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Hace tiempo leí un artículo en el que especificaban que no existían fórmulas ni teorías universales respecto a las relaciones duraderas, sin embargo hacían mención a ciertas claves que cualquier pareja deseosa de tener una relación duradera debería respetar.
El día de hoy vamos a utilizar a una pareja para comprobar la veracidad de esta información. Para ello escogí a dos chicos, uno azabache de ojos negros llamado Uchiha Sasuke y un rubio de ojos azules de nombre Uzumaki Naruto. Ambos de veintiún años, estudiantes de universidad que llevaban una relación desde hacía cuatro años atrás. Sasuke es serio, inteligente, responsable, sarcástico y antisocial; mientras que Naruto es alegre, hiperactivo, amistoso, torpe y despistado. A pesar de sus diferencias también tenían mucho en común, quizá fue por eso que pasaron de ser mejores amigos y rivales a enamorados. Ahora que han conocido un poco de estos dos, pasemos a analizarlos.
*** DIEZ CLAVES PARA UNA BUENA RELACIÓN ***
1. Comunicación: el ingrediente estrella. Debes expresar a tu pareja inquietudes, emociones y que exista una retroalimentación por su parte, así resolverán más fácil los problemas.
-Oye, teme –llamó Naruto-, ¿cómo se me ve esta camisa?
-Bien.
-¿Crees que sea bueno el tema que elegí para mi ensayo?
-Hum –se encogió de hombros
El rubio sabía que su novio era de pocas palabras, pero nada le costaba esforzarse un poco en cooperar para tener una buena conversación. A veces detestaba esa forma de ser tan seca, pero ni modo. Tenía que hacer sus intentos por hacerlo más hablador. Y vaya que había conseguido avances, pues estaba mucho peor cuando recién lo conoció.
-¿Qué te gustaría para cenar?
-Me da igual.
-¡Maldita sea, bastardo! –exclamó el rubio, molesto- Podrías intentar mantener una conversación con más de tres palabras.
-Eres un escandaloso, dobe. Ahí ya son cuatro.
-¡Arg! Tú nunca cuentas cómo te sientes o qué tal estuvo tu día a menos que yo pregunte, no te matará compartir algo de vez en cuando –bufó-. No sé para qué me esfuerzo.
-Naruto…
-¿Sí? –preguntó, esperanzado
-Eres demasiado escandaloso. Por eso los vecinos se quejan cuando vienes a mi casa.
-¡¿Qué?! ¡Juro que voy a golpearte!
2. Escuchar: la otra cara de la moneda. Tu pareja debe saber que puede contarte cualquier cosa porque tú le vas a prestar tu atención. Saber escuchar creará lazos especiales.
Los chicos se encontraban recostados en el sillón luego de un agotador día de clases. A decir verdad Sasuke ya estaba un poco fastidiado por todo el parloteo de su novio, pero se estaba esmerando por prestarle atención, lo que no resultaba sencillo cuando lo oía alabar a otro hombre.
-Y entonces Iruka-sensei me elogió delante de todos diciendo que estaba muy orgulloso de mí –dijo el rubio-. Es tan bueno y amable, no sé cómo se las ingenió Kakashi-sensei para conquistarlo.
-Después de acosarlo diario seguro no tuvo más remedio.
-Jejeje, puede ser –bostezó-. ¿Y qué tal tu día, teme?
Luego de tantas peleas debido a su poco conversadora forma de ser, acordaron que el Uchiha intentaría hablar aunque fuera una anécdota diaria mientras se acostumbraba.
-Pues nada fuera de lo común. Tuve un examen con Orochimaru-sensei. La mayoría de los estudiantes salían lamentándose de lo difícil que estuvo y lo mal que les fue. Por supuesto yo no tuve ningún problema gracias a que soy un genio.
Sonrió de medio lado esperando algún reproche por su comentario tan presumido, sin embargo éste nunca llegó. Bajó la cabeza y un ojo le tembló al ver profundamente dormido al rubio. Sasuke gruñó, pero contuvo sus ganas de tumbarlo al piso de una patada. ¡Luego que el usuratonkachi no se quejara porque no hablaba con él!
