Zephyr se despertó abrazado a Viktor, parpadeó un par de veces para orientarse, recordando todo lo que había ocurrido el día anterior. Por primera vez, desde que se fue de esa casa, había dormido bien y tranquilo. No lo terminaba de entender, pero cuando estaba con Viktor su actitud cambiaba, nunca antes se había permitido actuar como un niño mimado y sin embargo se sentía protegido cuando Viktor se mostraba amable y cariñoso con él.
Sabía que lo despertaría, pero no pudo reprimir abrazarle con fuerza, enredándose en el cuerpo de Viktor. Notó su brazo acariciar su espalda, subiendo hasta su cabeza, enredando los dedos en su pelo rojo. Con suavidad atrajo su cabeza para besarle en la frente, fue bajando dulcemente hasta llegar a sus labios.
-Buenos días- Murmuró sobre sus labios, haciendo cosquillas en estos, Zephyr sonrió moviendo suavemente su mano sobre la piel desnuda de Viktor- ¿Has dormido bien?- Preguntó aún con la voz ronca.
Zephyr asintió, apretando su abrazo, ocultando su rostro en el cuello de Viktor, respiró profundamente llenando sus sentidos con el olor y la presencia de Viktor, sintiéndose relajado, seguro y feliz. Viktor se revolvió, obligandole a apartar su cabeza para poder mirarle a los ojos, pero sin romper el abrazo que los mantenía unidos, cerró los ojos y volvió a besarle con suavidad, llenando al chico de pequeños y cortos besos por su rostro. Zephyr se rió en voz baja e intentó apartarle juguetón, sin conseguir ningún resultado.
Viktor se colocó sobre él y continúo su camino de besos bajando por el cuello hasta llegar al pecho de Zephyr, sin dejar de besar la piel sensible del pelirrojo. Levantó la mirada, para fijar sus ojos azules en los verdes de Zephyr, el chico reconoció el brillo divertido y de lujuriosa anticipación de Viktor, rompió el vinculo que había creado al tumbarse en la almohada, dando permiso a Viktor para usar su cuerpo.
Los labios y la lengua de Viktor siguieron su camino en una dulce tortura para Zephyr que intentaba no gemir cuando la lengua experta de Viktor excitaba su piel. Viktor se entretuvo en su vientre, lamiendo su ombligo mientras sus manos acariciaban sus piernas. Zephyr temblaba, agarrando las sabanas en sus puños tensos, sentir el calor del cuerpo de Viktor tan cerca de su palpitante entrepierna le estaba volviendo loco. Viktor siguió bajando besando con suavidad hasta llegar a su miembro, rozándolo con la nariz. Zephyr jadeó y se tensó de inmediato, levantó la cabeza, fijando su mirada en Viktor inclinado sobre su miembro, excitando con su suave aliento.
-V-viktor…- Murmuró con la voz entrecortada, Viktor le miró fijamente a sus ojos verdes, con una sonrisa de satisfacción y lujuria. Sin desviar la mirada, lamió ligeramente la polla palpitante del pelirrojo, al que se escapó un gemido donde se mezclaba la sorpresa y el placer. Volvió a tumbarse sobre la almohada tapándose la boca con una mano para intentar contener sus gemidos.
Viktor sonrió para sí y acercó su lengua a la base del miembro, lamiendo lentamente hasta la punta, notando temblar el cuerpo del chico bajo él junto un gemido incontenible.
Las manos de Zephyr llegaron tímidamente a sus mechones negros, agarrándolos suavemente mientras reprimía los gemidos de placer.
De entre los labios húmedos del pelirrojo se escapó un grito al notar la boca húmeda y caliente de Viktor envolver su polla, apretó sus puños que aún seguían sobre la cabeza de Viktor, notando sus músculos contraerse cuando la lengua de Viktor empezó a jugar con su miembro aún dentro de su boca.
No pudo controlar las intensas sensaciones que le embargaban mientras la lengua y la boca de Viktor le llevaban a un placentero orgasmo.
Zephyr relajó sus músculos, jadeando, con el pulso todavía acelerado. Viktor subió lentamente hasta tumbarse junto a él, abrazando al pelirrojo.
-Lo s-siento- Murmuró con los ojos cerrados, Viktor le besó con suavidad.
-No tienes que disculparte- Susurró, colocándose una vez más sobre Zephyr, al cual separó sus piernas para acomodarse entre ellas, Zephyr se dejó hacer con una sonrisa tímida en el rostro. Viktor embadurnó su propio miembro con lubricante para entrar en el interior del pelirrojo de una sola estocada, acompañando un gemido gutural al movimiento. Viktor se inclinó para tomar los labios de Zephyr en un ardiente beso mientras aceleraba la velocidad e incrementaba la fuerza de las estocadas, acoplando el cuerpo de Zephyr para llegar más profundo dentro de él.
Viktor rompió el beso para poder respirar, aprovechando para observar el rostro sonrojado y los ojos brillantes, nublados por la pasión. Le besó una vez más para descargar toda la tensión que tenía acumulada, mordiendo con fuerza el labio inferior de Zephyr al tiempo que ahogaba un grito.
