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Juguete por Chantaje por Abby-shan

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Notas del capitulo:

:U no odien a Abby! amenla en su lugar! xDDD

bueno pos, :v les digo q no tenia internet hasta ayer y pos... ayer se me paso subir cap porq unos amigos me invitaron a cine y ps... cocacola mata a tinto? xD okno

este capi ya lo tenia escrito desde hace tiempo jajajaj... creo q me demorare mas para el proximo pues me gusta que este bien desarrollados 

muchas gracias LoshiieKT, giga drill breaker , Ana, Sam, Auri, Dad, Hori, leo y el/la chic@ fantasma que se hace llamar ^Anonimo^ :3

los amo a todos por sus comentarios hermosos!

----------Narrado por Andy-----------

Podía escuchar los pasos de todos lo que pasaban cerca de mí, yo aún seguía arrodillado en el suelo con mis manos colgando a los lados. Mi cabeza estaba agacha, mi flequillo podía tapar mis ojos que aun llevaban encima las gafas.

 Suspire pesadamente, resignado, cansado, destrozado.

Otra vez lo mismo.

-¿Qué haces allí tirado?-, la voz de Raúl me callo como un balde de agua fría directo a la cara, en un dos por tres yo me pare de un salto un poco torpe pero volví a caer por un mal balance.

 Raúl llevaba sus manos metidas en los bolsillos del pantalón, su cabello azabache estaba todo revuelto y su uniforme levemente desacomodado de tal forma que lo hacía ver bien. Era Raúl…El típico deportista tumba locas y desmadra ovarios.

El receso aún seguía en pie y los pasillos todavía seguían atestados de estudiantes yendo y viniendo de diferentes lugares. Si no nos quitábamos de ahí nos iba a tumbar y ni siquiera mirarían atrás, lo digo por experiencia propia.

-Nada-, Respondí con un tono bajo y asustado, no podía evitar estarlo si se trataba de aquel chico, en lo poco que lo conocía me había demostrado q tenía bastante carácter-, ¿Qué haces aquí?-, Me atreví a preguntarle, el chasqueo los dedos con una mirada dudosa. No pude ver cuando Raúl me agarro de la muñeca y tiro de mi bruscamente para ayudar a levantarme aunque ni siquiera se me había pasado por la cabeza pedirle ayuda y sin embargó lo hizo para luego echarnos a caminar. La respuesta a mi pregunta nunca llego.

Nos detuvimos en las puertas de la cafetería, soltó su agarre con brusquedad… Casi como si tuviera asco por alguna enfermedad contagiosa y la verdad no lo culpaba por hacer tal cosa.

Baje la cabeza con resignación, pude sentir su mirada penetrante que no me atrevía a afrontar. No me gustaba cuando la gente me miraba, no podía soportar sus ojos encima de mí.

-Al parecer eres bastante popular con esos chicos ¿no?-, Maldije por lo bajo, como si esas palabras me quemaran. De verdad lo hacían-, Veamos cuatro ojos. Nuestro trato sigue en pie ¿Recuerdas?-, Esas palabras me traían escalofríos. Asentí levemente  con la cabeza y él sonrió, nunca en mi vida había visto una sonrisa tan sínica como la suya.

-¿Qué quieres?-, Cuide mi voz al decir eso, temía que los demás estudiantes pudieran oírme y se formaran chismes de esto, eso no nos vendría bien a ninguno de los tres. Yo debía proteger la reputación de David y lo poco que tenia de la mía, no quería que nadie saliera afectado por el maldito de Raúl… eso era lo único que me importaba.

-Así que puedes hablar sin titubear, vaya sorpresa-, Raúl se acercó a mí, tanto que casi podía contar los centímetros que nos separaban-, Quiero que finjas ser mi novio-, Abrí los ojos como platos al escuchar esas palabras. Eso no podía ser cierto, no, simplemente había escuchado mal ¿Verdad?

-¿D-de que estas hablando?-, Ahora si estaba titubeando.

