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Oscuras intenciones por YukoTy

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Notas del capitulo:

Holaaa, he tenido mucho lio con este capitulo, primero iba ganando por un voto el especial de Zephyr y empecé a escribirlo, cuando volví a entrar había dos votos más para Mika, poniendolo en cabeza xD, así que tuve que dejar el capitulo de Zephyr aparcado y empezar con este, peero, aquí está, y, lo bueno, que el siguiente capitulo ya está medio escrito, por lo que no tardaré en subirlo ^^.

Espero que os gusteee (hay notas al final para aclarar algunas cosillas ^^).

Muuuuuchisimas gracias a todos los que habéis votado y comentado!! x3!

   El suave sonido del océano provocaba una sensación de paz indescriptible. La brisa cálida revolvía suavemente la espesa vegetación provocando un silbido que se incorporaba armoniosamente al sonido de las olas.

   Los rayos de sol acariciaban con suavidad el rostro del hombre tumbado sobre la cálida arena.

   El ruido estridente del despertador sacó a Mika de su pacífico sueño, parpadeando pesadamente. Deseó fervientemente volver a la tranquilidad de su sueño, sobre todo ese día que tenía tanto trabajo por hacer, incluyendo supervisar a Viktor. "Al menos con Zephyr aquí es capaz de despertarse solo".

   Se dio una ducha rápida, desayunó y en media hora ya estaba preparado para ir al trabajo y todavía tenía una hora más, que utilizaría para adelantar parte del trabajo que se había traído a casa.

 

   Estaba bajando las escaleras cuando vio a su hermano felizmente coqueteando con el pelirrojo. La relación de ellos dos cada día le molestaba más.

   -¿Ya nos vamos?- Preguntó Viktor al verle, sin dejar de abrazar al chico que se revolvía avergonzado. Era frustrante.

   -Si- Respondió secamente, sin detener su camino a la puerta.

   Llegaron al trabajo sin mantener siquiera una ligera conversación de cortesía. Mantuvo su atención fija en la carretera, serio, como era normal en él. De camino al departamento, Zephyr no hizo el intento de hablarle, cosa que agradeció. Parecía que el muchacho era capaz de intuir su estado de animo mejor que su propio hermano.

   -Jefe- Escuchó la suave voz de Jane a sus espaldas, era lo último que quería.

   -Dime- Dijo secamente, mientras Zephyr seguía su camino, saludando a la chica con una sonrisa. Jane ya ni le extrañó ese tono molesto.

   -Nos han pedido el resumen de los últimos 5 años para contabilidad- Bajó un poco la voz, Mika no pudo reprimir un suspiro frustrado.

   -Podrían buscarlo ellos mismos, esos inútiles…- Murmuró bastante molesto- Bueno, pues llevárselos- Se dirigió a Jane con el ceño fruncido, ésta sonrió nerviosa.

   -Los tres primeros años no se encuentran en nuestros archivos informáticos, fueron eliminados- Bajó todavía más la voz, ligeramente asustada.

   -Vais a la sala de archivos viejos y buscáis manualmente- Ordenó exasperado, sin darle tiempo a Jane a replicar, entró en su despacho- Suficiente trabajo tengo ya como para que me vengan con estas mierdas- Farfulló ojeando la pila de papeles en su escritorio.

   Jane observó la puerta del despacho de su jefe contrariada. Si, ella tenía que hacer su trabajo, pero él no tenía por qué ser tan arisco con todo el mundo.

   -Jane- La llamó Anne desde su mesa, se acercó con un suspiro cansado a ella- ¿Cómo ha ido?- Preguntó con poca ilusión. Junto a ella Angie, Ron y Zephyr -que se acababa de unir al grupo-, los demás encargados del trabajo, esperaban ansiosos la respuesta.

   -Mal- Bajó los hombros derrotada, los demás suspiraron con frustración.

   -Pensé que por ser tu sería más amable- Anne sonrió traviesa- Ya sabes, por los viejos tiempos- Guiñó un ojo y Jane le lanzó una mirada de advertencia.

   -¿Qué significa eso?- Preguntó Angie curiosa, mirando los rostros de sus compañeras sin entender.

   -Jane y el jefe estuvieron saliendo un tiempo- Explicó, recibiendo la mencionada la mirada estupefacta de los otros tres.

   -Nunca me lo había imaginado con novia- Murmuró Angie- Es decir, es guapo y rico, pero…- Anne asintió, completamente de acuerdo. Jane suspiró cansada.

