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JongLo One Shots por erickkbaj

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Notas del fanfic:

Only JongLo <3

 

Notas del capitulo:

Resumen del One Shot:

El amor simplemente es extraño, sucede cuando menos lo esperas e historias como está te dan la esperza de que lo que deseas pueda pasar.

 

HASTA LLEGAR EL AMANECER.

La vida amorosa de las personas debería ser asunto privado, donde solo la pareja (ósea, dos personas), deberían de saber de ello; al menos eso pensaba Choi Jun Hong, estudiante de Instituto, a un año de graduarse y poder entrar a una prestigiosa Universidad, o al menos eso deseaba él, sus padres sólo querían un título de Doctor en la pared para colgar y poder presumir a sus amistadas, era cuando todos en la familia se preguntaban ¿Qué amistadas? Todas ya habían desaparecido en el transcurso de los años, incluso la madrina de bautizo, aquella señora respetable, bondadosa y de buen carácter se había ido para siempre, con sus pasteles, su voz aguda y siempre la sonrisa expectante que mostraba al ver al crío cada día más y más alto.

—Las personas son muy entrometidas. —Y a la par de carcajadas de las chicas con las que se rodeaba, aquellas que en aquel punto tuvo que llamarles amigas para no hacer sentir mal así mismo, al darse cuenta que no tenía ninguna amiga o amigo dentro de los muros de la cárcel…escuela, que iba prácticamente a diario.

—Pero tú estás hablando de ello, ahora mismo. —La voz aguda y burlona de Min Ah se escuchaba en las mesitas o “módulos de estudio” como les llamaban los trabajadores de la escuela, mesitas, para todos los estudiantes.

—Pero yo soy de chocolate, yo no cuento. —Replicó Jun Hong, en su defensa, tal vez debería de aceptar que era un tanto chismoso, aunque sus “amigas” no lo supieran de parte de él, sabían que tenía atracción por los hombres y algunas mujeres, sabían que había salido con Yoon In, una chica un año más grande que él y de la escuela del distrito vecino, pero su relación se dañó tan rápido, con el pasar de los días y al final solo permanecieron como amigos, una relación bastante extraña, pero había fracasado, como sus intentos de verse heterosexual, inventando chismes acerca de que se le había declarado a ciertas chicas “populares”, o como opinaba de manera apropiada a los vulgares y sarcásticos comentarios cuando se le preguntaba que chica era la más linda.

—Jun Hong ¿Quién te gusta? —Habían preguntado las chicas que le rodeaban, sin nadie a la vista para que todo fuera más cómodo.

—Te diré en que clase va, pero no diré el nombre, incluso ustedes dos se llevan con él… —Al haberse recargado sobre una de sus manos, quitándole importancia a si ellas sabrían quién es, pero había soltado un rotundo él y las miradas fueron intercambiadas, estaba todo claro, pero les era indiferente para ellas si fuera gay o no, sólo querían saber quién era su amor platónico.

— ¿Es más grande? El único nombre que se me ocurre sería Park Min So. —La carcajada en Jun Hong le invadió, sin más y ya hartó de que las señales que le daban era obvio les dijo finalmente el nombre.

—Moon Jong Up. —Soltó sin más, tal vez algunos estudiantes aledaños le escucharon, pero ya le era indiferente a él, los rumores sobre su sexualidad que circulaban por los pasillos, aunque él se lo había prometido:

“No tengo que andar corriendo por los cuatro vientos gritando: Hey soy gay. No, además en una escuela como en la que estaba, estaba solo, y no tenía a nadie que le sostuviera la mano para ayudarlo, el día que tuviera novio en la escuela lo diría.”

—Éste año se va, se gradúa, no falta mucho. —Soltó Min Ah con desanimo.

—Lo sé, pero así son los amores platónicos ¿No? —El timbre indicaba que el descanso había terminado y tenían que volver a clases.

Moon Jong Up había tomado la misma especialidad que Jun Hong solo que él estaba un año más adelantado, mientras que Jun Hong no, pero debido a los trabajos que la maestra les dejaba, a veces se tropezaba con Jong Up, a veces compartían el mismo salón de clases aunque fueran diferentes los medios y contenido de enseñanza.

—Nunca me volteará a ver. —Siempre pensaba eso Jun Hong, con sonrisa nostálgica pasaba a un lado del asiento del mayor, pero ni una mirada era intercambiada, lo que de cierta manera lastimaba al menor.

No sabía nada más de él, más que su nombre y el número de clase en el que iba, no hablaba mucho, pero su sonrisa era brillante, y una vez logró apreciar los orbes del mayor, chicos pero profundos, como un dibujo de arte abstracto, te enganchaba con la primera mirada, o al menos a él le pasó eso con Jong Up.

