Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Juguete por Chantaje por Abby-shan

[Reviews - 111]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

:v y pues, no tengo perdon de Dios u-u ya les dije que lo siento? xD

llegue de viaje hace 20 minutos :'v donde mi abue no habia internet asi que yuca con la actualizacion u-u tambien el cap esta un poco mas cortito a lo que acostumbro pero pues buej

:D espero os guste y se lleven una gran sorpresa! 7u7 desde ya los voy a tener a las espectativa uwu como los adoro dentro de un par de dias actualizo </3 mis ojeras no son de gratis beshesuras

-----------Narrado por David---------

Un modelo perfecto a seguir, así tengo que permanecer.

¿Eso que más daba ahora?

Sin que nada me perturbe ni se interponga en mi camino, así tengo que permanecer. Destruir todo lo que se convierta en mi obstáculo, no depender nunca de nadie aparte de mí mismo.

Lo creía, fielmente… De verdad que lo hacía.

Toda mi vida estaba basada en aquellas frases que, a pesar de todo lo que mis padres me dijeran, ahora no tenían el menor sentido. Ya habían pasado cinco días, cinco malditos días en los que no salía este maldito encierro que yo mismo me había impuesto. El paquete de bebidas que había dejado mi hermana en el refrigerador hace unas horas ya se encontraba incompleta.

Joder, no podía quitármelo de la cabeza. No importaba cuan concentrado estuviera en olvidarle, nada funcionada. Era como si los recuerdos de su sonrisa se quedaran horriblemente grabados en mis parpados. Porque si, las imágenes de su cuerpo desnudo se me hacía borrosas, como si no fueran importantes para mi ahora… Solo recordaba con facilidad sus gestos.

Ni siquiera con todas las chicas que estaban a mi disposición, en todas estas noches que me ahogue en sexo desenfrenado. Nada de lo anterior era suficiente, ya no sabía que más hacer con este maldito ardor en mi pecho al caer en cuenta que en estos mismos momentos podría estar follando con Raúl en cualquier parte. ¿Por qué tenía que ser precisamente con él? ¿Por qué no con cualquier otro…? No, de ninguna manera, él no puede pertenecer a otra persona que no sea yo.

No puedo arrepentirme de las palabras que nunca dije, ni tampoco de las que ya fueron emitidas. No ahora.

¡No! Claro que no, en ninguna circunstancia podía darme el lujo de fijarme en un hombre. Aquella primera vez que estuvimos juntos fue efecto del alcohol, sí, eso fue lo que paso. Todo era culpa de esa maldita fiesta a la cual no debía asistir en primer lugar. Lo vi tan desorbitante, lo vi y no pude contenerme… Me negaba a aceptar que me gustara alguien de mí mismo sexo.

Y las cosas se dieron con gran facilidad entre nosotros, con su timidez a flor de piel al hablarme pero a la vez con ese aroma tan erótico que emanaba de sí. Fue inevitable no llegar al sexo, aunque las imágenes se me hicieran borrosas aun podía recordar mis manos tocando su blanquecina piel.

Muchas fueron las veces que le había tomado con brutalidad en plena jornada escolar. En salas del consejo, de los clubs o cualquier otra que se prestara a la situación. Y a pesar de todo él me había confesado su amor, ni una ni dos veces… Únicamente una, desearía recodar aún más acerca de eso. Hasta el día de hoy no puedo quitarme sus palabras de la mente, parecía tan honesto al decirlo.

Esto definitivamente no es amor. La sola idea me pone los pelos de punta.

Solo me había encaprichado con una persona en especial, nada del otro mundo ¿Verdad?

Nada del otro mundo.

Pensándolo bien, yo jamás lo había traído a mi casa, ni tampoco me había dignado a recibir una invitación suya. Todas las veces en las que nos reuníamos había sexo de por medio, en cualquier lugar que nos encontráramos. Él era en donde me desahogaba de toda la frustración que acumulaba a medida de los días, era mucho menos problemático que una chica.

Incluso había llegado a decirle que solo era mi baño portátil. No solo en una sino en repetidas ocasiones. Sin embargo él no se fue, eso me dio pie a seguir tratándolo de esa forma.

Me había acostumbrado a que él me buscara.

