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Tus labios cautivadores por FABU

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Notas del capitulo:

mi amiga ya me estaba reclamando mucho por el capítulo y me comprometí a subirlo c: esto es sólo preparación más que nada.

Ya saliendo del edificio, el frío de la noche me hizo bien para apaciguar un poco las “crecientes” emociones que se estaban presentando en el pasillo.

Me preguntó a donde iremos estoy emocionado y muy nervioso, pero estando con Xiu en realidad esos sentimientos se encuentran siempre presentes en mí, quizás algún día me acostumbre.

Xiumin me guió directamente a un distrito de “hoteles del amor” o más comúnmente conocidos como moteles, no sabía que Xiumin tuviera conocimientos de ellos por esta zona, y si quizás ya vino con alguien… No, es mi Baozi seguramente buscó antes en Google Maps para hacer el experimentado ¡JA! Que viejo truco Xiumin.

Ya llegando cerca de un motel el ambiente romántico se sentía en el aire, y para ser exactos se expresaba frente a nuestras narices con muchas parejas besándose en plena calle y toqueteándose como si fuera tan urgente tener sexo que no pudieran ir hasta el motel a conseguir una puta pieza. Decencia amigos, decencia lo mínimo. Que bueno que andábamos con mascarilla.

-Oye ¿Lulu entramos a ése? – Xiumin apuntó a uno que mostraba con letras gigantes de neón “Paraíso del amor” nombre más cliché no podía ser, era un edificio relativamente bueno de 6 pisos, con persianas negras en cada ventana, supongo que para dar un cierto toque de privacidad, aunque no faltaba el exhibicionista porque desde mi posición veía en el segundo piso unas sombras moviéndose de aquí a allá.

A pesar de todo, no estaba tan deteriorado, asentí con mi cabeza .

-Si vamos.

Nos acercábamos a la entrada cuando la voz de una mujer llamó nuestra atención.

-Hey tú – se acercó un poco a nosotros – el de ojos de hámster, ¿qué no pasamos una buena noche hace tiempo?

Xiumin en su posición, escondido tras su bufanda se tensó un poco ante la presencia de esa guarra porque no la podía llamar de otra manera, falda apretadísima, labios rojos y pestañas exageradamente largas, no entendía por qué le hablaba a mi Baozi.

Esperaba a que respondiera a la “señorita” pero se veía paralizado. Se dio cuenta que ya me estaba exasperando por su largo silencio y raudamente le contestó a la chica.

-No te conozco, te debiste… confundir de persona.

-Que raro, casi nunca olvidó a mis compañeros. – dijo al final en un obvio doble sentido.

- No, claro que no, no nunca he pasado por aquí y deja de hablarnos. Ya Lulu entremos no quiero que ésta loca siga diciendo tonterías – Estaba pasmado por sus palabras, Xiumin no era de andar diciendo cosas malas a la gente, es un amor creo que hasta el mismo Diablo lo trataría con cortesía.

-Si vamos – respondí aún pensativo por la situación, ¿una coincidencia? No me puedo hacer la idea de Xiumin por estos lares, pero aún así sigo dándole vueltas al asunto, es como un mal presentimiento.

Entramos al pequeño pero cómodo recibidor iluminado con candelabros amarillos, fuimos hasta un escritorio de caoba donde se hallaba un joven pelinegro y moreno atendiendo.

-Hola buena noches, soy Cha Hakyeon bienvenidos al motel “paraíso del amor” – hacia ademán con sus manos de esplendor como si nos encontráramos en un hotel 5 estrellas – ¿en qué puedo servirles?

Nos miraba muy feliz y ansioso, lo que me incómodo un poco.

-Ejem queremos una pieza para… pasar la noche – intenté decirle pero a medida que hablaba el volumen de mi voz disminuía por el bochorno.

- Si claro, ningún problemas, no discriminamos incluso hay muchas parejas gays que vienen a buscar nuestros servicios – guiñó al final para relajar el ambiente pero sólo hizo que me sonrojara y Xiumin no estaba mejor que yo, sólo observaba a la mesa como si se tratara de la mejor obra de arte de la historia.

- Y díganme ¿tienen algún gusto en específico?

Xiumin por fin levantó su cabeza para decir algo que yo tenía en mente.

-¡¿Disculpe?! -  yo también pensaba lo mismo, él se me adelantó otra vez.

-Estoy hablando si tienen algún fetiche, tenemos una pieza BDSM totalmente equipada con látigos, cuerdas, correas y más.

- Nosotros … - Xiumin intentó hablar pero Hakyeon lo interrumpió.

-También tenemos un ambiente selvático, con muchos afrodisíacos y tiene incluidos disfraces para que su lado bestial salga a flote Grrrr – alzó su mano simulando a un tigre.

