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Oscuras intenciones por YukoTy

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Notas del capitulo:

Holaaa otra vez!, aquí traigo un capitulo especíal desde el punto de vista de Mika, que se convierte en el protagonista de este capitulo x3!

Espero que os guste

Publicaré mis fanfics también en mi blog:

lamaisond.blogspot.com

   El chirriante sonido del despertador inundó la habitación, molestado al hombre enredado en las sabanas. Mika se levantó con pereza, apagó el despertador pesadamente y se dirigió al baño, se lavó la cara y se quedó mirando su reflejo en el espejo, sus ojos completamente negros le devolvieron la mirada en un gesto enfadado, una expresión que casi nunca le abandonaba. "Quizás Viktor tiene razón y tendría que relajarme más…", se acentuó más su expresión por el fugaz pensamiento y decidió darse una ducha rápida antes de desayunar.

 

   Cuando salió del baño, ya preparado para el trabajo, se encontró con Martha en su habitación, dejando el desayuno. La anciana señora le sonrió alegremente, como cada mañana

   -¡Buenos días!- Saludó con una alegría contagiosa, incluso sacando una leve sonrisa en el rostro frío de Mika, sintió que le dolía ese pequeño gesto.

   -Buenos días- Devolvió el saludo. Martha entró en el baño a recoger la ropa para lavar.

   -Hay algo de lo que quería hablar…- Dijo al salir del baño, Mika se giró hasta encararla, esperando en silencio a que siguiera hablando- Quise hablar con Viktor, pero no me hizo ningún caso- La señora Lawrence desvió la mirada, algo incomoda.

   -Viktor no le hace caso a nadie…- Murmuró molesto.

   -Quizás si se lo dice alguien más- Comentó ella, sin estar demasiada convencida- Zephyr tiene que salir de aquí- Sentenció, mirando a Mika directamente a los ojos- Ese chico se va a volver huraño, lo único que hace es leer y desde que vino está más delgado y le están saliendo ojeras… No es bueno para él no salir de aquí nunca- Explicó Martha con la voz ahogada. Mika asintió levemente.

   -Tienes razón, también me he dado cuenta- Suspiró- Pensé que Viktor se cansaría antes de él y lo dejaría ir- Se quedó algo pensativo, observando con desinterés su habitación- Supongo que hablaré con él, quizás pueda convencerlo- Martha sonrió agradecida antes de hacer una leve inclinación.

   -Gracias, espero que a que ti te haga más caso- Los dos suspiraron y miraron más allá de la habitación.

 

   A media mañana salió de su habitación para despertar a Viktor. Se había pasado toda la mañana adelantando trabajo, mientras su "jefe" dormía. Era completamente normal que siempre estuviera enfadado. Al salir de su cuarto, la habitación más cercana a las escaleras, pudo oír un ruido en la planta baja, se acercó con sigilo a mirar de donde venía, se encontró a Zephyr saliendo de la biblioteca con dos libros bajo el brazo mientras ojeaba un tercero. Sonrió con algo de melancolía "Martha tiene razón…", dio media vuelta y fue hacía la habitación de Viktor, pensando como iba a poder abordar el tema.

   Al entrar, no le sorprendió encontrar la estancia a oscuras, apenas se diferenciaba el bulto encima de la cama, sin encender la luz fue hacía el balcón a abrir las cortinas para dejar entrar el sol, provocando que Viktor se desvelara y murmurara una queja mientras se revolvía.

   -Levanta- Ordenó Mika con un tono frío. Viktor se incorporó con un bostezo y entornó los ojos al mirarle.

   -Hoy no tenemos que ir a ningún sitio, ¿verdad?- Preguntó mientras cogía el café que había dejado Martha en la mesilla.

   -No, hoy no- Confirmó deteniéndose frente a la cama, Viktor sonrió con malicia.

   -Entonces llama a Zephyr- Mika tuvo que suspirar, no era un buen momento para comenzar esa conversación.

   -Está bien- Murmuró saliendo de la habitación. Ahora tenía que buscar a un niño pequeño en una mansión inmensa. Volvió a suspirar, cada vez estaba más harto de Viktor.

 

   Primero fue a la habitación del chico, aunque suponía que no le habría dado tiempo a ir, abrió la puerta y miró dentro encontrando solo la habitación vacía, cerró y bajó las escaleras. Había 3 salas, la biblioteca y el comedor y empezaba a hacer demasiado frío, así que posiblemente estaría en una de las salas que disponían de calefacción.

