Esa mañana Mika no le había dirigido la palabra a su hermano, incluso Alice, notando toda la tensión que se respiraba, había estado en silencio, sin preguntar por Zephyr.
Al igual que en casa, durante el viaje y al llegar al trabajo, mantuvieron el silencio tenso, Viktor trataba de ignorarlo con indiferencia mientras Mika se dividía entre las ganas de gritarle algo a su hermano y la preocupación por el pelirrojo, que no sabía donde había pasado la noche.
Al llegar al departamento, evidentemente preguntaron por él, solo respondió que estaba enfermo y todos parecieron conformes con esa excusa, nadie intentó indagar más. Mika entró en su despacho, se hacía una pequeña idea de lo que había pasado, o al menos quien estaba implicado. Ya ayer le había parecido raro que le pidiera a alguien más que le llevara unos informes sin importancia. Sintió una punzada de culpabilidad al pensarlo.
Durante la tarde estuvo siguiendo al muchacho con la mirada hasta hallar un momento en el que pudieran hablar a solas, acorradandole en la sala de archivos.
-Joseph- Le llamó por su nombre, él llevaba ya varios años trabajando en la empresa y, aunque no hablaban mucho, tenía algo de confianza en el muchacho- Hay algo que quiero hablar contigo- Joseph se asustó ligeramente por el tono serio de Mika.
-C-claro- Murmuró, dejando las carpetas en una mesa que estaba guardando.
-Ayer…- Su voz se apagó, tenía dudas de como preguntar por eso- Cuando Viktor te llamó, ¿pasó algo con Zephyr?- Los ojos de Joseph se abrieron con sorpresa y en seguida bajó la mirada, avergonzado.
-Eso… ¿Te ha dicho algo?- Preguntó sin mirarle.
-No, por eso te pregunto a ti- Mika no apartaba la mirada, Joseph se revolvía nervioso.
-Cuando llegué al despacho estaban…- Su rostro se tornó rojo en un momento y Mika lo comprendió todo, sin necesidad de que terminara su frase.
-Entiendo- Joseph le miró aliviado- ¿Sabes si Zephyr está bien?- Tenía más preguntas, pero esa era la principal. Joseph asintió levemente.
-Estaba triste y enfadado- Empezó a explicar- Y me dijo que no quería volver… Le dije que podía quedarse en mi casa- Mika suspiró aliviado.
-Bien- Susurró- Si se va en algún momento llamame- Joseph observó a su jefe, valorando cuanto podía confiar en él en aquel momento, terminó por aceptar asintiendo en silencio.
-¿Sabes por qué hizo eso?- Preguntó en un susurro. Mika suspiró, después de todo, él estaba implicado directamente, merecía saberlo también.
-No me lo ha dicho, pero lo imagino- Quiso dejar claro- Yo… Le dije lo que tu sentías por Zephyr- Joseph le miró con los ojos muy abiertos- No pensé que reaccionaria así, lo siento- Pocas veces se había sentido tan arrepentido por algo.
-¿Cómo lo sabes?- Mika se encogió de hombros, sin darle importancia.
-Me di cuenta- Dijo simplemente, Joseph bajó la mirada avergonzado una vez más- Viktor está siendo muy posesivo, supongo que querría dejarte claro que Zephyr es de "su propiedad"- Suspiró y se apoyó contra la pared.
-Lo único que ha conseguido es que se aleje de él…- Murmuró, Mika asintió para darle la razón.
-Cuando Zephyr se vaya, por favor avisame- Dijo, dando por terminada la conversación.
Ahora, al menos sabía que el pelirrojo estaba bien, pero estaba incluso más molesto con su hermano.
Cuando bajó al aparcamiento, Viktor le esperaba apoyado en el coche, con una expresión tranquila, Mika pasó por su lado sin decir una palabra, ni dirigirle una mirada. Al igual que el viaje de ida, el de vuelta lo pasaron en un tenso silencio, que se alargó hasta llegar a la mansión.
