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Capítulo 8 Fiesta problemática[Parte I].
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Ciertamente las cosas entre ambos marchaban de una manera que podía considerarse buena, tal vez el azabache no era exactamente aquel tipo que todo el tiempo regala preciosas rosas, objetos bonitos, aquella persona que le habla con palabras bonitas a su ser querido y espera que todo pase bien entre ellos, ciertamente no era así. Pero tal vez esto era mucho que pedirle a esa persona que nunca había sido del tipo de persona que hace “cursilerías”. ¿Por qué? Tal vez la causa de todo esto era que desde siempre había tenido todo lo que quería sin pedir nada a cambio, aquel galán que se albergaba en él le favorecía de tal modo que jamás tuvo que luchar por tener algo que realmente quería, todo fue fácil para él, las mujeres y donceles caían rendidas a sus pies, todo era fácil sin necesidad de luchar por nada, sin necesidad de saber lo que representaba ese esfuerzo por tener y hacer feliz a su amado.
Estas eran una de las cosas que él jamás entendería. Posiblemente uno se compadecería de él, posiblemente uno le tendría lastima, posiblemente uno no sabría que decirle. ¿Pero que se esperaba de un Uchiha que durante toda su vida lo tuvo todo? La respuesta, es fácil; nada.
Pero algo realmente sorprendente era aquella necesidad que comenzaba a despertar dentro de él. ¿Qué era lo que le inquietaba? ¿Acaso era la necesidad de complacer a ese pequeño doncel pelirrubio, que lentamente comenzaba a instalarse dentro de su corazón? Aquel corazón que durante años había forjado de un metal duro como el acero para que nadie penetrara de forma fácil en él. Aquel corazón que había sido guardado tras una red peligrosa de trampas y que aquel doncel comenzaba a derribar con facilidad. Aquello dolía.
Dolía saber que tras instalarse en su corazón todo sería aún más difícil. ¿Cómo recuperarse de una decepción amorosa? Verdaderamente no quería volver a pasar por todo aquello. No quería volver a sufrir por alguien más. No quería que ya nadie lo lastimara. Pero ¿Cómo es amar sin ser lastimado? El dolor es posiblemente una muestra de cuanto amas a alguien, cuanto lo amas y no poder decirle lo que sientes, saber que tiene a alguien más y callar mientras miles de agujas destrozan poco a poco el frágil corazón que uno tiene. Pero eso. Eso es amor.
No podría soportarlo. Si volvían a lastimarlo o solo a mentirle no podría soportarlo. Pero tal vez ya era hora de que se arriesgara por algo que verdaderamente quería tener consigo.
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- Sabes que el tiempo se acaba, o ¿no?
- Lo tengo claro, solo trato de ganarme la confianza del doncel para que no sospeche nada de mí
- Veo que finalmente haces las cosas bien, tal vez después te ascenderé de puesto
- Lo único que quiero es encontrar a mi familia y terminar con esto rápido- bufó la chica no sabiendo cuan estúpida había sido al decir eso.
- Bien, nos veremos hoy y procura que los Uchiha’s vayan contigo.- colgaron del otro lado de la línea, el silencio abrumador se hizo presente. ¡En donde rayos estaba metida! ¿En qué líos se encontraba? Ya no sabía qué hacer, ya ni siquiera le encontraba sentido a aquello, mira que hacer todo eso por la familia que años atrás la había abandonado. ¿Realmente estaba dispuesta a secuestrar a un doncel inocente que no tenía culpa de nada, solo para encontrar a aquella absurda familia o mejor dicho bola de desconocidos? Que la habían abandonado en un orfanato solo para que ella no fuese una carga en sus vidas. Nada tenía sentido.
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- Otouto no deberías de estar preocupado por una absurda y sencilla fiesta- habló Itachi- sabes que Deidara ya se lo llevo a su habitación así que no deberías de preocuparte- soltó un ligero bufido- aún no sé porque tanta preocupación por un pequeño rubiecito que ni siquiera te gusta.
Era cierto que nadie sabía de aquel beso que se habían dado en la feria del pueblo, puesto que al Uchiha menor le daba vergüenza admitir que se había sentido celoso de aquel Nara que había abrazado a algo de SU propiedad, porque a pesar de que aún no estuviesen casados, estaban comprometidos y por eso aquel rubio atolondrado le correspondía, hasta que decidiera si se casaría con él o no.
- Ya lo sé – murmuro enojado- simplemente no quiero ir a una estúpida fiesta de disfraces- exclamo- jamás me ha gustado ir a esas ridículas fiestas que organiza la gente rica, todos los que van solo van a presumir sus autos nuevos, sus territorios “exóticos”, su dinero, sus esposas(os) y sus esclavos. Estoy harto de esto.
