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Volverte a ver por LizzieVidal

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Notas del capitulo:

Ni Yu-Gi-Oh! ni ninguno de sus personajes me pertenecen, pero eso ustedes ya lo saben porque forman parte de este bello fandom♥

 

¡Hola chicos! Espero que les guste el capítulo de hoy >u</ después de mil años x'D

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“Solo hay una cosa, peor que luchar con aliados y eso es pelear sin ellos ”.

 

—Regresemos Kura, necesito buscar a Marik y a Yugi –El albino mayor asintió a sus palabras.

—De acuerdo, aunque es algo tarde yadonushi… pronto oscurecerá, sería mejor dejarlo para mañana -Bakura tomó los hombros del menor mirándolo fijamente.

—No importa, necesito buscarlos ahora, mañana podría ser muy tarde –La seguridad en las palabras del albino menor hicieron suspirar al rey de los ladrones.

—Ante tú seguridad no puedo hacer más que seguirte –El menor sonrío al escucharlo, a los segundos el moreno silbó llamando a algo, un galopeo acercándose se hizo notorio en el silencio de la desierta ciudad -Su transporte está listo –Un caballo negro había aparcado junto a ellos, sin duda se trataba de un hermoso y excelente pura sangre.

—¿Es tuyo? –Cuestionó el menor sorprendido acercándose al caballo para acariciarlo.

—Lo es, su nombre es Sheut –El albino sonrío al escuchar ese nombre, recordaba de los viajes con su padre por Egipto, cuando niño, alguna que otra palabra en egipcio y esa junto a los demás componente del ser humano habían sido lo primero que había aprendido, el nombre le quedaba muy bien al caballo, al ser tan negro realmente parecía una sombra, lo que significaba literalmente su nombre –Bien, es hora de irnos –Ryo asintió y con la ayuda de Bakura subió al caballo, el moreno subió tras él y a los segundos comenzaron la marcha.

—¿Está muy lejos la ciudad principal? –Cuestionó el menor sujetándose con fuerza mientras el caballo seguía su camino como si supiera exactamente el lugar a donde quería ir su amo.

—No tanto como para no llegar en una hora –La respuesta del mayor calmó el corazón del albino, quería encontrarse rápidamente con sus amigos, es lo menos que sentía que debía hacer después de estar ahí agradecido por reencontrarse con su oscuridad.

 

~*~

La vista del desierto egipcio desde las afueras de la ciudad le parecía increíblemente bella, el anochecer se estaba haciendo presente a cada segundo mientras tenía su vista perdida en el horizonte.

—Quita ese cara hikari, los encontraremos –El moreno mayor abrazo por la espalda al menor tratando de reconfortarlo, sabía la preocupación que le causaba a su luz el no haber encontrado a sus amigos, podía notarlo en el lavanda sin brillo de sus ojos.

—Ojalá Ra se apiadara de nosotros y pudiera indicarnos el camino para encontrarnos nuevamente… -Miró el firmamento soltando un suspiro, no pudo hacer más que refugiarse en los brazos que le brindaban la calidez que tanto necesitaba en esos momentos.

Mientras el fresco viento de la tarde-noche corría Malik dio la idea de regresar, pero Marik había querido quedarse más tiempo en ese lugar, algo dentro de él le decía que no podía marcharse, no sabía muy bien que era, pero sabía que no estaba en ese lugar solo porque si, y que los dioses eran quienes guiaban sus acciones, mientras miraba el horizonte pudo notar que alguien o algo se acercaba cabalgando rápidamente sobre un caballo negro.

—Malik, ¿ves lo mismo que yo? –Cuestionó algo incrédulo, no sabía si su mente le estaba haciendo jugarretas y lo dejaba ver lo que tanto deseaba o realmente alguien se acercaba a donde ellos se encontraban.

—Sí, alguien se aproxima, será mejor esconderse –El moreno haló la mano de Marik para ocultarse un poco, al menos hasta que la figura de la persona que estaba sobre el caballo pudiera verse, aunque fuera solo un poco, debido a la poca iluminación que llegaba desde la ciudad que estaba a varios metros de distancia.