Lo que ocupaban dentro de las clases eran unos amplios escritorios, los llamaban “Restiradores” donde podían dibujar y crear lo que la maestre le apetecía, ese día era uno de los tantos que su clase tenía que juntarse con la del mayor, Jun Hong se sentaba en los lugares de hasta el frente, mientras que Jong Up Se sentaba en los del medio. Min Ah, quien estaba hasta el final de las filas vio como Jong Up andaba distraído, caminando de regreso a su lugar después de ir al escritorio de la maestra por una duda, Jun Hong estaba dándole la espalda, platicando con el chico que se sentaba tras de él, la mirada maliciosa (de buena forma), de Min Ah se dibujaba con una sonrisa de oreja a oreja.

—Jun Hong ven. —Le dijo al menor quien volteó a verla, levantándose de su asiento para ir en donde le habían llamado sin darse cuenta Jong Up iba en sentido contrario, entonces lo que Min Ah recién planeó pasó: Ambos chocaron, pero fue diminuto mientras que con un “Lo siento” de parte de los dos se hizo presente, con un ligero rubor en las mejillas del mayor… ¿Rubor?

—Ya nada, amiguito, todo está hecho. —La sonrisa indicaba que ella había planeado todo, la quería matar, pero le agradecía, porque al fin el mayor notaba su existencia.

Los días pasaban y las miradas y suspiros aumentaban en Jun Hong cada vez que el mayor pasaba, aunque éste estuviera un tanto más bajo que él, le parecía lindo. Estaba perdido, perdiendo el tiempo en imaginarse de todo, de todo, con alguien más, con alguien que no pasaría nada.

Pero fue cuando todo cambió.

— ¿Tú nombre es Jun Hong? —La voz del mayor retumbo sus tímpanos, ¿era enserio? ¿Le estaba hablando? ¿Frente a todos?

—Sí, ¿Por? —Titubeó al preguntar, ante las miradas impresionadas de sus amigas y de sus demás compañeros.

—Alguien me ha mando a darle esto. —Y acto seguido el mayor le entregó una nota al menor, su rubor desapareció al creer que era él a quien buscaba pero, no, bueno, de cierta forma, pero sus ojos se llenaron de oscuridad al saber que no era él, su amor platónico quien le mandaba una nota, tal vez sería de una chica, tal vez le daría una oportunidad, pero no sabía quién era, sus amigas y sus demás compañeros insistieron en que leyera aquella nota, lo cual se negó y después de un par de clases a todos se les había olvidado, claro, el examen de matemáticas que el cual no supo contestar, sufriría de nuevo, pero al menos el maestro era accesible, claro dabas dinero para ello, pero fuera de todo, era agradable ese señor con bigote.

Fue al baño al finalizar el examen y abrió la nota…

“15:00 p.m.”

Tan simple, era extraño, pero tenía curiosidad y quería saberlo, sabía que debía de haber ido con alguien, pero no era así, no le dijo a nadie, simplemente fue…aunque la verdad tuvo que esperar como dos horas ya que su hora de salida era antes, entreteniéndose con el libro de su amiga Na Hyun (Serafines, quimeras, guerra, una fantasía perfecta).

La hora era la indicada ya, todos se habían ido, solo quedaba alguno que otro maestro que se había atrasado con su trabajo, pero seguía perdido en su mundo de fantasía, soltando una que otra lágrima mientras sonreía al finalizar aquel libro de más de 600 páginas, todo un logro para él, cerró el libro y se dio cuenta de la presencia de un chico a sus pies, literalmente, Jun Hong estaba sentado en las escaleras y el chico estaba a la altura de donde descansaban sus pies.

— ¿Has acabado tu libro? —Jun Hong quedó perplejo, ¿era Moon Jong Up?

—Si… —Estaba nervioso, siempre era así ante su presencia.

—Quisiera saber lo que ven tus ojos, pero tus ojos solo ven a ese libro, siento envidia ¿sabes? — ¿Altanero? No, Jong Up trataba de verse cool, pero él no era así, al menos lo que Jun Hong había visto, pero le hacía gracia verlo actuar así.

—Sé muchas cosas, como que la nota que me diste era extraña, sólo una hora, pero ciertamente…—Jong Up le interrumpió, aun ninguno de los dos cruzaba miradas.

—Ciertamente sólo fue una hora, para una… ¿cita? Simplemente lo supusiste, así como supusiste que quien lo mandaba era una chica y no…yo, sólo supusiste que debías de esperar en algún lado donde fueras visible para que te vieran y haber que pasaba. —Sentenció antes de ponerse de pie y quedar de aquella forma, con su uniforme aún puesto de espaldas frente al menor.

— ¿Eres un agente de “Mentes Criminales”? —Su cenó de frunció y se sentía molesto, alegremente molesto ¿era posible?

