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Notas del capitulo:

Ni Yu-Gi-Oh! Ni ninguno de sus personajes me pertenecen, estos pertenecen al gran maestro Kazuki Takahashi♥.

... Sin comentarios hasta el final del capítulo, mejor lean :3 

 

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“Confiar fervientemente en lo que queremos creer y tener el valor de cambiar lo que no fue como esperábamos”.

 

Durante la comida los chicos seguían impresionados pensando que era totalmente una locura que Ishizu hubiera mandado a Yugi al pasado para ayudar al faraón Atem, ya que ellos no pensaban que algo así pudiera ser posible, sin embargo, necesitaban ir a ayudarlo, no podían ni siquiera pensar en dejarlo solo y mucho menos podían permitirse ya no poder verlo por última vez.

Después de que Rishid los ayudara a convencer a la morena, ella les había dicho que terminando de comer irían al museo para buscar un nuevo conjuro para que ahora los enviara a ellos al pasado para ayudar a su amigo.

—De acuerdo, entonces cuando terminen de comer iremos al museo -Mencionó afligida.

—Entonces nos apuraremos, ¿verdad Ryo? -Preguntó el oji-lavanda sonriéndole al albino.

—Si -Mencionó este asintiendo a sus palabras emocionado, el albino quería ir al antiguo Egipto ya que sería la primera vez que conocería es lugar, cuando pasó todo lo del faraón contra Zorc y eso, solo Bakura había ido al pasado.

 

Justamente como lo había dicho la morena, al terminar de comer las luces y ella se dirigieron al museo de Domino para buscar el libro que ella había utilizado para ayudar al pequeño tricolor.

—Recuerdo que lo dejé por aquí -Mencionó la morena inspeccionando los cajones de escritorio en su oficina.

—¿No te lo habrás llevado a la casa? -Cuestionó Marik frustrado, pensando que tal vez era una treta de su hermana para no dejarlo ir a ayudar a su amigo.

—Nosotros ayudaremos a buscar -Mencionó el albino sonriendo cálidamente, la egipcia asintió.

La búsqueda comenzó y después de algunas horas se dieron cuenta de que definitivamente el libro no estaba en ese lugar, los hikaris sentían el pesar de su corazón, ¿cómo era posible que no estuviera el libro?, ellos no se podían quedar de brazos cruzados, no querían dejar solo a Yugi.

—Por favor hermana, tienes que encontrarlo -Pidió el moreno suplicando, se podía notar la tristeza y la preocupación crecer en su mirada.

—No es posible que no podamos ir a ayudarlo -Mencionó Ryo sintiendo pesado su corazón, su amigo, su casi hermano estaba solo y ellos no podían hacer algo al respecto si no encontraban el dichoso libro.

—¡Me niego a quedarme de brazos cruzados! -Exclamó el oji-lavanda molesto, más por el hecho de sentirse impotente ante la situación que por otra cosa.

—Entonces debemos buscar en otro libro algún otro conjuro -Mencionó el albino tristemente.

—Es verdad, yo recuerdo que había otro libro que habíamos descartado, pero podría servir, ese sí sé dónde está -Mención la morena buscando debajo de una estantería el libro mencionado.

—Eso significa que… -Comenzó a mencionar el albino impresionado.

—¡Podremos ayudar a Yugi! -Exclamó Marik recuperando un poco de su alegría, Ryo le sonrió cálidamente asintiendo.

 

~*~

—Ya han pasado tres días desde que el faraón desapareció, es una tontería seguir así, por los dioses ¡Dejen de ser tan insensatos! -Exclamó Anum molesto dirigiéndose al Siamun y Karim.

—Desgraciadamente el faraón no aparece, se le buscó por todos los alrededores, pero no hay señas de él -Mencionó Karim frustrado.

—¿Acaso creen que el pueblo no comienza a preguntarse dónde se encuentra el idiota de Atem?, si esto sigue así comenzará a reinar el miedo ¡Un pueblo sin gobierno no es nada! -Anum intentaba convencer con sus palabras a los sacerdotes, esperaba poder hacerlo, si ocupaba el lugar de una vez por todas en el trono ya nadie podría moverlo de ese lugar.

