Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Final y recuerdo de nuestra vida por Q Toxic

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 No es la primera vez que escribo pero sí la primera que termino algo y más aun es la primera vez que lo publico, si encuentran faltas ortograficas o incoherencias agradecería que me dijeran pero de manera amable.

 Sé que es algo corto y poco explicativo pero suelo irme por las ramas y fue la única forma de no terminar con una historia confusa y sin vistas a terminar.

 He de decir que AMO esta pareja, por ello quería que mi primer fic publicado fuera de ellos.

Notas del capitulo:

 Es algo triste pese a que suelo preferir el humor, pero por alguna extraña razón me sale más la tragedia.

 

Final y recuerdo de nuestra vida

 

Había terminado por ser una vida provechosa y feliz, pero quizá para algunos corta, para ellos que desde pequeños los habían entrenado para estar preparados para perder su vida en cualquier momento no tanto. Desde el inicio ambos sabían que este día llegaría, pero había decidido esperarlo de la mejor manera posible: juntos, decidieron afrontar ese destino cuando llegara y mientras tanto ser felices, sacarle el máximo provecho al tiempo que tuvieran disponible. No se arrepentía en lo más mínimo aunque ahora sintiera su corazón y todo dentro de sí revolverse, rasgarse y quebrarse poco a poco de forma muy dolorosa viéndolo ahí tendido, con una expresión apacible y hasta feliz. Aun con lágrimas en los ojos no pudo evitar una sonrisa al pensar eso último, ya no estaba, ni volvería pero se había ido feliz y era en parte por su causa. En realidad era completamente por su causa

-¿Papi? -le llamo una voz también un poco llorosa -¿Estás bien? -volteó con los ojos húmedos reconociéndolo

-sí, lo estoy

-¿seguro?

-estoy mejor de lo que creí, no te preocupes. Después de todo ya sabíamos que esto pasaría, tarde o temprano y me alegra que tardó bastante más de lo que pensamos en un inicio -se talló un ojo que le picaba por el exceso de lágrimas si bien ya varias corrían por sus mejillas pero eso no le importaba- cuando recién me enteré supuse que sólo podríamos estar juntos un par de años o apenas un poco más -la persona frente a él le escuchaba y le veía con una enorme tristeza- ¿Donde está tu hermano?

-se fue hace ya un rato para arreglarlo todo para el ehm... uh... -bajó el volumen como si por decirlo en voz alta el hecho se hiciera más real- el entierro. Te lo dijo antes de salir -apresuró, luego se sonó la nariz, también estaba llorando

-no lo noté -murmuró.

 

A los tres les costó salir del shock pese a que sabían que debían esperar ese momento. Sin soltar la mano del cuerpo que yacía todavía en la cama y que sujetaba desde un buen tiempo atrás, acarició su mejilla y le susurró casi al oído, aun siendo consciente de que ya no podía escucharle

-vamos a extrañarte, mucho. Te amo -quizá sonaba a despedida porque lo era, una que sabía que tendría que dar desde hacía años.

 

->Varios años antes<-

 

-Akatsuki atacará Konoha pronto, sabes lo que significa ¿cierto? -el otro asintió con la cabeza

-el momento decisivo ha llegado -respondió serio- pero no te preocupes, vamos a derrotarlos de una vez por todas y más te vale seguir vivo para verlo y una vez que todo haya terminado, cuando mis amigos y toda la aldea esté segura, cuando no haya Akatsuki que nos persiga -apretaron más el abrazo que los unía nos iremos juntos, nos iremos a disfrutar el tiempo que nos quede para ser felices -alzó la vista para ver esos ojos, antes fríos, serenos... tristes, ahora llenos de amor dulzura, diversión y un toque de inseguridad

-Naruto ¿Qué pasará si yo... si no llego a eso?

-¡Llegarás! -afirmó muy seguro- llegarás, sólo tienes que ser positivo, yo podré seguir peleando mientras sepa que vives, que estás bien, sólo piensa en todo lo que podremos hacer cuando esto acabe. Por favor, dame la oportunidad, aunque sea pequeña y corta de estar a tu lado, de ser sólo tú y yo, no mueras antes de eso. No me dejes, Itachi

 

Al ver la mirada del rubio supo que no quería ser quien incumpliese sus deseos y causara su tristeza, de pronto estuvo seguro de que no moriría, no antes de que la guerra que se acercaba acabara, no antes de que pudieran fugarse juntos como habían prometido, no antes de vivir toda esa felicidad que les había sido negada por tanto tiempo y ahora aguardaba por ellos

-no lo haré -prometió-no te abandonaré ahora, no permitiré que vuelvas a estar solo, nunca más -y aunque sabían que ese “nunca más” era imposible, en esos instantes, mientras se besaban lo sentían completamente real, como una promesa que jamás podría ser incumplida, que se mantendría por siempre.

