jongin a escucharle y entrar en razón pero el menor era tan sensible y delicado que eso provocaría que tomara aún peor sus palabras y sentimientos.
Debía ir a su ritmo, tenía que ser sutil, ir despacio y con paciencia.
Pero aunque el plan sonara tan bien, la realidad era que no toleraba esta situación. No podía ver a Jongin hundirse en su burbuja de pensamientos y monólogos hirientes, porque Jongin no era el único que había empeñado su corazón y aunque no le quedaba mucho, cada pequeña parte de él gritaba que hiciese hasta lo imposible por recuperarlo.
Pero no para que tuviese que cargar con sus dolores ni lágrimas, si no para darle lo que se merecía. Un poco o quizás mucho amor.
+
Jongin se dejó caer en su cama, obviando el dolor de tener enterrado la hebilla de un cinturón en su espalda, ese simple dolor es una de las formas de escapar de su otro dolor, como otras tantas que había adquirido en ese tiempo. Sabía que estaba siendo un cobarde y un cínico, recordaba que había dicho que hicieran como si nada hubiese pasado pero no podía evitarlo. Dolía ver sufrir a la persona que tanto quieres pero dolía aún más no ser notado, desgarraba la realidad de no ser correspondido, de ser confundido.
"Luhan"
Recordaba su voz y el sabor de sus labios después de aquello, se odiaba por haber sido tan impulsivo al final pero como todo lo que envolvía a Minseok, él no podía estar ajeno a ello. No lo había hecho para aprovecharse, solo había sentido la necesidad de eliminar su dolor con lo poco que podía ofrecer pero no sabía que iba a salir tan perjudicado.
Aún así debía recuperarse, de alguna forma debía juntar sus pedazos y volver a ser el mismo de antes, tenía que-
A quién engañaba, ese dolor no se diluiría de la nada, ni leyendo todos los libros del mundo pero esa era su escapatoria, leer como el amor de otras personas se hacían realidad, sentir entre líneas como la magia de amar y ser amado funcionaba incluso para personas ficticias, quizás solo así podría volver a la normalidad.
Tanteando a su costado con su mano, buscó el libro que había comenzado a leer restregó sus ojos cansados. La idea de esta noche, era leer hasta quedar inconsciente.
Abrió el libro en la página marcada pero un nota pegado sobre la hoja llamó su atención.
"Si estás leyendo esto, deberás leer obligatoriamente el resto. Te prohíbo cerrar el libro"
Pero eso fue lo que hizo. Lo cerró de golpe, extrañado, sintiéndose profanado y regañado a la vez. Reconocía la caligrafía del mayor lo que hacía aumentar su curiosidad, pero los ¿por qué? golpeaban su cabeza y solo sabría las respuestas si es que hacía lo que el mayor le pedía. Con temor abrió el libro y notó que otra nota estaba pegada en la página posterior.
"Sé que cerraste el libro y sé que no te sientes muy complacido por esto, pero es la única forma de poder hablar contigo"
Pasó un par de hojas y siguió con la siguiente.
"Lo siento, Jongin. Lamento haberte herido, lamento que no hayas visto un mejor lado de mi, lamento no estar completo, sobre todo esto último..."
Él también lo lamentaba y continuó.
"Pero no estar completo no me imposibilita a quererte. Ya te lo dije una vez y te lo repito. Te quiero"
Volvió a cerrar el libro con más fuerza que la vez anterior. Era mentira, lo que él mayor le escribía era una cruel mentira, ya sabía lo que venía después y no quería leerlo. No quería ser un simple miembro el cual quería como un hermano o peor aún como un amigo. No necesita esa clase de lástima. No-
Pero viendo el grosor que había tomado su libro de la nada, su lado fantasioso intuía que el mayor tenía algo más para decirle, quizás solo eran argumentos dolorosos, tal vez falsas promesas, a lo mejor-
Por segunda vez su mente se reía de él, no podía engañarse, se moría por leerlo todo y preparado falsamente para lo peor abrió el libro en la siguiente nota.