—Bueno, al verdad no viene al caso que te diga que me gustas, que en realidad siempre te había visto desde que descubrí que siempre me mirabas…pero creo que soy un cobarde al atreverme a decírtelo apenas, ya que en unas semanas me voy de aquí. —Suspiro mientras estiraba su cuerpo, solo llevaba una camisa blanca manga larga por fuera del pantalón escolar, con la desajustada corbata, mientras que la mente pervertida de Jun Hong viajaba al trasero del mayor, su perdición, tan lindo, en forma, en su sitio, no era como si supiera de traseros pero el de Jong Up le fascinaba, ¿por qué pensaba algo así ahora? Su amor platónico se le declaraba, y él no hacía nada.

—Creo que soy un perdedor, nos vemos luego Jun Hong. —Se giró para dedicarle una sonrisa sincera y nostálgica, sus sentimientos no habían sido correspondidos, y comenzaba a bajar por las escaleras, sin que el menor se diera cuenta de las lágrimas que caían por las mejillas del mayor. Jun Hong simplemente se quedó ahí sentado, apretando su puño furioso.

Pasaron los días y casualmente ellos no se habían visto en los pasillos de la escuela, mientras que Min Ah se acercaba a Jong Up.

— ¿Crees que me lo diga? —Preguntaba tratando de evitar las lágrimas.

—Vamos Uppie, deja de llorar, así no estabas el día que te dije que tu amor platónico te correspondía. —Le dijo la menor a su amigo.

—Es porque eres una chismosa que no sabe guardar secretos. —Sonrió, olvidando por un momento su tristeza.

—Hey, Jun Hong nunca dijo, es un secreto, así que vine a decírtelo, yo sé que él lo hará, cuando menos lo esperes.

Los días seguían pasando y Jun Hong se lamentaba en la oscuridad de su habitación cada día, llorando escuchando canciones tristes, no era la mejor opción, pero él creía que así se le pasaría.

La graduación llegó al fin, Jong Up se graduaba e iría a la Universidad, mientras que Jun Hong pasaba al último año del Instituto, los discursos de los directivos habían pasado, y ya todos se encontraban festejando.

Ju Hong se miraba en el espejo que había como adorno, se veía realmente triste mientras detrás de él su amiga le recriminaba con la mirada, a ella le había dicho lo que pasó aquel día, y lo golpeó por ello, a lo lejos vio como Jong Up miraba la pantalla de su celular, acercándose a su amiga, Min Ah, susurrándole algo al oído, para después despedirse de sus amigos y sentarse solo en una de las bancas, poniéndose sus auriculares mientras veía a las personas pasar, mirando a la nada, como si estuviera apagado.

—Sus padres no vendrán, ellos se fueron de viaje y lo dejaron, no quiere ir a casa, estará solo. —Jun Hong no se dio cuenta cuando apareció de la nada su amiga.

—…Mnh… —

— ¿Eres un tonto? —Le hizo un amplio puchero cruzándose de brazo, como si estuviera haciendo un berrinche.

—Si, por no decirle que me gusta. —Susurró, creyendo que sólo se había quedado en su mente, pero no era así, le había dado voz a sus pensamientos.

—Eres un tonto, lamentándote por algo que podría ser la mejor experiencia de tu vida, pero prefieres actuar como un perdedor cuando en realidad eres un ganador, él, el chico que tanto anhelaste, te corresponde y tú como un tonto lo dejas ir y hundirse, también te hundes ¿sabes? —La chica estaba enojada o ¿Desesperada? No lo sabía, solo veía como Jong Up lloraba al ver la pantalla de su celular moviendo sus dedos, estaba cambiando la canción.

Jun Hong empezó a caminar en dirección hacia Jong Up, atravesando el mar de gente que aún estaba, padres abrazando a sus hijos, muchos padres a su parecer, mientras los esquivaba y sus compañeros trataban de saludarlo, siguiéndole con la mirada al ser ignorados, curiosos por saber a dónde se dirigía Jun Hong.

La música de Jong Up era muy melancólica, una balada, “Todavía te odio, a ti por haberme dejado solo”… no era la mejor canción que describiera su sentimiento pero decidió cambiarla por otra donde el verso después de un rato cambió, “Perdón por dejarte ir, soy un tonto, pero te amo”.

Justo cuando aquel verso fue cantado a los oídos de Jong Up, Jun Hong aparecía de entre la multitud, tomándole de la barbilla, con sus ojos llorosos, hasta que al fin, sus labios de ambos estaban unidos, mientras todos los demás paraban de hablar para verlos en aquel momento.

—Son muy entrometidos. —Musitaba con enojo el menor refiriéndose a la multitud chismosa.

