Los días habían pasado con tranquilidad, volviendo a la normalidad después del pequeño enfado de Viktor yZephyr había decidido no darle importancia a lo ocurrido. No llegó a disculparse con el pelirrojo y mantuvo una actitud distinta, un poco evasivo, incluso Zephyr le había llegado a sorprender con la mirada fija en él, pensativo. Pero no quería hablar de ello, cada vez que intentaba decir algo, Viktor encontraba una forma eficiente de distraer su atención.
Eso había pasado la noche anterior, Zephyr se despertó enredado en las sabanas, junto al cuerpo tibio de Viktor. Se estiró intentando no despertarlo y suspiró, sentándose contra el cabecero de la cama. Viktor pasó pesadamente un brazo por la cintura del chico.
-¿Estás bien?- Preguntó adormilado sin mirarle, medio dormido aún. Zephyr acarició el pelo negro que tenía cerca de su cadera, enredando los dedos entre los mechones.
-Si, ¿y tu?- Preguntó directamente, mirando fijamente la nuca de Viktor, este se removió, tensando sus músculos.
-Si- Murmuró incorporándose, rehuyendo la mirada del pelirrojo.
-No es verdad- Reprochó con un mohín- Llevas casi una semana de… Esa manera- Dijo, sin encontrar las palabras exactas para resumir la actitud esquiva de Viktor.
-Estás exagerando- Viktor no prestaba atención a Zephyr.
Fue a bajarse de la cama, cuando la mano suave de Zephyr agarró su brazo evitando su avance. Viktor se giró hacía él, abriendo la boca para replicar alguna excusa poco elaborada, pero tuvo que cerrarla cuando vio la expresión de enfado del chico.
-¡Viktor! La última vez que me evitabas de esa forma fue cuando me dejaste- Bajó la mirada apenado y Viktor volvió a sentir el pinchazo en el estómago de la culpabilidad. Abrazó al pelirrojo, estrechándole contra él.
-Vamos, Zephyr, no te voy a dejar- Zephyr murmuró una protesta amortiguada- Está bien- Cedió mientras acariciaba la espalda desnuda del pelirrojo, agarró sus hombros, separándose un poco de él para poder mirarle a los ojos- Me he dado cuenta de lo guapo que eres y no puedo evitar mirarte embobado- Susurró completamente en serio, el rostro de Zephyr se tornó escarlata en un momento, dejó la cama y fue directo al armario para vestirse.
-Deja de mentirme- Replicó sin mirarle, Viktor se fue tras él, le gustaba verle tan avergonzado.
-Zephyr- Mika salió de su despacho justo cuando Zephyr pasaba frente él, observó a "su cuñado", confundido- Necesito que le lleves esto a Viktor- Le enseñó una carpeta.
-Claro- Sonrió, cogiendo la carpeta antes de dar media vuelta hasta el ascensor para ir al último piso.
Llamó a la puerta del despacho y esperó a que le dieran permiso. Viktor le esperaba sentado frente a su mesa, Zephyr dejó la carpeta frente a él, sin saber si ahora debería irse. Viktor se levantó, colocándose frente al pelirrojo, manteniendo su mirada con un brillo malvado, tomó sus labios en un beso lento y suave, Zephyr respondió, pasando sus brazos por el cuello de Viktor.
-¿No… tengo que volver?- Murmuró separando su cuerpo solo lo justo y necesario para poder hablar.
-No hará falta- Volvió a unir sus labios con más brusquedad, en un choque necesitado, tragándose los jadeos irregulares del chico.
Retiró descuidadamente las cosas de la mesa para subir a Zephyr sobre ella, sin romper el beso.
-¿A qué viene esto?- Preguntó jadeante, cuando logró separarse de él, Viktor comenzó a atacar su cuello con suaves besos y lametones. Zephyr apretó la camisa entre sus dedos, mordiéndose el labio inferior para no gemir, sintiendo como el calor de su cuerpo se acentuaba a medida que los besos de Viktor bajaban hasta su torso.
-¿Necesitas una explicación?- Murmuró cuando tuvo que separarse de él para a quitarle la camiseta.
Zephyr colocó sus manos temblorosas sobre el primer botón de la camisa, empezando a desabotonarla, aprovechando para acariciar la piel caliente que casi quemaba las yemas de sus dedos.
-Zephyr- Gimió roncamente su nombre, luchando con el cierre del pantalón del pelirrojo, le dificultaba la tarea el bulto que presionaba debajo de éste y la lengua del pelirrojo en su cuello que no le dejaba mantener la atención.
Se detuvo cuando consiguió tener a Zephyr completamente desnudo frente a él para observarle con deseo. Empujó con suavidad al pelirrojo para tumbarlo sobre la mesa, con su otra mano acarició la estrecha entrada con un dedo, deleitándose con los gemidos erráticos del chico. Introdujo un dedo sin esfuerzo y Zephyr gritó en respuesta.
Viktor estaba ya en su limite, mientras masturbaba el interior del chico, con una sola mano se quitaba su pantalón, sacando su polla completamente erecta y pulsante. No podía seguir esperando, sacó sus dedos de la húmeda cavidad y los reemplazó por su miembro. Zephyr ahogó un grito al sentirle completamente dentro de él, Viktor se tumbó sobre él, buscando sus labios para besarle con voracidad y deseo, comenzando a embestir lentamente pero con fuerza, llegando hasta el fondo de Zephyr.
