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Oscuras intenciones por YukoTy

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Notas del capitulo:

Bueno chicaaas, ya lo tengo!!, ahora seguiré mi ritmo normal ^^ (entre 3 y 6 días por capitulo).

Bueno, espero que os guste x3!!

Quiero también agradeceros a todoos vuestros comentarios ^^, me animan mucho a seguir!!, graciaaas!!

   -Señor Tenan- Martha llamó la atención de su jefe cuidadosamente mientras éste se quitaba la chaqueta, le dedicó una agradable sonrisa- Hay algo que me gustaría hablar…- Viktor fue hacía la mujer y la guió amablemente hacía una de las salas de estar.

   -Si quieres un aumento de sueldo- Empezó a hablar ignorando a la señora Lawrence- Sabes de sobra que no hay problema…

   -Señor Tenan- Martha carraspeó para hacerle callar, le encaró con ceño ligeramente fruncido- Es sobre Zephyr de lo que quiero hablar- Sentenció, suavizando su expresión, Viktor sonrió relajadamente.

   -Se porta bien, ¿verdad?- Comentó con fingida inocencia, Martha le dedicó una mirada severa.

   -Es un chico encantador- Corroboró- Pero no puedes mantenerlo aquí encerrado, un muchacho como él tiene que salir y estar con gente de su edad…- Viktor hizo callar a la señora con un movimiento.

   -Siempre he valorado mucho tu opinión, Martha- Dijo en un tono suave pero autoritario- Zephyr y yo tenemos un trato. Es mejor que te mantengas al margen- Concluyó, justo antes de salir, dejando a la anciana suspirando de forma cansada.

   Justo al salir, Viktor decidió ir a buscar a Zephyr, antes de que alguien más pudiera molestarle de nuevo.

 

   No tardó mucho en encontrar al muchacho, estaba en su habitación empezando el segundo libro de ese día, tumbado tranquilamente en la cama. Cuando escuchó la puerta, se giró sin sorprenderse que nadie hubiera preguntado si podía pasar. Zephyr se encontró directamente con los ojos azules y burlones de Viktor, no hizo falta que este dijera nada, el pelirrojo se levantó de la cama dejando el libro en la mesita. Por primera vez, Viktor se adentró en la habitación del chico quedando frente a él, los ojos verdes le miraron directamente con curiosidad. Viktor pasó una mano por la estrecha cintura del chico, abrazándole con fuerza y posesividad, acercó su rostro a apenas un centímetro de distancia al de Zephyr, rozando sus labios al hablar.

   -Te he echado de menos- Murmuró, consiguiendo que el rostro de Zephyr se tornara igual de rojo que su pelo, provocandole una sonrisa divertida antes de tomar sus labios suavemente. Zephyr abrió ligeramente los labios en un ofrecimiento sumiso a Viktor, lo que provocó un escalofrío en él, que aceptó la invitación, apretando su cuerpo para que el chico pudiera notar su excitación y lamiendo el interior de sus labios con tortuosa lentitud.

   Zephyr gimió antes de devolver el abrazo y alzarse un poco para introducir su lengua en la cavidad de Viktor, instándole a ser más rápido y salvaje en el beso. Viktor sintió un escalofrío de placer, abrazando con pasión el cuerpo delgado del pelirrojo, tratando de fundirse con él. Ese chico le estaba provocando a posta y él ya estaba prácticamente en su limite.

   Se separó con brusquedad, con el deseo nublando su mirada, Zephyr intentó una vez más juntar sus labios para fundirse en otro beso abrasador, pero Viktor no lo permitió, le agarró con fuerza del brazo y tiró de él para sacarlo de la habitación. Zephyr se dejó guiar por el pasillo hasta la inmensa habitación de Viktor, éste entró bruscamente, cerrando la puerta de un portazo antes de volver a tomar los labios del joven con desesperación, comenzó a desabotonar su camisa mientras andaban torpemente hacía la cama. Antes de que pudieran acercarse, la puerta se abrió, entrando sin ningún reparo un enfadado Mika. Viktor pronunció una maldición en voz baja, echando un último vistazo al pelirrojo que se había separado de un salto de él.

   -¿Qué pasa ahora?- Preguntó cansado, Mika frunció el ceño y se adelantó un paso dentro de la habitación, cerrando la puerta tras él.

   -Volvimos antes con la condición de que terminarías con el trabajo aquí- Respondió con reproche, encarando a Viktor e ignorando bastante bien la situación en la que se encontraba antes.

   -Eres demasiado estresado- Se quejó desviando la mirada malhumorado. Mika le imitó, todavía más enfadado.

   -Tu eres el que está demasiado relajado- Replicó volviendo a mirarle furioso, Viktor le devolvió la mirada con una sonrisa burlona, consiguiendo crispar más los nervios de su amigo.

