Domingo 11:23 am
Zephyr daba vueltas, aburrido, por la gran cama de matrimonio que compartía con Viktor, éste se había ido hacía ya un par de horas para "una reunión informal de trabajo". El pelirrojo suspiró, debería pensar en levantarse, vestirse, desayunar, buscar algo que hacer. Si no vivieran tan a las afueras podría ir a pasear o al parque a comerse un helado… El ruido de la puerta le llamó la atención, fijándose en ella desde la cama.
Alice entró en la habitación con la bandeja del desayuno, con dos tazas y dos platos con tortitas. La chica le observó sorprendida.
-¿Dónde está Viktor?- Preguntó acercando la bandeja a la mesita. Zephyr se incorporó en la cama, teniendo cuidado de mantenerse tapado, todas las mañanas despertaba desnudo, aunque al entrar en la cama llevara un pijama. De una forma u otra, terminaba por no usarlo.
-Ha ido a una reunión- El pelirrojo arrugó la nariz- Parece que algo importante- Murmuró mirando a otro lado, Alice sonrió con complicidad mientras le acercaba una taza de café y ella bebía de la otra.
-Toma- Le ofreció con su alegría contagiosa.
-Gracias- Zephyr aceptó la taza caliente devolviendo la sonrisa. Los dos bebieron en silencio, Alice observaba al pelirrojo pensativa.
-Zephyr, se me ocurrido una manera de pasar el rato- Ocultó una sonrisa maliciosa detrás de la taza, Zephyr sonrió nervioso- ¡Esperame aquí!- Salió corriendo de la habitación, dejando al pelirrojo desconcertado.
Alice regresó al cabo de 5 minutos con una caja grande entre las manos que dejó sobre la cama, junto a Zephyr. Le miró impaciente.
-Ábrelo- Dijo emocionada, Zephyr abrió la tapa desconfiado, sacando un vestido corto, lleno de lazos y encajes.
-¿Qué es?- Preguntó cada vez más desconfiado. Alice se sentó en la cama junto al pelirrojo.
-Es un disfraz de Maid- "¿De qué?" pensó Zephyr mientras paseaba su mirada entre el vestido que aún sostenía y la expresión divertida de Alice. La chica le quitó importancia al tema con un ademán.
-Tienes que probártelo- Asintió enérgicamente. Zephyr perdió todo el color en su rostro.
-Ni hablar- Se opuso, dejando el vestido desordenadamente en su caja. Alice hizo un puchero, acercando la caja hacía él.
-Vamos, a mi no me queda- Agarró el vestido y lo colocó sobre el pelirrojo- En ti se vería increíble- Zephyr frunció el ceño con un mohín.
-Es un vestido- Recordó, por si Alice no se había dado cuenta de ello.
-Venga, será un secreto- Agarró las manos del chico- No se lo diré a nadie- Alice le miró con sus ojos azules llenos de falsas lágrimas- Hazlo por nuestra amistad- Pidió en un tono lastimero. Zephyr rodó los ojos.
-Está bien- Cedió con un mohín. Alice bajó de la cama de un salto, sin rastro de las lágrimas en sus ojos, le miró con una sonrisa radiante.
-¿Necesitas ayuda para vestirte?- Preguntó sin disimular su felicidad. Zephyr miró el vestido, planteandoselo seriamente.
-No hará falta- Murmuró.
Se llevó la caja con el vestido al baño. Le costó un buen rato encontrar la manera de ponerse todos esos encajes y lazos en su sitio. Se miró al espejo, frustrado al ver que Alice tenía razón, el vestido le sentaba demasiado bien. La falda negra era demasiado corta, peroal menos no era estrecha, tenía algo de vuelo, adornado con encaje blanco en el filo, terminó de atarse el corset negro que ajustaba la camisa blanca escotada que llevaba debajo, terminó de colocarse bien las mangas, ajustando los lazos de estas. Tomó aire, y abrió la puerta del baño, enfrentándose a la mirada emocionada de Alice.
-¡Zephyr! Estás genial- Se acercó corriendo a él- Te queda mucho mejor que a mi- Murmuró con el ceño fruncido, el pelirrojo no pudo evitar reírse- Ven- Alice le guió hasta la cama, donde se sentaron los dos, Alice había traído otra caja.
-Alice…
-¡Ábrelo!- Pidió ella emocionada, sin dejarle hablar. Zephyr suspiró resignado y abrió el paquete, donde encontró más ropa, esta vez formada por un conjunto de camiseta y pantalón corto de una tela peluda de color naranja, también encontró un cinturón con una cola larga del mismo tono y una diadema con orejas de gato.
-… ¿Un disfraz de gato?- Dejó la ropa dentro de la caja con el ceño fruncido.
-¡Te quedará genial!- Afirmó ella, justo antes de dar una palmada, asustando al pelirrojo- Tengo que echarte una foto- Exclamó levantándose de la cama, Zephyr la siguió, intentando detenerla.
