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Oscuras intenciones por YukoTy

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Notas del capitulo:

Estoy un poco ocupada, estoy empezando el capítulo 4 y quiero terminar el otro fic, así que tardaré un poco en subir T___T

   A la mañana siguiente le despertó Martha con el desayuno, dejandole respetuosamente, acostado en la cama, sin preguntar nada. Zephyr no salió de la cama en toda la mañana, comió solo un poco, tenia el estomago totalmente cerrado, las extremidades las sentía pesadas y entumecidas. Después del mediodía, más o menos a la misma hora del día anterior, escuchó unos suaves golpes en la puerta, se giró hacia ella dejando de notar su corazón.

   -Viktor quiere verte- Dijo con la misma voz fría de ayer, Zephyr se quedó paralizado. La mirada del hombre se crispó, tornándose molesta- Sal de la cama y ven- Ordenó en un tono que heló la sangre del chico, tuvo que esforzarse para que su cuerpo le obedeciera y salir de la efímera sensación de seguridad que le daban las sabanas.

 

   Al entrar en la habitación Viktor estaba desayunando un café y tortitas, el mismo desayuno que había tomado él hacia unas horas, le dedicó media sonrisa y el otro hombre que le había acompañado hasta la habitación, salió sin decir nada.

   -Buenos días, Zephyr- Saludó con normalidad, mientras que el chico no era capaz de mirarle a la cara sin recordar la noche anterior-¿Has dormido bien?- Aunque la conversación era formal, el tono de sorna que ocultaban sus palabras incomodó a Zephyr, negándose a mirar sus ojos burlones.

   -Si- murmuró sin moverse.

   -Acercate- Ordenó, disfrutando de la palabra, Zephyr obedeció sintiendo su pulso latir en sus oídos. Cuando quedó a escaso medio metro de Viktor se detuvo y tuvo que ser éste quien dio el ultimo paso para quedar junto a él. Se encontraba tan cerca que podía oír el frenético latido del chico, como temblaban sus manos y como luchaba por no dirigirle una mirada. Viktor no pudo evitar sonreír con la satisfacción de un depredador al tener a un pequeño herbívoro acorralado.

   Sintió un escalofrío de placer cuando agarró con brusquedad el pelo rojo de Zephyr, obligandole a clavar una mirada de miedo y odio a sus ojos azules nublados por el deseo. tiró un poco más de él y se agachó para tomar su boca con urgencia, besandole con fuerza y autoridad. Aprovechó un quejido del pelirrojo para introducir su lengua ávida, explorando minuciosamente toda la húmeda cavidad. Zephyr reaccionó involuntariamente, agarrando con las manos temblorosas la camisa de Viktor y siguiendo su frenético avance torpemente. El beso duró unos 20 segundos, pero a Zephyr le pareció que el tiempo se había detenido, a su alrededor todo perdió su sentido, sintiendo vacío cuando Viktor se separó de él con una sonrisa de satisfacción.

   -Esta noche seguiremos- Susurró en su oído antes de soltarle e ir a prepararse para el trabajo, sin añadir nada más.

   Zephyr salió sin despedirse, asustado de la advertencia y de su propia actitud, había disfrutado con ese beso húmedo y salvaje y lo peor era que Viktor se había dado cuenta. Volvió a su habitación sintiéndose enfermo y terriblemente enfadado consigo mismo.

 

   -Zephyr, cariño-La voz de Martha distrajo la atención que tenía el chico en uno de los libros que había encontrado en la biblioteca- Te he traído algo de merendar- Le enseñó una bandeja con té y pastas.

   -Gracias señora Lawrence, no hacía falta- Le gustó comprobar que aun tenia fuerza para sonreír con sinceridad, sin embargo, la sonrisa de la anciana vaciló.

   -Zephyr…- Suspiró, se la veía algo preocupada.

   -¿Pasa algo?- El chico se levantó con curiosidad

   -Quería hablar sobre Viktor- Zephyr sintió un escalofrío con solo la mención de ese nombre- A veces es algo cruel…- El joven resopló, "A veces algo cruel" se quedaba bastante corto- Bueno… No es una mala persona… En el fondo…- La señora Lawrence estaba algo nerviosa- Se que no te ha tratado especialmente bien- Reconoció demasiado indulgente- Solo espero que no seas muy duro con él.

   -Yo… No entiendo- Zephyr intentó encontrar las palabras- ¿Cómo puedo ser duro con él?- Martha suspiró y recogió la bandeja vacía.

   -Una ha visto muchas cosas…- Su mirada se volvió distante.

   -No creo que haya nada que pueda hacer- Murmuró sin entender del todo a la anciana.

   -Dios siempre nos da una oportunidad para vengarnos- Sonrío abiertamente- Y valora muchísimo a aquellas personas que se muestran indulgentes- Le dedicó otra sonrisa antes de marcharse de la habitación.