- Pero si ahora ya podrás presumir de ese adorable doncel como tú pretendiente- soltó una risa llena de burla- al menos podrás presumir de él hasta que lo dejes directo en la subasta, si yo fuera tú, ni por todo el dinero del mundo dejaría a ese pecado andante lejos de mí- al decir lo último lo miró detenidamente a los ojos- a menos que de verdad quieras a esa plasta rosa, que de verdad sería un gran error tuyo estúpido hermano menor.
Ahora se encontraba más confuso, no sabía que era lo peor que le podía pasar, cada vez las cosas le resultaban más difíciles, sus sentimientos eran una completa revolución dentro de él. Ya no sabía si no quería a ese doncel, no sabía si lo quería o si simplemente necesitaba una noche de completa lujuria y pasión para olvidarse de él. Esas eran las cosas que él mismo debería de descubrir si de verdad quería saber a ciencia cierta qué era lo que él deseaba.
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- Deidara estás seguro de esto dattebayo- habló Naruto sonrojado.
- Claro que sí- respondió- si quieres impresionar a Sasuke y dejar a todos bobos deberás de ir así
- Pero yo no quiero que nadie me mire dattebayo, solo… quiero que lo haga Sasuke- murmuro lo último esperando que el esposo de Itachi no lo hubiese escuchado cosa que no había sido cierta.
- Así que de verdad solo quieres a Sasuke- de un momento a otro se encontraba frente al doncel más pequeño – eres tan kawaii, pensar que solo amas a una persona por sobre todas las cosas, que emoción!- gritó- eres una pequeña cajita de sorpresas Naru-chan
- Calla!!- grito sonrojado- si no lo haces pensarán que algo malo nos pasa.
- Deidi!!, Naru!!, están bien- el grito se escuchó del otro lado de la puerta. En ese momento él quiso que Sasuke también hubiese preguntado si él se encontraba bien. La duda poco a poco se iba instalando en su corazón. Ya no se sentía aquel ser dichoso por estar con el Uchiha menor. Sabía que como no lograra gustarle a Sasuke antes de que los 30 días se acabaran el terminaría en una subasta llena de pervertidos que solo querrían a él como un simple juguete sexual. No quería nada de eso. No quería sufrir, ya no. Pero debería de ser fuerte si aquello llegaba a pasar.
Solo debería de esperar 17 días más para ver si iba a ser subastado o no.
- Sí, estamos bien, solo me enredé con un listón y caí- mintió Deidara- en 20 minutos bajamos.- los pasos de Itachi alejándose no se hicieron esperar- ahora Naru-chan deberé de acomodar esto.
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Itachi y Sasuke se encontraban en la sala de la casa, esperando a que el par de rubios bajara para que se fueran a la dichosa fiesta. El primero de verdad que no quería ir puesto que eso solo le quitaba tiempo para estar con Deidara, tiempo en el que él se dedicaba a desaparecer hasta el último rastro de inocencia cuando se encontraban “creando un sucesor”(me suena chistoso xD). Y el segundo, que decir, pues simplemente no le gustaban las fiestas pero quería ver de nuevo la sonrisa de su prometido, no quería mantenerlo encerrado como un simple preso, estaba dispuesto a descubrir la felicidad junto a ese hiperactivo rubio y jamás le negaría algo cuando de la felicidad del rubio se tratase, porque le gustaba verlo contento y aún más le encantaba la forma en que el ojiazul le agradecía lo que habían hecho ¿Cuál era la forma? Fácil; un simple, delicado y tierno beso que el doncel le daba en la mejilla.
Después de 5 minutos y lo que vieron los dejo más que con una simple sonrisa boba. Ambos no se habían percatado de las erecciones que los rubios les ocasionaban (claro que cada quién fantaseaba con su rubio correspondiente xD) hasta que Deidara se encargó de eso.
- ¡Par de pervertidos!- exclamó- deberían de avergonzarse de hacer semejantes actos de indiscreción frente a nosotros- murmuro sonrojado. Pero no solo él estaba sonrojado. Naruto a su lado le ganaba en “rojizidad”(creo que ni existe la palabra pero bueno. Si no existe los créditos son para mi xD) de solo pensar que él había provocado eso en Sasuke de una u otra forma lo alegraba.