-¡Nada de fotos!- La chica le ignoró deliberadamente, siguiendo su camino hasta la puerta- ¡Alice!- Zephyr estaba a punto de ir tras ella, que ya había llegado a la puerta, cuando esta fue abierta por Viktor, extrañado por todo el ruido que estaban haciendo los chicos. Sus ojos se abrieron por la sorpresa cuando vio a Zephyr con su disfraz.
Alice salió de la habitación, dedicando al pelirrojo una sonrisa maliciosa, cerró la puerta tras ella. Viktor se quitó la chaqueta sin decir nada, dejándola en la silla, antes de acercarse a la cama, donde estaba Zephyr mirando al suelo, dejando que los mechones rojos ocultaran su rostro que también estaba completamente rojo.
Viktor llegó hasta él sin mediar palabra, agarró con demasiado brusquedad su brazo, buscando sus labios para atraparlos en un beso pasional. Se sentó en la orilla de la cama, empujando al pelirrojo con él sobre esta, para colocarlo sobre él. Zephyr empujó con fuerza hasta tumbar a Viktor sobre la almohada, quedándose a horcajadas sobre él, jadeando rápidamente, Viktor le observaba sumiso con una sonrisa lasciva.
-¿Por qué…?- El chico no fue capaz de terminar la pregunta, Viktor jugueteó con el dobladillo de su falda, demorándose en contestar.
-Aprovecho la situación- Dijo simplemente, fijando una intensa mirada en los ojos verdes que intentaban negar su excitación.
Zephyr apretó los labios, sin saber que decir. Viktor terminó por levantar la falda, haciendo una mueca decepcionada.
-¿Por qué no llevas ropa interior a juego?- Zephyr intentó bajarse de su regazo, pero Viktor no lo permitió, lo empujó contra él para devorar una vez más sus labios, bajando sus bóxer para excitar la entrada pulsante del chico. Zephyr gimió contra sus labios, intentando separarse.
-Por lo menos- Murmuró cuando logró zafarse del abrazo- Deja que me quite esto- Llevó sus manos al lazo que sostenía el corset. Viktor le apartó las manos con suavidad y formó una sonrisa lujuriosa.
-Dejalo- Murmuró en voz baja, el calor subió a la cara del pelirrojo que bajó la mirada avergonzado.
-Viktor…- Empezó a quejarse en voz baja, pero su voz se convirtió en un gemido cuando sintió un dedo invasor pentrandole súbitamente. Se mordió el labio inferior para callar su voz, animando a Viktor a continuar su intrusión, añadiendo un segundo dedo.
Ayudó al chico a quitarse la ropa interior, aprovechando para él mismo despojarse de sus ropas. Zephyr se colocó sobre el miembro erecto de Viktor, rozándole eróticamente su excitada entrada, mientras el chico intentaba controlar sus gemidos y respiración.
Viktor agarró la polla erecta de Zephyr sobre la falda, masturbandola con el tacto de la tela. El pelirrojo movió sus caderas al ritmo de la mano de Viktor, introduciendo lentamente la polla que palpitaba por entrar dentro de él. Poco a poco, sin dejarla entrar completamente.
-Ze-phyr…- Susurró con lujuria, sin poder controlarse, empujó las caderas del pelirrojo hacía abajo, gimiendo cuando se tragó toda su polla. Zephyr ahogó un grito de sorpresa y placer, deteniéndose solo un instante antes de comenzar con el lento vaivén. Viktor introdujo su mano por debajo de la falda para masturbar el tenso miembro del pelirrojo con fuerza, sacando gemidos incontrolados de los labios rojos de Zephyr.
Con su mano libre agarró la nuca del chico para atraerlo una vez más a su boca, acallando los jadeos con sus besos. Sonrió contra esos labios cuando sintió su interior contraerse y su polla vibrar contra su mano. Los chorros de semen mancharon la falda y le hicieron gritar separando sus labios. Viktor agarró sus caderas para dar una última y brusca embestida para derramarse en su interior, provocando un escalofrío en Zephyr, que cayó derrumbado sobre él.
Viktor se incorporó, dejando al pelirrojo tumbado a su lado. Aprovechó para observarle con el vestido, acariciando suavemente los mechones rojos que caían por su rostro. Zephyr abrió los ojos lentamente, lanzó un suspiro, sintiendo aún pequeñas olas de placer que no querían desvanecerse. Viktor se tumbó otra vez, pasó su brazo por los hombros del pelirrojo y lo atrajo hacía él para besarle cariñosamente.
Se quedaron en esa posición, en silencio, un buen rato, concentrados en el sonido de sus respiraciones acompasadas. Zephyr se incorporó, apoyándose en el pecho de Viktor para mirarle fijamente con expresión turbada. Viktor pasó su mano suavemente por la espalda.
-Viktor…- Murmuró contrariado- ¿Preferirías que fuera una mujer?- Preguntó seriamente, con unas pequeñas lágrimas empezando a formarse en sus ojos brillantes provocando una incontenible carcajada en Viktor. Zephyr frunció el ceño- Estoy hablando en serio- Murmuró con la voz estrangulada. Viktor le empujó contra él y besó sus labios una vez más.
