< Háblame despacio,
hay algo en tus ojos,
no dejes caer tu cabeza con vergüenza,
y por favor no llores.. >
Seung Hyun observa los nítidos rayos del Astro Rey asomándose por su ventana, seis am y no hay rastro de Ji Yong en la cama, se remueve entre las sabanas y se da cuenta, se ha vuelto un hábito despertar por la brisa gélida de la madrugada y extrañar el cálido cuerpo de su amante al amanecer, esperar por un mensaje o llamada que le indique que en minutos el más joven llegará, y después de todas las discusiones y el tiempo perdido que ha tenido con Kwon, se siente desolado, porque la verdad y la realidad duelen, así que se miente, tratando de imaginar que esto es una pelea más, algo que con el tiempo pasará, y que al final del día, su líder correrá hacia él como siempre lo hacía, besándolo descontroladamente siendo iluminados por la luz del nuevo día.
Pero el amor es iluso, y Choi se encuentra en lo más profundo de el.
< Sé como te sientes por dentro,
a mí me pasó lo mismo,
algo está cambiando dentro de ti
y no lo sabes.. >
Los días se vuelven solitarios al compas de las noches frías de invierno, raramente le observa para que aquel menudo ser desaparezca rápidamente excusándose con algún compromiso, pero Choi no es ingenuo y ha dejado de soñar y de contar las estrellas, para ver por una pequeña grieta de su ser como Ji Yong sujeta a la delicada figura femenina que lleva meses apareciendo por el lugar, y finalmente se da cuenta..
Las personas que amas se convierten en fantasmas dentro de ti, y así es como las mantienes vivas.
< No llores esta noche,
aún te amo bebé.. >
Tenemos demasiados recuerdos.. - Después de la enorme confesión de amor que el pelinegro ha hecho, es lo único que Ji Yong logra murmurar pero Seung Hyun lo alcanza a percibir y le importa poco que se haya desecho confesándosele por milésima vez al más joven, al contrario, lo entiende porque cada momento con Kwon había válido la pena, cada caricia, cada discusión, incluso cada error lo volvería a repetir, sí de eso consistiera en que el más joven se quedara a su lado, pero este sólo baja su mirada y parte el corazón de Choi de una manera inexplicable, el mayor se siente débil y levanta una de sus manos para terminar acariciando los suaves cabellos del castaño por última vez.
Esta bien, todo esta bien. - Y sonríe, sonríe de la manera más hermosa posible, sonríe sólo para Ji Yong y sigue sonriendo, para aliviar el dolor de su amado, pero el lo sabe..
La felicidad fingida es la peor tristeza de todas.
< Dame un susurro,
y dame un suspiro,
dame un beso antes de despedirte.. >
Juro amarte y respetarte, hasta el último aliento de mi ser. – Y lo siente, la mirada que el castaño le dedica a la nipona se vuelve desgarradora, mientras Ji Yong coloca el anillo que sellará el pacto para siempre, Seung Hyun exhala, sintiendo como se le va la vida en cada palabra, las recuerda todas y cada una de ellas, recuerda aquella madrugada en la que Kwon le dedico aquellas promesas, aquellos votos que juro algún día decir frente al mundo, encarando su amor sin temor ni ningún tabo.
Observa bajo sus oscuras gafas como los pómulos de la susodicha se tornan rosados, y como sus rasgados ojos se vuelven casi invisibles por la felicidad que la invade, puede percibirlo, se siente dichosa y el la comprende, aquel día en el que Ji Yong se desvivió diciendo aquel juramento divino, el mismo se sintió de la misma manera.
Siente un apretón en uno de sus costados y dirige su mirada vaga al asiento de al lado, el blondo vocalista de Bigbang le dedica una sonrisa simpatizante, Choi la regresa, haciéndole entender que es lo suficientemente fuerte como para contemplar como es que el amor de su vida se le va para siempre.
Las felicitaciones a los recién casados le parten el alma, en el transcurso de la noche le ha sido imposible cruzar palabras con Kwon, y así de impotente como se siente, decide despedirse del ambiente que el no compartía, se sorprende a si mismo al recordar que ni una sola lagrima de tristeza cayó en todo el día, y se felicita mentalmente, como algo que cree imposible, se relaja con el sonido del viento a través de la flora mientras que el eco de los insectos nocturnos son su única compañía, el tabaco que invade sus pulmones lo tranquiliza y lo hace olvidar de todo un poco, hasta que le escucha..
