“Oh joder! ¿Cómo me pude quedar dormido? Estoy en grandes problemas. Y ¿Qué onda con ese bibliotecario diciendo que me veía durmiendo tan profundamente que no tuvo el corazón para despertarme? De todos modos tengo que apurarme en llegar a casa. ¿Casa? ¿A quién estoy bromeando? Es más como una prisión”
El bus iba a llegar en 15 minutos. Jinki estaba corriendo, corriendo como nunca antes lo había hecho. No quería pensar en las consecuencias de llegar tarde a casa. Sus pies se detuvieron unos pasos lejos de ‘El camino hacia la Muerte’. Según los rumores una vez que entrabas al callejón, nunca salías vivo.
“Si tomo este camino llegaré a la parada en diez minutos como máximo. Por otro lado llegaría en veinte minutos por la ruta habitual. Y sobre los rumores, ¡Me importa una mierda! Es lo mismo morir aquí o allá, en casa. Bueno, veamos que tiene deparado el futuro para mí. Y prefiero morir aquí, que frente a ellos”
Jinki tomo un gran respiro y entró al callejón. Arrepintiéndose en el instante en el que entró.
*
Mientras Jinki entraba al callejón, fue recibido por el sonido de un balazo. Antes de que pueda si quiera pensar o procesar que pasaba en la calle, sus reflejos tomaron el control t se ocultó entre dos grandes cubos de basura. Mientras se escondía, su pie golpeó el cubo haciendo un gran ruido, y supo que todas las miradas se volverían hacia él, se acuclilló un poco más cerca al cubo y trató de escuchar la conversación.
Cuando entró al callejón vio a personas agarrando pistolas y cuchillos parados alrededor de un chico, había otro chico sentado en una bicicleta y con la cabeza inclinada dándole la espalda a Jinki. En todo lo que Jinki podía pensar era en cuan solitaria y triste se veía esa espalda.
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“¿Entonces aún no nos dirás? Solo para que sepas que la bala no se va a perder a propósito” dijo uno de los chicos con armas.
“Como si eso fuera a asustarme”
“Oh ¿En serio? ¿Es eso así?” dijo el chico que había hablado al principio y le apuntó al otro chico en su estómago justo debajo del corazón.
“Mátame si quieres, pero no voy a decir ni una sola palabra”
“Hagan lo que dice, mátenlo” dijo el chico sentado en la bicicleta. “Ya hemos perdido mucho tiempo en él, vamos a terminar con él” dijo mientras se bajaba de la bicicleta. Hubo un murmullo de consentimiento, y una bala fue disparada al chico, la cual le golpeó la esquina del corazón y se cayó.
Jinki jadeo por el sonido del chico chocando con el suelo, perdió el balance y su cabeza golpeó el cubo de basura.
“¿Quién está allí?” preguntaron todos al unísono.
“Todos ustedes limpien este desorden y no dejen nada atrás, iré a revisar quien está allí”
Jinki escuchó pasos acercándose. Y no pudo hacer nada, estaba indefenso. Cerró los ojos y dijo una oración silenciosa.
“No quiero morir. Todo lo que dije sobre morir y la muerte eran solo palabras. Aún tengo un montón de cosas que hacer. Oh Dios, por favor sálvame” Cuando juntó todo el valor y abrió sus ojos vio una silueta frente a él. Estaba oscuro y no podía ver nada. Todo el aire había dejado su cuerpo. Era como si hubiese olvidado como respirar, estaba muy asustado. El chico se inclinó, tiró de su boca abierto y le dijo que “Respirara” como si hubiese leído sus pensamientos. Se puso de pie y gritó, “Nada por aquí, solo un gatito” a sus compinches. Jinki reconoció esa voz, era la voz que había ordenado la matanza. Luego volvió a mirar a Jinki, su voz peligrosamente suave, “Un gatito que puedo atrapar cuando quiera” Y dejó a Jinki detrás del cubo de basura.
*
Aunque miraba a través de la ventana hacia el hermoso escenario, Jonghyun no estaba realmente mirándolo. En todo lo que podía pensar era en el chico agachado entre los cubos de basura. Parecía de su misma edad. Jonghyun no podía borrar de su mente la manera en la que el chico lo miró. Sus ojos eran mares de emoción. Había mucho que pasando por ellos. Y las luces de la calle sobre él resaltaban su belleza. No había visto a nadie tan hermoso como él, nunca.
“La próxima vez que lo vea, no quiero ver miedo en sus ojos pero si amor” por un instante ese pensamiento pasó por su mente. “Mierda que está mal conmigo! Pensando en cosas como esa, pero algo sobre él me ha dejado intrigado.”
Quitando su vista de la ventana, Jonghyun se dirigió al chico sentado en el asiento del copiloto.
“Yah Min Soo, ¿Cuál es el horario de mañana?”
“Bueno aparte del encuentro con ese traficante de drogas, no tienes nada planeado”
Jonghyun asintió y nuevamente se perdió en su mundo alrededor de su “gatito” y lo que iba a planear para mañana.