-De lo que acabas de escuchar ratoncito ¿Acaso no fui lo bastante claro?-, De un momento a otro Raúl me acorralo contra la pared que estaba cerca a la puerta de la cafetería. Se inclinó un poco su cabeza hasta llegar a mi oído derecho, pude sentir su aliento fresco chocando contra mi piel-, Respóndeme de una puta vez, odio a los de tu calibre exactamente por eso- Me sobresalte un poco, mi piel se erizo en un dos por tres-, Parecen un bebe temblando por todo…

-Está bien, lo voy a hacer-, Casi susurre. Raúl se separó de mí y me dirigió una mirada de pena mezclada con asco. Yo no sabía que más hacer, si este chico decía lo que sabía mi poca y nada de vida social en la preparatoria se iría directo al garete…

-Como primero-, Empezó a decir y yo empecé a tomar notas mentales, debía acatar todas las normas que me diera este chico al pie de la letra-, Quiero que dejes de tartamudear, es repugnante de parte de un chico de tu edad. Madura de una buena vez-, Trague saliva, estaba a la espera de otra orden-, Como segundo, quiero que no hables con David hasta que yo lo diga ¿Entendido?-, Mi mundo se paralizo cuando dijo aquello.

No quería cumplir aquello, solo podía hablar con el unas pocas veces sin que nadie se diera cuenta y ahora este chico me quiere arrebatar de las manos mi única felicidad en esta preparatoria del infierno-Si-, dije resignado ¿Qué más podría hacer yo?. Quería ponerme a llorar.

-Como tercero, vas a hacer todo lo que te pida sin reproché alguno-, Lo mire con el ceño fruncido, no entendía muy bien hasta donde llegaría eso-, No te preocupes, yo no me acuesto con ratitas le laboratorio, no es lo mío-, No sabía si tomar eso como un alago o como una ofensa. Optare por lo primero.

--------------Narrado por Raúl---------------

Sonreí con gracia, la actitud de este cerebrito era bastante entretenida. No pensaba mostrar el video si este tal Andrés hacia todo lo que le pidiera sin falta, ese ratón de laboratorio me serviría bastante. No iba a mentir, odiaba a David, prácticamente era la única persona que me sacaba mis casillas del todo… Pero para mi suerte el sentimiento era reciproco. Muchas personas piensan que nuestro comportamiento es irracional e infantil pero  para mí eso no es así, para nada.

-Molestar a David será pan comido-, Me dije a mi mismo en mis pensamientos. Ya habían pasado cuatro días después de lo sucedido, me estaba asegurando que el chico cuatro ojos me siguiera como todo un perrito faldero, eso era parte de mi plan.

-¿Qué esperas?-, pregunte irritado por su comportamiento. No podía tolerar un minuto más al lado de este insecto…Era demasiado malo para fingir ser mi novio postizo. Estábamos en la entrada del gimnasio en donde mi equipo entrenaba casi todas las tardes de la semana, yo era su capitán y por ende a mí se me recargaban muchas más cosas. Ordenarle al insecto que me ayudara con algunas cosas de los entrenamientos no me parecía mala idea.

Andrés temblaba de arriba abajo mientras miraba de reojo la puerta del gimnasio, tal parecía que le daba miedo poner un pie adentro. Le había pedido que cargara el gran costal lleno de balones de baloncesto, era bastante cómico verlo ¡Parecía que en cualquier momento se iba a caer!

-¿E-eh?-, Resople. Este chico en verdad era imposible ¿Cuál era su maldito problema? Ya entiendo mejor porque es tan entretenido para otros montársela, el chico no hace la menor cosa como para protestar o protegerse. ¿Se podía ser más patético acaso?

-Solo tienes que llevar ese costal para adentro y luego hacer unas cuantas tareas más-, Lo mire con enojo y el pareció tensarse. Ya estaba empezando a preguntarme porque David recibió (Al menos eso) en su cama a este pedazo de retrasado, eso solo apuntaba a que de verdad le importaba aunque ni siquiera él se diera cuenta… Aunque eso solo fuera por sexo ¿Acaso este chico era bueno al follar? Reí por lo bajo, no me podía imaginar aquello.

Metí mis manos a los bolsillos de mi sudadera, maldita sea, tenía ganas de golpearlo para que afinara de una buena vez.

-No debería entrar en ese lugar, yo no les caigo bien a los jugadores… Bueno, yo no le caigo bien a nadie.