3. Ser comprensivo: ponerse en su lugar. Antes de juzgar una situación, por muy grave que sea, intenta ponerte en su lugar: qué siente, cómo piensa, por qué se ha comportado así.
Naruto se encontraba con el ceño fruncido observando a su novio sentado frente a él. Estaban en la cafetería de la universidad y, por uno de sus amigos en común, acababa de enterarse que el moreno rechazó totalmente a una chica. Eso era algo que se venía repitiendo desde sus años de preparatoria, estaba acostumbrado, sin embargo había sido motivo de anteriores peleas porque Naruto mejor que nadie sabía que el otro podía ser muy cruel.
-Kiba dijo que la hiciste llorar, Sasuke.
-Ese idiota se mete en lo que no le importa.
-Teme, tú eres mi novio y me alegra saber lo fiel que eres, pero esa no es razón para tratar a esas chicas como basura. Ellas sólo quieren expresarte sus sentimientos.
-No es algo que me interese.
-¡Rayos, deja de comportarte así! ¡Ponte un poco en su lugar!
-¡Deberías estar de mi lado, no del de esas chicas, usuratonkachi!
-¡Pero es que puedes llegar a ser un maldito bastardo insensible!
-¡Me vale, así soy y no pienso cambiarlo, de modo que te aguantas!
El rubio se desordenó el cabello, frustrado. Realmente sentía alivio cada vez que su pareja rechazaba las declaraciones de amor, pero nada le costaba tener un poco de tacto. A veces pensaba que realmente debía ser masoquista para estar enamorado de alguien así.
4. Tolerancia: libertad bien entendida. Debes ser tolerante con tu pareja siempre que su comportamiento o actitud sea honesta o no te haga daño físico o emocionalmente.
-¡Usuratonkachi! ¡Te he dicho muchas veces que no dejes tu ropa tirada por la habitación!
-Eres un exagerado, teme. Además tenía prisa, iba tarde a mi clase.
-Eso te pasa por no levantarte más temprano, flojo.
-¡¿Qué?! ¡¿De quién fue la culpa de que me desvelara, idiota?!
Sasuke sonrió, presumido y orgulloso, al recordar la agitada noche que tuvieron terminando hasta muy entrada la madrugada. Su sonrisa se amplió más al ver el rostro de su novio sonrojarse de vergüenza, al parecer había caído en cuenta de lo que gritó.
-Si quieres puedo pasarte este descuido si repetimos lo de anoche.
-Vete al diablo, bastardo.
Todavía con aire de triunfo, Sasuke tomó una toalla y se encaminó al baño, quería darse una ducha antes de cenar con su novio y limar asperezas. Sin embargo sus intenciones se vieron obstruidas y apareció un tic en su ojo izquierdo al ver todo su impecable baño desordenado e incluso con agua en el piso. Sólo una persona era capaz de causar semejante desastre y más le valía ya estar huyendo.
-¡Ven acá, maldito dobe, y limpia todo esto!
5. Un buen desarrollo personal. Aunque sean pareja, siguen siendo individuos, con personalidad y vida propia. Su desarrollo de forma individual equilibrará su relación.
La universidad les había dado unos días de vacaciones debido a algunas festividades con motivo del aniversario de su fundación. Naruto había decidido pasar esos días descansando en su pequeño pero acogedor departamento, ya que pronto iba a sumirse en montones de trabajos y exámenes. Pensó en llamar a su novio y planear algo juntos, pero a veces también cada uno necesitaba su espacio, por esa misma razón todavía estaban un poco renuentes a la idea de vivir bajo el mismo techo. De pronto la puerta se abrió de golpe, interrumpiendo su cita con la televisión y un maratón de sus películas favoritas, dejando ver precisamente a cierta persona en la que acababa de pensar.
-¿Sasuke?, ¿qué haces aquí?
-Arréglate rápido –ordenó el mencionado-, les dije a mis padres que iríamos a visitarlos.
-¿Eh? Un momento, pero si ni siquiera me preguntaste si quería ir o si estoy ocupado, quizá ya tengo planes y tú ni enterado.
Sasuke arqueó una ceja con incredulidad. El rubio todavía usaba su pijama y, por la cantidad de botanas y dvd’s que llenaban la mesita de la sala, era más que obvio lo que estaba haciendo.
