Cuando se despertó ese día, Rick se escabulló de inmediato de entre los brazos de Davis y se levantó de la cama. Lentamente, comenzó a moverse sobre la alfombra y pasito a pasito, se acercó a la ventana.
Miró fuera de la cortina:
"Wow."
Y entró la cálida luz del sol.
El verde había comenzado a crecer en los árboles desnudos. Del suelo, brotaban pequeñas líneas de hierba y unos pájaros, volando desde algún lugar, se alinearon en las ramas que estaban esparcidas por todo el jardín.
"Es primavera".
Rick cerró la cortina hasta el borde y exhaló un suspiro realmente exagerado. Era primavera. De verdad había llegado la primavera.
Se dio la vuelta: Davis estaba durmiendo cómodamente sobre la cama. Roncó y, como si buscara algo, acarició las sábanas de arriba para abajo, estiró los dedos y después de un rato, agarró el cojín que estaba cerca de su cabeza y lo abrazó con fuerza utilizando los dos brazos. Comenzó a palmearlo "tan, tan."
Rick estaba a punto de estallar en carcajadas, así que se apresuró a sujetar su boca con las manos:
(¿Lo está confundiendo conmigo?)
Una risa insoportable se filtró a través del espacio entre sus dedos así que Rick cerró apresuradamente la ventana y salió de la habitación. Al darle un vistazo final a Davis, mientras cerraba la puerta, notó que todavía estaba sosteniendo el cojín mientras colocaba una enorme expresión de satisfacción encima.
De alguna manera, eso había provocado que Rick entrara al baño con un humor tan alegre como para que empezara a tararear.
Llenó la bañera con agua caliente, se quitó la ropa y luego encendió la lavadora también. Se lavó todo el cuerpo, sumergiéndose en abundante agua caliente y lavando bien su cabello y su cara. Al terminar, se miró en el espejo del baño y comenzó a jugar con los mechones más largos de su cabello:
"Ya es hora de cortarlo."
En primavera, todos los hombres bestia que habían hibernado, salían para comenzar a adaptarse de nuevo al mundo. Iban a arreglarse el cabello, renovaban su armario para tener ropa de primavera y comenzaban a barrer la casa para decirle adiós al invierno. Por cierto, la primavera también era la temporada de celo. Y no solo los que habían terminado la hibernación estaban inquietos por eso, sino todas las bestias. Esto también era lo mismo que la hibernación y era una obra de su instinto. La primavera era la temporada del amor.
(El celo...)
Rick exhaló involuntariamente.
La verdad es que estaba preocupado desde ese día de invierno, cuando Davis le dijo tan casualmente que le quería. Es decir, no importaba lo que hiciera, en algún lugar de su corazón, la palabra "Me gustas", estaba clavada como una pequeña espina. Era posible que hubiera soñado con esa escena muchas veces durante la hibernación.
Rick se miró de nuevo en el espejo: Su cara no estaba tan mal... O eso quería pensar. Tenía un rostro pequeño, como todas las bestias ardilla. Llevaba unos ojos chiquitos, como bellotas. Una nariz y una boca pequeñas y el cabello castaño claro y sin brillo, incluso aunque fuera esponjoso después de secarse. Si se miraba un poco más de cerca, podría ver unas ligeras pecas flotando sobre una piel más blanqueada, probablemente porque había dejado de exponerse al sol.
(El señor Davis... ¿Ya notó estas pecas?)
Habían estado durmiendo tan de cerca que era posible que ya lo hubiera hecho. Pero igual, Davis era extrañamente "desenfocado" para algunas cosas. Si Rick le preguntara: "¿Notaste mis pecas?", Era posible que le contestara: "¿Pecas? ¿Cómo qué estás pecando?" Las palabras le vinieron a la cabeza con la voz de Davis así que Rick se rió de nuevo. Se había acostumbrado tanto a la vida con él que lo hizo naturalmente.
"... Pero igual tengo que dejar esta casa pronto."
Inesperadamente, comenzó a pensar en voz alta. Por supuesto, fue similar a cuando opinó sobre cortarse el pelo o de las manchas en su cara... Pero era evidente que el tono de su voz era completamente diferente ahora. Era deprimente y apagado.