Bueno.. Casi de todo.
Viniste.. – Percibe su voz, y casi cree que es su subconsciente, pero su cálido tacto lo devuelve a la realidad, rozándolo tiernamente, al observar que el pelinegro no se inmuta ante sus palabras.
Viniste.. – Lo sacude por detrás, pidiendo respuestas, tal vez una explicación que haga menos dolorosa sus acciones, y se pierde al olfatearlo, su perfume tan adicto llega a sus fosas nasales pidiendo jamás volverse a ir, y le abraza posesivamente, su traje sastre perlado Louis Vuitton contrasta con el ónix edición limitada Givenchy que fue regalado por el mismo castaño la navidad pasada.
Lo usaste.. – Dice entre leves lloriqueos, y Seung Hyun exhala el humo que invadía su ser. – Te dije que lo usaría el día de nuestra boda. – Responde el mayor, y Kwon se aferra aún más a su traje, dejando caer amargas lagrimas hacia la oscura tela del perfecto traje, rogando por algún gesto que le indique que aún le amaba.
Los segundos se vuelven minutos, y el agarre sigue allí, Choi no lo toma como anteriormente lo hacía, hoy.. Había perdido a Ji Yong.
Yo pensé.. – Y el más joven alza su mirada, pidiendo piedad y comprensión hacia sus actos y se pierde, extrañando su esencia tan varonil y adictiva, sus roces tan suaves y frágiles, y su melena, aquella oscura droga que amaba tomar entre sus dedos. – Que sabía, lo que era el verdadero dolor.. – Seung Hyun cierra sus parpados, y deja caer su cabeza, rozando en el acto con la del más joven, esta es la única muestra de cariño que ahora le puede ofrecer. – Pero, no lo sabía.. – Y se deja llevar por las emociones, dejando que una triste gota llena de nostalgia se escape de su ser. – Hasta que vi la manera en que la mirabas.
Esa noche, la oscuridad fue el único consuelo de dos corazones heridos.
< Y por favor,
no lo tomes tan mal,
aún estaré pensando en ti.. >
Los sollozos se vuelven parte de su vida cotidiana y la tristeza le invade hasta lo más profundo del alma, ha llegado al punto de su vida en el que cada día en el que se cumpliría otro mes a su lado, se lamenta y grita su nombre hacía las estrellas, pidiendo misericordia y una segunda oportunidad para demostrar que ellos habían nacido para estar juntos.
No me dejes.. – Les murmura a aquellos destellos nocturnos, deseando que su mensaje llegue a su gran amor.
Sabe que sigue vivo, pero ha estado muerto por demasiado tiempo.
< Y en el tiempo que pasamos juntos, bebé>
Y los meses transcurren y con el tiempo Choi ya no llora, las noches se han convertido en su calma, se ha vuelvo una costumbre emitir mensajes para aquel lejano amor hacía el cielo, y contempla la Luna sintiéndose más cerca de Ji Yong, pero lo sabe, de su amor ya no queda nada.
Espero que ella haga florecer cada pequeña parte de ti, incluso las más tristes.. -
< Y por favor, recuerda que nunca te mentí.. >
Un desayuno se vuelve ameno al lado de buena compañía, y desde su ruptura, D-Lite se ha vuelto su aliado inseparable, da gracias al cielo por él, porque sin él su vida habría terminado ya hace basta tiempo, el blondo puede observar a través de su hyung y comprende como es que su vida se ha vuelto más monótona, como su físico va tomando más forma, pero sabe que se ejercita sólo para mantener su mente ocupada, ha captado sus sonrisas hacia el día por mera costumbre, pero después de escuchar aquellos dolorosos votos, daba gracias a todos los dioses de aún tener a Seung Hyun con vida, aún que pareciese que después de eso, el enorme reloj de arena que rige el mundo se hubiera detenido por completo.
¿Cómo se siente? - Daesung se atreve a preguntar, jamás había amado de aquella forma tan intensa y hasta le parecía imposible la forma en la que uno mismo se consume por el amor del otro, y se recarga sobre el borde de la mesa de la cafetería, esperando alguna respuesta que alivie su curiosidad.