-Oh, lo lamento, dobe –dijo con sarcasmo-. ¿Tienes planes? –no lo dejó responder- Ya sabía que no, así que apúrate porque no tenemos tiempo y kaa-san nos espera para cenar, además pasaremos la noche allá, así que empaca tu pijama.
Naruto lo observó con rencor y se mordió la lengua para no contestar. El muy arrogante tenía esa costumbre de dar órdenes sin antes preguntar su opinión. No dijo nada porque era evidente que el teme ya se había dado cuenta de que pensaba flojear todo el día, además la dulce Uchiha Mikoto no tenía la culpa de que su hijo actuara así. Naruto quería mucho a su consentidora suegra, su suegro Uchiha Fugaku era muy serio pero también alguien con quien poder charlar tranquilamente. Y mención aparte merecía Uchiha Itachi, su cuñado. Él ya lo quería como a un hermano mayor incluso antes de salir con Sasuke.
-Esta me la pagarás, idiota.
-Sí, lo que digas, pero date prisa.
En ese momento una idea cruzó por la mente de Naruto y sonrió con maldad. Sí había algo que podía utilizar en contra del moreno y lo disfrutaría de lo lindo.
-Entonces cuando regresemos también podríamos pasar por casa de mis padres a saludarlos. Llamaré a kaa-chan para avisarle.
La cara de Sasuke se puso azul y supo, por las sonoras carcajadas que oía del rubio mientras iba a arreglarse, que había notado su expresión de pánico. Pero es que no era para menos. Sasuke no tenía ningún problema con Namikaze Minato, su suegro; al contrario, apreciaba y respetaba mucho al hombre. El problema radicaba con Uzumaki Kushina, su estimadísima suegra. Ella era una mujer cariñosa, alegre y protectora, quizá por eso no dejaba de recriminarle ser quien “corrompía” a su pequeño bebé. Kushina era la única persona que realmente le daba miedo. Trataba de mantener una amena relación a larga distancia con la pelirroja porque no quería dejar a Naruto siendo viudo tan joven.
6. La vida social resulta importante. Salir y divertirse juntos los hará sentirse bien. La vida social se refiere a los amigos comunes, amigos individuales y relaciones familiares.
Naruto era un chico muy amistoso por naturaleza. A pesar de ser algo torpe solía agradarle rápido a la gente porque creaba lazos irremplazables con todos, incluso con aquellos que eran serios y hasta amargados. Quizá por eso él fue el único que logró conquistar a Sasuke. Hablando del moreno, prefería estar solo o en compañía de su novio, no le gustaba rodearse de muchas personas ni el escándalo.
-¡Anda, teme, vamos a la fiesta!
-No tengo ganas, usuratonkachi.
-Pero se trata del cumpleaños de Itachi. ¡El cumpleaños de tu propio hermano!
-¿Y? Cada año arman un gran alboroto.
-Teme, no seas aguafiestas y anímate. Hay que divertirnos un rato.
-Hum.
-Está bien, no voy a obligarte, iré yo solo –se encogió de hombros-. A final de cuentas los chicos también irán y los amigos de Itachi son muy simpáticos.
-… En quince minutos estoy listo, dobe. ¡Más te vale esperarme!
Aguardó hasta que su novio se perdió de vista y comenzó a reír. Esa técnica nunca fallaba gracias a que Sasuke era demasiado posesivo y paranoico. Jamás lo dejaría ir solo a un lugar donde considerara que había sujetos que pudiesen interesarse en su rubio. Podía ser un bastardo en muchas ocasiones, pero su teme también tenía un lado tierno.
7. Confianza ante todo: evita el desamor. Una relación sin confianza no va a ninguna parte. Si no hay motivos para desconfiar, agobiar a la pareja con celos la apartará de nosotros.
Sasuke se encontraba de pésimo humor, tanto que estaba ignorando el discurso con el que su novio lo estaba regañando. ¿La razón? Fue al salón de Naruto para invitarlo a almorzar y se encontró con cierto chico de largo cabello castaño y ojos blancos demasiado cerca de Naruto, incluso había tenido la osadía de acariciarle la cabeza como si fueran cercanos. Por supuesto a Sasuke tal escena no le hizo gracia y no dudó en abalanzarse sobre el susodicho para soltarle un puñetazo en la cara. Una sonrisa presumida se formó en su cara al recordar la expresión de aquél insolente.