   -Hace mucho de eso-Dijo- Y, además, fue precisamente por esa actitud por lo que lo dejamos- El rostro de Jane se tornó nostálgico por unos momentos- Es un buen hombre y un buen novio, por supuesto, pero no piensa en otra cosa que en trabajo y yo quería una familia- El resto escuchaba la historia atentamente.

   -Yo creo que necesita un buen polvo- Sentenció Anne, completamente convencida.

   -Anne, por favor- Advirtió Jane, ante las risas abiertas de ella y Angie- Voy a buscar en la sala de archivos, ¿quién viene a ayudarme?- Cambió drásticamente de tema. Zephyr y Ron se levantaron de la silla de inmediato.

   -Gracias, chicos- Dijo con una sonrisa, mientras los tres se dirigían a la polvorienta habitación, les quedaba un gran trabajo por delante.

 

   Mika salió de su despacho al cabo de las horas, había terminado al fin casi todo el trabajo, pero había un pequeño problema que tenía que hablar con Viktor, aunque estar solo era lo único que le apetecía ese espantoso día. Por suerte ninguno de los empleados fue a hablar con él al verle salir, quizás porque estaban ocupados con su trabajo o, quizás, por la cara de pocos amigos que llevaba.

   Al salir del departamento, pudo ver en el pasillo a Zephyr y a Ron llevando un par de carpetas llenas de polvo. El pelirrojo se fijó en él y le dedicó una de esas agradables sonrisas, mientras que su amigo solo desvió la mirada, perdiendo todo el color en su rostro y sin fijarse por donde iba justo antes de tropezar y caer al suelo, dispersando el contenido de las carpetas. Enseguida Zephyr le ayudó a levantarse y a recoger todo el estropicio con una sonrisa. Mika prefirió ignorarlos y pasar por su lado sin decir una palabra, siguiendo su camino al despacho de su hermano.

   Llegó al último piso y llamó a la puerta, sin esperar a que le diera permiso para entrar. Viktor le observó sentado frente a su mesa, rellenando unos formularios.

   -Me sorprende ver que estás trabajando- Comentó sin ningún tono en la voz, Viktor le dirigió una sonrisa sarcástica.

   -He aprendido de ti.

   -Necesito que me firmes esto- Dejó frente a él una docena de documentos, Viktor los miró por encima y comenzó a firmarlos con desinterés- ¿Ni siquiera vas a leerlos?- Preguntó, sin saber como hacía ese inútil jefe para seguir sorprendiéndole.

   -Me fío de ti- Fue la una respuesta que le dio, terminando de firmarlo todo- Ya está, aunque para esto podrías haber mandado a Zephyr- Sus ojos brillaron con diversión, mientras mantenía esa ridícula sonrisa que volvía locos a todos.

   -Vete a la mierda- Espetó, arrancando los papeles de su manos para salir del despacho sin despedirse.

   Cada vez soportaba menos a su hermano y a su estúpida libido.

   Al regresar al departamento, se encerró en su despacho, tentado de cerrar con llave para que nadie pudiera molestarle. Lo único que quería era que ese día terminase.

 

   Las horas habían pasado y el sol empezaba a caer. En la calle la luz anaranjada lo cubría todo, mientras que dentro del edificio de oficinas la luz artificial de las lamparas LED impedían diferenciar la belleza de la puesta de sol en la ciudad. Habían conseguido terminar el pedido para contabilidad antes de lo previsto y todos estaban adelantando trabajo que no habían podido hacer por culpa de ese pedido de ultima hora. Mika había salido del despacho, sin ninguna gana, pero necesitaba hablar con un trabajador acerca de un error en su contrato. Un silencio incomodo llenó la sala mientras el jefe estaba presente, había quedado bastante claro que no era el mejor día para molestarle, aunque nunca fuera un jefe afable y simpático, ese día en especial estaba de mal humor, por lo que todos andaban con pies de plomo.

   Y todo estaba saliendo bien hasta que un muchacho de rizos castaños se chocó contra una mesa, volcando el contenido de un vaso de café encima de, entre otros, la carpeta que tenía que estar en contabilidad a primera hora de la mañana, estropeando así, el trabajo de toda la tarde de 5 personas.

   El silencio, antes incomodo, se volvió sepulcral. El rostro de Ron perdió todo el color en un momento y se sintió acuchillado por todas las miradas que no se atrevían a hacer el menor ruido. El chico deseó poder esconderse debajo de una mesa y dejar de sentirse abrasado por todas esas miradas fijas en él.

   -Lamder- La voz grave con un toque amenazador de Mika rompió el silencio al llamarle por su apellido y produjo un temblor en las manos de Ron- Ven a mi despacho- Ordenó sin alzar el tono, ni mirarle, se dirigió a paso rápido al pequeño despacho y el chico se obligó a seguirlo dentro.

