Después de las caídas de las estatuas, el Yggdrasil parece debilitarse un poco mientras Andreas concentra toda su atención en las batallas que se vienen. Es entonces cuando unas de las raíces del árbol se tocan y dos personas parecen volver de su letargo. Cada uno en su respectiva burbuja de encierro puede sentir la presencia del otro y sin saber cómo también pueden comunicarse a través de sus pensamientos.
_Bien hecho Camus. Traicionaste a tus compañeros y a mí uniéndote al enemigo, déjame felicitarte.
_No estoy para escuchar tus tonterías Milo, lo importante es saber cómo podemos salir de aquí.
_ ¿Acaso no te das cuenta? Siempre creí que de los dos tú eras el más listo. Estamos encerrados sin poder mover un músculo, de haber podido salir de aquí yo hubiera sido el primero. Sabes que no se me da bien esperar.
_ Eso lo sé muy bien, siempre has sido muy impertinente y seguro que por eso estás aquí.
_ ¡Maldita sea Camus! No me vengas con eso, no podía esperar. Hice lo que tenía que hacer aun conociendo las consecuencias, yo estoy con la conciencia tranquila de que cumplí con mi deber.
_ ¿Deber dices? ¿Sabes que por quien luchamos es por Athena, cierto? Entonces dime dónde está porque yo no la veo. Cierto, no está aquí porque está en el inframundo luchando contra Hades y nosotros no podemos hacer nada. Entonces no me digas que estás cumpliendo con tu deber porque sólo te engañas Milo. Creí que ya lo habías entendido pero sigues siendo el mismo tonto de siempre.
_ ¿Sabes que tienes razón en eso? Soy un tonto sí ¡El mayor de los tontos! Porque me prometí creer en ti y luchar por salvarte de la locura que estabas cometiendo pero jamás olvidé lo que era importante. Soy un caballero y siempre lucharé por la justicia.
_ Ja no recuerdo que lo hicieras cuando cumplias las órdenes de Saga.
_ Él era el patriarca ¡¿cómo iba a saber lo que estaba pasando?!
_ Eres un idiota Milo.
_ Ya lo dijiste, muchas gracias. Además ¿qué tiene que ver lo de Saga? Él ya ha pagado por sus errores del pasado y ahora fue quien me salvó cuando tú y tus amiguitos quisieron matarme.
_ Debiste irte cuando tuviste la oportunidad, lo sabes.
_ Yo no soy un cobarde, no como tu amiguito pelirrojo. Maldito bastardo que sólo saber hacer trampas, juro que si logro salir de aquí lo mandaré al infierno.
_ Pues lamento decirte que ya no podrás hacerlo porque Surt ya está muerto.
_ ¿En serio? Maldición yo quería ser quien le diera su merecido ¡Dime, dime quien lo mató!
_...yo.
Milo quedó en shock que no manifestó en su rostro por su estado durmiente dentro de la burbuja. Camus tampoco siguió, los recuerdos de los últimos momentos con su amigo fueron azotando su mente dejándole un nudo en la garganta. El escorpiano fue quien retomó la conversación:
_ Vaya, supongo que esas son buenas noticias después de todo, me alegro de que haya muerto ese bastardo.
_ ¿Tú no conoces lo que es el respeto verdad Milo?
_ Te aclaro que jamás sentiré ninguna clase de respeto por ese infeliz mal nacido, lamento si con eso ofendo a tu amante.
_ Tú no entiendes nada, lo peor de ti es eso que nunca entiendes nada.
_Ahhh ¿Así que ahora vamos a empezar con los reproches? Bien, continúa.
_ Tú eres quien empezó con todo esto y por supuesto que voy a continuar, me cansé de quedarme callado. Esta vez voy a decir todo lo que llevo atragantado.
_ Bravo, el señor témpano de hielo por fin va a romper con toda su estúpida indiferencia. Adelante, soy todo oídos.
