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Oscuras intenciones por YukoTy

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Notas del capitulo:

Bueno, he tardado un poco, pero aquí está ^^ y dentro de poco el capitulo 3

   La luz del alba entraba por la ventana, despertando al joven que dormía profundamente, se quejó medio dormido todavía, ¿cómo se le había podido olvidar bajar la persiana por la noche? Cuando abrió los ojos, se sintió desorientado, en esa habitación fría y elegante, que no se parecía para nada a su pequeño apartamento siempre desordenado.

   Los recuerdos de la noche anterior cayeron sobre él como un cubo de agua fría, despertandole por completo, salió de la cama y fue al baño a lavarse la cara. Al mirarse al espejo se vio a si mismo como si fuera otra persona, “quizás su alma había salido de su cuerpo” pensó sonriendo tristemente, estaba mucho más pálido de lo normal y tenia unas bolsas oscuras bajo los ojos, suspiró y fue a buscar algo de ropa que Martha dejó en su habitación anoche. Por suerte, la ropa era normal, cogió un pantalón vaquero y una camisa blanca muy sencilla, que, inesperadamente le sentaba bastante bien, por lo que no podrían ser ni de Viktor ni de el otro que iba con él, eran bastante más altos y anchos que él. No es porque Zephyr fuera demasiado pequeño, en realidad podía considerarse alto para un chico de 17 años, pero aquellos dos hombres, sobre todo Viktor, se salían de la media por bastantes centímetros.

   Unos golpes en la puerta llamaron su atención, se giró sin decir nada cuando la puerta comenzó a abrirse con cuidado. Detrás de ella apareció una alegre Martha, llevando una bandeja con una taza y unas tortitas con sirope.

   -¡Estás despierto!- Exclamó- Te traigo el desayuno, cariño- Le dejó la bandeja encima del escritorio y encaró a Zephyr.

   -Gracias, señora Lawrence- Murmuró, ella sonrió quitando importancia.

   -El señor Tenan se levanta tarde, si quiere le puedo enseñar la casa después del desayuno.

   -Si, gracias- Zephyr sonrió alegre por primera vez. Martha salió de la habitación con una inclinación y el muchacho devoró literalmente su desayuno, con todo lo que había pasado, hasta se olvidó de la cena.

 

   Zephyr disfrutó del paseo con Martha, conociendo los largos pasillos de la mansión, le mostró la cocina, una biblioteca, el comedor y hasta tres salas de estar mientras paseaban, el resto de las habitaciones las ignoró deliberadamente, por lo que el chico no hizo ningún comentario. Al salir al patio, le enseñó algunos sitios donde podría pasear o sentarse a leer cuando hiciera buen tiempo. Incluso tenia un pequeño lago artificial.

   El resto de la mañana la pasó mirando los libros y leyendo en el "jardín", mientras esperaba que alguien le diera alguna orden. Ya era mediodía cuando el otro hombre que estaba la noche anterior con Viktor se puso en frente de él y, sin apenas mirarle le llamó.

   -Viktor quiere verte- Dijo con una voz afilada, y algo molesta, Zephyr se levantó con el corazón en un puño y le siguió por la casa, subieron las escaleras y llegaron a una habitación a las cuales Martha había ignorado. Llamó a la puerta y abrió sin esperar una respuesta. Dentro estaba Viktor todavía en la cama. La cama más grande que Zephyr había visto nunca, en medio de una habitación igualmente grande, pero con la misma cantidad de muebles que la suya, un armario con finos acabado, una librería que ocupaba una gran pared entera, repleta de libros, un sillón de cuero negro y, por ultimo, un escritorio vacío. La diferencia es que esta habitación tenía dos puertas, una que suponía que era un baño y otra de cristal que daba a un balcón.

   Viktor se quedó mirando al chico mientras él observaba la habitación, hasta que volvió a posar la vista en Viktor, éste ya se había bajado de la cama. Con el pelo negro desordenado y vistiendo solo un pantalón, dejando su fuerte torso a la vista, era tal y como Zephyr lo había imaginado, ancho y fuerte, con los músculos bien marcados y definidos, el chico no pudo evitar encogerse avergonzado de su cuerpo delgado. Viktor se acercó a él sin dejar de mirarle fijamente, Zephyr solo pudo bajar la mirada, entre avergonzado y nervioso.

