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Otro yo por Higary

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Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! ¿Cómo están? Yo más o menos porque para mi mala suerte me está dando gripe y tos a pesar de que aquí ya inició la primavera TT_TT (Kyuu: Y le arruinó la mayoría de sus planes). Este fic será mi último aporte al 3er Bombardeo sasunaru, originalmente era un oneshot, pero siento los ojos hinchados y me duele la cabeza, así que para cumplir con el compromiso transcribí sólo la mitad. Por esto mismo una disculpa si tiene horrores ortográficos, se supone que lo edité, pero la verdad es que no presté mucha atención u.u Mi cerebro está bajo los efectos de medicamentos, así que no se me ocurre nada más, salvo que pasen a lo que vinieron: ¡¡a leer!!

 

Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto. La idea para este fic se me ocurrió una mañana del mes de Marzo mientras iba caminando y casi me caigo por ir escribiéndola en mi celular antes de que se me olvidara.

 

Aclaraciones: Aquí Naruto y Sakura nunca fueron a la dimensión de Menma y compañía, así que no se conocen para nada. Hay algunas referencias a mi oneshot Girasol (charamen), pero no es necesario leerlo para entender esta historia.

PRIMERA PARTE

 

Habían transcurrido dos años desde el final de la guerra ninja. Luego de tanto viajar por el mundo, Uchiha Sasuke decidió pasar una temporada en su natal Konoha. En cuanto pisó la aldea, Uzumaki Naruto lo arrastró a su departamento para que se quedara a vivir con él, era su mejor amigo después de todo. Lo que comenzó con una estancia de un mes se había prolongado ya a siete más, pues durante ese primer mes los sentimientos que ambos decidieron reprimir salieron a flote sin poder evitarlo y comenzaron una especie de relación amorosa. Hasta el momento sólo lo sabían sus amigos más cercanos (Sakura y Hinata estuvieron en shock durante varios días y aún ahora les costaba verlos juntos), tenían sus altibajos como cualquier pareja, pues la convivencia luego de todo lo que pasaron (sin olvidar sus personalidades tan opuestas) los llevaba a discusiones tontas, pero trataban de salir adelante.

 

-¿Quién diría que el noviazgo sería mucho más difícil que una misión de clase S? –murmuraba Naruto, suspirando

Se encontraba sentado en la rama de un árbol esperando a Sasuke. Acababan de terminar una misión y sólo aguardaba la llegada de su moreno compañero. En ocasiones se preguntaba si hacía lo correcto teniendo esa relación con el último Uchiha, pero luego recordaba todo el sufrimiento por el que ambos habían pasado y llegó a la conclusión, tal como se lo dijo al Hokage Kakashi cuando le informaron de su relación, de que ya era tiempo de preocuparse por ser felices. Y si eso lo lograban estando juntos, entonces serían egoístas.

-Usuratonkachi, deja de estar en las nubes. Si fuera un enemigo, ya estarías muerto.

El rubio reaccionó al observar a Sasuke frente a él; ni cuenta se dio del momento en que llegó. Hizo un puchero al analizar su comentario y se cruzó de brazos.

-Bastardo, ¿no protegerías a tu guapísima pareja?

-… Sí –susurró, desviando la mirada para ocultar su bochorno-. Aunque lo de guapísimo lo pongo en duda –y se alejó a paso rápido

-¡¿Qué?! ¡Teme, ven acá!

 

Mientras tanto en Konoha, Sai ayudaba a Sakura a llevar algunas cosas hacia el hospital. En el camino se encontraron con Shikamaru quien se dirigía rumbo a la Torre del Hokage, así que se les unión. Sin embargo fueron detenidos por el grito de Kotetsu, quien se acercaba a prisa.

-¿Qué sucede, Kotetsu-san? –preguntó la chica

-Naruto y Sasuke regresaron a la aldea –contestó, tratando de normalizar su respiración-, pero se comportan de manera muy extraña. Dejé a Izumo con ellos en lo que iba a avisarle a Hokage-sama.

-Ve, nosotros iremos a la entrada –indicó Shikamaru

 

Los tres jóvenes se dieron prisa en llegar donde Izumo parecía nervioso frente a Uchiha Sasuke y Uzumaki Naruto, pero se desconcertaron por completo al verlos. Sasuke vestía una camisa morada abierta que mostraba una camiseta negra debajo, un pantalón verde, pero lo más escalofriante era que sonreía despreocupadamente. Sin embargo Naruto era algo más aterrador: para empezar su cabello era negro (no el rubio característico), vestía con un largo y grueso abrigo negro y lucía bastante cabreado. Si las miradas mataran, Izumo ya estaría felizmente en el más allá.