   Zephyr se quedó observando la puerta un buen rato, intentando descifrar el sentido en esas palabras, - ¿Venganza…?¿alguien le habría traicionado?- Sintió una punzada de lástima, pero… ¿Podía un pasado difícil justificar actos crueles en el presente?

   No, por supuesto que no.

 

   Intentó volver a su libro, pero no lograba concentrarse después de la conversación con Martha, se había imaginado un montón de pasados traumáticos y difíciles para Viktor. Aún así no justificaba su comportamiento actual. Distraído como estaba no se dio cuenta que la habitación caía poco a poco en la penumbra con unas ultimas luces anaranjadas que entraban por la ventana abierta. Escuchó unos golpes en la puerta que le sacaron de de sus pensamientos. Antes de que le diera tiempo a decir nada, la puerta se abrió dando paso a un imponente Viktor, vestido con un traje de chaqueta negro y los tres primeros botones de su camisa desabrochados, invitando a observar sus músculos del pecho. Zephyr abrió muchos los ojos, sinceramente sorprendido de verle allí.

   -¿Dónde está el mensajero?- Bajó la cabeza avergonzado al darse cuenta de que lo había dicho en voz alta, temiendo la reacción de Viktor. Pero éste sonrió divertido.

   -Me he escapado unas horas del trabajo- Se apoyó en el marco de la puerta, en una pose casual- Sígueme- Ordenó girándose y andando sin ni siquiera comprobar que el joven iba tras él.

 

   Al llegar a la puerta de su habitación dejó paso a un cabizbajo Zephyr, cerrando la puerta tras él. Viktor se sentó en la cama, mientras que el pelirrojo se quedaba junto a al puerta, el moreno le miró levantando una ceja.

   -¿Vas a quedarte ahí?- La pregunta no tuvo respuesta por parte del chico, Viktor suspiró- Ven aquí- Zephyr obedeció lentamente, parando al llegar junto a la cama. Viktor se recostó sobre el cabecero, y estiró del brazo del joven para subirlo frente a él. Zephyr se quedó en el sitio con una evidente desconfianza hacia Viktor, éste sonrió con fingida inocencia.

   -Zephyr, me encanta jugar contigo- Empezó a decir, ante la sorpresa del chico- Pero cuando Mika llegue estará enfadado, no tenemos mucho tiempo- Zephyr abrió la boca para replicar, Viktor aprovechó la ocasión para pegar la suya, introduciendo su lengua, para enmudecer al chico, apretando con fuerza su cabeza contra él, mientras su otra mano se encargaba de desabotonar su camisa acariciando la suave piel de Zephyr. Cuando se separó, suavizando el beso lentamente, sus ojos azules parecían echar chispas y en ellos se veía reflejada la sonrisa malvada que le caracterizaba.

   -Termina de desnudarte- Ordenó provocando un escalofrío en Zephyr, le costó obedecer con las manos temblorosas, quitándose lentamente la camisa y los pantalones. Viktor ensanchó su sonrisa al ver su notable erección escondida solo por la fina tela de sus bóxer- Todo- Replicó en voz baja, el pelirrojo inhaló una buena bocanada de aire y bajó de un tirón su ropa interior, dejando a la vista su pulsante polla, enfadado consigo mismo por las reacciones de su cuerpo.

   Viktor sonrió satisfecho, agarró al pelirrojo para subirlo a la cama, mientras él se sentó, apoyando su espalda contra el cabecero. Palmeó sus piernas mirando con sus manos

   -Sube- El joven se sorprendió, pero no le quedó más remedio que obedecer, fue a subirse a horcajadas sobre las piernas de Viktor- Al revés- Ordenó bajo la mirada entre curiosa y asustada de Zephyr.

   Se giró dándole la espalda a Viktor. Le escuchó moverse y abrir un cajón, intentó mirar que hacía, pero una mano en el pelo no le permitió girar la cabeza.

   -Viktor…- Zephyr se quejó por un tirón de pelo, pero éste le ignoró.

   Viktor agarró su brazo dejando en su mano un bote, sintió un escalofrío cuando lo miró y vio el mismo lubricante de la noche anterior

   -¿Qué…?

   -Preparate- El chico miró hacía atrás, sin entenderle.

   -¿A qué te refieres?- Otra vez la sonrisa de satisfacción.

   -Voy a entrar en tu culo- Se acercó para hablar en su oído, mientras acariciaba el trasero del joven- Te estoy pidiendo que juegues con él hasta que se ensanche- Zephyr no se movió. Se había quedado congelado con el horror reflejado en su cara.

   -Estás… Y-yo no- Seguía mirando sobre su hombro los lascivos ojos azules. Viktor apretó una de sus nalgas con fuerza.

   -Te voy a follar esta noche- Su tono no era de amenaza o autoritario, habló con tranquilidad y afirmación- Te estoy dando la posibilidad de que no sea doloroso para ti.

   -V-viktor…- Zephyr se giró antes de notar las lagrimas agruparse en sus ojos. Viktor presionó con su dedo gordo la entrada del pelirrojo, que gritó por la sorpresa, dejando caer unas pocas lagrimas.