 

Unos días después Akatsuki efectivamente atacó Konoha, pero los ninjas de la aldea, en gran parte gracias al apoyo, al ánimo, a la fuerza y a la voluntad de Naruto consiguieron derrotarlos a todos, siendo el susodicho el que derrotó al jefe. En cuanto sus heridas sanaron, cosa que no tardó mucho gracias al Kyubi, y estuvo en condiciones de partir desapareció de la villa sin dejar rastro alguno, nadie nunca logró explicarse tal desaparición pero hubo muchas hipótesis al respecto, algunas más verosímiles, otras más increíbles y algunas llegaban a lo fantástico. Unos pensaban que algún otro villano deseaba lo mismo que la organización recién derrotada y lo había raptado valiéndose de las bajas defensas que quedaron luego de la reciente batalla, otros creían que se había cansado de defender un lugar que lo había rechazado tanto, otros pocos aseguraban que se había sentido culpable de que Akatsuki atacara la aldea por ser el poseedor del bijuu e incluso los había que decidieron contar que en realidad Naruto era un ángel que les había sido enviado para probar sus corazones y cuidarlos y defenderlos en esa última batalla y ahora que su misión terminó había vuelto al sitio del que vino, ésta última se volvió una popular versión entre los padres para contarle a sus hijos más pequeños, sea como fuere Naruto se convirtió ante los ojos de aquellas personas en un héroe. Claro que nadie se acercó a la realidad, no podrían haber sospechado con quien se iba porque no sabían que Itachi estaba vivo, todos pensaban que había muerto días antes del ataque a la villa.

 

-Itachi ¿estás bien? -pregunto Naruto faltándoles poco para llegar a una pequeña villa casi deshabitada

-mejor que nunca -respondió -estoy contigo, después de todo ¿que más puedo necesitar para sentirme bien? -sonrió, con una de esas sonrisas que, antes de enamorarse de Naruto, pensó que sería incapaz de volver a mostrar, el otro le devolvió la sonrisa

-me alegra. La pasaremos en grande ahora que no tenemos responsabilidades tan grandes, pero de cualquier forma quiero que vayas al médico, buscaremos uno bueno en una de estas aldeas -Itachi lo miró fijo y nuevamente serio

-Naruto, ¿por qué arruinar nuestra felicidad de esa forma? Todavía me quedan bastantes pastillas, debe...

-no me importa -interrumpió- no tardaremos mucho, sólo será una pequeña revisión. Sakura-chan dice que a veces la medicina avanza rápido y se hacen muchos descubrimientos en poco tiempo. Dijiste que no has visto un doctor casi desde que dejaste Konoha ¿Qué tal que han encontrado una cura para enfermedades como la tuya? Si nos dan malas noticias dará igual, de todos modos ya nos hicimos a la idea y no cambiará nada, tampoco estoy diciendo que nos hagamos falsas esperanzas pero, si hay alguna opción, una pequeña posibilidad me gustaría saber de ella antes, antes de que sea demasiado tarde. Quiero saber que realmente estuve contigo todo el tiempo que pude y no que por miedo a desilusionarnos acortamos ese tiempo.

 

Conocía esa mirada, era la que indicaba que no se daría por vencido hasta lograr su objetivo, así como sabía perfectamente y volvía a confirmar que nunca lograría llevarle la contra cuando ponía esa expresión, no sería capaz de ser quien le destruyera su ilusión.

-de acuerdo -accedió y supo que era lo correcto al ver la radiante sonrisa que le fue ofrecida en señal de gratitud.

 

Naruto no se equivocó, era imposible curar a Itachi completamente debido a que su enfermedad estaba ya muy avanzada, pero podían mantenerla bajo control de forma más efectiva gracias a la mejora de medicamentos lo que le ofrecería una mayor calidad y esperanza de vida.

 

Durante varios meses fueron de pueblo en pueblo disfrutando de cada instante juntos, pasaron por diversos festivales sonde compraban algunas pequeñas cosas y mucha comida pero sobretodo crearon buenos recuerdos que atesorarían el resto de sus vidas. Como sabían que sus ahorros no durarían para siempre, aun siendo los de ambos, se quedaban de vez en cuando en alguna próspera aldea en empleos temporales sencillos, para ellos. Hasta que finalmente una pequeña y pacífica villa casi desconocida por el resto del mundo los conquistó y decidieron establecerse. Cuando recién llegaron rápidamente la gente se enteró que eran ninjas, les dieron muchos encargos, aceptaron varias misiones, hicieron pequeños favores y pronto consiguieron dinero suficiente para comprar una casa propia, no era muy grande pero tampoco muy chica. El trabajo disminuyó una temporada cuando se extendió el rumor de que eran pareja pero era muy difícil no haberles agarrado cariño, especialmente por el carisma de Naruto y dado que la hija del gobernante, a la que llamaban “princesa” les tenía gran afecto y gratitud pronto el problema fue superado en su mayor parte.