-¿Sasuke-kun, Naruto? –llamó la chica

Los mencionados voltearon a verlos. Sin borrar su sonrisa el Uchiha se acercó a ella y usó un brazo para rodearle los hombros y mostrar una expresión coqueta y galante.

-Por fin. Sakura, dile a este tipo que estamos totalmente bien y nos deje pasar de una vez –y quién sabe de dónde sacó una rosa roja, la cual le extendió

Ella no pudo evitar sonrojarse y ponerse nerviosa ante su actitud. Cierto que apoyaba la relación entre sus amigos, pero eso no implicaba que borraría sus sentimientos por el azabache de la noche a la mañana.

-S-Sasuke-kun… -tomó la rosa, sonriendo tímidamente

El ojinegro arqueó una ceja al ver su reacción. En serio quería que los ayudara, pero ella nunca actuaba así a sus ataques. Hubiese sido más posible que lo golpeara.

-Basta, idiota –ordenó el ojiazul, cruzándose de brazos

-Naruto –llamó Sai-, ¿qué le ocurrió a tu cabello?

-¿A qué te refieres, estúpido pintor? –lo observó de forma intimidante-, ¿y por qué me hablas con tanta confianza?

Esas palabras sacaron a Sakura de su ensoñación. Ahora entendía a lo que se refería Kotetsu cuando les dijo que ellos dos actuaban muy extraños. El Uzumaki jamás le hablaría así a Sai por más que lo hiciera enfadar.

-Naruto –habló Shikamaru-, ¿pasó algo en aquella misión?

-¿Tú también me estás llamando así?

-¿Eh? –esa pregunta desconcertó a los tres recién llegados

-Cierto, Izumo hizo lo mismo –intervino Sasuke-. Ya sé que Menma tiene nombre de condimento, pero no creo que sea para confundirlo por “Naruto”.

-Un momento –intervino la pelirosa-, ¿dijiste Menma?

-¿Por qué demonios se comportan tan raros? –cuestionó el mencionado- Claro que ese es mi nombre.

Los chicos comenzaban a creer que algo bastante grave les ocurrió durante la misión, de modo que Shikamaru consideró que lo mejor sería llevarlos ante el Hokage. Apenas iba a dar esa indicación cuando el equipo de Kiba, Shino y Hinata regresó también a la aldea y se les acercaron para saludar.

-Hey, Naruto, Sasuke –alzó la mano el Inuzuka y Akamaru ladró

-Ha p-pasado tiempo –la Hyuuga, con un sonrojo en sus mejillas, se acercó al de ojos azules-, N-Naruto-kun.

El chico arqueó una ceja de manera despectiva, pero antes de poder decir algo, Sasuke lo rodeó con sus brazos de manera posesiva y le lanzó a la chica su mejor mirada asesina.

-Ya deja de intentar conquistar a mi Menma, Hinata. Él jamás te hará caso.

-Y-Yo…

Debido a la presión la chica cayó desmayada. Los demás estaban sorprendidos porque Uchiha Sasuke jamás le había hablado de esa manera a pesar de saber los sentimientos que ella tenía por su novio.

-¡Sasuke, eres un maldito insensible! –gritó Kiba y fue entonces que reparó en algo- Espera, ¿dijiste Menma?, ¿y por qué Naruto se pintó el cabello?

El ojiazul golpeó al Uchiha para liberarse de su agarre y se acercó a Kiba para sujetarlo de la ropa, haciendo que sus miradas chocaran.

-Ya estoy harto de todo esto –gruñó-. Si es alguna estúpida broma de mal gusto, más vale que paren.

-Oye…

La de cabello rosa iba a intervenir cuando otras dos presencias muy familiares se acercaban. Ella estaba sorprendida. Eso no podía ser verdad, puesto que sus dos compañeros de equipo estaban justo delante de sus ojos… ¿o no?

 

Un rato después (debido a la velocidad de la carrera previa), Uchiha Sasuke y Uzumaki Naruto podían vislumbrar la entrada a Konoha. Les extrañó ver a varios de sus amigos ahí, sobre todo teniendo en cuenta que se suponía iban a regresar hasta la noche.

