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Capítulo 4.- Propuesta.
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Después de haber tenido una “discusión” con sus amigos llego al punto en el que de tanta presión dijo que haría a su prometido verdaderamente feliz. Una cruel mentira de su parte. Sabia que nada de eso pasaría. Porque ya sabia lo que haría para deshacerse de el.
“Jugaria con él”
Pero primero su plan empezaba en marcha.
Llego a la mansión de su padres sin siquiera buscar a Naruto para saber como estaba. No, eso a él no le importaba. ¿Y que mejor que el mismo rubio pidiera no casarse? Aun asi era una idea completamente descabellada, los donceles no tenían permitido opinar. Planeo durante toda la noche hasta que su plan le parecio completamente perfecto, mañana citaria a ambas familias a una cena en la mansión Uchiha.
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- ¿Qué crees que planee tu hermano? Estaba demasiado feliz como para ser el después de que le “quiten su preciosa lbertad”- hablo un pelirrubio mirando directamente a la cara de su esposo Uchiha Itachi. Suerte la que habían tenido ellos al estar comprometidos y siendo correspondidos en el amor. Asi su matrimonio no solo era por conveniencia, porque ellos realmente se amaban.
- No lo se Deidi- el ojiazul se sonrojo, amaba que le dijera asi- solo espero que no se arrepienta demasiado tarde- se acerco nuevamente besándolo apasionadamente.
- Mmm… Ita.. mm… chi, no aquí n-o- respondio entrecortadamente. Ultimamente estaba demasiado sensible y ya sabia porque.
- Esta bien pero después de eso sabes que no me contendré- paso sus brazos alrededor de la cintura del rubio. Acaricio su vientre y aprovechando que este estaba distraído le mordio levemente el lóbulo de la oreja. Ocasionando que aquel rubio de entre sus brazos suspirara y deseara algo mas.
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Naruto en cambio estaba diferente. Sentía algo por dentro quemándolo, haciéndole sufrir. Sabia que algo malo le pasaría, ya lo presentia. No solo era su intuición, no eso no, era algo mas ya que él nunca había sido normal ante los ojos de nadie.
Y solo por esa estúpida razón su padre lo odiaba y cuando había asistido a clases por primera vez todos se burlaron de él. Eso se convirtió días después en la razón de la cual ahora Naruto tomaba clases particulares.
Simplemente no sabia que hacer. Quería escapar de su cruel realidad, pero no podía. Estaba atado de por vida, aquel era su destino. Eligio uno de sus muchos atuendos. Tenían una invitación familiar por parte de Uchiha Sasuke y le apetecia verlo a pesar de que su corazón pedia a gritos que se alejara lo mas rápido de él mientras aun tenia tiempo. No hizo caso a sus tontos pensamientos y tal vez… solo tal vez por esto se arrepentiría.
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Se encontraban dentro de la mansión Uchiha. A leguas se notaba que cierto rubio estaba algo nervioso por tan repentina invitación y mas por que quien los había invitado era Sasuke. Quien hace tan solo un dia lo había rechazado de una manera bastante cruel. Cuando el ojiazul solo había querido agradarle a aquel azabache que volvia loco a su pequeño corazón.
- Naruto- escucho su nombre saliendo de la boca de su progenitor Minato. Aquel hombre con un gran poder en la sociedad, aquel que solo había puesto su esperma para que el naciera. Siendo detestado por su padre. El ser doncel le había afectado de por vida, ganándose el odio de su padre. En consecuencia este se había divorciado de su madre Kushina Uzumaki cuando Naruto solo tenia 6 años y todo por no haberle dado como primogénito a un varon. Casándose tiempo después con Mizuki una atractiva mujer de pelo negro y una figura envidiable. El doncel nunca la quiso, pese a poner empeño para que al menos se llevaran bien pero ella solo lo ignoraba. Mas tarde descubrió que ella decía mentiras sobre el a su padre, razón por la cual constantemente era castigado y por esto decidio ignorarla por el resto de su estancia en esa “familia”. Seria estúpido decir que no extrañaba a su madre Kushina pues quería que ella volviera por el y no se separasen. Algo imposible sabiendo del poder que poseía su padre.
- De acuerdo- se levanto y salio dejando a la “pareja” sola.
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Una vez fuera corrió a todo lo que daban sus piernas. No queria estar un segundo mas ahí. Quería desaparecer, quería morir, quería…, quería…, quería que nadie lo odiara. Solo quería que alguien le brindase ese cariño que necesitaba. Ya no quería ser un estorbo. Eso lo había comprendido después del divorcio de sus padres, después del maltrato de sus compañeros y después de ese rechazo que le había dado el azabache.
Llego a un pequeño jardín lleno de preciosas flores por doquier. Se detuvo observando en silencio aquel plantío de tulipanes rojos, se acerco a estos y tomo una flor delicadamente. Sin darse cuenta se sento en un columpio que colgaba de un roble que se encontraba en aquel lugar. No tuvo tiempo de retener aquellas lagrimas que salían de sus ojos. Las lagrimas caian en el pequeño tulipán rojo que había cogido. Detestaba su vida, aquella miserable vida que le había tocado vivir.
No se percato de la presencia de aquella persona que se acercaba sigilosamente hacia el. Solo noto que unas manos frias recorrían su rostro levantando lentamente su mentón para después limpiar delicadamente las lagrimas que salían de aquellos ojos y mojaban las mejillas de aquel hermoso querubín. No pudo detenerse. Necesitaba de alguien, necesitaba sentir aquel calor de sentirse protegido, como cuando su mama lo tranquilizaba en las oscuras y frias noches de tormentas. Sin pensarlo mas se levanto rápidamente y en un agraciado movimiento abrazo a aquella persona que había limpiado sus lagrimas. Poco le importaba que después volviera a rechazarlo cruelmente.