   -¿Ocurre algo?- Preguntó con suavidad, Zephyr negó lentamente con la cabeza.

   -No, nada- Murmuró sin dejar de mirar hacía abajo. Viktor aprovechó para mirarle fijamente, sonriendo con anticipación.

   -Tengo algo de tiempo antes de ir al trabajo- Zephyr se mordió la lengua para no preguntar en que trabajaba- Así que podemos empezar con el tuyo- La sonrisa malvada que esbozó produjo un escalofrío en el pelirrojo que notó como le sudaban las manos. Esperó a ver si el pelirrojo tenía algo que decir.

   Pasaron unos pocos segundos, largos y tensos antes de que Viktor decidiera moverse. Le dio la espalda y se sentó en la orilla de la cama

   -Ven aquí- Ordenó con suavidad, Zephyr tuvo que esforzarse para mover las piernas, las sentía clavadas en el suelo. Al andar su cuerpo temblaba, mientras que el moreno le miraba con oscura diversión reflejada en su rostro.

   Se paró en frente suya, quedando a la misma altura, Viktor alzó una mano para acariciar algunos mechones rojos, rozando el sensible cuello del chico, provocandole un jadeo asustado.

   -Agachate- murmuró observando el cuerpo del chico que tenia en frente, éste se quedó de piedra, con un temor intenso reflejados en sus orbes verdes y sus manos temblando a los lados de su cuerpo.

   -¿Qué…?- Alcanzó a decir con la voz ronca, Viktor clavó una mirada que no dejaba lugar a replicas.

   -Agachate- Repitió con autoridad y un toque de amenaza. Zephyr obedeció lentamente, quedándose de rodillas frente a Viktor, aunque miraba fijamente la mesita de noche que tenia a su lado, intentando no enviar miradas furtivas a su entrepierna la cual se encontraba justamente frente a sus ojos.

   La mano callosa de Viktor acarició su mejilla, obligandole a mirarle, Zephyr se quedó hipnotizado por la electricidad que desprendían sus ojos.

   -Sacame la polla y empieza a chuparla- Ordenó en voz baja pero clara, dejando a Zephyr con una expresión de pánico congelada en su cara- ¿Tengo que repetirlo?- Añadió, con una nota de enfado que hizo reaccionar al joven, apartándose bruscamente de él, mientras que Viktor levantaba una ceja.

   -N-no…- Intentó hablar, pero la respiración agitada se lo ponía muy difícil- Por favor… E-eso no…

   -No te lo estoy pidiendo- Su voz fría le atravesó, provocando un jadeo en Zephyr.

   -P-por favor…- Aún sentado en el suelo, se movió un poco más, alejándose torpemente, sintiendo como la intensa mirada de Viktor le atravesaba. El moreno se levantó y fue hacia el chico que temblaba en el suelo, sin ningún esfuerzo lo alzó, agarrándole por el cuello de la camisa, dejando al joven asustado sin tocar el suelo. Con un movimiento brusco lo tiró a la cama, Zephyr se quedó temblando con los ojos cerrados, notó como Viktor se situaba encima de él, aprisionándole con sus piernas. No fue capaz de abrir los ojos. El moreno agarró de nuevo el cuello de la camisa, desabotonando la parte del pecho, lo levantó hasta ponerle a la altura de su cara.

   -¿Te atreves a desobedecerme?- Susurró amenazante junto a su oído, Zephyr dejó de respirar asustado, pero se atrevió a abrir poco a poco los ojos, sintió un escalofrío al ver los intensos ojos azules mirándole con desprecio. Sin ningún tipo de cuidado lo empujó nuevamente a la cama con brusquedad.

   Miró al reloj de la mesita y volvió a dedicarle una mirada amenazante.

   -Tienes suerte, Zephyr- Sus labios esbozaron una cruel sonrisa, pero sus ojos no la compartieron- Tengo que ir a trabajar- Se bajó de la cama y empezó a vestirse con un elegante traje de chaqueta, mientras el muchacho no dejaba de temblar en la cama, respirando con dificultad.