Grande fue la sorpresa del menor de los morenos al divisar mejor a las personas que estaban sobre el caballo, albinas cabelleras se hicieron presentes, uno era su amigo Ryo y el otro… alguien muy similar a Bakura según su criterio.

—Es imposible… -Musitó impresionado –¡Ryo! –Exclamó fuertemente colocándose enfrente de la dirección del caballo haciendo que este se detuviera abruptamente haciendo que los jinetes se sobresaltaran sobre este.

—¡Marik! –Exclamó el albino menor con una gran sonrisa, no había llorado de la emoción de reencontrarse con su amigo, pero ganas no le faltaban, rápidamente bajó del caballo y se lanzó a los brazos del pelicenizo quien correspondió el gesto abrazándolo con toda la fuerza posible.

—Qué alegría volver a encontrarte, estaba tan asustado, creí que no te encontraría –El albino se alejó un poco para mirarlo al escuchar sus palabras.

—Yo también temía no encontrarte, pero gracias a los dioses nos reencontramos –El moreno asintió a las palabras, Ra no había hecho oídos sordos a su clamor –Y Yugi, ¿pudiste encontrarlo? –La sonrisa se borró del rostro de Marik ante la pregunta hecha.

—No, estuve buscando todo el día, pero no lo encontré –El albino suspiró mientras miraba la cara afligida de su amigo.

—Entiendo, debemos buscarlo juntos –Ambos sonrieron asintiendo.

—Mjmm… -El rey de los ladrones se mantenía sus brazos cruzados frunciendo el ceño ante la escena, no le importaba si Marik también se había vuelto muy cercano a su yadonushi durante su ausencia, eso no le daba derecho de contenerlo entre sus brazos tan familiarmente.

—¿Bakura? –Cuestionó el moreno extrañado.

—¿Se te hace raro que aun siga aquí? –Cuestionó riendo con ironía ante su cara de incredulidad, misma que tenía el albino al percatarse del chico detrás de su amigo.

—¡Malik! –Exclamó alejándose completamente de su amigo para ver a la otra oscuridad.

—Hola… -Respondió el ojilavanda algo extrañado, conocer a tanta gente nueva le era algo extraño.

—Son amigos Malik, él es Ryo y él es Bakura –Señaló a cada uno para que los identificara.

—Un gusto –El moreno saludó con más confianza al escuchar las palabras de su luz mientras los albinos se miraban extrañados al no entender cómo es que los presentaba después de todo lo que había pasado algún tiempo atrás.

—¿Cómo es posible…? –Ambas luces se miraron un segundo haciendo exactamente la misma pregunta -Larga historia –Mencionaron al unísono riéndose, aún seguían teniendo el hábito de decir el mismo diálogo sin siquiera proponérselo, y era como ambos habían dicho, largas historias que contarían en otro momento, lo que ahora realmente les importaba era encontrar a su amigo tricolor en la misión que le había sido otorgada.

 

~*~

Yugi y Mana sabían que llegar al palacio no iba a hacer tarea fácil, mucho menos liberar a Mahado, sabían que si solo eran ellos tres las cosas no saldrían tan bien como querían, debían armar un plan, algo que realmente les diera el resultado esperado, mientras Yugi pensaba en el plan extrañó a sus amigos, aquellos que habían estado a su lado apoyándolo incondicionalmente, ahora era cuando necesitaba de más apoyo y no tenía aliados para poder enfrentar la situación.

—¡Plantémosle cara! -Exclamó Atem cruzándose de brazos.

—En cuando te aparezcas frente al palacio queriendo hacer eso los guardias te detendrán y te llevarán al calabozo… -Mana suspiró mientras se mantenía serena sentada en el suelo junto a Atem, Yugi había hecho que este volviera a sentarse mientras pensaban en un plan.

—Mana tiene razón, debe haber algo que podamos hacer, si solo tuviéramos más aliados… -Suspiró meditando sus palabras, no podían ir solo así al palacio e informar de las cosas, sabían que de nada iba a servir, ni Mana ni Atem podían parecerse o rápidamente serían silenciados por los sirvientes de Anum.