-Pero… - ahora traté yo de que nos pusiera atención, aunque la idea sonaba tentadora pero era muy pronto. Aunque no sirvió mucho porque Hakyeon siguió con su monólogo.

-Hay una habitación llena de espejos si es que les gusta observarse o una cama de agua para mayor movilidad o ..

-¡Perdón! Pero – Xiumin irradiaba molestia, pero mínimo logró callar a Hakyeon – queremos algo normal.

-¡Por qué no lo dijo antes! – si no nos dejabas hablar que esperabas.

Vio la disponibilidad de la habitación 11 y aprovechamos de discutir acerca de los precios.

No eran muy excesivos por lo que no había problemas en terminar y que al salir no tendríamos lo suficiente para pagar, sería tan vergonzoso.

Nos pasó la llave emocionado, la recibí sin ocultar mi molestia por su actitud.

-Está en el segundo piso a la izquierda y que tengan una excelente noche – concluyó.

Palmeé la espalda de mi Baozi que miraba enojado a Hakyeon.

Subimos las escaleras y en el transcurso escuchamos varios gemidos-alaridos-gritos de todos lados, sólo quería llegar rápido a nuestra pieza que ruego tenga paredes a prueba de ruido.

Tomé el brazo de Xiumin y fui casi corriendo a la pieza 11 metiendo rápido la maldita llave.

Entramos, y por lo menos dentro de la habitación se escuchaban sonidos lejanos, casi nulos. Quizás por eso gritaban tanto, al fin y al cabo si no escuchas a nadie más a tu lado que importa gritar hasta desgarrarse la garganta.

Unas manos tomaron mi cintura, mientras sentía el mentón de Xiumin colarse por mi hombro ronroneando en mi cuello.

-Tan apurado estabas… Lulu – su tono sensual hacía que mi cuerpo flaqueara de a poco.

- N-no es eso. Esa chica de afuera ¿de verdad no la conoces?. – se separó y se puso en frente de mi.

- Tú sabes que no soy de los que salen muy seguido, menos a estos lugares. Deberías estar feliz de tener a un novio tan guapo que se le insinúan en la calle – levantó su ceja orgulloso.

- No si las que le insinúan son unas putas – su cara se deformo a una totalmente amurrada.

Tomé sus mejillas inconscientemente por su tierno mohín.

-No te pongas así tontito, te creo, te creo – dije al final mordisqueando la punta de su nariz.

Sus risillas características llegaron a mis oídos.

-A veces te pones tan desconfiado conmigo Luhannie malo~ - y acarició mi mejilla dulcemente,  haciendo que me sonrojara un poco por el gesto.

- Te ponen tan tierno a veces – le dije con mucha sinceridad ¿Quién no se enamoraría de un hermoso baozi parlante y delicioso?

- ¿No te has visto al espejo? Tú eres mil veces más tierno me quitas el aliento cada vez que te veo - me dijo mientras pestañeaba con intensidad.

- Te pones tan cursi a veces, me superas- la frase me dio gracia, tenía que hacérselo saber.

-  Pero igual te encanta – habló en tono medio indignado.

-Si… lo adoro – estaba sonriendo como un bobo, cuando uno está feliz sonríe sin darse cuenta.

Xiumin inclinó mi cabeza hacia abajo y tomó mis labios.

-Y yo igual te adoro, te deseo, y más… - manifestó calmado y dulce.

Juntamos otra vez nuestros labios deseosos de conectarse en un ritmo no muy apresurado que indicaba la pasión desbordante, pero paciente del momento, porque había que disfrutar de todo cada minuto y segundo, hay que exprimirlo hasta la última gota.

En una danza bien sincronizada de labios, iba a la derecha y él a la izquierda, meneando cabezas, subiendo y bajando, succionando y encajando perfectamente como un rompecabezas.

Pero no era suficiente, el interior de mi cavidad bucal sentía tan vacía y mi lengua tan excitada por moverse más libremente ¿en una boca ajena quizás? Sonaba irresistible y como buena persona que soy no podía no atender los caprichos de mi cuerpo.

Di salida a ella encontrándome con los dientecitos de mi hámster. Se sentían muy ricos de lamer, pasé dentro de sus mejillas, Xiumin jadeante me recibía sin problemas y yo mientras deseaba tener mi lengua un poco más grande para que abarcará más territorio en sus cachetes.

Estaba ensimismado en probar su boca cuando llegó a mi ese toque eléctrico al juntar nuestras lenguas que logró como efecto un gimoteo mutuo.

Minseok abrazó mi cuello con sus brazos, atacando él ahora mis entrada, la cual no hizo ningún esfuerzo por defenderse de la invasión gentil de su lengua que a diferencia de la mía, era lenta y recorría bien todos mis interiores bucales causando gemido involuntarios en mí a medida que pasaba tocando lugares que tomaron más presencia que nunca.