-¿Sabes que todo esto te lo has buscado tu solo?- Explotó Mika cuando entró por la puerta principal, Viktor se giró lentamente, encarando con expresión cansada a su hermano.
-Dejalo ya- Murmuró masajeandose los ojos.
-Zephyr se ha ido por tu culpa- Reprochó, molesto. Viktor solo se encogió de hombros.
-Si quiere irse, que se vaya- Respondió al darse la vuelta, subiendo las escaleras y dejando a Mika observando su espalda subiendo las escaleras. Apretó los puños y dio media vuelta, hacía el coche de nuevo.
Ron estaba ayudando a su hermana pequeña con una redacción cuando su móvil vibró en su bolsillo, se separó de la mesa donde estaba con su hermana.
-Katy, un segundo- Murmuró antes de aceptar la llamada- ¿Diga?- Sabía que iba a encontrarse con la voz de Mika y eso siempre le producía un cosquilleo en el estomago.
-Hola- Esa simple palabra le produjo un ligero temblor- Estoy aquí, ¿tienes tiempo ahora?- Eso si le tomó por sorpresa. Mika siempre le llamaba antes de salir de su casa, era la primera vez que le avisaba con tan poco tiempo
-S-si, claro- Se miró en el espejo, aún no se había puesto el pijama- No tardo- No esperó una respuesta por parte de Mika, colgó el teléfono- Katy, cielo, dile a Anya o a mamá que te ayude- Besó a su hermana para despedirse de ella.
-¿A dónde vas?- Preguntó ella, más interesada en la salida nocturna de su hermano que en su redacción. Ron le guiñó un ojo.
-No seas cotilla- Evadió la pregunta saliendo a paso rápido hacía el restaurante.
-Ronnie, ¿vas a salir?- Preguntó su madre desde la barra, Ron sonrió y se acercó a ella.
-Si, vuelvo más tarde- Besó a su madre en la mejilla y salió casi corriendo. Mika le esperaba donde siempre, un par de calles lejos de su casa había un cruce poco transitado, era su punto de encuentro, Ron no quería que le esperara justo en la puerta de su casa.
Se acercó al coche negro aparcado, Mika le esperaba dentro, con la mirada perdida, Ron entró y se sentó a su lado.
-Hola- Sonrió- ¿Ha pasado algo?- Preguntó- Me has sorprendido…- Mika se encogió de hombros.
-Pasaba por aquí- Murmuró, Ron decidió dejar el tema, Mika puso el coche en marcha, dirección al hotel de 5 estrellas al que siempre iban. Ron siempre lo había visto excesivo, pagar una noche completa, con desayuno incluido, para estar solo unas horas, ya que nunca dormían allí, pero tenía que reconocer que las habitaciones del hotel eran increíbles, todo un altar al lujo y al derroche, muy distinto a los hostales baratos a los que él solía acudir…
Llegaron a la habitación, Ron fue directo a la cama, le encantaban esos colchones tan cómodos y el tacto suave de las sabanas. Mika se acercó a mirar por la ventana, observando las luces de la parte adinerada de la ciudad, sin darse cuenta de la mirada curiosa de Ron.
El chico se había dado cuenta de que había algo que le preocupaba y si le había llamado era para distraerse, no servía de nada que intentara hablar con él si él no quería contarle sus problemas. Mika ya le contaría sus problemas más adelante si lo veía necesario.
Se levantó de la cama sin hacer ruido para acercarse a Mika, pasó una mano por su cintura antes de ponerle frente a él, empujándolo con suavidad. Le dedicó una sonrisa coqueta con la que pretendía distraerlo para que no notara sus intentos de desabrochar su pantalón. Por la sonrisa lasciva que le devolvió, supuso que no había resultado, pero aún así no trató de detenerle y Ron siguió con lo suyo. Cuando consiguió bajar la ropa interior, el chico se puso de rodillas frente a él. Sin dejar de mirarle, introdujo su polla en su boca, dejando que ésta creciera dentro de él, Mika gimió en voz baja al notar el interior húmedo y caliente en esa parte tan sensible.