_ Ohhh claro que vas a escucharme, esta vez voy a ser bien comunicativo para ver si te entra algo en esa cabecita tuya llena de aire.
_ Ajá, es la tercera vez que me llamas tonto y no es nada nuevo ¿algo más?
_ Sí, estoy cansado de que siempre seas el que arroja la primera piedra porque déjame recordarte que no es la primera vez que lo haces, con lo de Hades fue igual. Nunca te percataste de mi dolor, lo único que hiciste fue creer que era un vil traidor y nada más.
_ ¡Y tú sabes cuánto me arrepiento de eso! Pero dime, dadas las circunstancias ¿qué hubieras hecho en mi lugar?
_ ¡HUBIERA MUERTO ANTES DE CREER ESO DE TI! ¡Preferiría morir antes de creer que el caballero más digno e íntegro que yo conocía y admiraba se había rebajado a ser peor que escoria por un poco más de tiempo de vida! Me hubiera negado a creerlo y hubiera visto el dolor plasmado en la sangre de tus lágrimas. Athena lo vio, Mu lo vio, Shaka... ¿y qué hay de ti Milo?
_ Yo...
_ Yo te diré lo que hiciste o mejor aún, lo que no hiciste. Confiar, ver a través de mí, vislumbrar aunque sea un poco de todo el dolor que yo estaba cargando. Me preguntas qué hubiera hecho en tu lugar ¿Pero aunque sea por un momento tú te pusiste en el mío?
_ Camus yo... la verdad es que ni siquiera puedo imaginar todo lo que sufriste.
_ Así es Milo y yo ni por un momento te reclamé nada, ni siquiera en el momento en que tú con tus propias manos me...
_ ¡Basta! No sigas con eso... por favor... no lo digas.
_ Sé que prefieres no recordarlo y tal vez así sea mejor, fue un momento demasiado triste en nuestras vidas cuando vimos caer a nuestra diosa. Necesario pero triste.
_ Tú sabes que yo nunca podría matarte ¡Sí, te he herido, lo sé! Con mis agujas, dejándote caer a los pies de Athena y hasta con mis propias manos en ese momento de frustración, ¡pero jamás te mataría! Sabes que no pude hacerlo y eso es porque yo te...
_ ¿E-en dónde estoy?
En ese momento tan culminante otra de las raíces hace contacto despertando a un tercer individuo y sumándolo accidentalmente a la discusión mental de los amantes.
_ Un momento ¿Estamos muertos o estamos vivos? ¡Aioros! ¿Dónde está Aioros? ¿Volvió a la vida también? ¿Lo capturaron aquí?
_ ¡Maldición Shura, deja de hacer tantas preguntas! Hermano yo te banco y sé que estarás preocupado por tu macho pero no sé donde mierda está y te comento que yo estaba teniendo una conversación importante antes de que tú nos interrumpieras. Y lo que es más ¿Quieres saber algo? Mejor olvídate de él, para serte franco ni siquiera estoy seguro de que sepa que existes, tal vez para ti haya significado algo todo eso del idilio entre el verdugo y la víctima pero eras solo un mocoso y lo más probable es que él te siga viendo igual. Ahora recuerdo que una vez escuché que tenía buen vínculo con Saga antes del incidente de la bipolaridad así que seguro...
_ ¡Ya cállate Milo! Shura no tiene la culpa de tus frustraciones, no te descargues con él.
_ No me descargo con él, es preferible que abra los ojos ahora y deje de correr detrás de alguien que no es suyo o de lo contrario podría terminar lastimado.
_ Ahora estás proyectando nuestros problemas en él. Lo siento Shura, por todo, en serio tú eres mi compañero y no quería que murieras. Creo que todo se salió de control.
_ Lo sé Camus, tú eres más que mi compañero tú eres como mi hermano. Esto no debió terminar así, la estatua...
_ Descuida, fue destruida.