-¡Sakura-chan, chicos! –gritó el rubio, sonriendo- ¿Vinieron a recibirnos?, ¿cómo se enteraron de la hora en que llegaríamos?

Sasuke se dio cuenta de las miradas impactadas y desconcertadas de los demás, así que analizó a su alrededor y fue cuando los vio: ahí había un chico exactamente igual a él, salvo por las estúpidas ropas, y otro igual a Naruto (que aún sostenía a Kiba) sólo que con cabello negro y ropas oscuras. Finalmente el jinchuuriki se dio cuenta de su presencia y los señaló, escandalizado.

-¡¿Pero qué…?! ¡¿Por qué ese kage bunshin con mi apariencia tiene el cabello teñido?!

-… Dobe –suspiró su pareja. Él nunca cambiaría.

-¡¿A quién llamaste kage bunshin?!

El “Naruto moreno” se le acercó para encararlo. Con su fría mirada trataba de intimidarlo, justo como lo hacía con los demás, pero contrario a lo que deseaba, el otro lo observaba de arriba abajo como si fuera un interesante espécimen o algo similar.

-Mi kage bunshin tiene tu mal humor, teme –dijo, alegremente-. Está genial. ¿Quién lo hizo, chicos?

Fue entonces que le prestó atención al otro Sasuke, quien lucía mucho más relajado que su enojón novio. Ignorando al molesto ojiazul se acercó al “Sasuke tranquilo” y, como era natural en él, le sonrió radiantemente.

-Vaya, realmente se parece mucho a ti, Sasuke, aunque tú nunca usarías ropa así –le picó una mejilla sin borrar su sonrisa-. Jejeje, pareces muy real.

Sin poder evitarlo las mejillas del “clon” se sonrojaron levemente (detalle que no pasó desapercibido para el otro Uchiha). El azabache no pudo controlarse y rodeó con su brazo la cintura del rubio y con la otra mano lo sujetó de la barbilla para que chocaran miradas y le sonrió de forma seductora.

-Eres realmente adorable, kitsune-chan –le dijo

-… ¿Uh?

El moreno apenas si alcanzó a alejarse cuando un potente chidori salió disparado en su dirección. Unos furiosos ojos rojos (donde relucía el Sharingan) parecían deseosos de eliminarlo. El atacado iba a decir algo cuando sintió a alguien de pie tras él y un escalofrío le recorrió todo el cuerpo.

-¿Qué fue todo eso, Charasuke idiota? –escuchó sisear a sus espaldas

-M-Menma, no te enojes –pidió, casi suplicando-. Es que no pude evitarlo… ¡Tiene tu rostro!

Mientras ellos dos discutían, Sasuke se les acercó y se cruzó de brazos de manera desafiante.

-Y… ¿Quiénes son ustedes dos y de dónde demonios salieron?

 

Los Uzumaki y los Uchiha fueron a la oficina del Hokage en compañía de Shikamaru. Los dos chicos misteriosos no pudieron ocultar su sorpresa cuando vieron a Hatake Kakashi ocupando la silla del líder de la aldea: el ojiazul sonrió con burla mientras que el ojinegro sí soltó una carcajada.

-¡Debe ser una broma! ¡El hombre que se la pasa hablando del poder de la juventud es Hokage!

-Sasuke, Naruto –llamó Kakashi sin exaltarse-, ¿por qué sus kage bunshin se están burlando de mí?

-¡Que no somos kage bunshin! –reclamaron ambos

 

Luego de tranquilizarlos comenzaron a relatar su parte de la historia y entre todos fueron uniendo las piezas. Al parecer ese Uchiha Sasuke y Uzumaki Menma (que sí resultaba llamarse así) pertenecían a un mundo alterno al suyo, ya que por lo que contaron, sus conocidos allá tenían personalidades muy diferentes. Menma relató que él y Sasuke estaban entrenando cerca de las ruinas del templo Uzumaki cuando encontraron un pergamino. Gracias a su Sharingan Sasuke pudo leer su contenido y sin querer activó un sello que ahí se encontraba.

-Después de eso sólo vimos una luz cegadora –dijo el Uchiha-, pero como no pasó nada decidimos regresar a la ladea y fue cuando nos encontramos con los demás.

-Todo esto es tu culpa, imbécil –reclamó su compañero

-Pero Menma, no fue mi intención. Además tú estabas ahí y tampoco hiciste nada para evitarlo, cariño.