—Siento decir esto, pero por primera vez estoy de acuerdo con Anum -Mencionó Siamun caminando fuera al palco del palacio mirando la majestuosidad del pueblo egipcio -Si no tenemos un gobernante el reino podría ser objeto de saqueadores que se aprovecharían de la situación.

—Es mi deber como primo del faraón tomar esta responsabilidad, en cuanto mi primo aparezca le cederé el lugar que le corresponde, pero ahora hay que pensar en el pueblo -Mencionó Anum sonriendo internamente al ver como con sus palabras estaba logrando persuadir al más duro de todos los sacerdotes de la corte.

—Estoy pensando en la seguridad del pueblo al hacer esto…. Mañana se anunciará al pueblo lo que ha sucedido y lo que ha de proceder -Mencionó Siamun soltando un hondo suspiro, Karim no pudo contener la cara de horror al escuchar esas palabras, Anum solo asintió restándole importancia a lo escuchado.

¡Ahora sí, ni Ra mismo bajado del cielo podrá impedir que ocupe el lugar que siempre me ha correspondido! -Pensó Anum regocijándose de lo que había pasado -Bueno iré a hacer mis pendientes, regresaré más tarde -Mencionó retirándose del lugar dejando solos a los sacerdotes.

—Esto es un gran error -Mencionó Karim frustrado.

—Sí, pero, ¿qué otra cosa propones?, el faraón no aparece por ninguna parte, parece como si se lo hubiera tragado la tierra, el pueblo no puede estar sin alguien al mando -Mencionó Siamun pasando sus brazos tras su espalda sin mirar a Karim.

—Esto no será nada bueno -Mencionó el oji-esmeralda negando con la cabeza.

—Esperemos que todo se pueda solucionar rápidamente, por ahora necesito que llames a todos los sacerdotes, tenemos que ponerlos al tanto de la decisión que acabo de tomar -Mencionó soltando un hondo suspiro.

—Enseguida los llamaré -Mencionó saliendo de la habitación para ir a buscar a todos los demás, ambos sacerdotes sabían que los demás no aceptarían tal decisión, pero ellos tampoco podían hacer algo al respecto, era una decisión tomada.

 

~*~

—Heba, debo volver al palacio, ya ha pasado mucho tiempo, debo volver -Mencionó Atem intentando levantarse de su lugar, él sabía que algo no andaba bien, podía presentirlo.

—Pero Atem… solo has descansado tres días, no pretendas estar mejor -Mencionó Yugi algo frustrado al ver que su Yami se removía intentando levantarse de su lecho.

—Pero el pueblo…. yo, yo no importo, pero no me perdonaría que por mi culpa el pueblo pereciera, sin nadie en el trono el reino es un blanco fácil para cualquiera -Mencionó pesadamente, Yugi entendía que Yami solo estaba pensando en los demás, sabía que debía ayudarlo a regresar, pero también tenía miedo de lo que pudiera pasar si regresaba en ese estado.

Sé que tu primo Anum usurpará el trono así trates de evitarlo -Pensaba el oji-amatista triste mirándolo fijamente, sabía que era hora de comenzar a ayudar a su otro yo, la batalla sería dura, pero debía hacerlo, solo si quería que la vida de Yami no corriera peligro -Mañana mismo me encargaré de llevarte al palacio -Mencionó Yugi decidido.

—Te lo agradezco tanto Heba, eres tan bueno conmigo -Mencionó Atem estirando su mano para tomar dulcemente la de Yugi -Pero no puedo aceptar que hagas esto, yo iré solo, si algo ocurrió no me gustaría involucrarte -Mencionó acariciando la mano del tricolor débilmente.

—Ni siquiera intentes pensar que podría dejarte solo en esto -Mencionó Yugi molesto, su otro yo era demasiado orgulloso en ese aspecto algunas ocasiones, siempre procuraba guardarse las cosas él y de esa manera no dañar a terceros, más que nada siempre procuraba que no saliera lastimado él.

—Heba… -Mencionó débilmente mientras sus ojos temblaban levemente, dentro de su corazón sentía una especie de cariño hacía el chico que tenía frente a él.

—Estaremos juntos en esto -Mencionó el tricolor menor pesadamente, era algo que debía hacer, esa era su misión y no permitiría que Yami lo sacara de esta.