El simple hecho de verlo pasar junto a ese tipo me enfermaba, me enfermaba aún más que ese maldito pareciese estar a gusto con la compañía de Andrés. Ya iba un mes (Incluso también puede ser que perdí la cuenta de eso, quizá fue menos o quizá fue más)…Un mes en aguantándome los malditos celos que sentía en mi interior de salir y arrancarlo de las sucias manos de Raúl, que estaban igual de putrefactas que las mías.

El tabaco se me había acabado ya hace un buen rato, el alcohol no sabía a lo mismo sin su compañía. Me parecía estúpido que un chico como yo, que lo poseía prácticamente todo lo que pudiera desear alguien, se encontrara en esta situación tan deplorable por culpa de lo que alguna vez considere como un simple polvo pasajero.

Decidí salir del pequeño apartamento de mi hermana, a ella no le importaba en lo más mínimo que descargara mis complejos aquí. Isabela era de lo más descuidada que podía existir. Sus ropas desalineadas que siempre dejaban ver sus numerosos tatuajes, no demasiados como para atiborrar su piel, nunca le gustó la idea de llevar algún corte en específico o siquiera de peinar sus risos color miel… Vivía la vida a su gusto, la admiraba y repudiaba al mismo tiempo por esa razón.

A vista de mis padres siempre fuimos diferentes, ya que ella decidió hacer su propia vida por aparte de todos los de la familia mis padres vieron en mí su última oportunidad. Siendo yo el único heredero de algo que ni siquiera comprendía, mi padre me crio con exigencias muy pesadas. Fue así que empecé a plantear mis ideales para enorgullecerlos, yo solo estaba aquí para cumplir ese papel. Siempre fue así y siempre lo seria.

Abecés creía que yo no tenía méritos por fuera de sus peticiones.

No me fije en cómo me veía para salir a la calle, estaba consiente que mi cara no pasaba por sus mejores momentos. Casi arrastrando mis pies me dirigí a la salida, segándome con la destellante luz que me daba de lleno al abrir la puerta. Supongo que son más de las tres o cuatro de la tarde, las calles no se ven tan pobladas por el bochorno que está haciendo.

Pase por al lado Morgan con cuidado de que nadie fijara la vista en mí y no tener que justificar mi inasistencia, apenas ayer había regresado a aquella institución y ya estaba perdiendo clases de nuevo ¿Cómo no hacerlo después de lo que paso? No logre controlarme con Andrés, no luego de verlo abrazado a Raúl en uno de los restaurantes del centro comercial.

Por un momento creí que mi manera de respirar iba a terminar asfixiándome, solo pude acercarme al gran ventanal y contemplar esa escena en contra de mi voluntad. Tan solo basto eso para derrumbarme. Ese simple acto se me hacía indeseable, sentí deseos de acabar con todos de un momento a otro pero… Solo lo deje pasar, me aleje de aquel ventanal lenta y pausadamente.

Ya me había acostumbrado totalmente a que solo estuviera para mí, que solo tuviera ojos para mí y nadie más. Simplemente todavía no me caía del todo la idea de que Raúl se fijara precisamente en el ¿Acaso no había nadie más disponible? Ese tipo solo quería molestarme y yo no caería tan bajo como para creer lo que se traía con Andrés… No hasta verlo con mis propios ojos, comprobar la dura realidad de las cosas.

Andrés era de las personas que vivían a la sombra de otras, acomplejados por su forma de ser, con miedo a sobresalir y eso atribuía en gran parte a los constantes acosos que era sometido diariamente. Solo me tenía a mí y nadie más parte de mí ¿Verdad? Yo era el único a quien podía acudir, yo fui quien lo acepto con la única condición de guardar nuestra relación en secreto ¡El solo me tenía a mi joder! Debía ser yo quien me cansara de él.

Yo soy el único para él.

Me dolía un montón ver que su sonrisa ya no se dirigía a mí, no lo iba a aceptar ni de chiste. El único propósito de Raúl era usarlo, tal cual como yo lo hice con anterioridad a él .Andy solo podía ser mío ¿Acaso no lo entendía? Era cuestión de tiempo que volviera a mí, sin embargo eso fue lo único que no hizo en este lapso de tiempo.