Pegaba su lengua a mi paladar de vez en cuando, me costaba respirar bien así pero el aire ahora no es tan necesario.

De a poco nos desplazamos en pequeños pasos a la gran cama situada al centro de éstas cuatro paredes.

Empujé a Xiumin cayendo ambos en la mullida cama. Me separé de él, con mis piernas a cada lado de él.

Que vista más atrayente era un Xiumin con mejillas carmesí, ojos negros de pasión y labios entre abiertos.

La temperatura más que alta comenzaba a fastidiar, saqué pronto mi chaqueta y camisa sin dejar de mirarlo en ningún sólo momento. Él se sentó mejor, y al igual que yo removió su polerón y polera quedando ambos así, con el torso expuesto.

“Apetecible” se venía a mi mente al ver esa piel de yogurt, que hacía un buen contraste con sus tetillas borgoña. Mordí mi labio para contener algo de mi lujuria.

Xiumin aprovechó lo distraído de mi situación para tumbarme y lengüetear sin más mi pezón izquierdo, sacando un gemido gutural de mi.

-Me estabas tentando Luhan-ah – profirió atendiendo a mi otro pezón con sus dedos, haciéndome chillar por la presión aplicada.

- Ahh! Tú me estabas provocando! Mmm yo debería e-estar encima de ti – logré decir lo más rápido posible.

Sus ojos se enfocaron en mí.

-Eres muy leeeento – recalcó pasando su lengua despacio, sin apuros, sin dejar de observarme, quemando mis mejillas.

“¿por qué es tan sexy?” claramente mi pene estaba más que erecto ¿cómo no? Era Kim Minseok.

-Ahh Xiu! – solté cuando sentí su caliente músculo, en la ahora tetilla derecha.

-Tenía que atenderla, la quiero dejar igual de hermosa que ésta – apuntó al izquierdo, totalmente duro, rojizo, cubierto de secreciones.

-Mmm… cállate y sigue con lo tuyo. – hundí su cabeza en mi torso, no podía negar lo bien que se sentía y mi cara delataba lo mucho que lo disfrutaba.

Ésta vez lo tomó con todo su boca, succionando con impulso logrando sacar pequeños gemiditos. Se sentía tan celestial saber que podía mamar de esa forma, me daba ciertas expectativas para un futuro.

El puro pensamiento detonó un intenso dolor a lo largo de mi entrepierna, necesitaba satisfacer el hambre que tenía con un poco de Xiumin invirtiendo las posiciones.

-Prepárate – susurré en su oído y a diferencia de él utilicé mi boca para atacar su cuello, aunque eso no significara que sus pecho pasara inadvertido para mis manos.

Devoré voraz la extensión entre su collar de huesos y su cabeza, sólo quería dejar mi marca succionando cada parte de su cuello; a sus pezones los tocaba con mis pulgares en movimientos circulares.

-Ahh… Lu-lu me va a quedar… rojo ah! – sollozó cuando estiré parte de su piel en una mordida.

-Lo siento pero por ti me volvería caníbal Xiu – articulé entre jadeos.

Tiré de sus botoncitos con las yemas de mi índice y pulgar, haciendo que chillara tiernamente.

Mi erección palpitaba casi a la velocidad de mi corazón, atrapado en mis pantalones húmedos. Sabía que no era el único cuando entre tanto chupón en Minseok, su polla friccionaba con la mía y su grosor no podía ser ocultado, estaba igual de despierto que yo.

-Xi…u… mmm .. – en el intervalo Xiumin agarró vigorosamente mi trasero, moldeándolo como si de una masa flexible se tratase.

Me deje recostar encima de él, clamando aún en su cuello, envuelto por las sensaciones, sintiendo en medio de mis piernas las palpitaciones  acompasadas.

-Hay que hacerlo – susurré en su oreja.

-Si, ya necesito liberarme.

Los dos nos sentamos, yo busqué en mis bolsillos el condón que traía, hallándolo volteé a ver a Xiumin mientras decía.

-No te preocupes  traje un…. Condón… - mis palabras quedaron en el vacío cuando vi a Xiumin con otro condón en su mano.

-No debería preocuparte, obvio que iba a traer uno – dije con una sonrisita picaresca.

-Es que lo traje para mi – me dijo incómodo.

- ¿Qué no quieres manchar las sábanas?.

- emm lo iba a usar contigo.

El silencio se extendió, y nuestras miradas no se apartaron. Éste era un tema del que no habíamos hablado pero creí que estaba más que claro que roles teníamos.

Eso creía.

Notas finales:

les dije que amo mucho a luhan, no lo puedo evitar maldito desgraciado me enamora todos los días.


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