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Autumn (Rainy Days) por VampireDark

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Notas del capitulo:

Debo admitir que este es mi cap favorito.

Disfruten :3

—¿Te va a dejar una semana esperando?— preguntó Ruki, abrazando disimuladamente la caramelera y llenándose la boca de bolitas de menta.

—Sí, se hará insoportable.

—¿Te estás tocando en el entretiempo?— bromeó masticando tres caramelos del mismo lado.

—Me manejo… mis manos quedan hechas un asco… pero me manejo.

—Ey— interrumpió Aoi, forcejeando con el frasquito de dulces —Viene mi sobrina más tarde, déjale algo, Ruki.

—Dos más— sacó cinco —Sólo dos más, mientras Kouyou nos cuenta.

Suspiré, sonriendo de lado al verlos juguetear tan coquetamente: a pesar de empezar a enojarse, Yuu deslizaba suavemente las manos por los hombros o el pecho de Ruki, se paraba y lo abrazaba de atrás y por el cuello para susurrarle insultos y amenazas al oído; por su parte, el otro refunfuñaba y se sacudía, aferrándose a las muñecas del morocho y frotándolas cariñosamente, quizás incluso apoyando la cabeza en su pecho.

No servía hablar de mi problema (extrañar a Kojima, morirme por al fin tener una cita juntos, como se debía), estaban demasiado encariñados entre sí y si abría la boca interrumpiría en el aura. Me mordí el labio sonriente, sopesando la idea de preguntar o no: ¿A Yuu le gustaría Ruki? ¿Ruki sentiría algo por Yuu?

Me levanté en silencio cuando empezaron a rodar por el suelo, golpeándose y riendo estruendosamente: a veces sentía que molestaba, que molestaba en sus propias citas.

 

 

 

 

 

El cielo nublado amenazaba con desatar una tormenta incontrolable al día siguiente, y el pronóstico parecía no querer estar a mi favor durante los próximos cinco días. Aún así, intenté consolarme con la idea de que la lluvia duraría sólo dos días y que para el fin de semana todo volvería a la normalidad.

—Será un día soleado y lindo, con nosotros paseando por algún que otro parque o quizás en el mar, aprendiendo a pescar.

Había aumentado riesgosamente mis expectativas después de pasarme toda la tarde del día anterior viendo películas románticas, comedias melosas o melodramas amorosos; no había sido buena idea, quizás Kojima no tenía un maldito centavo y terminábamos pasando la tarde sentados en una vereda o viendo algún film en su casa… incluso cabía la idea en mi cabeza de simplemente caminar sin rumbo. Sin flores, ni helados, ni pulseras de amor o collares partidos al medio, una parte para cada uno.

—Será un lindo día soleado y Kojima me sorprenderá, lo sé.

Intenté convencerme mientras veía los relámpagos asomar por el horizonte.

 

 

 

 

 

Cuatro días menos, tres, dos. El miércoles había lloviznado poco y nada pero el cielo no se había dado por vencido, había comenzado también la hora de salir con gorro o dos pares de medias, el frío helado empezaba a cobrar fuerza y salía de abajo del suelo, subiéndote por las plantas de los pies y pinchándote las pantorrillas.

Caminé con viento en contra y las hojas golpeándome en la cara, desde hacía tres días que me obligaba a salir a caminar durante dos horas, ciento veinte minutos dado vueltas por ahí, mirando y no mirando, pensando y escuchando música: me era imperialmente imposible no pasar por la tienda, las ganas me carcomían por dentro pero aún así, a regañadientes y frío en la nariz, doblaba en la esquina, convenciéndome de que si lo hacía arruinaría todo, todo lo que Kojima supuestamente estuviese planeando.

Lo peor era que no me había caído ni un mensaje suyo, ninguno. Y me estaba desesperando.

Para la quinta vez que bordeé la escuela y el campus, emprendí camino a casa, esquivando débiles y mugrosos charquitos mientras recordaba la humedad en mi ropa, mi cara y mi pelo el día que se enfermó el chofer.

Sonreí: Se ve que los días lluviosos nos traen suerte.

Aproveché la entrada de una limosina para colarme dentro del barrio sin tener que sacar la tarjeta y helarme los dedos, el claxon me asustó y al girarme, Kazuki se había bajado para estar conmigo.

—Hey.

—Hey— respondí, sin ganas; algo me decía que lo que se venía no iba a ser bueno.

—¿Qué haces caminando con este frío? ¿Quieres enfermarte?

—¿Eh? No, sólo tenía ganas de salir. Me siento encerrado en los autos, como que me falta el aire.