Las respuestas no afloraban, simplemente no salían de donde quiera qu estuvieran escondidas. Nunca me había sentido completamente solo con la partida de alguien, esto era demasiado para mi ¡Me iba a volver loco! Si es necesario, lo tomare a la fuerza… No importaría del todo su consentimiento.

“Tú no sabes amar” Me había dicho una de mis ex novias, creo que estoy comprendiendo ahora el significado de sus palabras.

Tal vez, solo tal vez, yo este comenzando a obsesionarme con el hecho de tenerlo nuevamente a mi lado como debe ser. Así tienen que ser las cosas. Otra vez lograre lo que me proponga, después de todo Raúl y yo competíamos por todo ¿Esto sería diferente? No lo creo

Quiero tenerlo para mí solo uso, sin dejarlo escapar.

Quiero amarte como se debe.

Una vez más.

------------Narrado en tercera persona----------

Fue un baile de bienvenida lo que ocasiono que se acercaran. David vio una mescla de elegancia y ternura en aquel castaño que lo hipnotizo, el atuendo que llevaba esa noche de máscaras le había sentado muy bien. A la gente poco le importaba lo que la vieran haciendo, después de todo prácticamente nadie se reconocía, al menos eso quería creer la mayoría.

Ya venía notando como uno de los estudiantes se le quedaba viendo desde la parte trasera del aula, le sorprendió que no se tratara de una de las tantas chicas de su clase. Eso le venía pasando desde hace aproximadamente una semana entera, contando los recesos.

Un día cualquiera decidió detallarlo más de cerca, se trataba de Andrés Díaz, una de las tantas ratas de biblioteca que habitaban en su instituto. De repente lo reconoció, él era precisamente el chico con el que David había estado en el baile de bienvenida. No era para nada feo, simplemente no se dejaba ver tal y como era… Ese era uno de los puntos que tenía a su favor.

Paso por al lado de Andy repetidas veces, buscando que se le acercara a hablar pero nada. Era extraño recibir ignorancia por su parte, con las personas que había estado siempre lo buscaban luego de tener relaciones sexuales con él o por lo menos le llamaban. Andrés le parecía un chico excesivamente inteligente para unas cosas y muy lento para otras, no noto en ese momento que eso fue parte de las cosas que lo deslumbraron.

Entonces decidió actuar para que cayera, después de todo, él solo significaría otro trofeo para su estantería. Tal vez su plan hubiera sido menos frívolo si no se hubiera encargado de ilusionarlo para asegurarse de que no se moviera de su lado.

Ese chico de lentes seria suyo ¿Quién más podría quererlo?

Solo bastaba con verlo

Simplemente debía sacarle provecho a aquel inocente chico que había conseguido entrar en la boca del lobo. Sin siquiera tomar en cuenta los sentimientos del menor. Tenerlo a él le estaba ahorrando muchas cosas, como gastar dinero en bares por ejemplo.

Ir de una mujer a un hombre fue, en su momento, un gran y tortuoso pasó para David. Ya había probado las relaciones con personas de su mismo sexo antes, claro, él siempre era quien tenía el control.

------0------

Y allí estaba nuevamente él, mirándolo desde lejos como todo un acosador loco por obtener a su presa. Sí, porque eso era exactamente lo que se sentía David en esos momentos. Reconocía a la perfección que la había cagado hasta el fondo tratando de atacarlo, su intención no era esa ¡Mierda! ¿Por qué tenía que resultar así?

Sabía que estaba siendo masoquista al no querer irse, pero simplemente no podía alejarse de ese lugar, no iba a dejar de verlo hasta que desapareciera de su campo visual. Ahora las cosas se estaban volteando, ahora era él quien solo veía la espalda del contrario alejarse.

Andrés no iba solo, su acompañante no era nada más que el idiota de Raúl. Por un momento le pareció ver que reían, no importaba el tema, el hecho es que ellos lo hacían de una manera que le irritaba hasta el tope.

Sus pies comenzaron a moverse por cuenta propia, una atracción magnética que David sentía al ver a ese par alejarse como si nada. Debía ir tras ellos era lo único razonable que veía en su mente descarriada.