-Deja de hacerte la mártir y se varón por una vez en tu maldita vida-, Le dije mirándolo fijamente a los ojos. Andrés frunció el ceño y mordió su labio inferior, como si quisiera decir algo pero se abstuvo.

-Lo siento-, Su voz sonaba quebrada y dolida. Realmente no era mi intención herirle, aunque eso me daba igual prácticamente.

No tenía ninguna intención de tratarlo bien o algo por el estilo, simplemente lo estaba usando para llegar a mi objetivo. Tal parecía que Andrés sabía a la perfección como ser usado para el beneficio de otros y eso de verdad facilitaba mucho las cosas.

-Camina-, Le ordene con voz demandante dándole a entender que me importa un reverendo rábano como se sienta-, No tenemos todo el día insecto-, Lo empuje por la espalda obligándolo a entrar por fin.

Mi equipo estaba calentando, bueno, aunque sea algo salía bien este día. Le ordene a Andrés que dejara el saco de balones en uno de los rincones del gimnasio, uno de los rincones más alejados… Estaba disfrutando enormemente de esto ¿Cómo no podría hacerlo? Ver a un enclenque cargando con ese peso ¡Esto iba a ser verdaderamente  divertido!

-Oh miren, Raúl trajo a un nerd a la cancha-, Comento mi mejor amigo y sub capitán del equipo-, ¿Qué planeas?-, me pregunto José acercándose a mí.

-Te lo diré más adelante-, le dije con toda sinceridad, el solo me miro con picardía contenida.

-Como tu órdenes-, Respondió con burla y se fue trotando en dirección al equipo quienes ya estaban formados en un círculo-, Muy bien niñitas-, grito dirigiéndose a mi equipo-, Quiero ver que den unas diez vueltas al gimnasio y con eso terminamos el calentamiento para empezar a practicar los pases.

Me quede observando como mi equipo obedecía con gusto a aquella orden, el sub capitán era de verdad exigente y eso era bastante práctico a decir verdad. Yo estaba realmente agradecido de que José tuviera mis mismas capacidades para el básquet, él podía quedarse a cargo del equipo sin ningún problema y eso era bastante favorable para todos nosotros.

No note que Andrés ya estaba a mi lado, con una expresión indescifrable en su rostro. No podía perder más tiempo de mi entrenamiento, después de todo yo era el capitán del equipo. Me saque la chaqueta de licra negra que tenía puesta, debajo ya me había puesto el uniforme entrenamiento.

-Ten-, Prácticamente le tire encima mi chaqueta y las demás cosas que traía también, no eran muchas-, Llévalas a donde están los  casilleros-, Le ordene pero él no se movía de donde estaba, me quedo mirando atónito-, No te quedes allí babeando, es verdaderamente asqueroso.

-Y-yo no hacia eso-, Trato de explicar con la cara completamente roja. Su tartamudez de me ponía de los pelos ¿acaso ese chico nunca iba a habla bien? Que irritante era.

-Me importa muy poco, ve y haz lo que te ordene. Luego siéntate en la escaleras-, Le señale en donde el público se sentaban a presenciar los partidos cuando había algún evento importante-, Y no me molestes hasta que te llame ¿Entendido?

-Si-, Aun me sorprendía su obediencia.

No era como si realmente lo necesitara, solo quería hacerle perder tiempo innecesariamente, sabía muy bien que eso irritaba a cualquiera. Calculaba que David y ese ratón de biblioteca se encontraban también después de clases, me iba a encargar también de eso.

Yo sabía que muy pronto David empezaría a irritarse porque alguien más se metiera con lo que era suyo (Aunque él ni siquiera lo reconocía públicamente), desde que lo conozco era así y esta no sería la excepción, el muy malcriado haría una pataleta pronto.

Sacaría provecho de mi novio postizo.

-----------Narrado en tercera persona------------

Pasaron alrededor de dos días y no había ni un solo rastro de Andrés, bueno, no era como si le importara ¿Verdad? Tenía prácticamente a todas las chicas del instituto que se morían por ser su polvo de turno. Andy solo era otro como ellas, vendría corriendo en cualquier momento…Después de todo ese chico de lentes era quien estaba enamorado de él, no debía preocuparse.

Sí, eso era Andy para él “Un polvo”. Esas cosas se podían reemplazar como lo material, como todo lo demás en su vida.