Se quedaron así unos minutos, acompasando sus respiraciones mientras se relajaban. Viktor volvió a tumbarse boca arriba al lado del pelirrojo, pasó un brazo por su nuca, Zephyr se giró para poder abrazar a Viktor, acariciando el amplio pecho, recorriendo con suavidad el camino hacía su cintura. Viktor atrajo su rostro hacía él para poder besarle una vez más.
-Hay que levantarse- Susurró contra sus labios, mirando fijamente a sus ojos, Zephyr asintió, obediente- ¿Te gustaría ducharte?- Preguntó en voz baja, sin esperar una respuesta del pelirrojo, lo levantó de la cama y lo llevó en sus brazos hasta el baño de su habitación.
Mika se encontró con su hermano en la entrada, junto a Zephyr, cogidos de la mano y con una sonrisa tonta en el rostro.
-¡Buenos Días!- Saludó Viktor con demasiado bueno humor para como él solía ser por las mañanas. Mika exhaló un suspiro resignado como respuesta, intuía el por qué del buen humor de Viktor. Los tres se subieron al coche para ir de camino al trabajo.
-¿Todo bien?- Preguntó Mika en voz baja mientras conducía, sin que Zephyr pudiera escucharle. Viktor le miró sonriente, con actitud presumida.
-Si- Volvió a mirar al frente, sin prestar atención a su hermano.
-¿Y ahora qué?- Mika le lanzó una mirada rápida.
-¿Qué quieres decir?- Murmuró todavía distraído, Mika suspiró cansado.
-¿Vais a volver a la relación de antes? ¿Zephyr sigue siendo tu esclavo?-Bajó aún más la voz, comprobando que Zephyr estuviera ajeno a la conversación.
-No exactamente…- Respondió distraídamente, él tampoco estaba seguro de cual era su relación ahora- No hemos hablado de eso- Viktor apartó la mirada del frente para observar las calles por la ventana. Mika le escrutó con la mirada mientras detenía el coche en un semáforo.
-¿No?- Preguntó una vez más, notando la actitud esquiva de Viktor.
-Él…- Murmuró- Él dijo que me quería…- Confesó abatido, sin mirar a su hermano. Mika suspiró, poniendo en marcha el coche otra vez.
-Lo va a pasar mal cuando se te pase el capricho- Comentó distraídamente, Viktor se giró hacía él con el ceño fruncido.
-No es un capricho- Exclamó demasiado alto, atrayendo la atención de Zephyr, que les observó disimuladamente.
-Entonces- Susurró Mika en voz tan baja que ni siquiera Viktor podía escucharlo bien- ¿Le quieres?- Preguntó con un tono burlón. Viktor le reprochó con una mirada ceñuda, pero no fue capaz de decir nada más.
Mika llegó acompañado de Zephyr al departamento, Anne fue la primera en verle, se levantó de su silla de un salto y fue corriendo a darle un abrazo cariñoso.
-¡Zephyr, cielo!- Exclamó- ¡No sabes lo mucho que te hemos echado de menos!- Apretujó al pelirrojo y besó su mejilla. Detrás de ella llegaron Ron, acompañado por Joseph, le conoció solo dos días antes de irse, había sido transferido desde otra zona, por lo que ahora ya había “3 novatos” en el departamento.
-¿Vas a volver a trabajar aquí?- Preguntó Joseph, dejando caer sus rizos rubios sobre su frente al inclinarse para saludar a Zephyr.
-Si…- Respondió con poca seguridad, abrumado por tanta atención inesperada.
-¡Zephyr! Me alegro tanto- Jane apareció junto a John- El trabajo es mucho más fácil contigo aquí- Sonrió dulcemente antes de entrar al despacho de Mika.
-Jane siempre piensa en trabajo- Murmuró Anne- Yo te quiero por ser tu- Abrazó una vez más al pelirrojo, provocando solo más incomodidad en él.
-Anne, No dejes el trabajo a medias…- Replicó una estresada Angie, saludando con una sonrisa a Zephyr. Anne suspiró y volvió a su mesa, aburrida.
-Zephyr, no viniste a darme tu número- Acusó Ron en voz baja, fingiendo un mohín molesto.
-Lo siento, lo olvidé- Se disculpó- Ahora te lo puedo dar- Ron sonrió satisfecho.
-Eso no es justo- Joseph puso una mano sobre el hombro del pelirrojo- Yo también quiero el número de Zephyr- Le dedicó una sonrisa de complicidad al chico, provocando un leve sonrojo en él.
-¡Zephyr, amor!- Llamó Anne desde su mesa- ¿Me harías el favor de llevar estas carpetas a contabilidad?- Pidió con una sonrisa radiante. Zephyr aceptó de inmediato, le gustaba sentirse útil de alguna manera.
La tarde transcurrió ajetreada, como era normal en aquella empresa, pudo tomarse un descanso para merendar con algunos compañeros pero no tuvo tiempo para nada más y Mika no le pidió que le llevara informes o carpetas a Viktor, por lo que supuso que él también tendría mucho trabajo por hacer.
