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En el silencio por DarkGothic

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Notas del fanfic:

Hola, espero les guste esta continuación, leer Dulce venganza antes de leer el fic debodo a que no entenderán del todo. Mike será pelinegro y de ojos azules.

Notas del capitulo:

Primer capítulo donde Mike trata de hablar con Vincent. Sorpresa al final del capi.

Mike había estado trabajando en esa pizzería por casi una semana y había hecho algunos extraños descubrimientos. Para empezar, lo relacionado con las extrañas muertes de niños ocurridos años atrás y las desapariciones misteriosas de los guardias d seguridad hasta hace poco.


Lo último que se había sabido del asunto fue del último guardia de seguridad que se encontraba recluido en un psiquiátrico. De lo poco que se había dado a conocer, era que se había vuelto loco y se sospechaba que sabía o estuvo relacionado con los eventos misteriosos en torno a la pizzería. Mike deseaba averiguarlo por él mismo, pues había asuntos muy extraños y turbios en todo aquel misterio.


Había estado averiguando algunas cosas por su cuenta, así como había intentado entrevistar a antiguos clientes y/o trabajadores que hubieran tenido algún contacto con los eventos ocurridos en los años que se cometieron los crímenes, pero no hubo resultado alguno, porque para empezar, o la mayoría ya estaba vieja y senil para recordar algo o ya era un esqueleto bajo tierra, o simplemente se negaban a decir ni pio del asunto.


Mike cada vez estaba más convencido que la única forma de resolver el misterio de todo, era buscando a esa persona, tener que ir a ese hospital mental y tratar de entrevistarse con el involucrado. Se preparó temprano ese día aprovechando que le habían dado una semana de vacaciones debido a pequeñas remodelaciones en el local.


Había logrado averiguar con dificultad el hospital donde estaba recluido aquel sujeto. Pensó que la entrada no sería tan sencilla, pero resultó que no hubo problema en dejarlo pasar y hablar con el paciente. De hecho al llegar a la habitación donde estaba encerrado, comenzó a pensar en lo curioso del asunto. No parecía haber más pacientes en la zona donde estaba recluido el antiguo guardia. Pero dejando de lado eso, sentía algo de nerviosismo. Abrió la puerta gracias a la tarjeta de visita que se le había asignado y colocándola en el reconocedor automatizado que estaba a la derecha de la puerta y ésta abrió para dejarle el paso libre.


Mike estaba convencido que al entrar a esa “celda” de manicomio, se encontraría quizás a un loco susurrante y esquizofrénico, pero en lugar de eso, lo que había en esa habitación no era más que un decorado parecido al paraíso de un niño. En la cama se encontraba un bulto envuelto en las sábanas blancas y Mike decidió acercarse un poco para inspeccionar. Al estar lo suficientemente cerca del bulto, pudo notar una mata de cabello púrpura que se le figuraba suave al tacto.


Lleno de incertidumbre, trató de tentar a su suerte y despertar al sujeto que dormía. Rogaba porque estuviera atado si es que fuera agresivo y peligroso. Pero no hubo necesidad de movimiento alguno, pues aquel hombre comenzó a moverse como si estuviera despertando. La sabana fue cayendo de aquella cabeza y el rostro fue girando hasta que pudo contemplar al sujeto. Para empezar, pudo ver en una primera vista, unos ojos verdes bastante bonitos, que le miraban somnolientos y curiosos, para pasar al miedo y nerviosismo.


Aquel chico se alejó de Mike y el pelinegro pudo contemplar mejor al paciente. Era un chico, bastante joven, quizás de su misma edad o cercana, bajita y menudito, además que se notaba muy distinto a lo que había imaginado. Mike estaba sorprendido, y por mera inercia, su mano se levantó un poco para tantear aquel rostro juvenil.


El chico de cabello morado se hizo hacia atrás, con sus ojos ampliados y temblando como una hoja. Al darse cuenta de las reacciones temerosas del ojiverde, Mike decidió quedarse quieto.


-Mmm… Vincent… Es tu nombre ¿no es así?


El chico pelimorado no mencionó nada. Solo se limitaba a ver al pelinegro frente a él. Mike se sintió incómodo. Trató de pensar en algo.


-Eh… oye… yo no quiero hacerte daño, solo… eh…


Ya no sabía qué hacer. Miró de nuevo a la habitación en busca de algo que le ayudara a saber cómo abordar el tema, pero era complicado si la persona a la que intentaba entrevistar no hablaba y rehuía con miedo. Sus ojos azules se en los verdes del chico.


Habían pasado varios minutos y Mike seguía sin saber cómo hablar con aquel muchacho. Vincent abrazaba como si fuera un salvavidas a un oso de felpa color crema y con un gran listón azul al cuello. El pelimorado se notaba tan inseguro en su presencia. El pelinegro suspiró un poco.


-Oye… quiero empezar bien contigo.


Ahora estaba seguro que ese chico no hablaría con él a menos que intentara una estrategia diferente y con lo que veía estaba seguro que el chico era como un niño. Con voz suave y con movimientos lentos, intentó de nuevo hablar con Vincent.


-Hola… sé que no debes sentirte muy a gusto conmigo, pero confía en mí, no quiero hacerte daño, tan solo quiero hablar contigo.


Vincent a cada acercamiento, aunque poco, trataba de alejarse y poner una barrera invisible entre las distancias. Mike le sonrió gentilmente y trató de seguir intentando. Deseaba saber lo que la pizzería escondía, todos los secretos que sabía que no habían revelado y seguían manteniéndolos en la oscuridad. Quería saber qué fue de esos niños asesinados y los guardias desaparecidos.


La puerta se abrió en ese momento y Mike observó a un médico alto, de cabellos alborotados y negros y ojos muy azules detrás de unas gafas de montura delgada y estilizada.


-Oh, disculpa. No sabía que Vince tenía visitas. -¿Vince? –Sí, disculpa, así es como le llamo a veces. –Oh…


El médico revisó a Vincent que parecía tenerle una gran confianza a aquel hombre además de mostrar una sonrisa alegre y esos ojos cariñosos y tiernos como los de un niño que tenía frente a él a un héroe.


Mike notó que no sacaría nada… al menos no por hoy. Se retiró y dejó a paciente y médico solos.


En algún otro lugar, un zorro mecánico no dejaba de desesperarse debido a asuntos muy profundos en su cabeza. Una de esas razones, tenía nombre; Vincent.


-“Sé cómo te siente.”


Foxy no levantó su mirada de sus pata y garfio.


-¿Quién eres?


Aquella misteriosa voz volvió a hablar.


-“Sé lo que quieres y buscas. Yo tengo noticias de él.”


Eso llamó la atención del zorro.


-“Hay cosas que no deben saberse, lo sabes y él puede hablar. Debemos callarlo.”


Los ojos dorados del zorro se volvieron determinados.


-“Yo te ayudaré.”


 


 

Notas finales:

Espero que les haya gustado el primer capítulo. El siguiente capítulo en la próxima semana =)


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