   Cerró la puerta tras él y le observó asustado como se sentaba al otro lado de la mesa.

   -Sientate- Dijo, atravesándole con una mirada que podría haberle matado allí mismo. Ron obedeció sin decir una palabra, y sin mantener la dura mirada que le dedicaba.

   Mika suspiró y masajeó su sien, buscando la mejor forma de empezar, sin terminar por estrangular a ese chico asustado que tenía en frente.

   -Para empezar quiero que sepas que, aunque ya has pasado tu mes de prueba, aún puedes irte si no trabajas bien- Observaba atentamente las reacciones de Ron ante sus palabras, apretando fuertemente los puños con los ojos vidriosos- No me gustaría no renovar tu contrato, eres muy trabajador- Intentó suavizar su tono, el chico estaba empezando a llorar- Pero tienes que solucionartus fallos.

   El silencio del despechado después de su discurso fue roto por los suaves sollozos que Ron intentaba retener.

   -L-lo siento m-mucho- Murmuró con hilo de voz. Mika se molestó algo más de lo que ya estaba, ¿de verdad daba tanto miedo como para provocarle esa reacción?

   -Puedes irte- Ron se levantó de un salto y salió rápidamente del despacho, como un conejillo asustado.

 

   No quedaba mucho para la hora de salir, Mika decidió quedarse en su despacho, no tenía ánimos para salir y enfrentarse a las miradas acusadoras por hacer llorar a un pequeño chico inocente.

   Cuando al fin salió del despacho, la mayoría se habían ido ya, solo quedaban unas cuatro personas terminando su trabajo y Zephyr ayudando a Ron a terminar de nuevo la carpeta para entregar a contabilidad. Se acercó en silencio, notando en seguida el nerviosismo que les creaba.

   -Zephyr, es hora de irnos- Dijo en voz baja, sintiéndose molesto. Zephyr le dirigió una mirada contrariada.

   -Yo…- Estaba seguro que le diría que quería quedarse a ayudar a Ron, pero éste le calló con una mirada ceñuda.

   -Por favor, Zephyr, vete, me has ayudado mucho, te lo agradezco, pero puedo terminar esto solo- Soltó la frase rápidamente, trabándose con las palabras y mirando suplicante al pelirrojo.

   -Ve y dile a Viktor que volveré más tarde- Añadió Mika, recibiendo una verde mirada sorprendida. Zephyr asintió y salió del departamento, que para ese momento ya estaba vacío- ¿Por donde vas?- Preguntó una vez se quedaron solos.

   -Puedo terminar solo…- Murmuró Ron sin mirarle. Mika se sentó junto a él y siguió por donde Zephyr lo había dejado.

   -Te ayudaré y terminaremos antes- Dijo autoritario, sin permitir una replica por parte del castaño.

   No estuvieron más de media hora reordenando algunos informes, ya que al menos tenían localizadas las carpetas, pero el temblor en las manos de Ron les hizo ir ligeramente más lento.

   -Jefe, voy a introducir los datos en el ordenador, así ya lo tenemos si se extravía de alguna manera- Mika asintió en silencio, metiendo las hojas en una carpeta- Muchas gracias por su ayuda, terminaré esto y me iré a casa- Ron se atrevió a mirarle fugazmente con una sonrisa tímida.

   -Se más consciente de lo que hay a tu alrededor la próxima vez- Aconsejó en voz baja, Ron asintió mientras su cara se volvía roja poco a poco. Mika le observaba con interés, ese chico siempre le había molestado, cada vez que estaba al rededor actuaba como si se asustara de él. Entendía que podía ser serio, pero no era para tanto- Lamder- Llamó su atención, dispuesto a encontrar una respuesta- ¿Se puede saber por qué siempre actúas como si estuvieras asustado de mi? No se que has podido llegar a pensar pero…- Enmudeció cuando volvió a fijar la vista en el chico. De sus ojos marrones las lagrimas salían sin descanso, mientras le miraba con una expresión triste y dolida. Se levantó de golpe de la silla y desvió la mirada al suelo.

   -Lo s-siento mucho- Dijo con la voz temblorosa- No quería darle esa… Impresión- Volvió a fijar sus ojos en él- Y-yo… Desde que llegué he… Me he sentido atraído… Por usted- Confesó con un hilo de voz, observando tímidamente tras las lagrimas la reacción de sorpresa de su jefe.

   -¿Estás hablando en serio?- Bajó la voz inconscientemente, notando una sensación extraña en su vientre. Ron asintió lentamente.