-¿Cómo me llamaste? –alzó un puño para amenazarlo

-Cofcof, por favor, cálmense –pidió Kakashi, suspirando-. No importa de qué dimensión sean, ustedes dos siempre causan problemas.

-¡Eso fue cruel, Kakashi-sensei! –reclamó Naruto

-¿Y qué vamos a hacer con ellos, Hokage-sama? –preguntó el Nara

-Muy posiblemente ese pergamino está aquí, puesto que luego de la guerra todo lo que seguía en el templo Uzumaki fue resguardado como patrimonio histórico –sonrió bajo la máscara-. Bien, está decidido. Shikamaru y yo buscaremos ese pergamino para que puedan volver a su mundo, así que les pediré paciencia, Menma-kun, Sasuke-kun.

-Podríamos ayudarlos –sugirió el Uchiha

-Lo lamento, pero no cualquiera puede entrar al lugar donde protegemos nuestros tesoros. Sin embargo les doy mi palabra de que en cuanto lo encontremos, se los haremos saber.

Los jóvenes no estaban muy convencidos, pero no tenían más remedio que aceptar, así que asintieron con la cabeza.

-Vamos, no será tan malo –Kakashi trató de restarle importancia al asunto para relajar la atmósfera-. Mientras tanto, Naruto, Sasuke, encárguense de guiarlos. Seguro aprenderán algo nuevo por convivir con sus otros “yo”.

 

Los cuatro salieron de la Torre del Hokage sin saber qué hacer. En la naturaleza de Menma no estaba quedarse de brazos cruzados, pero sabía que tampoco podía llegar exigiendo que se apresuraran, pues ese no era su mundo. ¿O tal vez sí podía? No, mejor dejaba de pensar o terminaría tramando un ataque a ese lugar, de modo que esperaría. Ambos Sasukes estaban pensando algo similar hasta que unos extraños ruidos rompieron el silencio.

-Eh… jejeje –el rubio se rascó la nuca con vergüenza al sentir las miradas de los otros tres-, tengo bastante hambre. ¡Ya sé! ¡Vamos a Ichiraku por algo de ramen! ¡Anda, di que sí, Sasuke!

-Por supuesto, Naruto-chan –accedió un sonriente Sasuke, guiñándole un ojo

El otro Uchiha frunció el ceño (porque Naruto le había hablado a él) y se acercó a su pareja en gesto posesivo. Menma se frotó la sien y suspiró, molesto. Esos dos iban a acabar con su paciencia y su otro yo no ayudaba siendo tan despistado.

-Idiota –llamó a su ojinegro compañero-, si quieren golpearte, no pienso mover ni un solo dedo para impedirlo. Naruto –lo llamó por primera vez usando su nombre-, vamos de una vez.

-¡Genial! –se acercó a él mientras caminaban rumbo al restaurante- Ahora que lo pienso, tú también tienes nombre de condimento. ¿Y te gusta el menma?, ¿en tu mundo también hay un Ichiraku?, ¿cómo sabe el ramen de allá?

El pelinegro lo escuchaba hablar sin parar. Por dentro estaba sorprendido. Ni en sus más locos sueños él podría comportarse de esa manera tan alegre y escandalosa. De repente llevó una mano a la rubia cabellera y la analizó cuidadosamente.

-¿Pasa algo? –preguntó Naruto

-… Sólo recordaba las palabras de cierto idiota sobre mi cabello –volteó con los Uchiha que los seguían más atrás-. ¡Sasuke!

-¿Qué? –preguntaron ambos al mismo tiempo

El rubio comenzó a reír al ver cómo esos dos pares de ojos negros parecían molestos por aquella confusión. Incluso Menma no pudo reprimir la sonrisa burlona hacia ellos.

-Creo que necesitamos una forma para poder llamarlos sin que los confundamos –comentó Naruto, frotándose la barbilla-. ¡Ya sé! Tú –señaló al recién llegado- serás Sasuke. Y tú –ahora señaló a su pareja- serás teme.

-¿Por qué demonios yo soy el teme? –preguntó con molestia.

-Entonces para mí serán Uchiha y Charasuke o idiota.

-¡Menma, deja de llamarme así! –reclamó su compañero

-¿Por qué le dices Charasuke? –se interesó el rubio

-Fácil: Sakura se lo puso porque es un idiota mujeriego.