-Ese estúpido Hyuuga se lo merecía –interrumpió el discurso
-¡Claro que no! ¡Neji es sólo un amigo! ¡Te lo he dicho muchas veces!
-Y yo te he dicho que él no te mira con ojos de amigo –gruñó
-Teme, eres demasiado celoso, ¡tienes que confiar más en mí!
-Yo tengo total confianza en ti, dobe, pero eso no significa que voy a permitir a esos buitres rondarte.
-Idiota –suspiró-. A veces no sé cómo te soporto.
-Fácil, es gracias a que estás estúpidamente enamorado de mí.
Tiró del rubio y le plantó un hambriento y salvaje beso. No quería seguir escuchando sus regaños y mucho menos cómo es que defendía al maldito Hyuuga ése.
-Tú eres mío, Naruto. Es algo que debe quedarles claro a todos.
-Si los continúas golpeando, no lo dudo.
-Y por cierto, usuratonkachi…
-¿Ahora qué?
-Dile a ese chico fanático de los perros que deje de mostrar esas confiancitas contigo. Se lo prohíbo.
-… ¡¿Lo ves?! ¡Ahí estás de nuevo! ¡No tienes remedio!
8. Afecto: lo mejor después de la pasión. Es importante tener una actitud cariñosa hacia nuestra pareja y demostrarle cariño aún cuando lleven mucho tiempo juntos.
Naruto se consideraba a sí mismo un chico sencillo, no le importaban las apariencias de los demás ni necesitaba de grandes lujos para ser feliz. Sin embargo en ocasiones le molestaba lo poco detallista de su pareja. Él mejor que nadie conocía la personalidad de Sasuke y sabía que la palabra romance se encontraba en la última página de su diccionario, pero de vez en cuando no le haría daño tener un gesto cariñoso para con su novio de varios años.
-Dobe, deja de perder el tiempo y ponte a estudiar. Después no quiero oírte lloriqueando porque reprobaste el examen.
-Hum… Teme, nada te cuesta tratarme con más cariño y menos agresividad.
-¿De qué rayos hablas?
-Olvídalo –suspiró-, ya debería estar acostumbrado.
Naruto se sumió tanto en su lectura que al cabo de un rato le entró sueño. Ya estaba cabeceando cuando sintió cómo unos brazos lo sujetaban para recargarlo en un cómodo pecho. Al parecer Sasuke se había percatado de su estado y decidió acunarlo en su cuerpo antes de que azotara contra el suelo. El rubio sonrió imperceptiblemente y fingió dormir. Soportar lo amargado del moreno valía la pena con tal de recibir esos esporádicos gestos que lo hacían tan bobamente feliz.
9. Sexo: la sazón de toda buena relación. El cansancio, el estrés y los niños hacen estragos en la vida sexual de las parejas. Si el deseo está inhibido hay que buscarlo y propiciarlo.
Sasuke amaba a Naruto. Aunque a veces no lo demostrara, o como decía el rubio, aunque la mayoría de las veces fuera un bastardo arrogante, nadie podía osar poner en duda sus sentimientos. El Uzumaki era su gran tesoro, la persona a la que protegería incondicionalmente y por la que no dudaría en morir. Tenía muchas maravillosas virtudes y para mejorar la situación, poseía una sensualidad natural. Lo curioso era que el propio Naruto no tenía idea de ello, ni de las fuertes pasiones que despertaba a su alrededor. Afortunadamente el único autorizado para admirar y tocar ese escultural cuerpo era el propio Sasuke.
-¡Teme! Ya está lista la comida, deja de soñar despierto.
Sasuke reaccionó al oír las palabras de su novio. Se había quedado absorto contemplándolo mientras cocinaba. Le encantaba verlo usar un delantal en su cocina, era realmente excitante.
-Ni se te ocurra, imbécil.
-¿Qué?
-Ya tienes esa expresión de pervertido en tu cara.