 

Una mañana a inicios de agosto Naruto, a quien le faltaba un par de meses para cumplir 21, despertó con un ligero mareo y con poco apetito para ser él, un poco remilgoso, por suerte esa misma tarde iban a ir al chequeo periódico de Itachi por lo que éste insistió en que podían pedir de paso una revisión para él. Todo el asunto con el pelinegro fue rápido, fácil y ordinario, estaba bien y seguía reaccionando de forma adecuada al medicamento, no había novedades lo cual en realidad era un alivio. Con Naruto en cambio todo fue diferente, el médico no entendía lo que le ocurría, pero finalmente, con algo de incredulidad reflejada en el rostro, los envió junto con una nota con otro doctor, diciendo que era probable que les confirmara lo que era pues era el especialista, pero no les dijo de sus increíbles sospechas, esto junto con su expresión los preocupó aun más, no leyeron la nota ni se fijaron en la especialidad del médico, sólo escucharon las indicaciones para llegar al consultorio y una vez que llegaron, pálidos, se limitaron a entregar el pequeño papel, explicar nuevamente los síntomas y preguntar un: “¿puede ser algo grave?” ni siquiera se dieron cuenta de la cara de extrañeza del doctor cuando los vio entrar pero una vez que leyó el mensaje y los escuchó, su ceño se frunció y demostró aun más su incredulidad, de cualquier modo realizó los chequeos correspondientes y envió muestras a los laboratorios, todavía sin decirles nada los envió a casa y pidió que volvieran unos días después cuando tendrían los resultados listos, tuvo la intención de decirles en qué tipo de consultorio se encontraban pero al final le pareció divertido descubrir cuanto tiempo les tomaría descubrirlo por sí mismos.

 

-De verdad te encuentras mal -comentó Itachi el día siguiente en un tono que intentaba ser divertido pero en realidad demostraba su preocupación interna

-¿en serio? -cuestionó Naruto -en estos momentos no me siento tan mal, sólo es que no termina de gustarme ese aroma

-eso es lo preocupante -respondió el pelinegro -ese aroma es ramen, Naruto, salvo por el hecho de que no es de Ichiraku, es tu favorito

-lo sé, pero, bueno -dudó -simplemente no se me antoja -el otro elevó una ceja, incrédulo

-¿tú, sin hambre de ramen? ¿y más cuando hace un tiempo que no lo comes? -le sonaba imposible y en el fondo también a Naruto pero no quería preocuparlo -sin embargo te acabaste el plato de verduras sin que tuviera que insistirte -era curioso, aun cuando contenía varias de las muchas verduras que no le gustaban, y aunque el sabor seguía sin agradarle, parecía que su estomago le decía que eso era lo que quería en vez de su amado ramen.

 

El día que volvieron al consultorio del médico que atendió al rubio, Itachi ya más calmado (en apariencia, porque en el fondo...) se fijo por fin en la placa de la puerta pero no dijo nada. El doctor aseguró que se realizaron varias veces los análisis y que sin embargo los resultados fueron siempre los mismos. Luego de eso Naruto tuvo una pequeña charla con el Kyubi, aparentemente a éste se le ocurrió hacerle una pequeña broma a su portador haciéndolo capaz, con un considerable gasto de chackra, eso sí, de gestar una vida en su interior. Así todavía confundidos Itachi y Naruto se convirtieron en padres por primera vez.

 

-¿Cuál será el nombre del bebé? -curioseó una enfermera cuando el embarazo empezaba a hacerse notorio. Ellos llevaban discutiéndolo un corto lapso de tiempo, pero ya estaba decidido, se habían puesto de acuerdo hacía poco

-Shizui -contestaron al unísono.

 

Al inicio tuvieron muchos temores con respecto a la llegada del pequeño, pero sin duda estaban felices, incluido Kyubi, con quien Naruto había adquirido el hábito de conversar de vez en cuando, aunque para el bijuu, no era nada interesante, hasta que un día se le ocurrió preguntar: “¿Qué tan buen hermano mayor crees que sería Shizui?” Con tan sólo esto el rubio supo en seguida que estaba tramando algo. Efectivamente a la edad de tres años el pequeño Shizui tuvo un hermanito, al que nombraron Iruka, con el que era muy protector. Casi sin darse cuenta se habían convertido en una familia normal y de no ser porque Itachi seguía medicándose prácticamente se hubieran olvidado del temor que sentían por el momento en que finalmente la enfermedad pudiera vencerlo.

