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Volverte a ver por LizzieVidal

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Notas del capitulo:

Ni Yu-Gi-Oh! Ni ninguno de sus personajes me pertenecen, estos pertenecen al gran maestro Kazuki Takahashi♥ :3

 

Esta vez actualicé muy pronto :D eso me hace sentir feliz x'D en fin, lean y disfruten el capítulo Bronze de hoy :3

 

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“Una vida a tu lado es mucho mejor que mil vidas sin ti”.

 

Marik permanecía acostado sobre la suave yerba fresca a la rivera del Nilo, su respiración era suave y sus labios permanecían levemente entre abiertos, su cabello le caía suavemente en el rostro. Poco a poco comenzó a despertarse al escuchar como unos niños correteaban cerca de donde él estaba.

Con cuidado se sentí en la yerba llevando el dorso de su mano a sus ojos para tallarlos, le bastaron segundos reaccionar y darse cuenta que estaba solo.

—¡Ryo! -Exclamó fuertemente con sus ojos vibrando insistentemente mientras su mirada recorría los alrededores, pero no pudo divisar al albino -¿Qué es lo que pasa aquí? -Cuestionó levantándose llevando una de sus manos a la cabeza.

Tenía que pensar correctamente, ahora no solo estaba separado de su amigo Yugi, sino de su amigo albino también, llevó ambas manos a su rostro tratando de ocultar su frustración, eso le daba como una bofetada de realidad en el rostro, no podía creer que se hubieran separado, perdidos menos iban a poder ayudar a su amigo Yugi, pequeñas lágrimas amenazaban con brotar pero las contuvo presionando más fuerte su rostro con sus manos hasta que sintió que alguien tiró de la ropa que portaba, nada de sus ropas que había llevado en Domino, si no la vestimenta típica del lugar.

—Oye, ¿te pasa algo? -Una lágrima traicionera terminó bajando por su ojo derecho, la persona que le había hablado se trataba de un pequeño niño de unos escasos ocho años que lo miraba extrañado.

—Sí, lo que pasa es que perdí a mi amigo con el que estaba, ¿de casualidad no lo has visto?, es un chico un poco más bajo que yo, sus ojos son color chocolate y tiene un largo cabello albino -Mientras Marik describía a su amigo el niño pensaba si acaso lo había visto.

—No, no lo he visto, pero en la ciudadela es probable que alguien lo haya visto -El pequeño le sonrió sinceramente al pelicenizo quien al ver la calidez del gesto lo devolvió poniéndole su sonrisa más sincera -Ven conmigo, sé que haya podrás encontrarlo -Marik asintió mientras el chico tomaba su mano para encaminarlo por el lugar hasta la pequeña ciudad.

—Gracias por ayudarme -Mencionó el moreno mientras caminaban -Por cierto, soy Marik.

—¿Marik? -Cuestionó el pequeño extrañado mientras el ojilavanda asentía.

—Sí, ese es mi nombre -Aseguró extrañado.

—Tan similar… -El pequeño lo pensó un momento -Yo soy Tarik -Una nueva sonrisa se posó en los labios del infante.

 

El trayecto hasta la ciudad fue corto, al llegar a esta Marik miró la calle principal llega de mercaderes y muchas personas comprando cosas, se veía que todos vivían en paz sin ningún tipo de problema.

Había muchos ciudadanos que regateaban precios mientras otros ofrecían mejores cantidades por algún producto de su gusto.

Ambos chicos caminaron entre las personas para llegar al otro extremo de la calle donde se encontraban muchos chicos pequeños jugando con un chico más grande de piel morena, cabellos cenizos en punta y la proporción de cuerpo adecuada.

Los ojos de Marik se abrieron como platos, su piel se piloerectó y sudó frío; su pensamiento se nubló, sus ojos no daban crédito a lo que estaba viendo, no entendía como eso podía ser posible; sus labios se entreabrieron y sin darse cuenta se soltó de la mano que segundos atrás había sostenido Tarik.

—¿Malik? -Musitó con un pequeño nudo en la garganta, se llevó la mano al pecho y tragó saliva, su corazón comenzó a descolocarse al ver al chico voltearse y ver que realmente se trataba de su yami.

—¿Huh? Tarik, ¿quién es tu nuevo amigo? -Cuestionó con un tono de voz totalmente diferente al propio de su yami, ese mostraba gran serenidad, pero nadie podía contradecir que se trataba de su voz.

—Él es Marik -El chico sonrió al pelicenizo mayor.

—Así que Marik, mi nombre es…

—Malik -Completó el ojilavanda más sorprendido de lo que ya estaba.