—Eres muy quejumbroso. —Le volvió a besar, poniéndose de pie, posando sus manos sobre la cintura del menor, aunque tenía que alzar levemente su cabeza para besar los labios ajenos le acercó con fuerza, rosando pelvis con pelvis, mientras Jun Hong dejaba escapar una especie de gemido en medio del beso, mientras Jong Up le mordía el labial inferior y Jun Hong lo hacía con el superior, del mayor.

—Perdón por ser un tonto. —Musitaba sonrojado, mientras mantenían sus frentes unidas.

—Valió la pena, pero debes redimirte. —Cerró sus ojos negando con la cabeza.

— ¿Cómo? —Preguntó, entendiendo y siguiendo el juego del mayor.

— ¿Confías en mí? —Cuestionó el mayor, poniéndose serio.

—No. —Eso era lo que su mente le decía, pero sólo soltó un —Sí.

—Vamos a casa. —Y las piernas de Jun Hong tambalearon, no sabía que pensar, ¿sólo quería sexo? ¿Él también lo quería? ¿Por qué siempre tenía que ver todo de dos modos?

Cuando menos se dio cuenta ya estaba caminando en dirección a su casa, bueno la casa de Jong Up, grande, sola, y algo oscura, entraron y se encaminaron a la habitación del mayor, Jong Up le indicó que se sentara sobre su cama, muy suave por cierto, y cerrara los ojos. Y así obedeció. Sin saber que esperar.

—Espero seas bueno, porque no sé qué más podríamos hacer. —Una palanca, era una palanca de Wii, aunque Jun Hong prefería la versión clásica del XBOX le hizo gracia y asintió con la cabeza.

—Yo también espero que tú los seas. —Y unas sonrisas aparecieron en los dos, pasaron horas y horas jugando hasta quedarse agotados. Los padres de Jun Hong se encontraban de visita en Mokpo, en la casa de su hermano, así que también estaba solo. Se quedó a dormir aquel día con Jong Up, se había bañado ahí y Jong Up le restó un pijama para él aunque prefirió no ponerse nada, ya que no había de su talla.

Una televisión estaba frente a la cama de Jong Up, la televisión donde habían pasado horas jugando y habían consumido botanas de todo tipo, desde nachos y palomitas, hasta pizzas y hamburguesas, habían limpiado y era media noche, Jong Up puso una película para que ambos vieran antes de dormir. Jong Up envolvía con sus brazos el cuerpo de Jun Hong, mientras la única luz que inundaba el espacio era la del televisor, pasaron el par de horas que duraba el film, The notebook, una de las películas del mayor pero que siempre le hacían llorar, era como ver Tachiko, claro, sufrirías lo mismo si tuvieras o tuvieses una mascota. Al percatarse Jun Hong también lloraba, mientras se limpiaba y los subtítulos pasaban por la pantalla.

—Gracias por no dejar que volviera a casa solo. —Dijo el mayor, apretujándole entre sus brazos.

—Gracias por verme solo a mí. —Respondió Jun Hong, sonriendo.

—No agradezcas. —Apagó el televisor y a pesar de lo que muchos pensaran, no tendrían una noche llena de pasión, besos y caricias, donde era extraño que la primera noche de un noviazgo aun no oficial tuvieran sexo.

Claro, ambos se acariciaban, pero, con inocencia, acariciando sus brazos, cintura y el única acto pervertido que pasó por la mente de Jun Hong fue tocar el trasero hermoso de su ahora… ¿novio?

— ¿Quieres ser mi novio? —Lo mismo pensaba y asintió al instante, besando los labios ajenos, mientras le abrazaba al mismo tiempo.

Era movimientos tranquilos y húmedos, se disfrutaban mutuamente, se tocaban mutuamente, pero después de perder la noción del tiempo, entre abrazos y caricias, besos y suspiros, les pareció que apenas empezaban aquello, apenas habían pasado unos minutos, pero no era así, los rayos del sol acariciaban las cortinas de la habitación del mayor, llegando hasta ellos, sonrieron y se vieron, sus ojos estaba rojos, tenían sueño, lo sabían pero querían seguir, Jong Up entrelazó sus dedos a los del menor, besando su frente y apresándolo entre sus brazos.

—Buenas noches. —Musitaron al mismo tiempo, riendo mientras cerraban sus ojos.

—Buenos días. —Volvieron a hablar al mismo tiempo, unas sonrisas se esbozaron en sus rostros, permanecían abrazados, frente a frente, con sus manos juntas y sus dedos entrelazados.

Sin darse cuenta se habían pasado la noche acariciándose, besándose, tocándose, riendo y todo hasta llegar al amanecer

 

 

Notas finales:

Este me salió demasiadso sahkfdakdjfhjdfhg no sé, siento que es lo mejor que he escrito de esta OTP, espero que los fans del JongLo les guste

Gracias por leer ^^


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