—No importa si me tratan de interceptar debo entrar al palacio, solo así Anum no podrá lograr su cometido -Yugi entendía la preocupación de su yami, pero sabía que no podía dejarlo ir solo así.

—Debemos pensar en algo más… algo como el caballo de Troya -Exclamó sonriendo.

—¿El caballo de Troya? -Cuestionaron el moreno y la ojiesmeralda al unísono.

—Amm… olviden lo que dije -Por un momento el tricolor menor olvidó que esos hechos históricos no eran conocidos por su oscuridad y la castaña -Quiero decir, debemos idear un plan para entrar sin ser vistos… -Ambos asintieron a las palabras.

—También debemos rescatar a Mahado -Mana frunció el ceño preocupada.

—También pienso en la forma de ayudarlo a él -Yugi maquinaba muchas ideas en su mente, pero el principal elemento para una posible victoria no estaba -Por hora necesitamos atuendos con los que no puedan reconocerlos a ustedes -Se levantó de su lugar mirando a ambos -Ustedes no pueden salir de este lugar, pero yo puedo ir rápidamente a la ciudad y comprar algunas cogullas para que puedan cubrirse completamente, lo que menos quiero es que ambos sean descubiertos.

—No pienso dejarte ir solo, Heba -Atem miraba fijamente al menor -Podría ser peligroso -Suspiro dejando de mirarlo.

—No lo será, prometo que iré y regresaré rápidamente, es lo mínimo que puedo hacer para ayudarlos -Los ojos de Yugi se encontraban cimbrando levemente mientras pronunciaba sus palabras.

—Pero Yu… Heba -Una vez más, por un segundo Atem estuvo a punto de llamarlo nuevamente por su nombre, Mana miró fijamente al tricolor mayor suspirando nostálgica al entender lo que pasaba.

—Te lo agradeceríamos mucho Heba, eso nos ayudaría -Sonrió levemente logrando que Yugi le devolviera la sonrisa.

—En seguida regreso -Hizo una pequeña reverencia y se dispuso a salir.

—Cuídate mucho Heba, por favor… -El corazón del menor se contrajo al escuchar las palabras de su oscuridad, volteó para mirarlo, sus ojos carmesíes estaban ocultos en su flequillo dorado, su corazón latió desbocado al verlo de esa manera.

—Volveré, siempre regresaré para volverte a ver… -Después de esas palabras salió de la choza dirigiéndose a la ciudad que se veía a lo lejos.

 

~*~

—Es frustrante no encontrarlo … -El albino suspiro recargándose en el hombro de Bakura quien pasó su brazo tras su espalda para que así el menor pudiera acomodarse en su costado.

—Lo sé, mañana saldremos nuevamente para buscarlo -Marik trataba de ser paciente, sabía que Ra también los conduciría hacia Yugi.

—¿Qué tan difícil puede ser encontrar a la fotocopia del faraóncete de cuarta? -Cuestionó Bakura frunciendo el ceño.

—Más difícil de lo que parece -Malik se unió a la conversación pensando detenidamente.

Después de un rato juntos, las luces habían puesto al tanto a la otra de cómo sus oscuridades seguían en ese mundo y los pormenores de ello, para ambos había sido una gran sorpresa el que el destino se hubiera encargado de erradicar la maldad de ellos y que los dioses les hubieran dado una nueva oportunidad para redimirse.

—Será mejor descansar, fue un día lleno de muchas sorpresas -Mencionó el rey de los ladrones mirando la bóveda celeste, habían decidido sentarse fuera de la pequeña casa de Malik y Tarik mientras los niños jugaban.

—Yo también lo creo -Malik asintió a las palabras del albino.

—Aún es muy temprano -Rebatió Tarik quien se hallaba jugando amenamente con sus amigos.

—Es tarde Tarik, los niños como tú deben dormir temprano para volverse grandes y fuertes -Sus palabras hicieron asombrar al pequeño.

—¿Es eso cierto? -Cuestionó admirado ante el nuevo descubrimiento.

—Por supuesto, así que será mejor descansar -Tarik asintió a las palabras del ojilavanda.