   -Cuando vuelva ya decidiré tu castigo- Comentó en un tono demasiado neutral justo antes de salir de la habitación, cerrando la puerta tras él. Zephyr esperó a dejar de escuchar los pasos para romper a llorar desconsolado, sollozando ruidosamente.

 

   Las horas pasaban lentamente y Zephyr no tenia ánimos para recorrer la mansión, salir al jardín a pasear o para leer un libro. Lo único que le apetecía hacer era desaparecer, huir a alguna parte donde nadie pudiera encontrarlo. Sus ojos le escocían de todas las lagrimas que trataba de contener, con poco éxito.

   Sin darse cuenta cayó dormido, por suerte para él, sin soñar, ya que estaba seguro que no tendría más que pesadillas.

 

   Se despertó por culpa del frío, sintiendo todo su cuerpo erizado, tanteó por la cama en busca de las sabanas, pero sentía los brazos engarrotados, parpadeó adormilado, para darse cuenta de que estaba completamente desnudo. Intentó taparse, confundido, pero algo se lo impedía. Se horrorizó al ver que tenia las manos atadas al cabecero de la cama de matrimonio, la cama más grande que alguna vez hubiera visto.

   Su corazón comenzó a bombear frenético, miró a su a los lados, para comprobar que estaba otra vez en la habitación de Viktor, pero éste no se encontraba. Se revolvió intentando soltar sus manos, pero solo sirvió para hacerse daño en las muñecas que tenia fuertemente atadas.

   La puerta del baño privado se abrió, saliendo de él Viktor solo vestido con una toalla, dejando a la vista su perfectamente trabajado torso, con pequeñas gotas recorriendo su piel, cayendo desde sus mechones morenos, humedeciendo su cuerpo. Una sensación incómoda y caliente se le instaló en el estómago, estaba asustado, muy asustado, pero Viktor era muy atractivo y claro que sentía algo al verle de esa manera.

   El moreno sonrió diabólicamente al ver que el chico ya estaba despierto, se acercó con paso lento y arrogante a la cama, observando sin disimulo el cuerpo desnudo del pelirrojo. Zephyr no se atrevió a abrir la boca cuando Viktor se sentó en la cama, junto a él, perdiéndose en el azul eléctrico que eran sus ojos, mientras el mayor disfrutaba de la vista del cuerpo desnudo del joven.

   Con suavidad, empezó a acariciar el pecho de Zephyr, haciendo que este se encogiera asustado.

   -Zephyr, ¿cuántos años tienes?- El chico se sorprendió de la pregunta, ¿estaba completamente desnudo atado en su cama y le preguntaba su edad?

   -17…- Viktor volvió a clavar a su eléctrica mirada directa en los ojos verdes.

   -Pareces más joven- Comentó observando con gravedad su cuerpo delgado. Zephyr frunció el ceño, junto a Viktor se sentía muy pequeño, pero en realidad no parecía más joven de lo que era, en algún momento habían creído que tenía incluso más. Giró la cabeza, molesto, dejando inconscientemente su cuello expuesto, provocando un escalofrío de deseo y antelación en Viktor.

   La mano que aún estaba rozando el torso del muchacho comenzó a moverse, acariciando su pecho lentamente hasta llegar al sensible pezón, ya erecto por el frío. Zephyr gimió de la sorpresa y se volteó rápidamente, con el horror dibujado en su cara. Los ojos azules se le clavaban, riéndose de él.

   Viktor sacó un pequeño bote de la mesita, vertió parte del liquido viscoso y denso en su entre sus dedos. Sin darle tiempo a que él chico atara cabos, acercó la mano al miembro de Zephyr, que se revolvió, intentando apartar la mano con sus piernas, con un movimiento rápido, Viktor sujetó uno de los muslos del chico levemente, sin hacer realmente presión.

   -Quieto- Ordenó con una voz fría y autoritaria. Zephyr bajó las piernas, obediente y asustado, mientras volvía la cabeza a otro lado, intentando ahogar un sollozo. Viktor sonrió con malicia y continuó acariciando el miembro que empezaba a reaccionar, a pesar de los esfuerzos del joven por lo contrario, al calor producido por el lubricante que había utilizado el moreno. Parecía que se le había introducido, alojándose en su vientre.