   -Siempre me pongo nervioso, por eso…- Murmuró sin mirarle. Mika se pasó una mano por pelo.

   Hacía mucho tiempo que no se encontraba en una situación así, no recordaba como se debía rechazar a una persona formalmente sin hacerle sufrir.

   -Me siento halagado por esto pero…- Ron le hizo un gesto para que se callara.

   -No pretendía decirle nada- Se secó las lágrimas y habló mirando directamente a sus ojos- Y no quiero una relación de novios, pero…- El castaño tomó aire- ¿Algo como amigos con derecho? No le pediría nada, solo cuando le apetezca podríamos vernos, yo…- Se mordió el labio inferior, sabía que era arriesgado, pero era una situación irrepetible- Sería solo sexo sin compromiso- Murmuró poco convencido.

   Las palabras del joven daban vueltas por su cabeza, le atraía la idea del sexo sin compromiso, pero era un hombre. Nunca había cruzado a la otra acera… Aún así, la idea era tentadora, era un chico, si, pero un chico guapo, más guapo que alguna de sus novias y ninguna de ellas le había dejado usar "la puerta de atrás".

   Quizás era por el día de mierda que había tenido, quizás celos porque su excéntrico hermano tuviera una relación perfecta, o quizás, y solo quizás, por el hecho de que llevaba más de un año sin tener relaciones sexuales. Se estaba planteando ese acuerdo y no podía verle parte negativa, ¿y qué si era un hombre? No podía ser tan diferente de estar con una mujer.

   -Ven- Ordenó, dando media vuelta camino a su despacho. Ron cerró la puerta tras él y se miraron en un incomodo silencio- Nunca he estado con un hombre- Admitió al fin. Ron lo tomó como una respuesta positiva y se acercó a él. Pasó sus brazos por el cuello de Mika y juntó sus labios con suavidad.

   Mika sintió su sangre hervir, hacía tanto tiempo que anhelaba ese tipo de contacto. Abrazó a Ron por la cintura, atrayendolo hacía él, lamiendo sus labios, el chico le imitó, comenzando la danza de sus lenguas sedientas la una de la otra. Apretaron el abrazo, buscando sentir más.

   Los dedos de Ron se enredaron con el pelo negro de Mika, desordenandolo salvajemente, el moreno respondió introduciendo sus manos por debajo de la camiseta del chico, acariciando su tibia piel. Ron rompió el beso con un gemido, bajó sus manos con suavidad, acariciando cada centímetro de su piel hasta llegar a sus hombros. Jadeaba con el pulso acelerado, las manos de Mika seguían en su cintura. El chico se alzó una vez más para llegar hasta el cuello de Mika, lamiendo con suavidad, intercalando con pequeñas mordidas y besos.

   Exhaló un gemido ronco, apretó con fuerza el pequeño cuerpo que mantenía abrazado, rozando su miembro duro contra el abdomen de Ron. El chico bajó sus manos sensualmente para concentrarse en desabrochar su pantalón. Mika agarró sus muñecas para detenerle en su avance.

   -Espera- Murmuró con la voz ronca, Ron se alejó un poco de él para mirarle a los ojos, excitado y confundido- ¿Qué tengo que hacer?- Preguntó en voz baja, ante la mirada sorprendida del castaño.

   -No te preocupes por eso- Sonrió para tranquilizarle- Yo me ocupo- Acercó una vez más sus manos, pero Mika le detuvo una otra vez. Hizo un pequeño mohín.

   -Dime que tengo que hacer- Su voz sonó autoritaria, él no era del tipo que se quedaba quieto y dejaba a su amante hacerlo todo. Ron rodó los ojos, dejó atrás a Mika que le seguía con su mirada mientras el chico llegaba hasta el escritorio y se apoyó en él en una actitud coqueta. Mika se giró por completo y se quedó mirando, expectante.

   -¿Quieres meterla?- Preguntó desvergonzado. Mika sintió una corriente eléctrica de placer solo con el sonido de su voz con ese toque sensual, asintió lentamente, tragando saliva. Ron sonrió con anticipación, se giró para quedar de espaldas a él, apoyando sus codos en la mesa- Vamos- Animó.

   Mika observó un poco asustado, seguía sin saber que tenía que hacer. Se acercó lentamente, con cuidado acarició la cadera del chico, tanteando a ciegas el cierre del pantalón. Ron gimió en voz baja cuando el moreno le bajó el pantalón, acarició la cintura del chico, introduciendo una mano tímida por la ropa interior antes de bajarla y dejar su trasero desnudo expuesto hacía él. Podía escuchar los jadeos y gemidos de Ron y solo conseguía excitarlo más.