—¡Entonces lo haré! -Mientras seguía con su entusiasmo sus ojos se desviaron un momento entre la multitud que aún se encontraba en las calles de la ciudad y de algunos mercaderes que comenzaban a recoger sus cosas -¿Qué tan parecido es su amigo al faraón? -Cuestionó mirando fijamente un punto tras de todos.

—Mucho -Respondió Ryo suspirando -¿Por qué lo preguntas de repente, Tarik? -Cuestionó confundido, el pequeño solo alzó su mano señalando la dirección hacia la que se encontraba mirando haciendo que todos los chicos voltearan.

Caballera tricolor imposible de pasar desapercibida se movía entre la multitud, las luces se miraron y rápidamente procedieron a seguirlo antes de que se perdiera nuevamente.

—¡Yugi! -Gritaron al unísono acercándose cada vez más pasando de largo entre las personas.

Esas voces… -El tricolor suspiró pesadamente con ese pensamiento en mente, el sentirse solo estaba comenzando a afectar sus sentidos completamente, sentía que su cerebro estaba haciéndole una mala jugarreta haciéndolo escuchar las voces de sus mejores amigos.

—¡Yugi! ¡Espera! -Una vez más escuchó las voces, esta vez era la del albino, ¿acaso su cerebro no podía procesar bien los estímulos auditivos?, sin embargo, lo meditó, lo llamaban por su nombre, no por el de Heba, se detuvo en secó mirando hacia todos lados, de pronto una cabellera albina que él conocía muy bien y una peliceniza se acercaron rápidamente.

—¡Chicos! -Exclamó contrariado, por un lado estaba feliz y por el otro estaba muy confundido, no entendía como ellos habían podido llegar hasta ese lugar.

—¡Yugi! -Ambos chicos lo abrazaron con fuerza tallando sus mejillas en las ajenas, uno en cada lado mientras pequeñas lágrimas comenzaban a bajar de los orbes chocolate, amatista y lavanda.

—¿Qué están haciendo aquí? -Cuestionó limpiando los vestigios de las gotas saladas.

—Hemos venido a ayudarte -Mencionó el albino alegremente -Por cierto… Tu piel… -Musitó el albino extrañado.

—Larga historia -Respondió sonriéndole, el albino asintió, más tarde volvería a tocar el tema.

—Ishizu nos confesó todo y le pedimos el venir a ayudarte en tu misión -El moreno sonrío al mencionar aquello obviando el tema del color de piel del tricolor -Además nos encontramos con más sorpresa de las que pudiéramos imaginar -Al mencionar aquello la luz albina y la peliceniza miraron tras del tricolor, Yugi por inercia hizo lo mismo percatándose de las oscuridades de sus amigos.

—¡Ellos están aquí! -Exclamó impresionado -¿Cómo puede ser eso posible? -Miro a ambas luces quienes sonreían enormemente, no tuvo más que preguntar, mientras sus amigos sonrieran de esa manera con ellos cerca, con eso le bastaba.

Los dioses siempre escuchaban el clamor de sus hijos, los chicos lo sabían, sin saberlo los dioses habían guiado sus pasos para encontrarse, Yugi miró al cielo dándole gracias a Ra por haberse encontrado con Ryo y Marik, su corazón latía felizmente, ya no se sentía solo, sus amigos habían ido solo para ayudarlo, pero el destilo los había vuelto a juntar con sus oscuridades, ahora tenía nuevamente a varios de sus amigos a su lado, sabía que la pelea sería sumamente más fácil.

 

----Continuara----

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Notas finales:

¡Hola! >u</ ando con todo actualizando, realmente me hacía falta escribir, sé que en menos de tres semanas expondré mi tesis, pero extrañaba tanto esto, el lunes actualicé Lazos del Destino y hoy este fic, les doy gracias por ser tan pacientes conmigo :') y trato de corresponder eso al menos trayéndoles nuevo capítulo, espero que les guste la actualización, bien, me voy, debo ir a estudiar para mis exámenes y eso u.u (porque estoy en semana de exámenes n.nU), nos leemos pronto, Cya♥


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