   -De verdad que tienes que relajarte- Le aconsejó mientras acariciaba el trasero de Zephyr, el pelirrojo le miró angustiado incapaz de moverse- Te puedo dejar a Zephyr- Empujó un poco al chico, como si lo estuviera ofreciendo- Es un chico, pero como puta es bastante bueno.

   El silencio que reinó en la habitación después de las palabras de Viktor se volvió extremadamente tenso, Mika volvió a mirarle con reproche después de una fugaz e inquisitiva mirada al joven. Zephyr se había quedado de piedra, con lagrimas agolpadas en sus párpados. Mika fue a abrir la boca para decir algo pero la cerró de golpe cuando Zephyr, de un manotazo, apartó la mano Viktor que seguía acariciándole.

   -Me voy- Espetó sin dedicar una última mirada a ninguno de los dos hombres, abrió la puerta de la habitación y cerró con un portazo. No se dignó a pasar por su habitación, ya que nada de lo que había allí era suyo, bajó con rapidez la escalera dirigiéndose directamente a la puerta principal con decisión, sin siquiera mirar atrás.

   Consiguió evitar que las lagrimas abandonaran sus ojos, pero eso no sirvió para mitigar el dolor que sentía. Su pecho estaba oprimido y la frustración le invadía, ¿por qué tenía que sentirse tan dolido por sus palabras? ¿Qué es lo que había esperado de alguien que le utilizaba y le mantenía encerrado contra su voluntad?

   Le tembló la mano de rabia cuando la colocó encima del pomo para abrir la puerta.

   -¿Qué crees que estás haciendo?- La voz grave y dura de Viktor le hizo congelarse en el sitio. Lentamente, bajó su brazo y comenzó a girarse para encarar al moreno, situado tras él, esperando una explicación.

   -Me voy de aquí- Repitió todavía furioso, Viktor levantó una ceja y se cruzó de brazos.

   -¿Y lo que me debes?- Preguntó con sorna. Que esa situación le divirtiera enfadó incluso más al chico, que se mantuvo firme, haciendo acopio de todo su valor.

   -Te lo pagaré- Murmuró poco convencido, desviando ligeramente la mirada, por lo que no pudo ver el brazo que se acercaba hacía su rostro, propinando una fuerte bofetada que le hizo perder el equilibrio, tuvo que apoyarse en una mesa cercana para no caer al suelo. Zephyr se incorporó lentamente, sintiendo arder su mejilla por el dolor y miró sorprendido como había desaparecido la diversión del rostro de Viktor.

   -Hasta que no lo pagues- Susurró amenazante, acercándose al chico- No vas a salir de aquí- Concluyó agarrando entre sus dedos el pelo rojizo de Zephyr, consiguiendo que levantara su cabeza con un gemido de dolor. Sin darle tiempo a reaccionar, se apoderó de sus labios en un beso violento y dominante, con el que no pretendía excitarle si no dejar claro en que puesto estaba él. Zephyr intentó zafarse, tirando con fuerza de la camisa de Viktor.

   Viktor se separó sus labios para mirarle con superioridad antes de darle la vuelta y ponerle contra la pared, apretando la nuca de Zephyr. Con la mano libre bajó el pantalón y la ropa interior del chico, aunque éste se revolviera, intentando evitarlo. Zephyr recorrió la parte de la entrada que podía ver con la mirada, desesperado.

   -V-viktor- Farfulló- Por favor… Aquí no…- Dos dedos le penetraron de una estocada, provocando un grito de placer. Se mordió el labio e intentó calmarse , ignorando el placer que le provocaba el roce de los dedos expertos de Viktor en su interior- Aquí no…- Suplicó tratando de ahogar los gemidos. Viktor sacó los dedos de su interior, dejando a Zephyr jadeando contra la pared, pasó su mano por la cadera del pelirrojo hasta llegar a su miembro firme y caliente. Zephyr gimió por el placer que le producía la mano del moreno, que parecía conocer su cuerpo a la perfección.

   Viktor agarró con fuerza la cadera del chico e introdujo su polla dura y lubricada con un golpe sordo, Zephyr ahogó un grito donde se entremezclaba el dolor y el placer.

   -N-no…- Consiguió murmurar, con lagrimas recorriendo su rostro. Viktor salió de su culo lentamente, para volver a entrar de una intensa estocada, consiguiendo que el placer del pelirrojo explotara en un orgasmo, manchando con su semen la pared sobre la que estaba inclinado. Aún estaba jadeando cuando notó la sonrisa de Viktor en su nuca antes de continuar las suaves embestidas, sus labios empezaron a besar y lamer la sensible piel del muchacho, que trataba de ocultar sus gemidos.