El otro Uchiha arqueó una ceja y jaló a Naruto para alejarlo de él, acto que provocó molestia en el Sasuke coqueto. Vamos, ciertamente así solía comportarse y de repente salía su antiguo yo, pero ahora estaba en la relación más seria de su vida, eso debería darle mérito, ¿no?

 

Los cuatro llegaron a Ichiraku y como si nada Naruto tomó asiento frente a la barra mientras saludaba a Teuchi-san. El hombre inició una plática amena con el ojiazul, extrañando a los dos visitantes temporales. Sasuke sólo suspiró, demasiado acostumbrado a que el hombre del ramen charlara animadamente con su cliente favorito.

-¿Por qué no pregunta sobre nuestra presencia? –interrogó el Uchiha de la otra dimensión

-Porque el dobe que come ramen tan despreocupadamente es el ninja número uno en sorprender a la gente.

-Hey, Naruto –escucharon hablar al hombre-, con el cabello negro te ves muy bien.

-¿Verdad que sí? –parecía emocionado- Seguro que el pelirrojo de kaa-chan también me habría quedado sensacional, jajaja.

Menma gruñó un poco ante el primer comentario, pero entonces notó la forma en que un par de ojos negros (idénticos a otros que conocía de toda la vida) vigilaban los movimientos del rubio. Si sus sospechas eran ciertas, no cabía duda que Uchiha Sasuke tenía una fijación en la sangre Uzumaki y los ojos azules sin importar a qué dimensión perteneciera.

-¿Qué clase de relación tienes con él? –le preguntó sin rodeos

-Es mi pareja –afirmó con soberbia

-Oh, definitivamente estamos destinados a estar juntos –intervino el otro Sasuke para romper la tensión del ambiente y sonrió de forma presumida-. Menma y yo también somos pareja y nos amamos mucho. ¿Cierto, cariño? –le guiñó un ojo

Por respuesta el ojiazul le aplicó una dolorosa llave al brazo como castigo por ese comentario. Mientras el moreno intentaba liberarse, Sasuke optó por ignorarlos y mejor fue a sentarse junto a su dobe que ni enterado de la situación seguía saboreando su platillo favorito.

 

Luego de la pequeña pelea los cuatro degustaron un tazón de ramen. Bueno, los Uchiha porque los Uzumaki devoraron varios cada uno. Claro que Menma se comportaba mucho más serio y discreto que el expresivo Naruto. Una vez terminaron de comer y el Sasuke de ese mundo se vio obligado a pagar la cuenta de todos, de nuevo deambularon por las calles de Konoha.

-Oye, otro yo –llamó el azabache relajado-, ¿por qué no tienes un brazo?

-No te interesa.

-¡Teme!

-Ay, ya, está bien –bufó-. Lo perdí durante la guerra contra Madara y Kaguya.

-¿Quiénes? –preguntaron los otros dos al mismo tiempo

-¿Eh?, ¿no saben quiénes son? –se extrañó Naruto

Antes de que pudieran responder, frente a ellos llegaron Chouji, Ino, Lee y TenTen. Kiba les había comentado lo ocurrido en la entrada de la aldea hacía un par de horas atrás, de modo que llenos de curiosidad fueron a comprobarlo.

-Así que lo que Kiba dijo es cierto –habló Ino y sonrió, coqueta-. Hay dos Sasuke-kun.

-Mira, Menma –su pareja señaló a la rubia-, la Ino de este mundo enseña mucha piel. Con que eso se esconde bajo tanta ropa –no pudo reprimir el tono seductor

-Y por eso no le quitas los ojos de encima –murmuró, golpeándolo en la cabeza

-Auch, eso no es cierto, era broma –trataba de justificarse

-¡Sasuke-kun y Naruto-kun siempre demuestran toda la energía de su juventud! –gritaba Lee, emocionado

-¡Maldición! ¡Que me llamo Menma, no Naruto!

Mientras el rubio explicaba a sus amigos la situación de los dos visitantes, el Uchiha se mantenía al margen de la conversación. Ciertamente ya había sido exonerado de sus crímenes y hasta podría decirse que limó asperezas con los demás, pero de eso a considerarlos y tratarlos como grandes amigos había un gran trecho. Si los era porque su novio sí les tenía gran estima.

 

Por su parte Menma y Sasuke observaban con curiosidad la interacción de Naruto con esos chicos, notando las enormes diferencias con los de su mundo: Ino exhibicionista, Lee enérgico, Chouji gordo y TenTen no vestía como pordiosera. A eso había que sumarles a los demás que ya habían conocido. Definitivamente ese mundo al que fueron a dar era muy extraño.