Su embistes fueron aumentando la velocidad, acarició con las yemas de sus dedos los labios entreabiertos del pelirrojo, los introdujo con suavidad y la mirada brillante y más verde de lo normal se fijó en el rostro de Viktor, que le miraba sonriendo de lado, introdujo sus dedos en la boca, instando al chico que los lamiera. Zephyr obedeció pasando su sedosa lengua por ellos bajo la mirada caliente y atenta de Viktor. Separó su mano con brusquedad y agarró la polla desatendida del chico, Zephyr no pudo evitar gritar con placer al sentir la mano húmeda de Viktor masturbandole.
El pelirrojo sentía el calor acumulado en su entrepierna a punto de estallar cuando el ruido inequívoco al otro lado de la puerta.
Alguien estaba llamando.
Todo el color se fue de la cara de Zephyr, apretó con fuerza el brazo de Viktor que estaba a su alcance, mirándolo asustado, suplicante. Viktor se detuvo un segundo, observando fijamente al chico, pensativo. Desvió la mirada hacía la puerta y sintió las uñas de Zephyr clavarse en su brazo con fuerza.
-Pasa- Dijo con voz alta y clara y la presión en su brazo cesó. Zephyr se tapaba los ojos con la cara, pero no conseguía disimular sus lágrimas. Viktor continuó con las embestidas y los sollozos del chico se hicieron más evidentes.
El pelirrojo sentía su mente nublada, apenas escuchó la puerta abrirse, pero si pudo notar la mirada fija en él. Pero su cuerpo no compartía la opresión que sentía en el pecho, con las fuertes y certeras embestidas de Viktor no pudo evitar que el orgasmo llegara con brusquedad, aunque hiciera todo lo posible por contenerse, los chorros de semen cayeron sobre su torso y su cuerpo se relajó. Intentaba calmar su respiración cuando sintió la esencia de Viktor derramándose en dentro suya y la curiosidad pudo con él y abrió los ojos, aunque le costó reconocer a Joseph, de su mismo departamento. Miraba al suelo avergonzado, mantuvo una corta conversación con Viktor y salió a paso rápido del despacho.
En cuanto Viktor aflojó su agarre, Zephyr se bajó de la mesa, aún con las piernas temblorosas, sin mirarle ni decirle nada se puso la ropa desordenadamente y salió del despacho. Fue directamente al baño a arreglarse e intentar calmarse.
Estaba lavándose la cara, aunque las lágrimas no dejaban de caer cuando escuchó un ruido tras él.
-Zephyr…- La voz suave le asustó, no se atrevió a girarse para encararle.
-Lo siento, Joseph- Murmuró ahogando un sollozo, su compañero se acercó a él, rozando con suavidad su hombro.
-No llores, está bien- Intentó tranquilizarle en voz baja, pero el pelirrojo seguía temblando- Zephyr, tranquilizate- El chico se giró finalmente e intentó controlar sus lagrimas.
Cuando sus miradas se encontraron Zephyr fue incapaz de decir una palabra, apartó la mirada una vez más, observando el suelo de azulejos en los que casi podía verse reflejado.
-Zephyr, no es tu culpa- Afirmó, acariciando con suavidad el rostro del pelirrojo- Vamos, te acompaño fuera de aquí, ¿está bien?- El pelirrojo asintió, lavándose la cara una vez más.
Zephyr estaba sentado en un banco, Joseph le había acompañado hasta un parque y ahora había ido a comprar un refresco para él.
-Perdón por hacerte esperar- Joseph se sentó junto a él, sobresaltando al pelirrojo que no había estado atento.
-¿Seguro que no pasa por estar conmigo?- El muchacho había informado a las recepcionista que tenía que salir antes.
-Ya te he dicho que está bien- Repitió- No pasa nada porque me tome un día libre- Se sentó junto a él, mirando a Zephyr, pero éste no le prestaba mucha atención, aún se le veía con ganas de llorar.
El silencio se alargó hasta resultar incomodo, Joseph le miró disimulado, sin saber como comenzar.
-¿Tienes una relación con el presidente?- Preguntó en voz baja. Zephyr suspiró antes de asentir en silencio- ¿Y sabes por qué…?- No terminó la pregunta, Zephyr negó- ¿Vas a volver a su casa?
-No- Dijo sin mirarle.
-¿Dónde vas a ir ahora?- Zephyr apretó los labios y tardó en contestar.
-No lo se, buscaré algo- Joseph se levantó y le tendió la mano.
-Puedes quedarte conmigo mientras estás buscando- Zephyr por fin le miró
-No querría…
-No tiene importancia, vivo solo, así que no es un problema- Zephyr asintió y se levantó para seguirlo.
-Gracias…- Murmuró.
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Viktor llegó al parking, encontrándose con su hermano apoyado en el coche. Mika le miró extrañado.
-¿No está Zephyr contigo?- Viktor no respondió- No volvió después…- Su hermano seguía en silencio- ¿Ha pasado algo?- Preguntó, empezando a preocuparse, Viktor entró en el asiento del copiloto.
-Vamonos- Gruñó. Mika se sentó pero no arrancó el coche.
-¿Dónde está Zephyr?- Preguntó más serio, Viktor desvió la mirada.
-No lo se- Respondió simplemente.
-¿Vas a contarme que ha pasado?- Su hermano le devolvió la mirada, que mantuvo altivo, sin dejarse amenazar.
-No- Mika miró al frente y comenzó a conducir camino a casa, sin dirigirle la palabra a Viktor en el viaje.
Estaba molesto con la indiferencia de su hermano y preocupado por el chico, solo esperó que pudiera encontrar un sitio para dormir.