Aunque estuviera pasando la peor época del verano David usaba una chaqueta con capucha, asiéndole caso omiso al clima. Sus largos pasos estaban a punto de convertirse en trotes hasta que vio que una de las siluetas volteaba, entrecerrando sus ojos ante su presencia. Raúl paro sus pasos y volteo.

David no pensaba dejarse intimidar por él.

-Desde hace un rato sé que nos andas siguiendo, no soy idiota-, afirmo Raúl dando un par de pasos en su dirección-, ¿Qué te pasa? ¿Acaso no te quedo claro la advertencia de ayer?-, pregunto este, empujando con un mano a Andy para que este tomara lugar tras de él. No dejaría que le pasara nada por su culpa.

Andrés se le quedo viendo, como si tratara de encontrar palabras para la situación sin tener ningún éxito. Estaba confundido y asustado a la vez, preguntándose internamente porque el respetable presidente del consejo estudiantil tenia pinta de vagabundo. Sabía muy bien que David no era de los que descuidaran su atuendo así por así.

-Aquí el único idiota eres tú-, dijo señalando al más bajo de los tres, ignorando completamente a quien le había dirigido la palabra-, ¿Cómo fuiste capaz de cambiarme por este pedazo de simio?-, pregunto, desesperado. Hasta sus insultos parecían los de un niño al cual le había arrebatado su juguete-, Respóndeme Andrés-, fue acercándose poco a poco al par de chicos, de un fuerte empujón retrocedió nuevamente.

-Escúchame bien-, respiro hondo, preparándose mentalmente para lo que iba a decir-, David, tu y yo no tenemos nada que hablar, yo no tengo absolutamente nada que escucharte-, la voz del castaño tembló levemente-, Lo nuestro jamás debió ser, yo solo te ocasionarías problemas… Lo entiendo pero por favor, para de molestarnos por esta razón… -, y dicho esto cogió a Raúl de la mano, ambos siguieron con su caminata aunque a unas zancadas un poco más largas y rápidas.

Se quedó estático, sintiéndose humillado y traicionado al mismo tiempo. La lluvia lo tomo por sorpresa, cayendo con pereza pero intensidad sobre su detestable persona. Poco a poco fue cayendo arrodillado en el suelo, sin importarle si lo veían o no. Ya nada le importaba.

-Oye-, le escucho decir a una voz femenina cerca de él, probablemente solo venía a burlarse-, ¿te acabaron de rechazar o es mi parecer?-, pregunto, burlándose como se lo esperaba-, Vamos, te invito a un capuchino para mejorar tu alma Presi-, ese apodo al final fue todo para que reconociera inmediatamente a la detestable chica que le pertenecía esa dulce y melodiosa voz que le provocaba unos terribles  escalofríos al mayor.

Sin embargo, David no dijo nada, tan solo se dejó ayudar a levantar.

Mafe lo condujo a una cafetería cercana y pidió dos capuchinos calientes, la chica también estaba completamente empapada de pies a cabeza por la repentina lluvia. El no dejaba de pensar en la escena anterior, tanto fue así que se dio un golpe contra la realidad cuando María Fernanda le agredió con una revista.

-Eso dolió-, dijo al tiempo que sobaba la zona afectada. Decir que no entendía lo que pasaba era poco, estaba completamente fuera de órbita debido a las acciones que Mafe profesaba. La chica más destornillada que conocía ahora le trataba de una forma extrañamente conciliadora.

Ella simplemente volvió a chequear la revista-, Esa era la idea-, pasaba de página en página con desinterés, no había ninguna noticia nueva. Siempre con la misma mierda de diferentes títulos.

-¿Qué es lo que quieres?-, pregunto sin poder aguantarlo.

La chica levanto la mirada-, ¿A qué viene esa pregunta?

-Tu solo tiendes tu mano cuando necesitas algo de otros, dime ¿Qué necesitas?

-Veo que me conoces bien-, se acercó a David hasta quedar a ras de su oreja derecha-, ¿A quién me pareceré?-, pregunto en un susurro juguetón, fingiendo una voz de niña que le salía escalofriantemente natural. Mafe se acomodó nuevamente en su asiento, junto al presidente, estaban muy cerca… Tanto que tanto David como María Fernanda estaban incomodos. Ellos nunca compartían su espacio, les era fastidioso.