   -¿Qué hago ahora?- Volvió a preguntar, Ron se revolvió, un poco molesto.

   -Solo metela- Respondió secamente. Mika se mordió el labio para no volver a preguntar, no estaba muy convencido, pero Ron parecía decidido. Se bajó él mismo el pantalón, suspirando de alivio al sacar su miembro duro de su prisión de tela. Presionó la pulsante entrada del chico, buscando con sus manos los botones de la camisa de Ron, para desvestirle lentamente.

   Ron gimió al sentir el roce en su trasero, levantó la cadera para acercarse más a su polla. Mika no quiso contenerse más y se hizo paso por el anillo de músculos, sorprendiendo por la facilidad en la que su polla se introdujo en el pequeño orificio. Por el medio grito y medio gemido de Ron, pudo ver que no le había hecho daño y él tampoco podía controlarse. Empezó a moverse lentamente, gimiendo en voz baja, no podía evitarlo, nunca antes había sentido algo igual.

   Su cuerpo no tardó en pedirle más, acelerando el ritmo de las estocadas y la fuerza de estas. El despacho estaba lleno del sonido del roce de sus cuerpos y los eróticos e incontenibles gemidos de Ron. Un grito llamó la atención de Mika, notó como el cuerpo que tenía debajo temblaba con pequeños espamos que se reflejaron también en su interior, succionando su polla de una manera exquisita. Mika no pudo controlar el placer que le embargaba, una corriente de placer le inundó de pronto con intensidad, se tumbó sobre Ron, con un grito grave, para después jadear intensamente en su nuca.

   Mika se apartó con esfuerzo del chico, en cuanto se vio libre del cuerpo del moreno, Ron comenzó a arreglar su ropa, todavía respirando con dificultad y algo tembloroso.

   -Tengo que darme prisa- Dijo de pronto- Antes de que salga el último metro- Sonrió tímidamente, mirando la hora. Mika hizo lo mismo, regulando su respiración.

   -Te acerco- Dijo con un tono neutral, el chico negó nerviosamente.

   -No hace falta, me da tiempo…- Cerró la boca cuando recibió la mirada autoritaria de Mika, bajó la cabeza un poco asustado.

   -Te llevo- Por su tono de voz no dejaba lugar a replicas, Ron se vio obligado a asentir a regañadientes.

 

   -¿Cómo se supone que funciona esto?- Preguntó Mika mientras conducía, mirando al frente fijamente, Ron dio un pequeño salto sobresaltado.

   -¿El qué?- Murmuró un poco asustado.

   -Esta… Relación- Mika también bajó la voz, Ron desvió la mirada, seleccionando las palabras con cuidado.

   -Cuando te apetezca… Eso- Carraspeó ligeramente- Me llamas y, bueno, quedamos…- Murmuró sintiendo como el calor subía a su rostro. Mika le miró fugazmente.

   -¿Solo?- Preguntó frunciendo el ceño, esto era algo nuevo para él- ¿Tu estás bien con eso?

   -Si, claro- Respondió extrañado por esa pregunta.

   Mika detuvo el coche en la puerta de la estación y observó fijamente a Ron que se quitaba el cinturón para no alargar esa situación incomoda.

   -Gracias- Murmuró, con la mano en la puerta, preparado para bajarse en el momento en que Mika agarró el cuello de su camisa para atraerlo hacía él y besarle con fogosidad durante un buen rato, hasta dejar al muchacho sin aliento. Le observó fijamente con sus ojos oscuros cuando se separó de él.

   -De nada- Dijo en voz bajo junto sus labios, provocando un cosquilleo. Ron sonrió ligeramente y se bajó del coche con sigilo.

Notas finales:

Bueno, ahí está, espero que os haya gustado, ahora, unas poquitas de explicaciones xD.

Creo que he utilizado demasiadas expresiones españolas >___<, lo siento, pero me gusta como quedan ;__; si hay algo que no termineis de entender, solo tenéis que decirlo y yo lo explico x3!!

Ante lo que puedan pensar algunos, Mika está (más bien estaba) enfadado con el mundo porque no tenía sexo >////>, espero que ninguno piense que está celoso de Viktor porque le guste Zephyr (eso no pasará jamás xD). Más bien es porque el todos los días tiene su ración de amor (jejeje).

Ron es bastante lanzado x3, el pretendía tener sus sentimientos en secreto, pero ya que se habían descubierto, pues se arriesga xD y mira que bien le ha salido, oye xD.

Bueno, espero que os haya gustado, no tardaré en subir el siguiente capitulo ^^.

 

Un beso a tooooodos


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