-Pero falta Neji –comentó Sasuke-. Me pregunto dónde estará.

El otro ojinegro alcanzó a escucharlo y se acercó de inmediato para evitar que removiera tristes recuerdos en su pareja.

-Él murió durante la guerra –dijo

Sasuke arrugó el ceño y Menma desvió la mirada. Ninguno quiso preguntar más detalles, no necesitaban saberlos.

 

De esa manera cayó la tarde y Naruto decidió que lo mejor sería llevarlos a su departamento para que descansaran. Mientras él y su pareja avanzaban, los otros dos les seguían cayendo en cuenta de algo muy importante: el rostro del cuarto Hokage tallado en la montaña era el de Namikaze Minato. Al tiempo que eran conducidos por un camino que no les resultaba conocido, Menma y Sasuke intercambiaron miradas en las que claramente notaron que pensaban lo mismo: ¿Cómo eran las vidas de sus otros yo en ese lugar?

 

Los cuatro finalmente llegaron al departamento del rubio, quien abrió la puerta y con una sonrisa invitó a pasar a los morenos. Su novio ingresó como si nada, pues ahí vivían juntos, razón de que el lugar estuviera acomodado; de lo contrario no dudaba que Naruto tendría un desastre. Mientras el otro Sasuke y Menma analizaban el lugar, el dueño del departamento se acercó a su compañero para hablarle en voz baja.

-Oye, teme, ¿crees que quepamos todos aquí? De por sí tú ocupas todo mi espacio.

-Tú fuiste el usuratonkachi que me persiguió obsesivamente y sin descanso –le recordó y luego suspiró-. Pero tienes razón en que estaremos muy apretados. El otro Sasuke y yo podemos quedarnos a dormir en el viejo apartamento de Kakashi.

-Ah, cierto. Te lo dejó para cuando visitaras la aldea luego de que él tuvo que mudarse a un lugar más cercano a la torre.

El Uchiha de expresión tranquila estaba observando las fotografías sobre una repisa, en cambio Menma volteó con el otro Uzumaki para salir de dudas.

-Naruto –llamó-, ¿dónde están tus padres?

-Ellos… murieron el día que nací –hizo que ambas miradas azules se cruzaran- luego de que sellaran a Kurama en mi interior. Tú también lo tienes, ¿verdad?

Menma asintió, tratando de mantener su expresión de indiferencia, pero era complicado. Aunque él era serio, se mostraba frío y hasta cínico, siempre había tenido a sus padres cerca. Quizá podría desviarse un poco del camino porque deseaba ser mucho más poderoso, sin embargo a ellos jamás podría dañarlos. La simple sonrisa de Kushina iluminaba su mundo y el respeto y aprecio hacia Minato eran innegables. No se podía imaginar todo lo que había pasado Naruto al no haberlos conocido y crecer sin su compañía y cariño. Salió de sus pensamientos al percatarse de los movimientos de Sasuke a su lado, quien observaba fijamente al otro Uchiha.

-¿Y nuestra… digo, tu familia?

-Todo el clan fue exterminado cuando yo era niño –respondió con voz seria, pero se relajó al sentir la mano de Naruto que se entrelazó con la suya-. Ahora soy el único que queda.

El ojinegro asintió, pero Menma pudo notar de reojo cómo apretaba los puños. No era para menos, puesto que Sasuke creció siendo consentido por sus padres, razón que lo orilló a ser tan presuntuoso, incluso llevaba una peculiar relación con su hermano Itachi a pesar de que éste ahora formaba parte de un grupo de mercenarios y pocas veces pisaba Konoha. ¿Cuántas cosas habrían pasado hasta el momento esos dos chicos que tenían enfrente?

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

La segunda parte la subiré cuando me sienta un poco mejor y tenga tiempo, porque mi casa estará llena de movimientos y ruidos este fin de semana x.x (Kyuu: Así que dudo que te dejen reposar ¬¬). A mi parecer esa tiene las escenas más cómicas. Espero que les haya gustado, cualquier comentario con saludos, flores, golpes, pañuelos, amenazas, cebollazos, jitomatazos, pedradas, bombas y demás será bien recibido. Por hoy es todo, pero nos estamos leyendo pronto, no puedo darles fecha, sin embargo no creo que pase de la próxima semana. Se me cuidan mucho, ¡bye byeee!


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