- Oh!! Deidi!, te ves increíble- no era para más, Itachi decía la verdad. El rubio llevaba un disfraz de un gatito blanco; el cual consistía en unas orejas blancas con el interior de un ligero tono rosa, una polera blanca que en varias partes estaba rasgada mostrando la irresistible piel del rubio, uno short* a media pierna con el costado abierto y unido con unas pequeñas puntadas y unas botas por encima de la rodilla. (Pd. Si no me explique bien me preguntan y les digo ;) )
Y a diferencia de Itachi…
- Dobe ni creas que iras así a la fiesta, es más ya no iremos- sentenció. Jamás permitiría que Naruto saliera así, de ser posible lo encadenaría para que solo el pudiese verlo. ¿Quién en su sano juicio llevaría a ese pecado andante de esa forma vistiendo como un zorrito travieso? A diferencia de Deidara, Naruto tenía puesto unas orejitas anaranjadas con un toque café, un pequeño top que apenas y le cubría unos 15 cm del pecho y dejaba expuesta la piel acanelada del abdomen, un short ajustado en el mismo color de las orejitas y del top; con una abertura a un costado de la pierna y que en algunas partes se encontraba rasgado, exponiendo mucho más piel que de la necesaria, unas medias negras de cuadro o rasgadas(como ustedes quieran C:)
- Lo lamento Dei-ni chan- miro primero a Sasuke con tristeza en los ojos y después a Deidara- no podré ir contigo. De verdad que lo lamento dattebayo.
- Bien, bien iremos- no pudo resistirse a esos ojos suplicantes que pedían a gritos un poco de diversión.
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Hace una hora habían llegado a la dichosa mansión, los varones tuvieron que abstenerse de golpear a muchos de los hombres ahí presentes por querer sobrepasarse con sus rubios donceles. De haber sido de otra forma sangre esparcida por doquier se encontraría allí y ellos no lo querrían así pues posiblemente los separarían de los donceles y a saber que les harían.
El anfitrión de la fiesta se encontraba en una zona apartada observando a un doncel en especial.
- Oh!! Naruto que coincidencia verte aquí
- Perdón, ¿Quién eres? No recuerdo haberte conocido- respondió avergonzado
- No importa. Lamento lo de la otra vez, espero que me perdones- se arrodillo frente a él, le tomo delicadamente de la mano y cuando estuvo a punto de besársela el “dueño Uchiha” apareció.
- Nara que coincidencia del que estés acá- hablo sarcásticamente.
- Solo son andares de la vida, creo que nos veremos después mi rubio doncel.- Sasuke estuvo a milésimas de soltarle un buen golpe en la cara de bastardo que poseían Shikamaru [D:], pero fue detenido por Naruto.
- Sasuke déjalo así, no creo que lo haya hecho adrede- habló en voz bajita. Sí que era inocente, no sabía las verdaderas intenciones del Nara. – etto podrías acompañarme al servicio- murmuró avergonzado.
- Debería de acompañarte Shikamaru!- grito. No sabía lo que hacía, tan inconsciente era de sus actos que no se dio cuenta que lastimaba al doncel- si tanto lo defiendes deberías de ir con él- de dio la vuelta y a pesar de que el rubio seguía hablándole le ignoró olímpicamente. Si tan solo no lo hubiese ignorado las cosas serían diferentes.
- Bien pues iré yo solo dattebayo!- hablo bajito, no es como que si un doncel pudiera levantarle la voz al hombre, así que prefirió decirlo en voz baja.
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Caminó entre la multitud sin saber a dónde se dirigía, sintió asco cuando muchos hombres se atrevieron a tocarlo. Si tan solo Sasuke estuviera junto a él nada de eso le pasaría. Y lo despistado que era no lo ayudaba en nada.
Le pregunto a un mayordomo donde se encontraban los baños, sin saber que a él ya se la habían dado otras indicaciones, para que el rubio fuese a unos baños apartados. La suerte no podía estar más de su lado. Se dirigió al segundo piso, dobló a la izquierda y al fondo de pasillo se encontró un extenso baño. Dudo unos instantes pues no es como que si ese lugar estuviese un poco concurrido, pero las inmensas ganas de llorar por el trato del Uchiha para con él y las ganas de ir al servicio pudieron con él. Lloró dentro del baño por al menos 10 minutos y después salió restregándose las palmas de las manos en sus ojos para borrar cualquier rastro de sus lágrimas.
- Tardaste más de lo que esperaba- hablaron a sus espaldas- tu prometido es un bastardo, pero yo podría casarme contigo, no te parece genial
- Yo etto… debo de irme- el miedo comenzó a recorrer cada parte de su cuerpo- con permiso- murmuro bajito.
- Ni creas que puedes escaparte de mí- se relamió los labios de una extraña forma asquerosa, no se podía distinguir bien la cara por la máscara que solo le cubría la mitad de la cara- no tienes salida zorrito.
Tomo al doncel de una manera brusca acercándolo a él, lo tumbo en el suelo y comenzó a besar el cuello acanelado, los gritos del doncel resonaban en el frío baño, pero en el exterior eran acallados por la alta música. ¿Acaso de esa forma horrenda la virginidad de él sería desechada? Nadie acudiría a su rescate, nadie lo ayudaría y sufriría por aquello, nunca debió de separarse de Sasuke, debió de decirle a Deidara que lo acompañase pero ya era demasiado tarde.
Continuará…
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