   Lo encontró en la segunda sala, leyendo en uno de los cómodos sillones. Al abrir la puerta, Zephyr levantó la vista pesadamente y cerró el libro, sabía perfectamente lo que venía a decirle, ya llevaba más de una semana allí y, aunque al principio le pareció un niño inocente y frágil, el chico había demostrado tener la fortaleza necesaria para soportar los caprichos de Viktor. Si no fuera por su estúpida amabilidad, casi pensaría que no se merecía eso.

   Acompañó en silencio al chico hasta la habitación de Viktor lo dejó allí y fue a su cuarto, para ordenar los papeles que había estado mirando antes. Por suerte, las cosas iban bien, por fin la empresa pertenecía solo a Viktor y el resto de la familia no podía inmiscuirse y, literalmente, joder todo lo que ellos intentaban para hacerla crecer.

   Habían pasado años desde que Viktor heredó la empresa como presidente por decisión de su difunto abuelo y desde ese mismo momento se había propuesto sacar de la junta directiva a toda la familia y, aunque había costado mucho trabajo y dinero, el último, su testarudo tío, había caído, ahora solo tenían que ser cuidadosos y no dejar que alguno de esos bastardos se vengaran.

 

   Llegaron al trabajo después de la hora de la comida, al igual que todos los días. Viktor había puesto ese horario porque "odiaba madrugar". Aparcó el coche mientras insultaba mentalmente al inútil que tenía como presidente, en la plaza que tenía para él.

   -Voy a ir a por unos informes a ventas- Dijo distraídamente Mika una vez que se subieron al ascensor- Después te llevaré los papeles que te dije que tenías que mirar- Miró de reojo a Viktor.

   -Si- Respondió con voz monótona y aburrida. Mika intentó contener una mirada fulminante, si la empresa iba bien, estaba claro que era gracias a él.

   El ascensor se paró, con un suave timbre, en la planta 13.

   -Haz tu trabajo- Avisó antes de salir- No te vayas a poner a jugar- Un deje de amenaza en su voz fue deliberadamente ignorado por Viktor.

   -Me portaré bien- Prometió con fingida inocencia Viktor, antes de que se cerraran de nuevo las puertas, dejando a un crispado Mika mirando las puertas plateadas del ascensor.

   -Jefe- Una voz le distrajo de su reproche mental a Viktor. Se giró para encarar a una pequeña joven, el pelo corto se le escapó al hacer una pequeña inclinación acompañado su afable sonrisa.

   -Buenas tardes, Jane- Saludó con un atisbo de sonrisa cordial.

   Esa pequeña chica hacía años que había entrado en la empresa como becaria y había conseguido quedarse por su dedicación y su profesionalidad. Sus ojos castaños siempre reflejaban una sonrisa, siempre dispuesta, era una de las mejores empleadas en ventas.

   -Le he dejado los informes de ventas de este mes en su mesa- Explicó mientras andaba junto a él hacía la oficina- Hemos hablado con el hipermercado Merlin y van a vender nuestros productos- Siguió hablando con una gran sonrisa.

   -Muy bien, muchas gracias- Sonrió levemente sin mirarla- Voy a mirar los informes y se los llevo al presidente- Se giró un poco a la hora de entrar en su despacho para despedirse de su empleada, ella sonrió abiertamente.

   -Si, muchas gracias, jefe- Se despidió entrando a la oficina de ventas.

 

   Mika se sentó en su silla de oficina y ojeó los informes que Jane le había dejado esa mañana en su mesa. Tenía que reconocer que, después de todo, Viktor era un buen presidente y parecía que tenía un don especial para conseguir clientes.

   Todo empezó con una pequeña empresa que importaba maquinas de escribir de forma local, ahora se había convertido en una gran empresa de informática, especializada en hardware. Tenían varios técnicos e ingenieros muy competentes, al igual que un gran número de trabajadores perfectamente preparados en marketing, ventas, publicidad… Viktor había cogido esa empresa cuando su abuelo, el presidente, y su padre, que iba a ser su sucesor, murieron en un trágico accidente de coche. Fue deseo de su abuelo que Viktor fuera el siguiente en la linea de sucesión, dejándolo por escrito en el testamento. Desde entonces, todo había ido a mejor, por mucho que les doliese a sus familiares, desde ese momento, habían triplicado las ganancias y abierto tres sucursales en el extranjero.