—Dios, ¿Te volviste comunista, hippie?— cruzándose de brazos, resopló —¿Cuándo planea volver el Takashima que me cae bien?

Fruncí el ceño.

—Si no te caigo bien, ignórame y no me hables, no te tortures hablando con alguien normal.

—Es que estoy tratando de aguantar, esperando a que regreses a como eras antes.

—Kazuki, no voy a volver— sonreí tristemente —No hay vuelta atrás, en este tipo de cosas no se retrocede. No puedo hacer de cuenta que no pasa nada ahí afuera cuando he visto los barrios, los autos, las casas.

—¿Afuera?

—Afuera de la vida del barrio hay más, muchísimo más. Incluso nuestra escuela está situada en un lugar estratégico para no ver calles de tierra, casas de chapa y autos armados de partes sueltas.

—¿Crees que no lo sé?— espetó, superado de la situación —A ver, vengo de Tottori, ahí tres cuartos de ciudad es así.

—¿Sabes qué es lo gracioso? Tú te mudaste aquí con tu familia cuando eras un bebé, o sea que no eres de “aquí”, eres como Yuu… pero en vez de ayudarlo, de entenderlo, pretendes que tú eres de aquí, que naciste directamente en el barrio y lo desprecias… pero en realidad eres un intruso.

Abrió los ojos, sorprendido y retrocedió dos pasos, como defendiéndose.

—No mantengas distancia conmigo. ¿Querías que el Takashima viejo volviera?— me lamí los labios, no estaba bien lo que iba a hacer, pero quizás así reaccionaba —Eres una vergüenza, te abochorna tu identidad y cambias con tal de quedar bien, tienes una mentalidad de rebaño patética.

Verle con los ojos vidriosos me partió el alma, mas inspiré hondo y apreté los labios.

—Ahí lo tienes, tanto que lo pedías.

—No eras así de malo— entornó los ojos —No conmigo.

—Siempre lo fui— mentí —Sólo que nunca te lo dije frente a frente.

Mordiéndose el labio, bajó la cabeza, temblándole los hombros. Perdí fuerza en las rodillas y terminé abrazándolo, apretándolo contra mi pecho.

—Ese tipo de cosas sueles decir, Kazu, aunque no lo quieras o puedas ver… Y así duele, así de feo se clava en los otros, ¿Entiendes?— sus manos buscando mi espalda fueron la respuesta —Yo que tú empiezo a cuidar mis palabras, quizás necesites trabajar o amigarte con Aoi de vuelta y entender… ver qué se siente estar allí, fuera de la reja.

—…Y-Yuu no me querrá ver de vuelta…

—Estoy seguro de que te perdonará— acaricié su cabeza —Hace unos días nos juntamos con Ruki, sólo faltas tú.

Hipando, asintió, rozando mi hombro. Pasé las siguientes siete horas en su casa hablando y contándole del “trabajo” en la tienda y mi interacción con Kojima; incluso me quedé a dormir cuando se ofreció a ayudarme a calmar los nervios.

 

 

 

 

 

—¿Kouyou? ¡Kouyou!— susurró desesperado y agitándome de lado a lado —Kouyou, ¡Ha sonado tu teléfono!

—Babel… pollo frito…

—¡Takashima, Kojima te envió un mensaje!

—Tres con veinte… dame cambio…

—¡¡Uruha!!

Sabía de qué me estaba hablando, pero tardé quince segundos en caer, momento en el cual salté fuera de la cama con los ojos hinchados y el mentón con saliva seca, buscando desesperado el celular.

—¿Dónde está, dónde? ¡Kazu!

Me di vuelta para verlo acostado en la cama de dos plazas que compartíamos, extendiendo el teléfono con una sonrisa en el rostro: observé con atención su cuerpo.

—¿No te habías ido a dormir con camisa puesta?— asintió —¿Y qué haces en cuero?— se encogió de hombros.

—Me agarró calor, supongo.

Entorné los ojos y acepté el celular, desabotonándome el pijama y bajándome los pantalones para cambiarme.

 

“Tres de la tarde. En la tienda. No traigas dinero ni nada de nada.

PD: mentira, si quieres trae el celular”

 

Sonreí ampliamente y empecé a reírme a todo pulmón, saltando y agitando la mano libre.

—¡Tengo una cita!— Kazuki aplaudió, orgulloso —Tengo mi primera cita oficial.

—Déjame vestirte, mi hermano tiene una ropa excelente— anunció, saliendo de la cama rápidamente.

—Pero la ropa de tu hermano me queda gigante.