Se siente como.. - Y titubea, porque su subconsciente sabe a lo que se refiere el rubio y al escuchar su respuesta, el más joven percibe el dolor en sus venas, deseando jamás haber preguntado.
Como si estuvieras respirando sin aire. -
< Y por favor, recuerda
cómo te sentías por dentro, cariño.. >
Melodía traspasa sus oídos y el trabajo para el nuevo álbum lo tiene consumido, este es el momento en el que por fin después de meses vuelve a observar a Ji Yong, y lo sabe, algo no va bien del todo, porque su Kwon era más despampanante, su amante sonreía al compas de los rayos solares, y sus ojeras demostraban el valor de cada noche en vela, pero este ser, era un mal chiste en comparación de lo que el recordaba de su líder.
¿Acaso aquel Ji Yong era solamente una ilusión? Probablemente.
Talvez, ¿El tiempo había curado sus heridas? Quizás.
O incluso..
¿Le había dejado de amar?
¿Cómo has estado? – Y de sus vagos pensamientos Seung Hyun lo contempla una vez más y aquel demacrado ser intenta lo que sería una sonrisa, aquella sonrisa que emitía sólo para el rapero en sus más dulces recuerdos.
Excelente. – Emite Choi continuando con su trabajo, alejando su profunda mirada rápidamente, y se sorprende, porque su renaciente corazón no siente ni un poco de dolor.
Y con aquel gélido vistazo, el pelinegro podía haber destruido el cielo, pero prefirió desmoronar a Kwon..
< Deberás lograrlo por ti mismo,
pero te irá bien, cariño.. >
Alrededor de la empresa comienzan a llegar y a amontonarse fans, se ha rumoreado que Bigbang esta trabajando en su comeback y no se puede sentir una mejor aura, los estudios se encuentran repletos de borradores, cafés y pistas nuevas para el tan esperado “comeback del año” acompañado de aquellas cinco famosas figuras, el momento no es nada incómodo y es que sus camaradas de toda la vida hacen el momento más ameno, sus bromas seguramente se escuchan por todo el edificio, y Choi no hace nada más que reír placidamente, pero esta vez es una sonrisa sincera, después de todo, había olvidado a sus colegas entre las penumbras de su vida, pero algo lo hace parar en seco y es que puede sentir la mirada penetrante de Kwon al verle feliz.
Voltea a observarlo y le sostiene la mirada, porque después de tanto tiempo Ji Yong vuelve a tener el valor para observarle a los ojos, y puede contemplarlo, sus pupilas se vuelven acuosas al apreciar la sincera sonrisa que el mayor regalaba sin temor, sin ataduras, sin resentimientos y el castaño se siente impotente, porque lo sabe..
Su presencia ya no le afecta, Seung Hyun le ha dejado atrás, ahora el..
Se ha vuelto un recuerdo más..
< Te sentirás mejor mañana,
cuando llegue la luz del día, bebé.. >
Y la vida continua como si nada, Seung Hyun contempla los primeros capullos florecer y el glacial viento desaparecer, su figura ahora despampanante combina a la perfección con su noble interior, las grietas han sido curadas, sanadas y cerradas.
Seguridad abraza su anteriormente tímida persona, haciéndole brillar por lo más alto: Películas, música, modelaje, todo es demasiado poco para la bestia de Choi, el mundo regresa a su color habitual, el cielo regresa a su índigo pastel y las fragancias de la naturaleza, exquisitas y acarameladas regresan a su ser.
Amor era todo lo que quería, dolor fue todo lo que encontró.
< Y no llores esta noche,
no llores esta noche.. >
Y vida, es de lo que escasea en los rasgados ojos color moca de lo que ahora resta de Kwon Ji Yong. Sus ojeras demuestran la pesadez de los días y noches en vela, arrepintiéndose de aquel gran error que cometió, y que ni su corazón y mente perdonan.
Un vacío frasco de pastillas reposa en el escritorio del estudio, en menos de dos minutos había ingerido aquellas poderosas píldoras que le harían dormir perpetuamente.
Todas las canciones anteriormente escritas, eternamente para él.
Su primer gran amor.
Y antes de cerrar pesadamente sus parpados para siempre, escribe aquella nota que sabe que llegará perfectamente a él.
- Creo que te extrañaré por siempre, como las Estrellas extrañan al Sol en el cielo de noche. -
G.
< Y no llores esta noche
hay un cielo allá arriba, bebé. >