—¿Se conocen? -Cuestionó Tarik mirando sin entender a ambos chicos.

—Yo no… bueno… solo, Malik, ¿no me recuerdas? -La sola cuestión hizo helar su sangre al esperar una respuesta, una que tal vez no lo gustaría.

—Lo siento Marik, pero no, no te recuerdo -El ojilavanda sintió como su pequeño corazón se hizo pedazos poco a poco.

—Encontramos a Malik un día a la rivera del rio Nilo, justo como hoy te encontré, pero a diferencia de ti, él no recordaba nada, mis padres dijeron que tal vez se había golpeado fuertemente la cabeza, lo único que recordaba era su nombre -Las palabras del chico hicieron que Marik se sorprendiera.

—Puede que sea así, pero aquí tengo una buena vida, además los chicos me hacen compañía y soy muy querido por ellos, como ellos por mí -Una pequeña niña de unos cinco años se estiró para que el yami la contuviera entre sus brazos, éste así lo hizo jugando con ella y haciéndola reír.

—Entiendo… -Si no fuera porque sus ojos lo estaban viendo seguramente no creería lo que estaba pasando, su oscuridad había pasado de ser un sádico genocida a una persona atenta y dulce con los niños, Marik no pudo evitar reír un poco haciendo que todos lo miraran extrañado -Lo siento… es que es increíble esto -Se llevó una mano a la cabeza mientras aún mantenía una suave sonrisa, aunque le gustaba ver a Malik feliz una parte de él quería que lo recordara, quería que volviera a saber que alguna vez habían sido un solo ser y habían permanecido juntos, realmente lo quería.

—Bueno, dejando eso de lado, venimos aquí para ayudarte a encontrar a tu amigo -Marik asintió a sus palabras.

—¿Así que buscas a alguien? -Malik bajó a la pequeña prestándole atención al ojilavanda.

—Sí, a mi amigo Ryo, él vino conmigo, pero algo pasó y nos separamos, ahora necesito encontrarlo.

—¿Ustedes han visto a algún chico albino por aquí? -Cuestionó Tarik cruzando sus brazos.

—No… /Yo tampoco -Respondieron un par de niños tras Malik.

—Yo tampoco lo he visto, pero podemos ayudarte a encontrarlo -El ojilavanda sonrió.

—Eso sería de gran ayuda Malik -El moreno mayor correspondió la dulce sonrisa algo sonrojado, no entendía por qué, pero su corazón había comenzado a latir fuertemente, además sus pensamientos estaban siendo ocupados por una sola pregunta, el por qué Marik sabía su nombre.

 

La mañana y tarde había transcurrido mientras los chicos recorrían la ciudad alrededor del palacio, Para mala suerte de Marik no había podido encontrar a ninguno de sus dos amigos, eso lo hacía sentirse algo preocupado, pero por otro lado el poder estar nuevamente junto a Malik lo hacía sentir que una parte de su vida volvía a estar completa, sin embargo las preguntas no lo dejaban en paz, el cómo su yami había sobrevivido después de que según su alma se había perdido y el cómo había llegado hasta ahí y el por qué había perdido sus recuerdos no lo dejaban tranquilo.

Mientras caminaba por las calles egipcias hacia las afueras de la ciudad perdido entre sus pensamientos, Malik comenzó a hacerle platica, el moreno mayor sentía que no podía permitir que alguien tan noble y dulce como el ojilavanda tuviera una carita de preocupación o tristeza, simplemente su corazón no quería permitírselo, sin saber o entender por qué, él sentía la necesidad de cuidar a Marik por siempre.

—Marik, tal vez hoy no encontramos a tus amigos, pero mañana te ayudaremos nuevamente a buscarlos hasta dar con ellos -Marik había puesto al tanto a Malik de que también buscaba un segundo amigo y le había dado la descripción de este para ver a cuál de los dos encontraban primero.

—Espero que podamos encontrarlos pronto, no sé qué puedan estar pasando o si estarán bien -Soltó un hondo suspiro mirando al cielo y como este comenzaba a oscurecer poco a poco.

—Pronto lo haremos, solo confía -Las palabras de Malik eran sencillas, pero al escucharlas Marik sentía que todo mejoraría.

—Malik… -Pronunció el nombre del moreno mayor suavemente y sin poder evitarlo lo abrazó haciendo que éste se sorprendiera y se sonrojara grandemente ante la acción.

“Una luz”, ese fue el pensamiento que invadió a Malik, eso es lo que era Marik para él, una luz en medio de la oscuridad, el camino que él había estado buscando por largo tiempo.