Se traía algo entre manos, era prácticamente obvio.

David se quedó viéndola, ella no despegaba sus ojos de aquella revista maltratada. Suspiro con resignación, estaba enojado de estar con la única persona aparte de Raúl con la cual era prácticamente imposible lidiar. Era bien sabido que quien mantuviera una pelea de palabras con aquella muchacha era como hablarle a una pared de concreto.

-Dilo de una puta vez o…

-Tú quieres a Andrés ¿Verdad?

-C-como-, no termino de decir la frase ya que lo acallaba una mano encima de su boca. Mafe achino los ojos, como si sus ojos estuvieran atravesando algún campo invisible para ver el interior de los pensamientos de Raúl en ese mismo instante.

-Por favor, yo lo sé todo-, se alago a sí misma, de forma arrogante hasta para el gusto del presidente-, Tengo oídos en todas partes ¿Recuerdas? -, ahora David ya se estaba empezando a asustar. Siempre la había visto como una especie de bruja pero ahora lo estaba confirmando -, Pues bien, esto es lo que te propongo.

-¿Qué cosa?

-Ayúdame a separarlos-, dijo secamente, sin censura en su voz-, Andrés debe desaparecer por completo de la vida de Raúl ¿Quién mejor que tú para ese trabajo? Después de todo, hace eras todo un lio porque tu querido cuatro ojos se fue de tu lado.

-¿Qué puedes saber tú de eso?

-Te sorprendería lo entrometida que puedo llegar a ser-, sonrió suavemente-, Y te asustarías de todo lo que se-, tomo su capuchino con cuidado de no quemarse, al parecer ella si se había dado cuenta a qué hora llego su orden. David también atino acoger su respectivo capuchino y lo bebió con lentitud-, Como lo falsa que es la relación que llevan esos dos.

Y David casi se ahoga con la exquisita bebida caliente.

-¿Qué?

-¿No te has dado cuenta ya? Se nota a kilómetros el miedo que tiene Díaz al acercarse siquiera un milímetro a mi amigo-, se burló ella-, Además, aquello no es más que un simple chantaje-, dio el primer sorbo a su orden. Se quedó callada un buen lapso de tiempo, el mayor creyó perder la cabeza.

-Explícate, María Fernanda-, casi le suplico con voz severa. Mafe sonrió, era como un niño pequeño ansioso de la noticia que salvaría su pellejo. Los hombres eran demasiado fáciles de manejar estando enamorados, lo sabía ella y lo sabían todas las mujeres aprovechadas del mundo.

-Si te suelto algo, quiero que asegures tu ayuda en esto.

-Bien-, seguro David con seriedad en su voz-, Te ayudare sea cual sea la locura que se te ocurra-, volteo su cuello para mirar su perfil-, Ahora dime lo que sabes ¿Cómo que chantaje?

-Así como lo escuchas mi querido presidente-, Mafe volteo a verlo con un aura apaciguadora, para que no se saliera de sus casillas-, Mi amigo es solo un cabron chantajista ¿No lo sabias?-, David refunfuño-, Andrés solo fue una de sus víctimas esta vez, el los pillo en plena acción aquel día en la sala de audio visuales…-, dijo y luego espero pacientemente para la próxima pregunta de David, ya se venía haciendo una idea de que era-, Ese video los puede hundir en lo más profundo a los dos.

-¿Qué es lo que dices?

-Andrés solo finge ser su novio para salvar su pellejo y el tuyo, creo que no hace falta que te explique el motivo que tenía Raúl para hacer esto ¿Verdad?

-Ese desgraciado infeliz-, hizo un ademan de pararse de su sitio pero la joven se lo impidió, cogiéndolo de un brazo con fuerza.

-No te precipites-, le dijo en son de regaño-, Te estoy tendiendo una mano para tu venganza… Solo tienes que esperar unos días más y pondremos en marcha mi plan. David ¿Te apuntas?

-Con gusto te seguiré-, y con esas palabras sellaron un pacto del que probablemente luego se arrepentirían.