 

Su vida juntos tuvo pocos altercados y aun sin las grandes aventuras e importantes misiones que Naruto siempre había pedido eran de verdad felices, de hecho el rubio nunca antes hubiera pensado que lograría serlo sin ser el líder y tener todo el reconocimiento con el que siempre soñó, pero lo era, tal vez porque tenía otra clase de reconocimiento, una admiración especial, no por ser fuerte como siempre quiso, sino simplemente por ser él, por ser amable y buen chico, no sólo no era discriminado como en su infancia, además tenía una familia que lo quería de verdad. No estaba solo. Por todo esto era feliz y pocas cosas opacaban, aunque fuera mínimamente su felicidad, cosas usualmente leves o de poca gravedad. Hasta ahora.

 

Unos días antes Itachi sintió unos malestares familiares pero de los que casi se había olvidado, pero no quería preocupar a Naruto o a sus hijos, así que le restó importancia y no lo mencionó. En su siguiente chequeo el doctor les dijo que las medicinas empezaban a reducir su efecto pero que en realidad todavía no había mucho por lo que preocuparse, salieron tranquilos del consultorio. Fue por eso que esa mañana Naruto no esperaba encontrarse con el cuerpo frío y sin vida de Itachi, empezó a moverlo y llamarlo sin éxito, hasta que su voz, que no supo en que momento se convirtió en gritos, atrajo a sus dos hijos; el mayor con los 20 recién cumplidos era bastante maduro, por lo que pronto se dio cuenta que tarde o temprano alguien tendría que hacerse cargo del entierro o cremación. Así que en cuanto pudo salir lo mínimo indispensable del shock, decidió ahorrarle esa carga y dolor a su papi, avisó antes de salir pero el único que pudo prestarle un poco de atención fue el menor.

 

->Volviendo al presente<-

 

-¿Papi? No hemos desayunado ¿no quieres venir al comedor? Puedo servirte un poco de...

-no, gracias Iruka, no tengo hambre, ve tú si lo necesitas -eso fue bastante raro en opinión del joven, desde que tenía memoria pocas veces había visto a su rubio progenitor con escaso apetito, jamás nulo, y por si fuera poco no le había llamado Iru-chan como acostumbraban decirle de cariño, se quedó un rato mirando la escena, la expresión de Naruto todavía revelaba un inmenso amor, era romántica y trágica, finalmente decidió ir a desayunar, si bien en realidad tampoco creía que su estómago quisiera aceptar mucho. Naruto volteó un momento en dirección a la puerta por donde había salido su hijo, luego le habló a Itachi como si aun pudiera oírlo -¿recuerdas tu vieja promesa? -murmuró -la que hiciste antes del ataque, poco antes de que pudiéramos escapar juntos, al final la cumpliste, incluso aunque ahora te vayas no estaré solo -no podía dejar de mirarlo y tampoco quería, sabía que pronto no podría volver a ver su rostro tan cerca ni sentirlo más, aunque no estuviera tan cálido como siempre lo recordaría. Quería seguir con él, aprovechar hasta el último minuto, como prometieron luego de su fuga. Cuando Shizui volvió él seguía ahí, sin intenciones de separarse de Itachi.

 

Una semana después todavía se le veía triste, todos en el pequeño pueblito lo notaban, pero aun si a ratos parecía que se derrumbaría sabían que no sería así, especialmente él mismo.

-Gracias por todo, te amo y siempre lo haré -fue lo último que le dijo Naruto a Itachi estando frente a su tumba, porque pensaba que si ahora podía sentirse feliz de haber nacido y haber vivido, aun con todo lo que tuvo que pasar en su infancia, si podía sonreír de verdad para sí mismo era gracias a Itachi y todo el amor que le entregó y le permitió darle, incluso se creía capaz de volver a pasar por todo eso de nuevo, ese dolor por el rechazo de su infancia, ser traicionado o abandonar su hogar natal, todo si con eso tuviera la oportunidad de tenerlo junto a él otra vez, pero sabía que no se podía y lo único que podía hacer era disfrutar todo lo que tuviera por vivir en su honor, como un homenaje a Itachi.

 

->Fin<-

Notas finales:

 Como dije soy algo novata pero me esforcé, espero que les haya gustado.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).