-Claro que no- Respondió aún riéndose, el pelirrojo le lanzó una mirada suspicaz- No me gustan las mujeres- Explicó con naturalidad.
-Entonces… ¿Por qué no me has dejado quitarme esto?- Ahora estaba más confundido que molesto.
-Estás muy sexy con esa ropa- Sonrió con lujuria, dándole un repaso con la mirada, consiguiendo que el calor volviera al rostro de Zephyr.
-¿Nunca has estado con una mujer?- Preguntó en voz baja al cabo de un rato.
-Estuve prometido- Confesó con algo de nostalgia- Mi abuelo quería hacerse con una empresa y pensaban unirse con nuestra boda- Zephyr escuchaba muy atento la historia- Cuando él murió lo cancelé, no me hace falta casarme con nadie para conseguir lo que quiero- Esbozó una sonrisa llena de orgullo- No tardé ni un año en comprar esa y un par de empresas más- Lanzó una pequeña risita malvada, mirando a otro lado con satisfacción. Volvió a centrar su atención en el pelirrojo- ¿A ti te gustan?- Devolvió la pregunta, curioso.
-No lo se…- Respondió en voz baja, desviando la mirada- Nunca me ha gustado nadie antes- Viktor sintió una punzada de satisfacción y estrechó al chico contra él.
Miercoles 19:01
El sol ya se había puesto, faltaba solo unas horas para que terminara el turno de tarde en las oficinas y todo marchaba tranquilamente. Zephyr estaba llegando a la sala de archivos cargado con unas carpetas cuando sintió unas manos que le ayudaban con su carga. El rostro sonriente de Ron apareció detrás de las carpetas, abriendo la puerta.
-Gracias- Sonrió cuando dejaron las carpetas en las estanterías.
-De nada- Devolvió la sonrisa mientras los dos salían de la sala- Zephyr- Le llamó con una sonrisa radiante- Ven el viernes a cenar al restaurante de mis padres- Zephyr le miró sorprendido- Yo invito- Rió alegremente.
-Si, claro- Respondió devolviendo la sonrisa.
Volvieron al despacho hablando de cosas sin importancias alegremente. Zephyr no conseguía estar completamente atento a la conversación, no había pensado mucho cuando le había dado la respuesta.
Ya no era el "esclavo" de Viktor, podía salir cuando quisiera, tenía libertad y no tenía muchos amigos como para permitirse el lujo de rechazar todas las invitaciones y ya había rechazado todas las propuestas de salir de fiesta con sus compañeros. Al menos esta invitación no le obligaba a emborracharse.
Habían llegado a la mansión y estaba siguiendo a Viktor por las escaleras, en silencio y con la mirada perdida. Viktor le dejó paso a la habitación, el chico entró y anduvo lentamente hasta la cama.
-Zephyr, ¿pasa algo?- Preguntó, abrazándole por la espalda. Zephyr se giró, encarandole con una sonrisa nerviosa.
-Ron me ha invitado a cenar el viernes, en el restaurante de su familia- Por un momento ninguno de los dos dijo nada, solo se miraron fijamente.
-Claro- Murmuró acercándose al armario para quitarse la ropa- ¿Cómo volverás luego? ¿Quieres que te recoja?- Zephyr suspiró aliviado, por un momento pensó que Viktor no le permitiría salir.
-No hace falta, gracias- Respondió, desnudándose también. Viktor se volvió hacía él desnudo de cintura para arriba.
-No puedes volver andado- Frunció el ceño bajo la mirada verde del pelirrojo.
-Está bien, volveré en taxi- Viktor asintió, empujándolo suavemente para tumbarlo en la cama- ¡Viktor!- Se quejó con una sonrisa divertida mientras Viktor se subía sobre él.
A la mañana siguiente, Viktor salió de la habitación mientras Zephyr aún estaba vistiéndose, se encontró con su hermano que hablaba con Alice.
-Buenos días- Saludó al llegar junto a ellos.
-¡Buenos días!- Respondió alegremente Alice antes de coger de nuevo el cesto con la ropa que tenía que tender.
-Mika, ¿quién es "Ron"?- Preguntó una vez se quedó a solas con él. Los ojos negros de Mika se abrieron sorprendidos por la pregunta- Zephyr dijo que había quedado con él…- Murmuró un poco molesto. Mika esbozó una sonrisa divertida.
-Un muchacho que trabaja en ventas- Mika no pudo evitar reírse divertido con los evidentes celos de Viktor- No tienes que preocuparte por él- Comentó atrayendo la atención de su hermano. Su sonrisa se volvió oscura, con un toque malvado- En realidad hay otra personas que le mira con esos ojos.
-¿Qué ojos?- Preguntó crispado.
-La misma mirada que se te queda a ti- Viktor estuvo a punto de decir algo más, pero vio al pelirrojo bajar las escaleras hasta ellos. Echó una última mirada inquisitiva a su hermano y los tres salieron camino al trabajo.