   Viktor iba aumentando el ritmo de las estocadas, mientras su boca buscaba su oreja para morderla con suavidad, acariciando el cuerpo delgado del joven. Zephyr apretó los puños contra la pared, incapaz de aguantar mucho más. El moreno colocó sus labios sobre el hombro desnudo del chico y sus manos en las caderas para entrar en su cuerpo con fuerza una vez más, descargando toda su excitación dentro de él, mientras mordía el hombro para ahogar el grito que pugnaba por escaparse.

 

   Viktor salió del cuerpo de Zephyr con su polla ya flácida, todavía jadeando. Una vez que dejó de sostener al joven, Zephyr cayó de bruces al suelo, incapaz de sostenerse y de controlar las lagrimas. Se sentía humillado y seguía dolido. Escuchó como Viktor se iba, subiendo las escaleras hacía su habitación, él aprovechó para mirar la entrada, justo frente él, estaba la mancha de semen en la pared. Unas pocas lagrimas se escurrieron de sus ojos y su cara se puso roja, mezcla de la vergüenza y la ira.

   El pelirrojo se levantó con esfuerzo, colocó bien su ropa y fue a buscar un trapo para limpiar antes de que a la señora Lawrence le diera tiempo a acercarse.

 

   Esa mañana, Zephyr se levantó pronto, abrió la ventana y dejó el sol de la mañana entrar en la habitación. Todavía estaba enfadado y había tomado una decisión, cogió uno de los papeles que tenía en el escritorio justo cuando entró Martha con el desayuno.

   -¡Zephyr, Cariño!- Exclamó alegremente- Hoy has madrugado- Sonrió afablemente dejando su desayuno en la mesa. Zephyr notó el rubor subir a sus mejillas, pensando que es seguro que Martha sabía perfectamente lo que había pasado la noche anterior.

   -Anoche me acosté temprano- Sonrió, intentando relajarse.

   -¿Cuantos libros llevas ya, cielo?- Preguntó la anciana mirando curiosa la pila de libros que había sobre su mesilla, el chico sonrió, agradeciendo el tacto de la señora Lawrence al simular que no sabía nada.

   -Bueno, me gusta mucho leer- Se excusó tímidamente.

   -Sabes que puedes coger los que quieras- Ofreció antes de ir a recoger la ropa para lavar.

   Zephyr se quedó solo otra vez, algo más relajado después de la conversación con Martha.

 

   Mika entró en su habitación al cabo de las horas, Zephyr se encontraba sentado en el sillón de su cuarto. Esta vez, Mika no tenía esa expresión cansada y enfadada tan característica suya, ese día entró con una mirada que revelaba algo de respeto por el chico y una sombra de sonrisa.

   -Vamos- Ordenó escuetamente, dándole la espalda al chico que salió tras él- ¿Ya te arrepientes de haber ayudado a ese drogadicto?- Preguntó con tono de burla, mirando por encima del hombro al pelirrojo.

   -No- Respondió firmemente, sin evadir su mirada. Mika sonrió de lado sorprendido de la fuerza que estaba demostrando Zephyr.

 

   Viktor le esperaba sentado en la orilla de su cama, Zephyr le encaró seriamente, provocando una risa cruel en Viktor.

   -Me voy a ir de aquí- Sentenció, sorprendiendo al moreno- En cuanto pague los siete mil que…

   -Diez mil- Corrigió Viktor, dejando de sonreír.

   -Ya he trabajado varias veces- Zephyr apartó la mirada y le dejó el papel que había escrito. Viktor lo leyó con poco interés.

   -No estoy de acuerdo- Murmuró dejando el papel a un lado, Zephyr frunció el ceño enfadado- ¿Cuanto quieres que te pague por un polvo? No eres una puta de lujo- Zephyr se mordió el labio y apretó los puños- 75$ por polvo y 20 por una mamada.

   -Eso no es justo- Se quejó el chico, abriendo mucho los ojos- Es muy poco.

   -Está incluido el precio de la comida y estancia- Sonrió con maldad- ¿Prefieres que te lo cobre? Quizás termines debiendo más…

   -Eres tu quien me obligas a quedarme aquí…- Murmuró con un mohín. Viktor le devolvió el papel, dando por zanjada la discusión.

   -Puedes añadir otra mamada- Sonrió con malicia, aguantando la mirada enfadada del joven.

   Zephyr volvió a apretar los puños, tratando de relajarse. Se agachó sin apartar la mirada de ira de los eléctricos ojos de Viktor, aunque eso solo pareció divertirle aún más.

Notas finales:

Bueeno, la historia va tomando rumbo xD, aún quedan algunas cosas más ^^.

Bueno, espero que os gustee

Un besoooo <3!!


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