Por respuesta el Uchiha sonrió de medio lado y comenzó a acercarse al rubio cual depredador a su presa. Vio cómo el otro retrocedía por instinto, pero sabía que no tenía escapatoria. Jamás la había.
-Sa-Sasuke… eh… t-tengo hambre y…
-Sí, yo también, usuratonkachi.
-P-Pero no me refiero a…
Se vio interrumpido por los demandantes labios del moreno que pensaba reclamarlo ahí mismo. No importaba cuántas veces recorriera ese cuerpo con sus manos, hacer el amor con Naruto siempre era maravilloso. Porque lo que ellos hacían no era simplemente sexo. Eso era poco para catalogar sus encuentros donde se dejaban envolver por la pasión que el otro les despertaba.
10. Saber dar y recibir. Tan importante es que la pareja nos diga que nos quiere, como poder decirlo. El amor debe ser recíproco: amar y dejarse amar al unísono.
Pese a sus constantes peleas, discusiones, golpes, una que otra mordida, horas aplicando la ley del hielo, etcétera, Sasuke y Naruto no podían durar mucho tiempo distanciados. Tampoco todo se resumía a gritos, también tenían sus momentos en los que únicamente necesitaban de la compañía de su pareja para sentirse felices.
Ambos se encontraban acurrucados en el sofá escuchando música instrumental. En ocasiones Sasuke se preguntaba cómo al hiperactivo Naruto podía gustarle ese tipo de música tan tranquila y relajante. De verdad que su dobe era el número uno en sorprender a la gente.
-¿Tienes que ir a clases? –preguntó el rubio de pronto
Estaba tan a gusto con el Uchiha que no quería separarse de su calor, pero tampoco podía alejarlo de sus deberes. Sin embargo de vez en cuando quería ser egoísta y no compartir a Sasuke con nadie, sobre todo cuando pasaban momentos tan agradables como aquél.
-Tengo una clase por la tarde –contestó el azabache y sonrió levemente-, pero no es nada importante, así que puedo faltar.
Podía adivinar los pensamientos que rondaban en la cabeza del rubio. Naruto se preocupaba tanto por sus seres queridos que rara vez expresaba sus propios deseos si consideraba que estos podían causarle problemas a los demás. Quería que su dobe fuera caprichoso de vez en cuando, pero si no lo hacía, entonces sería el propio Sasuke quien cumpliría sus deseos no expresados en voz alta.
-¿Qué te parece si encargamos pizza y pasamos una agradable tarde escuchando música o viendo películas?
-¿De verdad? ¡Genial! –sonrió de manera radiante
En muchos aspectos distaban de ser la pareja perfecta, sin embargo el sincero y devoto amor que se tenían estaba ahí. Y los ayudaría a superar cualquier obstáculo que se les atravesara porque seguramente esos dos estarían juntos durante un largo tiempo.
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-Y ahí lo tienen –terminó de exponer un chico de corto cabello negro y piel blanca-, las diez claves para una buena, larga y duradera relación.
Toda la clase (a excepción de un pelirrojo sentado al fondo) se puso de pie y rompió en aplausos. El profesor se acercó a palmear la espalda de su alumno que sonreía ante la reacción de sus compañeros.
-Excelente trabajo, Sai-kun.
-Muchas gracias, sensei.
-Es todo por hoy, clase. Continuaremos mañana.
Una vez que todos se marcharan, Sai fue a reunirse con el pelirrojo que lo esperaba. Su última clase del día había terminado y por fin podían marcharse a casa después de una agotadora jornada.
-¿Qué te pareció mi exposición, Gaara?, ¿verdad que fue la mejor?
-Fue interesante –admitió y suspiró-. Pero si tu amargado primo y mi despistado primo se enteran de que los utilizaste como sujetos de estudio, ten por seguro que querrán asesinarte.
-Jejeje, ya lo sé, pero es un riesgo que estoy dispuesto a correr.
Gaara negó con la cabeza, resignado. Ya debería estar acostumbrado a las extravagancias del moreno. Sin embargo estaba de acuerdo con Sai en que no pudo escoger mejor pareja para explicar ese tema. Después de todo su querido primo Naruto y el gruñón novio que tenía llevaban saliendo juntos desde que estudiaban en esa misma preparatoria.
FIN
THE END
OWARI