"Ese día no me dejaste continuar, Jongin yo iba a decirte que estaba roto, aunque tú ya te has dado cuenta de eso. Me quedan pocas piezas pero esas piezas te quieren como si fueran uno solo"
Falló por tercera vez y cerró el libro pero en vez de querer seguir leyendo, abandonó su habitación y salió en dirección a la habitación de los chicos de M, en busca de respuestas. Cuando Yixing le abrió y saludó amistosamente pasó de largo casi atropellándole, llegó hasta la sala y solo estaba Tao comiendo algo, este le preguntó algo y le ignoró buscando por el lugar al mayor pero no estaba. Casi asustado de ya no encontrarlo se dirigió hasta su habitación encontrando su puerta estaba abierta.
Irónicamente, Minseok estaba en la misma posición de hace días atrás, la diferencia es que no había licor de por medio. Entró en silencio y cerró la puerta de golpe.
El mayor levantó su mirada extrañado pero al verle frente a él su expresión cambió, ahora parecía que tenía miedo.
— Jongin...
—¿Es cierto? —preguntó casi atacando —¿Es cierto lo que escribirte? — exigía respuesta rápidamente, no quería que su mente volviese a traicionarle, no quería poner palabras en su mente que no hayan sido pronunciada por sus labios, solo por esta vez sería fuerte y escucharía hasta el final —¿En serio me quieres? — reformuló jugándose la vida en ello.
+
Minseok estaba esperando por este momento, estaba aliviado que su plan funcionase, quizás no era el mejor escritor pero le había puesto empeño y ahora estaba viendo los resultados. Jongin lucía inquieto, así que antes de aclarar algunas cosas prefirió calmarle.
Se levantó de su cama y se dirigió hasta él. Alzó su mano cuidadosamente aguardando su reacción y al verle cerrar los ojos acarició por fin su mejilla.
Jongin se derritió ante su tacto y ladeó su cabeza queriendo tomar toda su calidez, él emocionado apegó aún más sus cuerpos y acunó su otra mejilla en su mano emocionado por poder estar nuevamente junto a él.
—Claro que te quiero— le respondió al fin sintiendo como Jongin acariciaba una de sus muñecas y tomaba su cintura con fuerza provocando que sus frentes de juntaran.
—Pensé que solo me querías como un amigo, que mentías— susurró —creí que aún seguías enamorado de Luhan...
—No... solo me dolía cómo terminaron las cosas
—Pero tú-
—Sé lo que hice— habló enderezando su rostro provocando que abriera sus ojos— solo puedo decirte que no sucederá más, ya no hay rastro de dolor — y por más convincente que sonase Jongin parecía no creerle— cuesta aceptar que algunas cosas se terminan, me estaba aferrando a algo que nunca iba a cambiar, él no está pero tú si...
—¿Y me quieres solo porque estoy aquí? — preguntó con dolor.
—No, te quiero porque he caído por ti... — susurró avergonzado pero la amplia sonrisa de Jongin le gritó que era lo único que necesitaba.
El menor encontró su lugar en su cuello y apresó su cuerpo entre sus largos brazos, sentía su respiración tranquila y como sus pequeños pedazos se reunían en su pecho amoldándose perfectamente a las de Jongin.
—¿Entonces es un sí? —preguntó
—¿Un sí de qué? — repitió Jongin confundido retirando su rostro de aquel aromático refigio.
—De la última nota que escribí... —aclaró
—No las leía todas, llegué hasta la quinta y luego corrí hasta aquí— le confesó y Minseok se sintió traicionado.
—Vete— le ordenó tratando de quitarse al chico de encima pero este se apegó más a él.
—¡¿Por qué?! ¡Hyung, no me hagas esto, no me alejes de ti, no lo toleraré! — chilló intentando no separar sus manos que envolvía la cintura del mayor pero con su fuerza era casi imposible mantenerse.
—¡Kim Jongin, no escribí esas notas para que las ignorarás! — le gritó enojado pero en realidad estaba avergonzado — ¡vete a leerlas! — le ordenó mientras forcejeaba por liberarse.
—No, no quiero irme, ¿qué escribiste? sea lo que sea, diré que sí a todo lo que hyung diga— habló.
—¡Entonces vete!
—¡No a eso no!
—¡¿SE PUEDO SABER QUÉ SUCEDE?!, ALGUNOS INTENTAMOS VER LA TELEVISIÓN — interrumpió Tao enardecido.
+
¿Qué dices Jongin, a pesar de todo me dejarías quererte?