_ Oh, sé lo que eso debe significar para ti.
_ Está bien, debí haberlo hecho mucho antes pero en verdad no pude y lo lamento amigo.
_ Bravo Camus, vamos a darte el perdón de oro.
_ ¿Y a éste qué carajo le pasa?
_ Tú cállate Shura que esto es entre Camus y yo.
_ Él no tiene nada que ver, déjalo en paz Milo.
_ ¡Deja de ser tan complaciente con él Camus! ¡Me enferma! Te preocupas, le pides perdón y lo defiendes y a mí que me parta un rayo ¿no?
_ ¿Qué demonios te pasa?
_ ¿Qué mierda te pasa a ti, Camus? Todos te preocupan menos yo ¿cierto?
_ Dices que no me preocupas cuando fui yo quien te advirtió sobre el peligro desde el principio, no había que hacer ningún movimiento hasta no saber quien estaba jugando con nuestras vidas.
_ ¡Tú no eres quien me lo dijo, fue Shaka!
_ ¿Y acaso crees que fuiste el primero en hablar con él?
_ ¡!
_ Así es, yo lo vi primero en la cueva donde estaba. Yo sabía perfectamente que vendrías y no podría decírtelo porque estaría monitoreado así que me encargué de intersectarte en un punto donde sabía que darías con él, no sé si en la forma en que se dieron las cosas pero...
_ ¿Acaso tú...
_ Fui a preguntarle por nuestra nueva vida y si sabía quién estaba detrás de todo esto. Luego le dije que te hiciera entrar en razón, que mantuviera nuestro encuentro en secreto y que yo debía saldar una cuenta pendiente.
_ ¿Entonces tú estuviste protegiéndome todo este tiempo Camus?
_ ¿Y eso qué importa ya? ¿De qué sirvió?
_ Camus...
_ Ya déjalo Milo, de todas formas sabes bien que vamos a morir. Esto se acabó.
El silencio hizo acto de presencia y parecía eterno hasta que el escorpiano decidió hablar:
_ Tienes razón, fui un idiota que no tuvo en cuenta tus sentimientos. Me muevo por impulso y me cuesta ser racional por eso siempre me gustó eso de ti. Tú eres diferente, tú...
_ ¿Soy frío?
_ No cuando estamos juntos
_ ¡!
_ En realidad iba a decir que eres calculador e inteligente. Sé que es cierto eso de que tú hubieras visto a través de mis acciones si yo hubiera estado en tu lugar. Pero tienes que entender que verte con ese tipo me enloqueció.
_ Milo él...
_ Emm no quiero interrumpir pero…
_ Entonces no lo hagas Shura. Deja de meterte en esto.
_ Justamente porque no sé cómo hacerlo es que estoy condenado a escuchar su eterna pelea de amantes.
_ ¡Shu-u-ra! ¿Qué dices?
_ No te hagas el pacato ahora Camus y apuren su charla que si los sigo escuchando por más tiempo, que esté vivo o muerto va a ser la menor de mis preocupaciones.
_ Pues sería genial si no estuvieras metiéndote a cada rato.
_ Ojalá pronto esté muerto entonces.
_ Pero mientras tanto vuelve a dormir maldita sea.
_ Milo...
_ Lo sé, no debo meterme con Shura. Anda dime lo que ibas a decir Camus.
_ Surt, él era un amigo, sólo eso. Yo nunca tuve algo con él, nunca dejaría que me tocara un hombre... que no fueras tú.
_ Camus
_ Él... bueno en el pasado yo hice algo terrible. Pensé que podía redimirme si usaba esta nueva vida para salvarlo ya que es mi culpa que él terminara así. Yo... le arrebaté la vida de la persona que más quería. Jamás pensé que las cosas acabarían tan mal. Fue mi error.
_ ¿Así que incluso tú cometes errores a veces eh?