Cuando llegara la primavera y terminara la hibernación, entonces Rick tendría que retirarse. Él ya iba a ser capaz de moverse por su cuenta y trabajar también. Sabía que tenía que encontrar un nuevo lugar para vivir antes de que terminaran las vacaciones de hibernación pero estaba más preocupado en como responder al "me gustas" de Davis.
"Dile a Davis tu respuesta... Y busca una casa nueva de inmediato. Llama al restaurante para ver si ya puedes volver al trabajo. Oh, y el cabello. Debes arreglar tu cabello."
También quería agradecerle una vez más al colega de Davis. Gracias a él, Rick pudo pasar el invierno con seguridad en un lugar increíblemente agradable.
"Tengo que decirlo correctamente esta vez."
(Pero le dije que tendría una respuesta cuando llegara la primavera.)
Rick notó que tenía una mirada ansiosa.
Sí, ciertamente estaba muy preocupado al respecto.
Cuando Rick pensaba en Davis, comenzaba a sentirse completamente confundido al respecto: ¿Y si no hubiera sido Rick quien tuviera problemas por un incendio? Por ejemplo, ¿Qué tal si hubiera sido otra bestia ardilla o comadreja, lo que sea, o también una bestia oso? Pensaba que Davis se hubiera enamorado de cualquiera de ellos porque estaba sensible debido a su hibernación. ¿Y si Rick nunca hubiera llegado a esta casa? Estaba seguro de que no se habrían conocido nunca. Sus vidas no se cruzarían, ni siquiera sabrían sus nombres y era posible que ni siquiera se cruzaran en la ciudad. Rick estaba solo... Y era doloroso imaginar que Davis podría dormir con otra persona en sus brazos.
(... ¡Ah, ya! ¡Deja esto de una vez!)
Pero a la hora de pensar en tal cosa, salió su respuesta.
Rick vertió agua caliente sobre el espejo que había comenzado a empañarse con el vapor. Su rostro, reflejado en el cristal, ya estaba completamente teñido de rojo para ese momento.
(Yo a... Davis...)
Pero, ¿Cómo responder? Un sentimiento tan desordenado no era la respuesta al "me gustas" de Davis.
"¿Qué debo decir?"
Inmediatamente después de salir del baño, comenzó a caminar hacia la cocina. Cuando se sentía incómodo, confundido o triste, solía arreglar su estado cocinando durante horas. A fin de cuentas, no tenía que pensar en nada mientras preparaba la comida.
Rick suspiró y entró en el almacén.
El lugar, que estaba lleno de alimentos, ahora se veía un poco más vacío. Era natural porque no habían salido a comprar cosas nuevas en un buen tiempo, pero ciertamente le hacía sentir un poquito solo.
(Ya casi estamos a finales de mes... 1, 2, 3. Ya han pasado tres meses y medio.)
Es por eso que la comida se estaba agotando.
Rick fue a la parte trasera del almacén mientras pensaba en los ingredientes que ocuparía para el desayuno. Cuando tomó el empaque de carne seca para Davis, de repente notó el estante en la parte trasera del cubículo. En lo alto de un magnífico mueble, había una pequeña caja a la que solo se podía acceder subiendo con una escalera de mano.
(Ah…)
Allí estaban las nueces que había traído Rick cuando llegó por primera vez a esta casa. Por alguna razón, a diferencia de las cosas que estaban alineadas a su alrededor, eso no estaba polvoriento o descuidado en absoluto. Incluso después de tanto tiempo. En cualquier caso, Rick no recordaba haber limpiado la caja alguna vez así que, si no fue él, eso significaba que...
(¿Señor Davis?)
Davis habría limpiado la caja muchas veces. No sabía exactamente cuando, pero estaba completamente seguro de que había venido hasta aquí, subido a la escalera de mano, tomado la caja y arreglado todo para que no tuviera ni una pizca de polvo.
El pecho de Rick estaba oprimido por indescriptibles emociones.
(Davis...)
Rick subió la escalera, tomó el empaque y frotó la superficie con el pulgar antes de abrazarlo contra su pecho.
"Realmente... Es una persona extraña."
Esas nueces eran un lujo para Rick aunque para Davis eran algo cotidiano. Sin embargo, de todas maneras había decidido atesorarlo más que a cualquier otra cosa.
En el almacén, Rick se sentó en el suelo y cerró los ojos durante un buen rato. Todavía sosteniendo con fuerza la caja con las nueces.