   -Es tu decisión, Zephyr- Apretó un poco más y el chico se mordió el labio inferior para reprimir un sollozo.

   -E-está bien…- Murmuró vertiendo bastante cantidad del liquido viscoso en sus dedos. Viktor soltó su agarre y disfrutó de la vista de Zephyr que empezó a rozar su entrada demasiado estrecha.

   -Mete tu dedo- Susurró lo suficientemente alto para que su voz provocara un escalofrío en el pelirrojo, que obedeció ahogando un gemido de dolor. Suspiró intentando relajarse, tuvo que apoyarse en la pierna de Viktor, respirando profundamente. Empezó a moverse cuando su cuerpo se acostumbró.

   Se sorprendió al comprobar que, aparte de no ser doloroso, era bastante placentero y su polla reaccionó provocandole una descarga de placer.

   Siguió masturbando su sensible cavidad a su ritmo, intentando no gemir cuando un escalofrío le recorrió al sentir la cálida mano de Viktor acariciar su pierna.

   -Mete otro dedo- Su voz sonó ronca y sus ojos estaban oscuros por el placer, su polla se sentía asfixiada por la ropa que aún no se había quitado. Zephyr obedeció con más confianza y deseo.

   Con un gemido perdió el equilibrio y cayó hacía delante, quedando con las piernas extendidas y su redondo culo expuesto y totalmente sumiso a Viktor. El moreno se desabrochó la camisa y el pantalón, lo bajó lo justo para que su polla quedara libre, untó parte del lubricante en ella, ya estaba erecto y preparado.

   Zephyr se había estaba quieto, intentando disimular sus jadeos. Viktor levantó al chico, agarrándole por el pecho, hizo sacar los dedos que aún tenía dentro y lo colocó sobre él, con su polla erecta presionando contra la cavidad ya lubricada.

   Una mano en el pecho del pelirrojo lo mantenía junto a él y con la otra empujaba por su cadera para poder entrar. Escuchó un sollozo ahogado por parte del pelirrojo.

   -D-duele…- Se quejó con voz ahogada y sintió besos suaves en su nuca.

   -Relajate, dejará de doler- La voz de Viktor era autoritaria como siempre, consiguiendo que el chico se relajara un poco. De una sola estocada, empujando el cuerpo de Zephyr con fuenza, se introdujo de lleno en su interior, sin poder evitar que un gemido gutural se le escapara por su boca entreabierta al sentir el interior del chico apretándole. Escuchó más sollozos por parte de Zephyr y dejó que este se acostumbrara antes de empezar a moverse.

 

   Comenzó lentamente, con suavidad, y, aún así, Zephyr sintió una punzada de dolor, pero su cuerpo reaccionó por si mismo, siguiendo el movimiento y disfrutando con el calor del cuerpo de Viktor en su espalda y en su cuello. El moreno, ya en su limite, aumentó la velocidad, moviendo las caderas del chico arriba y abajo a lo largo de su polla a punto de estallar.

   Necesitaba más. Más fuerza. Más contacto. Más rápido.

   Empujó su espalda sin ningún cuidado, el delgado cuerpo de Zephyr cayó sobre la cama. Viktor levantó sus caderas y volvió a introducirse dentro con un jadeo ronco, agarrando con fuerza el cuerpo del pelirrojo, le empezó a follar con fuerza. Zephyr todavía lloraba, y aún le dolía la invasión, pero estaba empezando a disfrutarlo. Viktor agarró la polla del pelirrojo cuando empezó a notar las contracciones contra su propio miembro y bombeó con fuerza su mano, consiguiendo que un brutal orgasmo estallara con un grito desesperado y se dejó llevar. Con dos embestidas más, él mismo dejó escapar su simiente dentro del relajado cuerpo de Zephyr, con un gemido ronco contra la un ca del chico.

 

   Aún jadeando por el intenso orgasmo, dejó salir su polla flácida del interior de Zephyr y volvió a recostarse contra el cabecero, mientras el joven se dejaba caer boca abajo, jadeando ruidosamente. Viktor lo observó desde arriba, para ser un niño virgen, ese había sido uno de los mejores polvos de su vida. Sonrió con malicia, pensando que más cosas podría hacer para ponerle al limite.

   Con ese pensamiento y sin decir nada, se levantó y fue a darse una ducha. Zephyr se quedó mirando su cuerpo desnudo hasta perderse detrás de la puerta. Aprovechó, no sin esfuerzo, para salir de allí, pudo darse cuenta de lo difícil que le resultaba agacharse para coger la ropa desordenada en el suelo cuando sintió un pinchazo en su baja espalda.

 

   Ya vestido y escuchando el ruido del agua, salió de la habitación, al abrir la puerta, se encontró de frente con el hombre que siempre le acompañaba "Mika", recordó que le había llamado así. Éste solo le dedicó una intensa mirada de enfado y entró como una furia al cuarto, cerrando de un portazo.

Notas finales:

Espero que os haya gustadoooo ^__________^


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