Rápidamente correspondió al abrazo, apresando entre sus fuertes brazos el cuerpo delgado del moreno menor, al sentir la calidez del cuerpo de éste emanando y un suave aroma a jazmín embriagándolo sintió como se obnubiló sin poder pensar en nada más, una extraña familiaridad se implantó en esa pequeña acción, no estaba seguro de lo que pasaba, pero pequeñas imágenes de algunos momentos cruzaron por sus pensamientos.

—Marik… nosotros nos conocemos de antes, ¿verdad? -Una cuestión, Malik debía saberlo, su corazón le exigía esa respuesta.

—Si… Nosotros nos conocemos -Marik deshizo el abrazo para mirarlo fijamente a los ojos, ambas lavandas se estaban fundiendo mientras ambos buscaban respuestas en los ojos de su igual.

—¿Puedes contarme todo? Yo… realmente siento el no recordar nada… -Quién diría que una oscuridad pudiera ser tan cohibido, Malik ocultó sus ojos entre su flequillo bajando la mirada, Marik sonrió mirándolo, nunca imaginó ver a su oscuridad de una forma tan dócil.

—Tú eres mi oscuridad -Soltó sin más haciendo que un sorprendido Malik lo mirara atónito no dando crédito a sus palabras -Tú fuiste creado de mi gran odio e ira hacía el destino que se me había otorgado y hacia el faraón Atem, hace algún tiempo todo era un caos para mí y también pensaba que el faraón había sido el culpable de la muerte de mi padre, después supe la verdad, me enteré de que eso no había sido así, por ese tiempo tú tomaste el control de mi cuerpo y le hiciste daño a muchas personas, entro todo eso… trataste de deshacerte de mí -Al mencionar esas palabras Marik agacho su cabeza, Malik lo escuchaba con sus ojos abiertos grandemente de la impresión sin mencionar palabra alguna -Pero al final gracias al faraón y a mi fuerza de voluntad pude volver a recuperar mi cuerpo y a ti, mi oscuridad, te desterraron… no entiendo cómo es que ahora estás aquí, yo pensé que en ese momento habías desaparecido por completo…

—¿Traté de deshacerme de ti? -Los ojos de Malik temblaban levemente al preguntarle aquello, sintió un gran hueco en su corazón cuando Marik asintió con su cabeza a su cuestión -Realmente lamento todo el mal que te haya causado -El moreno mayor llevo ambas manos a su cabeza sujetándola con fuerza -Yo debí desaparecer, no entiendo como sigo aquí sí solo hice daño -Marik levantó su rostro para mirar a su oscuridad y tomó el rostro de Malik suavemente entre sus manos haciendo que éste se calmara y lo mirara.

—¡No me importa lo que haya pasado, soy feliz de que aún estés aquí! -Exclamó el ojilavanda con violencia y fuerza ante la atónita mirada de Malik -No sabes el vació que sentí al estar sin ti en mi vida… la parte más importante de mí se había marchado, a pesar de todo lo malo que pudo haber pasado tú eras mi única compañía, él único que me conocía realmente, quien entendía quién soy…

—¿Y qué pasará si de nuevo vuelvo a hacerte daño? -Las palabras de Malik sorprendieron al moreno menor.

—Créeme que ya no creo que puedas volver a dañarme, ahora eres diferente, es como si tu alma se hubiera purificado y solo hubieran quedado tu esencia, como si la maldad se hubiera erradicado, como si Ra te hubiera dado la oportunidad de cambiar -Unas pequeñas lágrimas bajaron de los ojos lavanda del pelicenizo menor, sus manos acariciaban suavemente las mejillas del mayor, éste colocó sus manos sobre las de su luz, sobre el que ahora sabía que sí era su luz.

—Ya no quiero recordar todo lo que alguna vez hice y si te hice mal ahora lo repondré cuidándote y velando por ti -La seguridad en las palabras del mayor descolocaron el corazón de Marik quien asintió ante sus palabras.

—Es bueno volver a tenerte y saber que ahora solo queda la mejor versión de ti -Marik juntó su frente a la de su oscuridad, poco a poco fue rozando sus labios con los del mayor hasta que la dulce y suave caricia se volvió un beso, uno en el que ambos ponían todos sus sentimientos, tantas veces que el ojilavanda había deseado ese momento y ahora era una realidad.

Una parte de su vida estaba realmente completa, ahora solo faltaba encontrar a sus amigos y completar finalmente la misión.

 

-Continuará-

Notas finales:

Ya me gustó esto de actualizar de madrugada x'D espero les haya gustado el capítulo de hoy♥ n.n/ bien, sin más nos leemos pronto, cia :D


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