—Justamente— guiñó un ojo —quizás se te escape un poquito de piel. El efecto de ropa grande es… electrizante.

 

 

 

 

 

—Increíble. Media hora después del mensaje, ¡Llueve!— gritó, golpeándose los muslos y separando las rodillas mientras nos sentábamos en las banquetas de la tienda.

—Bueno, qué se le va a hacer, lo andaban diciendo en el pronóstico— le tranquilicé.

—¡Siete días planeando pasearte como un perro para nada!— exclamó, furioso; me ovillé en mí mismo, asustado —Dios, detesto la lluvia, me arruinó el plan, el día, todo. Detesto esto.

Desapareciendo en el baño, sentí lástima por su caminar zaparrastroso y dejé caer los hombros, mirando la mochila enorme que había traído y que automáticamente me había llamado la atención. Abriendo el cierre más grande, hurgué desinteresadamente para sacar una hojita doblada cuatro veces, bastante grande.

Desdoblando, leí una especie de lista, tachada, borroneada, remarcada y con signos de pregunta. “Parque de diversiones → algodón de azúcar → ¿ganarle un peluche? → galería → ¿Estará el que siempre toca la guitarra? → pedir canción para Shima → prestarle campera (más vale que no traiga) → abrazarlo = calor → cafetería → latte → “me gusta tu nariz y tus orejas rojas” → beso → café para llevar → casa → ¿Finally? → si todo falla (o por las dudas) película antes”.

“Finalmente” estaba tachado, no costó mucho hacer la conexión. Aguanté la risa y guardé el papel, no sin antes besarlo suavemente. Kojima volvió refregándose las manos y con la cara húmeda, en su mueca se reflejaba la frustración.

—Qué mierda. Justo hoy venía a llover.

—A mí me gusta— dije mientras se sentaba de vuelta y golpeaba la barra —Nosotros nos conocimos en un día de lluvia.

Me miró sorprendido, sonrió con amargura.

—Cierto, te agarré como un perrito abandonado en la mitad de la calle.

—Agachado en el suelo te veía tan grande…

—Tú te veías bastante débil también— me pellizcó la nariz —Débil y prepotente, despreciable— me sacó la lengua al ver que me enojaba, le golpeé suavemente —Menos mal que cambiaste.

—No me causa gracia— reí, contradiciéndome.

—Rayos… en serio quería llevarte por ahí.

—Estoy bien aquí, estaremos bien.

El granizo apedreaba afuera y la lluvia no aminoraba, ya habían pasado tres horas y la cosa no frenaba. Me encogí de hombros y sentí su cabeza apoyarse en mi hombro con delicadeza.

—Lo siento, tuve que haberlo previsto.

Busqué su mentón y lo acaricié con la punta de los dedos, suspirando.

—Lo importante es que estamos juntos, y que pude venir antes de que explotara todo.

—Pero…

—“Pero” nada, yo quería estar contigo después de esta insoportable semana… era eso lo que buscaba, nada más.

—¿En serio?

Nos buscamos los ojos de nuevo, miré sus labios y asentí en silencio.

—Tú conmigo. Sólo eso.

Cerramos los ojos y nos besamos en silencio, con cuidado. Atrapé suavemente su labio inferior con los míos, gustoso. Ronroneó en silencio y para no reír sacudió los hombros, seguimos sonriéndonos entre besos.

Sus manos buscando mi mandíbula para no soltarme.

Las mías buscando su melena para enredarme en las hebras suaves.

Nos separamos y volvió a mirar mi cuerpo, fascinado.

—No sé si lo hiciste a propósito o qué— murmuró contra mi cuello, hurgando por debajo de la ramera —pero me encanta cómo te queda la ropa grande.

Notas finales:

Espero disfrutaran este capitulo de la misma manera en que yo lo he hecho.

Que dicen... ¿Kazuki recibió lo que merecía o fue demasiado?

En fin, como dije arriba este cap es sin duda mi favorito. Y el siguiente también me encanta.

También debo disculparme, ando con las vueltas de la universidad y eso... bueno, me tiene totalmente perdida del mundo virtual x3

Y también por eso debo decir, que mi próxima actualización sera el 31 de enero... se que es una larga espera, pero es una espera necesaria.

Espero les gustara, espero sus comentarios y opiniones :3

Así mismo quiero agradecer a:

 ♥Tiffany091

laura lxlight

the slave of bou

Y también a aquellos que leen y no dejan review, espero que algún día se animen a dejar sus comentarios.

Un beso, cuídense y gracias por el apoyo y todo lo demás. Se les quiere demasiado.

Sayo♥


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