   Las ventas habían ido bastante bien ese mes, podían estar contentos con los resultados. Mika abrió su cajón para coger algunos papeles que tenía que llevar a Viktor, la mayoría eran peticiones de algunos mercados para vender sus productos y otros para negociar los precios de los materiales. Viktor era prácticamente incapaz de organizarse, pero a la hora de negociar y tomar decisiones, podía confiar plenamente en él.

    Mika salió de su despacho, cerrándolo con llave, para dirigirse unos pisos más arriba, al despacho de del presidente.

 

    Llamó a la puerta del despacho y espero a que le diera permiso para entrar. Encontró a Viktor sentado en una cómoda silla de oficina frente una mesa de caoba, a su espalda, podía ver una imagen panorámica de la ciudad gracias al gran ventanal de la pared. Mika se sentó en una de las sillas que tenía al otro lado de la mesa, frente a él.

   -Aquí tienes, lo que dije esta mañana- Dejó los papeles en la mesa, Viktor los ojeó con desinterés- No es mucho, te da tiempo a tenerlo para mañana- Dijo con algo de reproche, sin estar demasiado seguro de si Viktor lo haría.

   -Si, si…- Contestó aburrido. Mika, paseó su mirada oscura por la habitación, mirando sin prestar atención a nada en concreto- ¿Pasa algo?- Viktor atrajo su atención, Mika le sostuvo la mirada con seriedad, intrigando a Viktor.

   -Hay algo…- Confirmó- Es sobre Zephyr- Concluyó sosteniendo la mirada de Viktor, éste perdió la sonrisa y suspiró aburrido.

   -Por favor…- susurró, mirando hacía otro lado.

   -Viktor- Llamó su atención con la voz firme- Sabes que no puedes seguir así- Continúo hablando, mirando el perfil del hombre- ¿Cuanto tiempo pretendes mantener encerrado a ese chico?- Preguntó de forma retórica, Viktor le encaró, molesto.

   -Eso no es asunto tuyo- Sentenció, sosteniendo la mirada. Mika dejó encima de la mesa un cheque con valor de 10.000$, Viktor lo miró con desprecio, sin dignarse a cogerlo- ¿Qué pretendes?

   -Te estoy pagando su deuda- Dijo sin tocar el papel, Viktor le miró furioso.

   -No lo acepto- Su voz se convirtió en un susurro peligroso, pero Mika no se acobardó y se mantuvo firme.

   -No es un juguete o una cosa- Explicó en un tono neutral- No puedes tratarlo de esa manera, es inhumano- Viktor tensó los labios, pero se mantuvo sin decir nada, sosteniendo la mirada azabache de Mika- Viktor, sabes que tengo razón- Viktor miró hacía el cheque intensamente, antes de cogerlo y romperlo por la mitad.

   -Está bien- Dijo, calmando a Mika antes de que explotara- Pensaré en algo- Volvió a mirar a Mika- pero me gusta más su forma de pagarlo- Añadió con una sonrisa burlona. Mika solo le dedicó una expresión molesta antes de levantarse para irse sin siquiera despedirse.

   "Al menos parece que he conseguido algo" Pensó con satisfacción.

 

   Mika no volvió a ver a Viktor hasta la hora de irse, tuvo que ayudar en tres departamentos distintos, por lo que no tuvo tiempo para comprobar que el presidente hacía su trabajo.

   Estaba esperándole en el coche cuando lo vio salir del ascensor, con su prepotente presencia, entró para sentarse en el asiento de copiloto. Mika encendió el motor y salió del garaje, camino a casa.

   -¿Has hecho lo que te dije?- Preguntó con un deje de reproche, imaginando la respuesta.

   -Si, está todo terminado- Le sorprendió, Mika le miró de reojo.

   -¿De verdad?- Viktor se crispó ligeramente.

   -Si- Respondió cansado, Mika continuó conduciendo en silencio, hasta llegar a la mansión. Saludó escuetamente al seguridad del turno de noche que acababa de llegar.

   -Mika- Llamó Viktor cuando entró después de aparcar- Voy a ducharme, ve a por Zephyr- Mika no fue capaz de diferenciar si era una petición o una orden.

   -Recuerda lo que hemos hablado- Dijo antes de subir las escaleras, hacía el cuarto del pelirrojo. Viktor no respondió, solo sonrió a su espalda con malicia. 

Notas finales:

Bueno, aquí tenemos la dura vida del jefe a la sombra xD, y en el proximo veremos lo que tiene Viktor planeado x3!

Un besooooooo <3!!!


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