-Solo es un polvo, nada de qué preocuparse-, Se dijo a si mismo mientras arreglaba unos cuantos papeles que debía presentar al consejo escolar al día siguiente. Ser el presidente del consejo no era un trabajo para nada fácil.

Pasaron tres días y luego una semana entera que incluía los dos días de descanso (sábado y domingo). Andrés seguía sin presentarse en los lugares que acordaban para poder tener sus encuentros pasionales.

“No es como si yo tuviera que buscarlo” se dijo David en sus adentros, esa no era una opción razonable ¿Buscarlo? ¿A él? Ni loco, no echaría a perder la reputación que había formado con tanto esfuerzo por un simple ratón de biblioteca. Las reputaciones y los puestos de valor en el instituto eran una cosa que se forjaba o algunas veces que se compraba.

Nada era fácil en esta vida, todo se ganaba gracias a tu sudor.

Andrés Díaz solo era un chico que llevaba consigo una muy mala suerte, un que pertenecía a la categoría que era víctima del matoneo estudiantil en ese instituto (Si, no era el único al cual le hacían la vida imposible). David tenía el respeto de todos en el instituto, además también era poseedor de un ego bastante inflado. No solo era el presidente del consejo, también practicaba en el equipo atletismo en donde por obvias razones era también el capitán.

Aunque se ganara una exagerada valoración, había otra persona que tenía el mismo grado de popularidad y respeto que él. El capitán del equipo de Básquet, Raúl Olivo. Aquel equipo era la cara del instituto, desde que Raúl había llegado al mando no habían perdido ningún partido.

No era de sorprenderse que dos polos iguales chocaran, después de todo esa era la ley natural. Raúl y David andaban de pelea en pelean, aunque muy pocas veces tuvieran encontrones que acabaran en daños físicos para ambos, los dos tenían solo una cosa en común… Ambos poseían un orgullo por los cielos.

El lunes nuevamente se encontró con Andrés en la entrada del instituto, como siempre paso de largo del chico de lentes pero algo no pintaba bien… Andy ni siquiera lo había volteado a ver con su típica expresión de tristeza y eso no le había gustado en nada ¿Para qué mentir? Le fastidiaba bastante que precisamente ese chico lo ignorara.

Se alejó de sus dos acompañantes femeninas, Cara y Tara. A simple vista esas dos rubias parecían hermanas e inclusive hasta mellizas aunque en realidad no compartieran ningún lazo sanguíneo, solo eran un par de amigas. Ellas pertenecían al club de atletismo al igual que él, unas cuantas veces habían follado los tres juntos…Sin duda un trio perfecto ya que las dos chicas no ponían problema alguno para tener relaciones entre ellas mismas.

Cara y Tara miraron al presidente anonadadas pero no dijeron nada al respecto, ninguna de ellas tenía alguna relación formal con David así que le restaron importancia al tema  para luego seguir caminando común y silvestre hacia su aula de clases.

David camino hacia su presa, con su típico porte elegante que lo caracterizaba del resto.  Andrés estaba demasiado ocupado revisando sus apuntes de filosofía como para darse cuenta que su amante se aproximaba hacia él con todas las intenciones de obtener una explicación de su parte.

-Andrés-, Le llamo con voz firme pero este se hizo el de oídos sordos hacia el llamado de David-, Oye, te estoy hablando-, Insistió este acortando aún más la distancia entre ellos, ya se estaba irritando ante la actitud del castaño.

El castaño se asustó ante eso, David tenía un aura oscura a su alrededor que no usaba cuando estaba con él. Retrocedió dos pasos, su pulso se estaba acelerando ante aquella voz imponente…No, debía contener aquellas reacciones que lo dejaban en total  desventaja ante el mayor.

Andy lleno sus pulmones de aire, preparándose para lo siguiente,-Por favor suéltame-, Ni siquiera lo había nombrado ni tampoco había levantado la mirada del suelo en donde parecía que la clavaria por un largo tiempo.

David se acercó cada vez más a su presa, intimidándolo todo lo que podía. Inclino su cabeza hasta quedar cerca a la oreja del contrario.