Permaneció unos minutos asi, aspirando aquel olor embriagante que emanaba.
- Dobe ¿estas mejor?- pensó que era un sueño, no podía ser real que aquel ser lo tratara amablemente. Aun asi eso alegro su pequeño y frágil corazón.
- Si y es gracias a ti ttebayo- le miro dándole una de esas hermosas y sinceras sonrisas que solo una persona tan pura como el sabría hacerlo. Aquel acto estremecio el corazón de piedra del Uchiha.
Sin pensarlo mas de dos veces Sasuke se acerco lentamente al doncel sin que este se alejara de él. Era como uno de esos tantos sueños que el Uzumaki creía que jamas se harian realidad. Nadie dijo nada. El azabache tomo las riendas de todo. Tomando a Naruto de la cintura y acercándolo mas a el. Una pequeña chispa se encendio en ambos, ninguno le tomo importancia sin saber que jamas se apagaría.
Sasuke beso a Naruto. Sintiendo la torpeza de este se dio cuenta de que aquel era su primer beso. Una sonrisa llena de arrogancia se asomo entre aquel beso. El doncel sin darse cuenta subio lentamente sus brazos alrededor del cuello niveo de su acompañante tratando de profundizar el beso. Sus sentidos estaban alterados. Aquella cercanía desaparecia todo a su alrededor, jamas pensó que aquel momento lo haría delirar al punto de querer mas de aquellos labios que lo besaban de una manera increíble.
Unos cuantos segúndos mas duro aquel mágico beso. Sasuke se separo de él mientras lo miraba a los ojos y ambos se perdían en los ojos del otro. La negra oscuridad total de la noche y aquel azul mejor que el cielo despejado. Un absurdo pensamiento invadio y recorrio cada rincón de su mente.
“Tocame mas”
- Tus padres me mandaron por ti. Debemos regresar.- sentencio el mayor mientras caminaba frente a un sonrojado doncel. Aquel momento mágico era destrozado por solo unas cuantas palabras.
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Caminaron cerca el uno del otro, sumidos en sus pensamientos. Llegaron al comedor siendo observados por ambas familias. Hasta que Naruto sepercato de una chica pelirrosa de ojos jade, bonita a decir verdad. Pero ¿Qué hacia ella ahí? Se suponía que era solo una reunión entre ambas familias o estaba equivocado. De algo estaba seguro, cualquier cosa que pasara repercutiría en él.
La cena transcurrio de cierta forma tranquila. Se sentía incomodo siendo observada por aquella chica pelirosa. Sus nervios se alteraron cada vez mas. Pero fueron calmados por aquella voz tan varonil de Sasuke.
- Se preguntaran el porque de mi repentina invitación.
- Si, y también el motivo del que esta chica este aquí.- mascullo Fugaku, no parecía contento con la visita.
- Empezare desde el principio del problema- miro al doncel quien el percatarse de su mirada se dio cuenta de lo que significaba para el azabache. Él era un problema, un estorbo como siempre lo había sido. Bajo la cabeza mientras sus ojos se volvían acuosos, pero no le daría ese gusto al azabache. Ya nadie lo veria llorar. Esa era su nueva promesa y motivo para vivir.
- Espero que sea rápido, tengo una reunión importante- hablo de nueva cuenta el “jefe de la familia Uchiha”
- Sere breve. Solo quiero decir que no pienso casarme con aquel doncel, con el cual estoy comprometido desde no se hace cuanto. No pienso perder mi libertad por nada del mundo!!- exclamo.
- Entonces dime una mejor opción que no afecte a las empresas. Por que de eso se trata esto de unir a Sharingan con otra empresa para agrandar nuestro comercio- contesto
- Entonces si de eso se trata no debe de haber problema de casarme con alguna otra persona- hablo de nuevas cuenta.
- Dime quien quieres que sea y vere si se puede o no- cruzo sus brazos sobre su pecho, esperando una respuesta por parte de su hijo, aprovechando el silencio el rubio miro a la pareja que se encontraba frente a el. Se notaba lo felices que eran. Envidio la vida de aquel doncel que se encontraba entre los brazos del pelinegro. El deseaba ser feliz al igual que el pero el destino no le favorecia. El otro doncel volteo a verlo mientras le sonreía de una manera tierna.
- Si aceptas, prefiero casarme con Sakura Haruno- la pelirrosa miro a su alrededor con una mirada llena de confusión. Deidara noto que la “plasta rosa” como el la llamaba no sabia nada de eso, rio para sus adentros. El hermano menor de Itachi era un completo idiota al querer casarse con aquel palo rosa andante en vez de querer hacerlo con el doncel rubio. Haría todo lo posible por que su cuñado abriera de una vez por todas sus ojos. Miro al doncel de pelo corto y una fuerza maternal pedia a gritos que fuera con el pequeño doncel para darle todo su apoyo.
- Sabes, te tengo un trato- hablo Fugaku, la propuesta de su hijo era estúpida. No podía comparar ni en un millón de años la riqueza y el poder que representaba el Namikaze con una absurda familia que manejaba empresas de maquillaje, aunque también un poco poderosa. No le convenia en nada.- Pasaras un mes entero viviendo en la casa del campo que tenemos en Konoha junto a Naruto, si las cosas mejoran entre ustedes se casaran. Pero si decides que no funciona accederé a que te cases con Sakura- hablo de forma desdeñosa.
¿Qué pasaría a partir de ahí? Sasuke reaccionaria a la pasión y el amor que se desencadenaba entre ellos. O ¿solo jugaría con el hasta quedar satisfecho? Aun tenia tanto y a la vez tan poco tiempo para estar en libertad.
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Continuara...
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