La hora de irse llegó sin darse cuenta, estaba distraído ordenando unas fotocopias que habían salido desordenadas cuando Mika le llamó para irse, se sorprendió por como el tiempo había pasado tan rápido sin darse cuenta. Al salir del despacho vio a Ron ojeando uno de los papeles que llevaba en las manos para llevarlo al despacho, no le dio tiempo a despedirse de él cuando lo vio tropezar y caer de bruces en el suelo, desperdigando los papeles por todo el pasillo.
-¡Ron! ¿Estás bien?- Zephyr se agachó a su lado, ayudando a ponerse otra vez en pie.
-S-si- Murmuró con la nariz roja y los ojos lloroso. Se incorporó quedándose sentado en el suelo, comenzando a recoger las hojas que habían quedado cerca de él al caerse. Zephyr se levantó para ayudar a Ron con las hojas que habían caído más lejos.
-Zephyr, nos vamos- Dijo Mika impaciente, usando un tono autoritario.
-Zephyr, l-lo siento, no hace falta que…- Murmuró Ron en voz baja, mirando al suelo.
Zephyr le dedicó una mirada reprobatoria a Mika, consiguiendo que este se sorprendiera.
-Voy a ayudarle- Reprochó sin dejar de recoger las hojas- Ahora bajo.
A Mika le sorprendió por la actitud del pelirrojo, era la primera vez que le veía llevándole la contraria a alguien. Se alejó camino al ascensor sin decir nada más.
-Vete, se enfadaran contigo, ¿no?- Murmuró Ron que intentaba ahogar los sollozos, Zephyr le sonrió, entregándole las hojas ya recogidas.
-No te preocupes- Trató de tranquilizarlo, pero las lagrimas seguían fluyendo- ¿Hay algo más que llevar?- Ron negó, moviendo los mechones castaños.
-No, muchas gracias- Sonrió con los ojos y la nariz rojos por el golpe y haber llorado. Zephyr le devolvió la sonrisa y se apresuró a bajar, tampoco quería hacerles esperar demasiado.
Al llegar al aparcamiento se encontró a Viktor apoyado en el coche, esperando con su típica sonrisa sarcástica.
-Lo siento…- Murmuró, al llegar a su lado.
-No hay problema- Le hizo callar, abrió la puerta para que el chico entrara antes de sentarse junto a Mika, que esperaba en el asiento del conductor.
-Viktor, tenemos que hablar- Mika apareció por la puerta, deteniendo el avance de Viktor que ya se dirigía a su habitación acompañado del pelirrojo, se giró, encarando a su hermano.
-No me jodas…- Murmuró mientras suspiraba. Mika le taladró con la mirada.
-Hay que comenzar a organizar tu cumpleaños- Viktor rodó los ojos, cansado solo con la idea de hacerlo.
-¿Cuándo es?- Preguntó Zephyr.
-En tres meses- Respondió Viktor, sonriendo. A Zephyr le tomó por sorpresa, tres meses era mucho tiempo para organizar un cumpleaños- Hay muchos invitados que tienen que dar su confirmación, la mayoría son ricos con muchos compromisos…- A cada palabra, los ojos de Zephyr se abrían más, imaginando como sería aquella celebración.
-Eso es como una reunión de la alta sociedad…- Viktor no pudo evitar reír por la expresión del chico.
-En la recepción de un hotel de 5 estrellas, con los más increíblemente hipócritas ricachones. Todo un derroche- Concluyó con una mueca de asco.
-Viktor…- Advirtió Mika.
-Mañana lo vemos- Dijo restando importancia, cuando sus ojos se iluminaron con malicia. Su mirada se detuvo en Zephyr, que tuvo un escalofrío- Tienes que venir, Zephyr- El rostro del pelirrojo perdió todo el color.
-¡Ni hablar!- Objetó firmemente- No puedo, no encajaría en un sitio como ese- Su voz fue perdiendo fuerza a medida que hablaba. Viktor lo tomó de la mano, él ya había tomado una decisión, no le costaría mucho trabajo convencer al pelirrojo.
-Nos lo pasaremos muy bien…- Reprochó, meloso, conduciendo a Zephyr a su habitación.
-Tu te lo pasarás bien- Replicó en voz baja, apartando la mirada.
-Tendremos que comprarte ropa- Comentó Viktor, ignorando a Zephyr.
-Viktor…- Comenzó a decir, empezando a molestarse. Viktor se giró hacía él, dedicando una mirada sexy, cargada de lujuria.
-Mañana podríamos ir a comprar algo- Zephyr se mantuvo en silencio, si le apetecía salir con Viktor y tenía tres meses para convencerlo para ir con él.
-¿Hay alguna forma de negarme? -Preguntó resignado, Viktor ensanchó su sonrisa, levantó al pelirrojo hasta ponerle a su altura para besarle con voracidad, mientras seguía el camino hasta llegar la cama.
-No- Murmuró contra sus labios.