Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Y después de todo el niño se acercó al dragón por Saskia Neko Chan

[Reviews - 24]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola de nuevo. He aquí el capítulo que sigue.

A veces no puedes sentir el paso del tiempo cuando en verdad estás disfrutando el momento.

Han pasado ya siete años desde el primer encuentro entre Harry y el dragón.

Ahora el niño no lo es más, con dieciocho años se había desarrollado mucho. Sus facciones finas se habían ido desvaneciendo con el tiempo, no totalmente pero ya se notaba que era todo un joven: sus cabellos negros y revoltosos nunca lograron ser domados, sus ojos verdes aún brillan por la emoción y la aventura, es fuerte y algo musculoso, su piel es bronceada por los continuos viajes.

El dragón había visto crecer al niño, sabía cosas que Harry aseguraba sus padres no lo hacían; supo que una chica del pueblo se le declaró pero que él la rechazó.

— No me conoce lo suficiente –había dicho.

Para Harry, el dragón era un familiar más, un amigo –aunque no contestara a sus preguntas- con el que siempre podía contar. Con el paso del tiempo había aprendido cosas sobre aquel majestuoso ser: cuando algo lo molestaba alzaba  más su cabeza como queriendo intimidarlo, cuando oía que Harry le había dado su merecido a algún tipo ladeaba la cabeza al lado derecho, como sonriendo de lado, cuando creía que Harry estaba equivocado ladeaba la cabeza al lado izquierdo. Sí, Harry había aprendido un montón de cosas.

— Hoy es un buen día. Mamá, papá iré a verlo de nuevo hoy en la tarde.

El silencio inundó el pequeño hogar. Los rostros sonrientes de los padres de Harry le devolvían la mirada desde sus fotos. Ellos habían muerto hace algunos años. Su madre cuando tenía quince, su padre unos meses después, al parecer la medicina y las constantes epidemias que se estaban desarrollando habían terminado con su salud. Con el tiempo, Harry había dejado de llorar lo suficiente para decidir qué hacer. Sus padres habían dejado dinero a su nombre así que Harry con el mayor respeto del mundo vendió algunas cosas, con ello logró completar el dinero para adquirir una casa un poco más pequeña que la de su infancia y se mudó cerca del Bosque Prohibido. Todas las cosas de sus padres fueron llevadas a su nuevo hogar y puestas en una de las dos habitaciones con las que contaba la casa.

Era comerciante y explorador. A veces, cuando se requería un viaje urgente a traer medicina o comida de otros poblados era él quien iba; ayudaba a mantener su mente ocupada. Cuando no tenía misiones se dedicaba a buscar algo nuevo en tierras lejanas, los viajes eran más extensos y tardaba más días en regresar; el dragón intentaba acostumbrarse a las largas ausencias de Harry aunque igual dolía un poco.

Era más de medio día cuando volvió a casa, se bañó y se arregló para ir a ver a su amigo, de seguro que se llevaba una gran sorpresa. Desde que se había mudado allí nunca había ido más de dos veces en un día aunque el tiempo de viaje era mínimo.

— Me pregunto qué hará cuando me vea.

Iba llegando con el caballo cuando la escena lo dejó totalmente impactado.

Allí, donde desde hace muchos años había visto al dragón había un muchacho. Una figura delgada y de cabellos rubios estaba recostada boca abajo sobre el pasto, su cuerpo solo era cubierto por una especie de túnica blanca con filos plateados. Harry alarmado de lo que hubiera pasado comenzó a caminar hacia el cuerpo, cuando llegó frente a la silueta se dio cuenta de que era un chico aunque sus facciones eran bastante suaves: labios pequeños y algo pálidos, los ojos cerrados mostraban pestañas rubias y largas, su rostro pálido le daban el aspecto de un ángel.

— ¡Oye! ¿Me escuchas? Chico.

El muchacho no se movió y Harry decidió acercarse, pero no pudo.

Una especie de barrera le impedía el paso, Harry asustado comenzó a rodear ese muro invisible para ver si hallaba una manera de entrar. Pero lo que encontró, lo dejó más asustado y preocupado.

Los pies del chico estaban atados con cadenas al suelo, sus tobillos estaban rojos y había rastros de sangre fresca; eso no hizo más asustarlo y comenzó a gritar con más fuerza.

— ¡Oye! ¡Chico! ¡Despierta! ¡¿Te encuentras bien?!

No había respuesta, ni un movimiento. Nada.

Solo siguió gritando, quería que el muchacho le oyera, que despertara pero eso no sucedió. Cuando su voz ya no pudo salir más solo me quedó así como estaba, recostado contra la barrera y se dejó caer de rodillas a un lado.

Esperaba que el chico despertara por sí mismo.

Notas finales:

Espero que les guste ^^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).