-Escucha-, empezó a decir en su oído-, sabes que me irrita que me ignoren Andrés-, al nombrado se le arios la piel como si una gallina se tratase en esos momentos, no podía con aquella voz. Sabía que David decía cosas demasiado hirientes cuando se molestaba, no quería que eso pasara.

-David, entiéndeme… No quiero tener problemas, suéltame por favor-, dijo con una voz firme aunque miedosa, miedo que le provocaba el presidente. Diviso a lo lejos una silueta que se acercaba a ellos, aquel persona tenía las manos en los bolsillos y se acercaba a paso raído-, Raúl-, Exclamo con voz de alivio, esto le cayó como un balde de agua fría al mayor quien no aparto la mirada del castaño ni por un segundo.

Raúl caminaba más que confiado, se estaba deleitando con la expresión que estaba recibiendo de parte de David. Sonrió de lado mientras se acercaba a Andrés, pasándole un brazo alrededor de los hombros… Alejándolo del presidente.

-Así que estas aquí-, Dijo el recién llegado dirigiéndose al menor de los tres-, Vámonos Andy, llegaremos tarde a clases-, En parte aquello era cierto, anoche él se había quedado despierto gracias a su madre… Ella había practicado con el algunos de sus tintes lo cual provocaba el color caoba de sus cabellos en esos momentos, de seguro su equipo lo iba a coger de destrabe esa tarde gracias a ellos pero ¿Qué podía hacer? No se le iba a negar a su madre.

David frunció el ceño evidentemente molesto con la cercanía que tenían los dos chicos al frente de el-¿Qué hacen ustedes dos andando juntos?-, No pudo evitar soltar aquella pregunta, la curiosidad ya le estaba picando.

-¿perdón?-, Exclamo con indignación muy bien fingida el capitán del equipo de básquet-, ¿Así que por ser el presidente  puedes mandar?-, pregunto con voz burlona, apretando más a Andy quien juraba que si eso seguía terminaría ahorcado-, ¿Acaso uno ya no puede andar con su pareja libremente?

David abrió los ojos con impresión, no le había gustado para nada el tema desde que el apitan había llamado al menor por su apodo.

Andy quería que se lo tragara la tierra, aquello ya lo estaba alterado más de la cuenta… Solo rogaba que esa farsa terminada rápido.

Raúl simplemente disfrutaba de la escena, soltó su agarre al contrario y se aproximó a su enemigo con recelo.

-¿Qué?

-Raúl-, Le llamo Andy con voz temblorosa, ya estaba asustado al ver como los dos chicos se empezaban a encender, ambos no decían nada… Solo se dedicaban a madrearse mentalmente, con la mirada puesta en el contrario como si desearan incinerarse mutuamente.

Repentinamente Andrés sintió un agarre brusco en su muñeca, levanto la cabeza para encontrarse con los ojos fríos del pelirrojo-Vámonos Andy, aquí no hay nada de qué hablar-,  Su voz sonó horriblemente amable, tan horriblemente real que por poco y se la cree.

El menor camino a rastras, le costó bastante no tropezarse con sus propios pies. Intentaba no pensar en la cara que puso David, intentaba no pensar en su posición en esos momentos… Intentaba no pensar en tantas cosas a la vez que era realmente doloroso.

Si, se había roto. Podía sentir como poco a poco todo su mundo se venía de bruces, su garganta y ojos empezaron a arder.

El único lazo que tenía con la persona que quería se había roto, todo gracias al malnacido que tenía justo en frente. Solo eso le faltaba. Absolutamente todo se había vuelto añicos por una estupidez.

------------Narrado por Raúl------------

No me importaba en lo más mínimo la opinión de Andrés, lo arrastre conmigo hasta el patio trasero de la institución ya que a estas horas no hay nadie merodeando esos lares. Primero tendríamos que hablar antes de entrar a clases o se me complicarían aún más las cosas.

Me sorprendió como Andrés se soltó con brutalidad de mi agarre, solo pude contener una carcajada ante eso… Vamos a ver cuánto le dura ahora su valentía, no le doy más de unos cinco o cuatro minutos.

Su catedra no se hizo esperar, parecía como si verdaderamente tuviera intenciones de matarme aunque solo hiciera el amague. Rodé los ojos con desespero, aunque veía sus labios moverse no lograba descifrar ni entender ninguna de las palabras que salían de estos pues no me importaba en lo más mínimo aquello.

