"Aaah..."
Mientras bostezaba, Rick se subió de inmediato a la cama. Era un colchón en medio de una habitación cálida y completamente confortable por lo que era evidente que iba a sentirse más que bien. Acercó el cojín al centro y comenzó a golpearlo en un intento por hacerlo más blandito. Se cubrió con una manta suave y se acurrucó hasta volverse un pequeño ovillo. Luego, extendió ambas manos y abrazó al peluche de ardilla entre sus brazos.
"Hmm..."
Después, Rick llevó su cola desde su entrepierna hasta la parte delantera de su cuerpo y la sostuvo una vez más entre las manos. Le gustaba estar entre su ardilla de peluche y su propia colita. Abrazarlos a los dos juntos y enterrarse en un cojín. Se sentía tan cómodo y tan cálido que hasta sonrió con muchas ganas.
"Aaah..."
(Tengo sueño... Pero todavía hay muchas cosas en las que quiero pensar.)
Rick negó con la cabeza para intentar deshacerse de su propia somnolencia. Quería pensar un poco más en el incendio, en su casa y en lo que debería hacer a partir de ahora, pero en esta época del año, si se dormía en el mejor lugar posible para hibernar, no podría despertarse ni aunque lo quisiera. Por supuesto, incluso durante este periodo, se despertaba cuando tenía hambre y se bañaba con regularidad para poder reparar su cuerpo. Pero básicamente, podía decir que pasaba la mayor parte de sus días descansando. En la mayoría de los casos, su conciencia se sentía más nublada de lo habitual, incluso cuando estaba con los ojos bien abiertos. Y ahora, para ponerlo en palabras simples, se estaba quedando dormido otra vez.
(Entonces... Antes de eso, antes de eso, quiero...)
Rick intentó mantenerse firme, pero por alguna razón todo estaba muy oscuro delante de él. Porque sí, Rick no se había dado cuenta de que tenía los ojos cerrados.
(Ah... El señor Davis...)
De repente le vino a la mente esa bestia oso que pareciera aterradora por fuera, aunque era terriblemente amable por dentro. Vivía en una casa grande, tenía una cara bonita, era enorme, fuerte y exactamente lo contrario de lo que era él. Y se trataba además de una persona extraña que decía que Rick era muy bonito.
(Persona rara... Pero buena.)
De hecho, estaba seguro de que pensaba que era lindo porque Rick era un hombre bestia ardilla. Después de todo, un cierto número de bestias pequeñas, independientemente de si eran hombres o mujeres, parecían ser populares entre los bestias grandes y los bestias medianos. No, era un poco diferente a ser popular. Los que eran pequeños eran tratados de débiles y de personas sin resistencia. Pero se consideraban perfectos para ser "compañeros de juegos". En otras palabras, era fácil ser un objetivo sexual.
Cuando estaba trabajando en la cocina o caminando afuera de su casa, a veces los hombres bestia de tamaño mediano le gritaban diciendo: "Sí, eres una monada con una cola grande. ¿Por qué no jugamos juntos esta noche?" Y comenzaban a reír de un modo asqueroso. Por supuesto, nunca había aceptado una invitación así. Pero eso no significaba que no le dieran miedo. Solo veían a Rick como algo que podían tratar descuidadamente...
(Pero, el señor Davis...)
Recordaba cuando había tomado las nueces para decirle que eran "especiales". Y recordaba también que Davis tenía ojos muy serios en ese momento.
(Davis... San...)
Poco a poco, su cuerpo se fue acurrucando de nuevo. Perdiéndose en los cojines, hundiéndose, flotando y vagando en un cálido mar de sábanas.
Entonces, antes de que se diera cuenta, Rick se quedó completamente dormido.
Grrrr.
"Mmm".
Pero se despertó con el sonido de su propia barriga gruñendo. Cuando Rick se frotó la cara con la palma de su mano, bostezó y finalmente se movió sobre el cojín para intentar sentarse. Tomó una nuez y comenzó a golpearla con un mazo para partir la cáscara y sacar el contenido. Luego, lo dividió en dos o tres partes y se lo comió rápidamente.