—No quiero que te pase nada -Respondió el oji-rubí mirándolo fijamente, Heba era todo lo que tenía que le podía recordar a Yugi, dentro de sí sabía que tenía miedo de perderlo, no quería perder la similar imagen del que era dueño de su corazón.

—No me pasará nada -Respondió Yugi sonriéndole, le encantaba que Yami se siguiera preocupando por él aún sin saberlo -Sé que al final todo estará bien así que no te preocupes por nada -Mencionó poniendo su mano libre sobre la de Atem acariciándola cálidamente mientras le sonreía para animarlo.

—¿Qué es to que siento cuando te miro?, ¿por qué no puedes simplemente ser él? -Se cuestionaba el oji-rubí internamente sintiendo el gran peso de su corazón, él extrañaba a Yugi más que a otra persona en este mundo, solo quería verlo una vez más, volver a estar junto a él, si los dioses pudieron responder a su anhelo él sería feliz, pero era consciente que eso no podría pasar, por eso era una tontería sentir que algo dentro de su corazón se removía al estar frente a Heba.

 

~*~

—¡Chicos por favor déjenme pensar! -Exclamó la morena frustrada al no encontrar la página donde había encontrado anteriormente el conjuro que había pensado utilizar de ese libro para Yugi.

—Cuando parece que todo mejora solo empeora más -Mencionó Marik pesadamente sentándose en el suelo.

—No podemos perder las esperanzas -Mencionó el albino tratando de pensar positivamente.

—¡Creo que por fin lo encontré! -Exclamó la morena.

—¿Estás segura hermana? -Cuestionó Marik emocionado.

—Sí, es este -Mencionó ella asintiendo.

—¡Por fin! -Exclamó Ryo aliviado, sus esperanzas no se habían visto rotas.

—Bueno… no es el mismo que utilicé con Yugi, pero estoy segura que funcionara -Mencionó la egipcia con una pequeña sonrisa -¿Realmente están seguros de hacerlo? -Cuestionó cambiando su semblante por uno preocupado.

—Estamos muy seguros -Mencionaron a coro los chicos, la egipcia asintió, sabía que una vez que repitiera las palabras inscritas en el libro no habría marcha atrás, temía por ambos chicos, pero su preocupación y tristeza caía más en su hermano, no se imaginaba perderlo después de haberlo recuperado, pero él ya había decidido hacer esto y no había vuelta de página.

—Marik tengan mucho cuidado -Mencionó soltando un hondo suspiro, el oji-lavanda la miró extrañado no entendía porque tanta reticencia de la morena, pero ella sabía muy bien que a pesar de que fuera un imposible que se volviera a encontrar con su yami todo podía pasar, al igual para el albino y no sabía si él tomaría bien ese hecho.

—Lo tendremos hermana, así que no te preocupes -Mencionó Marik sonriéndole para que ella cambiara su semblante.

—Descuida Ishizu-san, nosotros estaremos juntos en esto -Mencionó el albino sonriéndole, la morena los miro formando media sonrisa en su rostro.

—De acuerdo, comencemos -Mencionó pesadamente -Siéntense en el piso y tomen sus manos -Los chicos asintieron emocionados.

Luz y oscuridad, almas entrelazadas
Lleven al pasado a los aquí mencionados
Deberán ayudar en la ferviente misión
Ayudar a su amigo en problemas a salir de la fatídica situación
Que los dioses decidan el destino de ambos
Mientras su misión cumplen protéjanlos del daño.
Ryo Bakura, Marik Ishtar.

Después de que la egipcia mencionara el nombre de su hermano sintió una gran opresión en el pecho, ambos chicos se abrazaron por inercia cuando una luz cegadora los envolvió.

A los segundos ambos chicos abrieron sus ojos, podían notar que estaba cayendo del cielo, mientras frente a ellos tenían al gran desierto egipcio y al otro se veía algo distante el palacio y la ciudad real, ambos al buscarse mutuamente se hallaron completamente solos, los corazones de Marik y Ryo se descolocaron, ¿algo había salido mal?, si, ambos estaban en el antiguo Egipto, pero no estaban juntos, habían sido separados.

 

----Continuará----

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Notas finales:

No, no todo es tan fácil a veces >-<, pero bueno :3 ya verán los porqués de esta situación /u nos leemos en el próximo capítulo, cya :D 


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