Ron lamió desde la base hasta la punta cuando el miembro ya estaba completamente erecto, lo introdujo de nuevo en su boca y bombeó con fuerza, alternando miradas lascivas con sus enormes y brillantes ojos directas a los profundos y negros de Mika.
Agarró entre sus puños algunos rizos del chico, marcando el ritmo, Ron se dejó llevar, notando como la polla palpitaba dentro de su boca. Mika agarró con fuerza la cabeza entre sus manos y empujó contra su cuerpo, corriéndose en la garganta de Ron.
El chico se alejó lentamente, jadeando y excitado, Mika agarró su brazo con brusquedad para levantarle, buscando sus labios con necesidad, Ron respondió con la misma intensidad mientras era llevado a la cama sin romper el beso, desnudándose el uno al otro.
Cuando llegaron a la cama, tenían la poca ropa que les quedaba desordenada sobre el cuerpo, se separaron mientras jadeaban, Ron se terminó de desnudar y Mika buscó en el bolsillo de su chaqueta que estaba tirado junto a la cama un pequeño bote de lubricante. Para cuando volvió a la cama, situándose sobre Ron, éste ya estaba completamente desnudo y expectante, se echó sobre el chico, levantandole las piernas e introduciendo dos dedos lubricados en su interior.
-M-mika- Gimió entrecortadamante, revolviéndose contra esos dedos.
La polla de Mika volvía a estar tensa y erecta, preparada para ensartar el interior del chico que ahora masturbaba para dilatarlo. Ron puso una mano con suavidad sobre su brazo, él ya no podía más. Sacó los dedos, dejándolo con la sensación de vacío solo unos segundos, llenándolo con su miembro, pudo escuchar el grito del chico, sentir como su cuerpo se contraía y su polla palpitaba y se sacudía dejando escapar todo el liquido viscoso sobre su abdomen.
Ron jadeaba fuertemente y Mika dejó que se relajara sin moverse, hasta que sus jadeos se convirtieron en pequeños suspiros. Empezó a moverse, sin poder controlar su propia voz, le encantaba el interior estrecho y caliente que se amoldaba a su miembro.
Continuó las embestidas, aumentando el ritmo y la fuerza, casi podía notar como se movía la cama y chocaba contra la pared. Levantó las piernas del chico, consiguiendo una penetración más profunda con la que sintió como ahora era su propio cuerpo el que convulsionaba, anticipando el placer que estaba por llegar, derramándose en su interior.
Salió de su cuerpo con su miembro flácido y se tumbó, cayendo a su lado en la cama mientras relajaba su respiración.
-Mika…- Murmuró cuando los dos se habían relajado, Mika le miró directamente a los ojos- Dime la verdad, ¿que ha pasado con Zephyr?- La pregunta le tomó por sorpresa, Mika ya se había dado cuenta de lo perspicaz que era, pero todavía no se acostumbraba a su forma directa de decir las cosas. Desvió la mirada.
-Ha discutido con Viktor- Resumió demasiado simplemente, pero fue suficiente para que Ron asintiera.
Nunca lo había hablado con él, pero estaba seguro que se imaginaba algo, de todas maneras, Zephyr no era demasiado disimulado.
-¿Y a ti que te pasa?- Preguntó bajo la mirada atenta de Ron.
-¿A qué te refieres?- Intentó evadir la pregunta, disimulando.
-Llevas unos días preocupado por algo- Insistió, Ron suspiró, a él tampoco se le pasaba nada.
-Un antiguo novio quiere volver y yo no quiero- Resumió tranquilamente, sin darle importancia.
-¿Te está molestando?- Preguntó y el chico creyó ver algo de preocupación en sus ojos.
-No…- Murmuró- Solo me está mandado correos, ya le he bloqueado.