Con los ojos cerrados y todavía medio dormido, buscó la siguiente nuez y luego la siguiente.
"¿Mmm?"
Cuando abrió un ojo correctamente y miró para el frente, encontró que todas las nueces amontonadas en la bandeja plateada habían desaparecido por completo. Probablemente porque se despertó con muchísima hambre.
"Mmm..."
Si se quedaba sin nueces, entonces tendría que ir a la cocina a recogerlas.
Rick se puso de pie, con una cara absolutamente apagada. Tenía el muñeco de ardilla en su mano porque de alguna manera, le había gustado lo suficiente como para quedarse con él para siempre. Se rió "jaja" y luego lo dejó en la cama y lo cubrió con la manta para que no tuviera frío.
Olvidando que le dieron unas pantuflas, caminó descalzo por el pasillo.
(Estoy super somnoliento.)
Fue al baño a darse una ducha antes de recoger las nueces. Mientras se bañaba, estaba cabeceando, empapado en agua caliente y cabeceando, y mientras se cambiaba de ropa, estaba cabeceando también. Se sintió tan cómodo que casi se quedó durmiendo en el piso, aunque logró soportarlo lo suficiente como para ir al almacén.
"Aaah ..."
Mientras bostezaba, llegó a la cocina para poder conseguir tantas nueces como le fuera posible. Pero después de todo, tenía tanto sueño que cuando intentó ver correctamente lo que estaba haciendo, descubrió que sus párpados solo volvían a caer. Estaba haciendo todo lo posible para al menos no tirar la comida.
"Um..."
Caminó por el pasillo, mirando el destino con los ojos apenas abiertos. Estaba serpenteando, así que no estaba seguro de en donde se suponía que tenía que estar.
"¿Hmm? ¿Es aquí...?"
Rick siguió su camino, pensando que en realidad ya había tardado mucho tiempo en llegar a su habitación.
Durante el período de hibernación, su juicio se debilitaba hasta al extremo. Además de eso, era natural perderse porque le había dado la bienvenida a ese periodo en una casa completamente desconocida (Y enorme, para variar) Pero el hombre ni siquiera se había dado cuenta de que estaba yendo para otro lado.
"Oh, aquí..."
Rick abrió la puerta de la habitación con un movimiento rápido de sus dedos. Cuando trató de poner las nueces al lado de su cama, notó que todavía había muchas de ellas amontonadas allí. Además, también estaban otras cosas como carne y pescado ahumado que Rick nunca había probado en su vida. No obstante, no le dio mucha vuelta al asunto porque tenía muchísimo sueño como para poder pensar.
Se subió a la cama y abrazó el cojín. Vaya, estaba sintiendo que el cojín se había vuelto más duro. Utilizó sus extremidades para intentar suavizarlo, pero continuó estando incómodo aún así.
Pack, pack.
Sin embargo, era extrañamente cálido. Quizá, se trataba de un cojín que emitía calor por su cuenta o algo por el estilo.
Rick mantuvo los ojos cerrados todo el tiempo, agradeciéndole al apuesto hombre bestia oso por preparar una madriguera tan buena para él.
" Gra ... Davis."
Trató de decir "Gracias, señor Davis" pero su boca hizo un sonido que no pudo escucharse bien. Sin embargo, en el momento en que llamó el nombre del oso, pudo sentir claramente como el cojín comenzaba a temblar. Aunque bien pudo ser un malentendido.
Rick se aferró a su cálida almohada y, justo antes de irse a dormir, recordó que había dejado el muñeco de ardilla sobre la colcha por lo que trató de encontrarlo a tientas. Finalmente, tomó algo que se le parecía demasiado y lo abrazó con toda su fuerza. Se sentía como si el muñeco se hubiera vuelto más rígido, pero Rick no pudo darse el lujo de revisarlo bien.
Mientras tanto, dos respiraciones comenzaran a resonar en la cálida habitación, como si se superpusieran. Sí, no una, sino dos.
Había dos personas durmiendo en el cuarto .