Yugi Mutou, había estado enamorado de Yami que era el espíritu de un antiguo faraón egipcio llamado Atem que vivía dentro de su rompecabezas del milenio, desde hace algún tiempo, las convivencias diarias y la forma de cuidarse el uno del otro habían provocado que el tricolor menor se enamorara de su oscuridad, sin decir nada Yugi llevaba su vida normal, llegó el día de la batalla final en la que se decidiría el destino del alma del faraón, en esta Yugi ganó y ahora el alma de Atem era libre de volver a su tiempo, el pequeño oji-amatista no había tenido oportunidad de confesarle sus sentimientos al mayor antes de que este regresara a su tiempo y eso le atormentaba el corazón.

Yami también se había enamorado de su luz, había sido inevitable que esto pasara debido a la forma de ser del pequeño tricolor, la sonrisa y el apoyo de Yugi eran lo que ayudaba a Yami en cada lucha que tenían, debido a la forma de ser del pequeño tricolor el oji-rubí había quedado prendado y muy enamorado de él, pero jamás pudo confesárselo por miedo a lastimarlo al saber que algún día iban a separarse.

Un día mientras Yugi caminaba por Domino se encontró con la mayor de los egipcios Ishizu, ésta le ayudó a volver al antiguo Egipto para volver a ver al faraón Atem y le otorgó una misión, si la cumplía debía elegir entre su mundo y el mundo al lado del faraón, ¿Logrará cumplir la misión?, ¿Qué es lo que decidirá el pequeño oji-amatista?