POV GRAY
Después de que aquella extraña chica se presentara saque mi espada y tome una posición de ataque, mientras que ella solo me observaba
-Eres muy apuesto, después de que matemos al angelito ese Dragneel te llevare conmigo al infierno como mi juguete
-Al carajo con eso, ustedes no tocaran a Natsu, y yo jamás seré tu juguete
-Esa no es forma de hablarle a una dama, sabes creo que tendré que enseñarte modales- Al terminar de decir la oración de la nada saco dos monedas, y de esas dos monedas aparecieron dos estatuas de ángeles enormes- ¡Vamos mis queridos ángeles traerme a Gray ante mis pies, a que suplique piedad!
-Eso jamás- Exclame mientras corría asía ella con mi espada desenvainada, pero antes de que pudiera acercarme mucho a ella las estatuas me atacaron y una de ellas lanzo magia directo asía mi, pero logre esquivarla con facilidad ya que a pesar de ser fuertes eran demasiado lentas y eso me daba ventaja para poder llegar hasta ella y darle el golpe final, pero pues nada en la vida es fácil ya que cuando la tuve cerca, se elevo cosa que por mas que quisiera no podía hacer y creo que ella se dio cuenta de que eso precisamente era mi punto débil
-¿Qué pasa he? ¿No puedes volar? Que pena, un ángel que no puede volar no es un ángel, es escoria ¡Que vergüenza!
-Cállate, no tienes ningún derecho a decir eso asi que cállate de una maldita ves
-Valla, parece que ahora si estas cabreado, pero eso no importa por que no puedes volar, eres un inútil
-¡Que te calles maldita!- Empecé a gritar de la rabia que tenia, pues ella estaba en lo correcto “un ángel que no puede volar no es un ángel”
-Pues si tanto quieres que me calle ven y hazlo tu mismo, vamos te espero- Sus palabras solo hacían que mi desesperación aumentara pero no tanto como mi enojo
-¡Gray! –A lo lejos pude escuchar una voz que me llamaba y esa voz la conocía, aquella voz pertenecía a Happy un tierno Exceed de pelaje azul el cual era el favorito de Natsu
-Happy ¿Qué haces aquí?
-Vine a ayudarte, se que no puede volar asi que yo me convertiré en tus alas y te ayudare en esta batalla
-Gracias Happy
-Ahhh que tierno, como el ángel no pude volar le mandan a un gato parlante que estúpido
-No le hagas caso Gray, solo quiere provocarte
-Bien, vamos Happy- después de que Happy se posicionara detrás de mi pude sentir como poco a poco me elevaba y cuando por fin estuve a la altura de aquella chica su sonrisa desapareció, pues no perdí tiempo y en un movimiento ágil la había atacado a lo cual ella solo alcanzo a moverse un poco para esquivarlo, pero después de esa ataque por fin me di cuenta de su punto débil, las estatuas no podían volar, solo eran de tierra y no me podían alcanzar ¡En hora buena llego Happy!
-¿Qué pasa con esa sonrisa? Al final solo eran palabras vacías
-No me subestimes – Después de decir eso de su cuerpo empezó a irradiar luz, dejándome casi ciego por unos momentos y cuando por fin pude ver bien la chica tenia puesta una armadura de plata con una gran espada igualmente de plata –Que te parece mi arma secreta, esta es la armadura del ángel de plata, veamos como logras derrotarme
-No me importa tu estúpida armadura asi que prepárate- Exclame al mismo tiempo en que Happy volaba hacia su dirección pero antes de que pudiera tan siquiera elevar mi espada ella ya había desaparecido ¡Si que era rápida! Pues a los pocos segundo de desaparecer apareció atrás de mi golpeando fuertemente a Happy, a lo cual me preocupes pero el pobre minino dijo que estaba bien y asi nos volvimos a acercar a ella pero mas rápido haciendo que nuestras espadas chocaran y produjeran un chirrido infernal para los tres, pero aun asi continuamos chocándolas cada quien utilizaba su magia, ella invocaba cada vez mas estatuas que nos atacaban desde abajo mientras que yo iba congelando todo a mi paso, pero a decir verdad pareciera que no tenia final, después de varios minutos de tención por fin pude propinarle una buena cortada en su brazo derecho provocando que se le cayesen lo que serian sus ultimas monedas junto con su espada de plata ¡Por fin la había desarmado!
-Ahhh ¡Maldición! ¿Cómo te atreves? Eres un maldito-Dijo mientras se agarraba su brazo tratando de parar la sangre que salía de este, bajando por completo su guardia
-Ya te lo merecías- Exclame mientras me posicionaba detrás de ella y ponía mis manos en sus alas para congelarlas y que ella dejara de volar
-¿Pero que has hecho?- Dijo cuando vio que sus alas no respondían y se le congelaban, haciendo que ella cayese precipitadamente al suelo, pero antes de que tan siquiera uno de sus pelos tocara dicho suelo la tome en brazos evitando por completo su caída, y cuando tocamos tierra vi lo herida que estaba, y me sentí mal, por que era la primera ves que le hacia daño a una mujer
-Eres un maldito infeliz… -Exclamo mientras de sus ojos salían lagrimas que demostraban lo mucho que le dolían – Bien, tu ganas me has derrotado, ahora ¡Mátame! Hazlo rápido- Dijo mientras se arrodillaba frente a mi y me daba su espada, sabia que no tenia otra opción mas que matarla, después de todo lo que ha hecho es natural que ella espere la muerte, pero no puedo hacerlo, no tengo corazón para matar a una mujer –Hazlo por favor, termina conmigo, quiero que seas tu quien me de fin, por favor- Ante esto me sorprendí pues me estaba pidiendo que terminara con ella- Si quieres hazlo a tu modo pero hazlo, libérame
-Muy bien lo are, prometo que no dolerá
-Gracias –Mientras ella decía eso yo iba congelando sus pies de forma delicada y después mi hielo subió hasta sus piernas hasta que llego al cuello y antes de que mi hielo cubriera todo su rostro ella dijo “QUIERO VOLAR PÓR EL CIELO, COMO UN ANGEL” y ahí fue donde me di cuenta que esa era su oración, LA ORACIÓN DE UN ÁNGEL CAÍDO