_ No lo digas como si eso fuera una sorpresa.
_ Jajaja
_ ¿Te estás riendo de mí?
_ No, lo siento. Creo que es una risa de alivio o de alegría, no lo sé. Tampoco sé si salgamos de esta pero quiero que sepas que en esta vida o en la otra te elijo a ti. Siempre.
_Lo mismo digo.
En ese momento las raíces volvieron a debilitarse y las extrañas conexiones que estaban realizándose entre los caballeros se tornaron más fuertes y ahora se veían trasladados a un lugar lejano de su mente donde podían verse, moverse y expresarse su amor libremente. Sus ojos hicieron contacto movidos por un trance frenético que los llevó a abrazarse fuertemente mientras se besaban con gran intensidad. La lengua del escorpiano se movía con ímpetu en la boca de su amado, invitando a su lengua a tocarse juntas una y otra vez. Las manos del acuariano se movieron como por voluntad propia a aferrarse del cabello de Milo, mientras él introducía más la lengua en su boca. Al cabo de un rato tuvieron que separarse por falta de aire y Milo aprovechó para alzarlo tomándolo fuerte sus nalgas y depositándolo en lo que parecía ser una especie de suelo.
_ Chicos ¡O-oigan! ¡Yo también estoy aquí!
Shura hablaba enfáticamente esperando que los otros dos respetaran su presencia pero Milo continuaba desgarrando la ropa de Camus con una mano mientras con la otra le indicaba a su atónito amigo que se fuera a otro lado a bolear cachilo.
_ ¿¡Y adónde se supone que vaya si sólo estamos en este lugar de dudosa procedencia!?
_ Aghh Milo no... Shu-ura...
_ Él sabrá entender que un hombre no puede ir en contra de su naturaleza.
Nada parecía detener al escorpiano quien estaba dejando sus marcas en el cuello de su amado. No sabía qué tipo de realidad o sueño estaban viviendo pero iba a disfrutarlo hasta el final. Pronto bajó hasta esos lindos pezones que se pusieron muy duros ante la humedad de su lengua. Pero eso no era suficiente, Camus iba sentirlo desde lo profundo de su ser. Milo bajó hasta el pantalón de Camus y lo bajó sin ningún reparo. Las mejillas de Camus se tornaron de color carmesí, justo el color que amaba tanto Milo y eso hizo que se encendiera más. Clavó las uñas en las nalgas de Camus mientras estimulaba su miembro con su lengua e introducía un dedo en su cavidad preferida. El acuariano no pudo hacer más que gemir y arquear su espalda mientras sentía como estaba siendo estimulado por ambos frentes. Milo no bajó la intensidad de sus movimientos en ningún momento porque su único objetivo era darle placer a su amante para que nunca jamás pensara en ninguna otra persona que no fuera él. Camus sujetó con mayor fuerza los cabellos azules que estaba agarrando entre sus manos hasta que ya no pudo más y en un hermoso gemido de auténtico placer, la liberación de su pasión fue inevitable. Intentó acompasar su respiración lo mayor posible pero no contó con demasiado tiempo ya que Milo limpió los rastros de semen que habían quedado en sus labios y bajó sus propios pantalones liberando su admirable miembro. Era claro que estaba dispuesto a saciar sus mayores anhelos en ese momento. Ni hace falta decir que en un breve instante ya estaba embistiendo a Camus con todas sus fuerzas.
_ Ahhh agh...Milo...ahhhh.
_ Sí Camus. Mi nombre. Eso es lo único que debes decir.
_ ¿Qué demonios hago yo aquí? ¿Por qué mejor no me muero?
_ Tú aguántate y date la vuelta si no quieres ver esto Shura.
_ Ahhhh… ahhhh.
Y así los dos continuaron con sus últimos momentos de pasión mientras el dueño de excalibur terminó en un costado siendo un testigo accidental de la ardiente reconciliación entre dos viejos amantes.