Resumen:

La guerra entre cárteles en el país Bow ha escalado a niveles sin precedente. Las fronteras entre los distritos del país se han convertido en zonas de batalla por el territorio y control; incluso los grupos criminales y políticos del país vecino se han involucrado.

Han pasado más de quince años desde que la organización de Heath Alipsis se ha convertido en una de las más grandes y peligrosas del país. Sin embargo, un movimiento turbio se ha gestado en el interior de la misma y está a punto de destrozar todo lo que el Dragón del Este ha logrado hasta ahora. ¿Cómo es posible que exista un traidor dentro del grupo? Ni siquiera Heath lo podría creer.

El Dragón del Este corre un riesgo mayor y al parecer la única persona que podrá evitar una catástrofe es alguien que Heath nunca habría considerado como la pieza más esencial para proteger el imperio que ha creado… Un nuevo líder está por nacer y con él las reglas del juego cambiarán. Los cárteles iniciarán una competición llena de actos corruptos y asesinatos a sangre fría, y sólo uno podrá quedarse con el trono más importante de todo el país.

Y todo comienza así…

Nota: Para comprender mejor la historia es recomendable leer las dos primeras partes. Más adelante se re-subirán las primeras dos partes aquí a Amor Yaoi con las ediciones correctas.

Pueden leerlas sin editar aquí: Imperium.

Anteriormente no era conocido por nadie; había sido un chico de las calles, un adolescente sin suerte hundido en las drogas, el sexo y el alcohol, un muchacho que había sido incapaz de aceptar la realidad. Sin embargo, ahora era un líder, el jefe de una de las organizaciones crecientes del este del país; y ya había ganado el apodo que lo reconocería ante sus enemigos: El Dragón del Este.

Pero para conseguir todo eso, Heath Alipsis había tenido que tomar decisiones contundentes en su vida, incluida aquella de cortar todos los lazos con su familia de sangre. Ahora, tenía responsabilidades, una vida nueva, llena de los mismos peligros, pero con una ganancia sin igual: poder. El problema no sería mantener la reputación, sino expandir a la organización y adquirir tanto poder como fuera posible, sin importar el costo y los sacrificios para conseguirlo.