-Si sigues lloriqueando así te voy a dar una golpiza que jamás olvidaras-, le dije ya cansado de esto, el no parecía querer cooperar ahora conmigo y creo que las cosas empeoraran si ni las freno ahora.

El cuatro ojos abre los ojos como platos, tal parecía que no se había dado ni por enterado de que había empezado a llorar en algún momento de la conversación que manteníamos… Bueno, que mantenía él solito.

-No estoy llorando.

-¿y esas lagrimas que son?

-Cállate, es tu culpa… Todo es tu maldita culpa ¡eres un infantil!

-¿Disculpa?-, reí por lo bajo ante la idiotez que acaba de soltar-, Yo solo te vengo a tratar de esta manera apenas ahora, por si no te diste cuenta tú no le importas ni un pito al presidente-, descargue aquello con brusquedad, por un minuto sentí lastima por él.

Andrés no dijo nada, solo bajo la mirada con resignación y asintió barias veces con la cabeza.

-¡Lo sé!...Yo lo sé, no me lo repitas por favor-, Dijo mientras se secaba con brusquedad las lágrimas que aún seguían saliendo con violencia de sus ojos avellana, ni siquiera se había tomado la molestia de sacarse las gafas-, Pero el rencor inmaduro que le cargas  a David empeoraron las cosas-, Guau, ahora sí que parecía realmente molesto-, Eres un completo aniñado e inmaduro.

-¿Aniñado? ¿Inmaduro?-, Pregunte con voz grave mientras me acercaba a él, Andrés retrocedió algunos pasos al ver mi estado pero por desgracia estaba arrinconándose aún más a la pared del patio. Perfecto-, Muy bien-, Coloque con fuerza una mano contra la pared para asustarlo, el impacto causo un leve temblor en la pared y un gran dolor a mi palma-, Probemos algo-, le dije mirándolo directamente a los ojos.

Se veía realmente asustado.

-¿Q-qué?

-Te demostrare que voy enserio con esto-, levante su mentón con brusquedad, aproveche su descuido para tomar sus labios sin cuidado alguno. El solo abrió levemente la boca para protestar y allí fue mi gran oportunidad para introducir la lengua en su cavidad bucal… Devorándolo en apenas un simple beso.

Para entretener a David este ratón  de biblioteca no sabe realmente lo que es un beso profundo, es un completo torpe en estas cosas… De verdad me estresa…Este maldito niñato no sabía ni pio de besar, está completamente retraído pero eso hacia las cosas aún más excitantes de algún modo.

 Baje una de mis manos hasta su cintura que luego viajaron en busca de su trasero… Ok, yo ya estaba acostumbrado a manosear por todas partes a una persona mientras la besaba y tal parece que esta no sería una excepción como yo creía.

Recorrí gran parte de su cuerpo por encima de la ropa, el solo se dedicaba a temblar ante eso pero cuando quise introducir mis inquietas manos por debajo de sus ropas pude sentir como aquel chico miedoso se separaba con brusquedad y alteración.

Lo mire enojado pero mi rostro fue apaciguando su expresión al ver su enorme sonrojo.  

-¿Acaso eso fue demasiado para ti?-, Pregunte relamiéndome los labios.

-…No hagas eso de nuevo…-, exclamo casi en un susurro, agacho su cabeza haciendo que su flequillo tapara sus ojos -, N-no me gusta para nada-, dijo un poco más alto mientras levantaba la cabeza dejado en evidencia sus ojos llenos de lágrimas.

Fruncí el ceño algo arrepentido, creo que me sobrepase un poco. Aleje rápidamente cualquiera de esos sentimientos y me concentre nuevamente en causarle más daño a mi victima con la mejor arma que tenía ahora contra él. Las palabras.

-¿No?, pero miren que sorpresa… Yo que estaba más que seguro que a las rameras como tú les encantaba de esa forma.

-¡Tú no sabes de lo que estás hablando!

 

 

Notas finales:

¿les gusto? no se vayan sin comentar mi chiquis!! recuerden q sus hermosos comentarios son los que le dan fuerzas a un autor para continuar :3

les pregunto...como creen que se desarrollara la historia?... jum


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