ㅡNo contestes el teléfono, déjalo sonando, no hay necesidad de decirle a nadie, sólo nosotros dos.
Un murmuro sobresalió de entre tantos jadeos y gemidos que anteriormente inhundaba la habitación.
El movimiento pélvico del menor se había detenido abruptamente cuando la voz chillona de su novia sonó en el teléfono, frustrando los sentidos de Baekhyun al no conseguir el placer que Sehun antes le daban.
Pero, internamente estaba teniendo una batalla. …l no debería estar haciendo eso. …l debería dejar de estar follando con Sehun y contestarle el teléfono a Taeyeon. Sin embargo no lo hacía.
Ahí estaba él, moviéndole la cadera al menor para que siguiera con su hazaña de enterrarle profundamente su polla como si no hubiera un mañana. Y, éste no se hizo mucho del rogar, pues esa sonrisa arrogante y ladina que le caracterizaba tomó lugar en su perfecto rostro sudoroso y con cabellos platinados pegados en la frente.
Sehun siguió moviendo la cadera con destreza y dedicación, e incluso viéndolo parecían naturales esos movimientos y la manera en la que los músculos de su redondo trasero se contraían firmemente cada vez que daba embates contra su menudo cuerpo.
Y lo único que él podía hacer era abrir las piernas y gemir su nombre una y otra vez, como si esa fuera la única palabra que conociera. Sehun. Sehun. Sehun.
Sin embargo, estaba bien así.
Durante estos últimos dos meses se la había pasado de "maravilla" en compañía de Sehun. Y no, no es como si fueran a citas y toda esa mierda de cursilerías.
Pasar tiempo con Sehun era sinónimo de follar duro contra cualquier-cosa-en-la-que-pudiera-recargarle.
Las ocho últimas semanas había estado posponiendo y cancelando cada cita con su novia porque resultaba que el tipo alto y con un gran culo ㅡque hasta él envidiabaㅡ tenía como un sexto sentido, porque siempre aprecía cuando programaba una cita con Taeyeon.
Y, lamentablemente, Baekhyun era muy débil ante esa sonrisa que le encantaba y esa mirada que le desnudaba hasta lo más profundo del alma.
No importaba que él desde antes quiso intentar romper el contacto, porque Sehun se lo dijo antes, se lo advirtió.
ㅡ¿Será como una carrera dividida? ㅡcuestionó Baekhyun entre todo el ruido del bar Blake, dejando que Sehun le guiara a través de unas escaleras, que terminaron en un pasillo silencioso repleto de puertas blancas de madera.
Entraron a una habitación esa noche, y hasta cuando Baekhyun perdió su virginidad anal, inclinado y con su rostro hundido en la almohada, fue cuando Sehun se dignó en decirle al oído con un gruñido, sin detener las embestidasㅡ: Sí, como un whiskey que bebiste por error, muñeco.
Y desde ésa vez, la escena ㅡque tanto odiabaㅡ de Sehun vistiéndose sin siquiera mirarlo se hizo algo normal.
Sin embargo, ésta era la última vez que lo vería.
En la puerta de la habitación de Baekhyun, dándole la vista de su chaqueta de cuero y pantaloncillos claros desgastados, y con las manos en los bolsillos, estaba Sehun de pie.
ㅡHasta nunca, muñeco ㅡfueron sus últimas palabras antes de lanzarle un sobre amarillento a la cama y retirarse de ahí.
El mayor ni siquiera se molestó en seguirlo, porque sabía que perdería su tiempo.
Tampoco necesitaba ser muy listo para saber lo que Sehun le escribió.
Con una sonrisa amarga y lágrimas en las mejillas, Baekhyun se cubrió su cuerpo usado y abandonado con una de las blancas sábanas del piso y comenzó a leer el papel en voz alta:
ㅡMuñeco, conozco tu corazón, y está bien. Enséñame todos tus secretos.
Mi corazón está cubierto de negro, no es tu lugar.
Tu corazón está quemado en blanco, es mi lugar.
Estas semanas descubrí que no puedes cansarte de éste juego. ¿Sabes lo que es?
Mis palabras se olvidarán en negro, es mi base.
Tus palabras desaparecen en blanco, como tu rostro.
Por supuesto que no puedes cambiar las cosas.
Cuando piensas ya es muy tarde, ya te has enamorado de mí.
Y, ¿sabes? Ya he decidido cómo llamarte, sólo sexo. Sólo eso.
Pero, el juego terminó.
He ganado.
Y sabes lo que soy, soy un Playboy.
ㅡSehun.
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