----------0---------

Pensaba en todas las cosas que había pasado ese día, mayormente en el trato que había sellado con el presidente hacía apenas unos minutos. Sabía muy bien que había traicionado horriblemente a su amigo de infancia, intentaba ignorar esos pensamientos lo mejor que podía. No quería sentirse más mierda de la que ya era. Aunque no se le consideraba una traición como tal ¿Verdad? Porque ella supuestamente no sabía nada del chantaje de Raúl hacia Andrés, este primero no había querido revelarle detalles… Así que descubrió todo por su propia cuenta.

Se dedicó a seguir a ambos chicos estando juntos, cuando apenas había explotado la bomba en el instituto, ella no se lo creía para nada. María Fernanda era todo menos tonta. Fue en uno de esos dos días de su espionaje que descubrió lo que buscaba, Raúl le estaba gritando a Andrés y este solo se empeñaba en defenderse, eso comprobaba a la perfección su teoría pero aún faltaba algo ¿Por qué precisamente lo tenía que escoger a él para suponer un noviazgo? Las piezas aun no calzaban.

Pensó y pensó en el asunto ¿Qué se traerían escondido entre manos? ¿Por qué Andrés era necesario en el juego? Todo cobro sentido cuando su amigo le había encargado esparcir el rumor, sobre todo que llegara a oídos del presidente y grande fue su sorpresa cuando este se desencajo totalmente. Ahora ya todo cobraba sentido en su mente, su amigo jugo bien las cartas de su revancha al meter sus narices en esa relación, solo faltaba descubrir con que tenía acondicionado Raúl al cuatro ojos.

En lo mucho que conocía a su amigo había aprendido lo tremendamente organizado que era este con sus cosas personales, si se trataba de alguna foto o video comprometedor ya los habría descargado en su ordenador. Un día cualquiera visito la nueva casa de su amigo, sabía que él no se encontraba allí y sus padres le tenían la suficiente confianza como para dejarla entrar en la habitación de su hijo. No hace falta decir que encontró lo que buscaba, estaba un poco escondido pero había valido la pena el esfuerzo, ahora lo sabía todo.

Abecés se detenía a pensar en todo lo malo que había hecho y lo que aria en un futuro próximo pero ¿Eso a quien le importaba? Después de todo Raúl era suyo desde hacía mucho, no querida que otra persona entrara a su vida más de lo que había hecho ella. Podía ser que la muchacha guardara un sentimiento romántico por su amigo o tal vez solo se tratara de un caso de posesión cualquiera.

Porque si, Mafe sabía perfectamente que los sentimientos de su mejor amigo eran demasiado inestables y él siempre terminaba yéndose por el lado que no era. Raúl se estaba fijando en Andrés y eso era algo que ella no iba  a permitir eso por nada del mundo.

Andrés era exactamente el tipo de persona que lo acabaría lastimando hasta el fondo, no solo por su actitud sino también por ese terrible parecido que tenía con la hermana difunta de su amigo. El nunca superaría esa perdida, puede que le olvide momentáneamente o finja que esto no le afecta en su diario vivir pero ella, solo ella, sabía a la perfección lo agobiado y perdido que Raúl se sentía desde aquel incidente.

La familia del chico se había distorsionado, sus padres se volvieron adictos al trabajo y el simplemente se tuvo que quedar al cuidado de esa vieja bruja que llamaba abuela. ¿Por qué le llamaba bruja? Por el solo hecho de haber escuchado una de las conversaciones que mantenía con su nieto ¿Cómo podía ser así de cruda al enseñarle la realidad que estaba viviendo su familia a niño de apenas siete años? Lo peor de todo era que sus palabras iban dirigidas hacia Raúl como si este tuviera la culpa de todo lo que había sucedido. Quizá era por eso que ese niño creció de esa forma y aún quedaba la cicatriz latente.

Ella lo sabía todo pero aun así Raúl se empeñaba en mantener su barrera que lo aislaba, incluso de su propia amiga.

Notas finales:

espero cumplir con lo que me pidieron uwu les gusto el cap? les parece que le falto algo para anexarlo? D: diganme o me voy a morir! xDDD okno

uwu y como dice el dicho dichoso :U esto de va a descontrolarrrrr, de ahora en adelante :3

sin mas que decir mis nenes, bay ne (uwu)/

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).