   Las lagrimas silenciosas del principio se le habían secado en sus mejillas, y ahora luchaba por reprimir los gemidos provocados por la experta mano de Viktor. Zephyr le dedicó una mirada de reojo, con los ojos húmedos. Se arrepintió en el momento al encontrarse con la mirada fija en sus ojos verdes.

   El calor que se había alojado en su vientre ahora estaba en todo su cuerpo, concentrado en su entrepierna tensa, palpitante. Justo en el momento que sentía el orgasmo llegar, Viktor paró su masaje enérgico, apretando con su dedo indice el orificio en el extremo de la polla de Zephyr. Sin poder evitarlo, gritó de dolor y se mordió con fuerza el labio, miró con los ojos llenos de lagrimas, viendo la expresión divertida del moreno.

   -Zephyr, dime- Dijo con deliberada lentitud- ¿Vas a volver a desobedecerme?- Zephyr no pudo hablar, abrió la boca y la cerró. Ningún sonido salió de su garganta, pero Viktor apretó aún más, sacando otro grito desgarrado, acompañado por unas lagrimas silenciosas.

   -N-no…- Murmuró y suspiró de alivio cuando dejó de apretar, sin quitar su dedo del orificio.

   -Ahora, ¿quieres terminar?- Preguntó con sorna. Zephyr no dijo nada por lo que Viktor se agachó hasta su cuello para pasear su lengua con lentitud.

   El suave roce provocó un gemido ahogado en el pelirrojo. La lengua caliente continuó su camino desde detrás de su oreja hasta su hombro, donde mordió con suavidad. Notó el cuerpo del chico tensarse, estirando de las cuerdas que lo mantenían sujeto.

   -¿Quieres?- Preguntó cerca de su oído, sabía que Zephyr no podía más, lo sentía en su miembro que mantenía firmemente sujeto y notaba los espasmos suaves contra su mano.

   -Si…- Se abandonó, notando más lagrimas de frustración rodar por su mejilla

   -Dilo- Ordenó.

   -P-por favor…- Sollozó de nuevo- D-dejame co… correrme- Consiguió decir completamente avergonzado, con los ojos totalmente cerrados, Viktor sonrió con diversión, apartó completamente el dedo y enseguida vio los chorros de semen salir junto a un grito de placer del joven.

   Antes de haberse recuperado del todo, Viktor se acercó a él, sentándose de rodillas cerca de su cara, con su palpitante erección cerca de su boca.

   -Ahora chupala- Repitió la orden de esa mañana, divertido.

   Con los ojos cerrados, Zephyr giró la cabeza hacia el moreno y le temblaron los labios antes de abrirlos tímidamente, dejando que Viktor se introdujera en ella, llenando su cavidad, lento al principio, fue aumentando el ritmo poco a poco.

   De los ojos cerrados de Zephyr escurrían incansables lagrimas, mojando la almohada de Viktor, mientras éste aumentaba el ritmo y la fuerza, agarró bruscamente del pelo del chico. Con un gemido ronco y una ultima y larga estocada, Viktor se abandonó al placer del orgasmo, derramando su semen en la garganta de Zephyr. Al salir el chico no pudo reprimir una tos persistente causada por el liquido caliente y su brusca entrada.

   Viktor se quedó mirando hasta comprobar que el chico estaba bien. Después sacó un cuchillo que, por alguna razón que Zephyr no entendió, guardaba en la mesilla, para cortar la cuerda que sujetaba sus muñecas al cabecero de la enorme cama. Zephyr bajó los brazos entumecidos y se frotó las muñecas, se le había quedado una marca roja. Sin decir una palabra Viktor entró en su baño y cerró la puerta tras él.

   Zephyr ahogó las lagrimas que quemaban sus ojos, se puso el pantalón tan rápido como pudo, cogió la camisa y fue a su habitación.

   Una vez ya estuvo duchado se tumbó en la cama sin poder evitar el llanto, intentando ahogarlo con la almohada.

 

 

Notas finales:

En fin, espero que os guste ^^


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