11.MENTIRA
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-Mami, te prometo que...
-¡No me digas mami, Leo Aomine! -dijo Taiga, furioso con su hijo mayor, no podía ser que su hijo fuera tan insoportablemente mentiroso.
-¿Puedes escucharme al menos? -preguntó cruzándose de brazos.
-Claro que sí, dime -le dijo irónico- Explícame con que cabeza estabas pensando a la hora de acostarte con Tezuka.
-Oh, por favor, suena horrible cuando lo dices así -dijo Leo dando vueltas por la habitación-. Además, estas confundiendo todo -dijo rascándose la cabeza.
-¿Ah si?
-Papi, déjame hablar -dijo mirándolo con sus grandes y azules ojos- Tezuka quería beber, pero no iba a hacerlo con sus padres y le pedí que tampoco con sus amigos, ya que no son de confiar. Anoche vino a la casa y bebimos un par de cervezas, pero le hicieron mal y vomitó hasta el alma, su ropa estaba toda manchada así que le pase una de mis poleras y puse su ropa en la lavadora -le contó viendo como las facciones de su padre se relajaban-, nos fuimos a dormir y simplemente dormimos juntos, nada más, lo estaba cuidando por si se ponía mal, es un chico inteligente, pero quería experimentar algo diferente.
-Yo… demonios, te he juzgado horrible a su hijo, y además he avergonzado a Tezuka.
-No, papi, tranquilo -dijo poniendo una mano en su hombro-. Hablaré con Tezuka cuando salga del baño.
El chico se había espantado, Taiga había entrado a la habitación de su hijo y lo había visto, muy abrazado al muchachito al que se supone que no podía ponerle un dedo encima, en la cama y su hijo con el torso desnudo. Tezuka había corrido al baño a esconderse por la vergüenza.
-Por favor, dile que baje a desayunar, prepararé un puesto más en la mesa.
-Claro, papi, le traeré su ropa de la secadora y bajamos.
Taiga salió de la habitación y luego de esto su hijo puso el pestillo en la puerta. Leo caminó hasta el baño y dio un par de golpes a la puerta por donde un sonrojado Tezuka salía al no encontrar moros en la costa.
-Tranquilo, ya se fue -dijo desordenando sus cabellos- ¿Escuchaste lo que le dije?
-Sí -dijo desviando el rostro-. No puedo creer que te creyera.
-Así es mi papi -dijo alzando los hombros para luego abrazar a Tezuka empujándolo dentro del baño, donde lo besó con fuerza cargándolo en brazos para dejarlo sobre el lavamanos, mientras se ubicaba entre sus piernas-. Quiero que salgamos a algún lado -dijo mordisqueando el hombro descubierto del chico-. Aun no quedó satisfecho de tu cuerpo- Tezuka podía sentir las manos hábiles de su amante meterse entre las telas de la polera que le pasó la noche anterior, luego de haber hecho el amor hasta que se agotaron aprovechando que sus padres se habían ido a una cita y habían dejado a Terry con sus padrinos, es decir, los padres de Tezuka. El astuto rubio les había dicho que iría a realizar un trabajo a la casa de un amigo y se quedaría ahí.
Que ingenuos eran sus padres.
…
…
Afuera de la habitación de Leo, Taiga, Daiki, Ryota y Tetsuya esperaban a que la pareja de idiotas saliera de ahí, claro, ellos juraban que sus padres habían nacido siendo adultos, se olvidaban que habían sido adolescente y que ellos también tuvieron sexo a escondidas.
-Voy a cortar sus pelotas por mentiroso y abusador -dijo Daiki tronándose los huesos de la mano.
-No es abuso, Aominechi -dijo Ryota arrugando el entrecejo- Tezukachi nos mintió también.
-Mintió para venir a tener sexo con Leo-kun -dijo Tetsuya.
La puerta entonces se abrió y ambos chicos quedaron congelado en la puerta.
-Están en grabes problemas -dijo Taiga y sólo se escuchó como el par de jóvenes tragaban saliva con dificultad.
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Fin