(Es un poco tarde...)
Llegó a una zona residencial cuando el sol se puso por completo. Las farolas alineadas a intervalos irregulares parecieron estar completamente destinados a iluminar los pies de Rick mientras corría.
Aunque era primavera, todavía hacía un poco de frío por lo que se encogió de hombros, luego giró rápidamente a la derecha y se apresuró otra vez.
Llegó nuevamente a la enorme casa que había abandonado hace solamente algunos días. Cuando trató de mirar hacia el techo, estiró tanto el cuello que pareció próximo a romperse y luego, Rick inhaló y exhaló con pesadez, "Suu" y "Hah".
Cuando sacó la billetera que estaba en su bolsillo trasero, la desdobló y revisó lo que había dentro.
"Bien".
Guardándolo de nuevo, Rick se tocó las mejillas una y otra vez y empujó sus pómulos con las yemas ligeramente temblorosas de sus dedos. Un ligero sonido de "Ting tong" hizo eco y la puerta se abrió vigorosamente después de unos segundos. Por supuesto, apareció Davis.
"¡Rick!"
Rick se sorprendió por su voz, así que saltó involuntariamente.
"Wow."
"Oh, lo siento... ¿Fue demasiado? ¿Estás bien?"
Lo hizo muy rápido como para suponer que estaba en la sala de estar o en la habitación. Quizá, se había quedado cerca de la puerta todo este tiempo.
Rick se volvió y asintió con la cabeza:
"Sí, estoy bien".
Mientras invitaba a Rick a la casa, Davis inclinó la cabeza:
"¿Rick? Te ves diferente... ¡Oh, es tu cabello!"
"Sí. Exacto."
Sintiendo la mirada de Davis, Rick insertó sus dedos bajo su cabello.
"Lo corté."
Era un poco vergonzoso para él, así que al final Davis intentó ser igual de discreto:
"Se ve bien. Tu flequillo quedó cortó así que ahora tu frente es visible. Está lindo".
"No creo jaja... Pero gracias."
Rick pareció apenarse muchísimo más después de eso, porque hasta trató de ocultar su frente jalando para abajo los pocos cabellitos que tenía. Luego, finalmente pareció recordar el motivo de su visita:
"Esto... Davis..."
"¿Mmm?"
Al decir su nombre, Davis inmediatamente volteó la cabeza. Rick cerró la boca otra vez y respiró hondo antes de volver a abrirla:
"Encontré un buen lugar donde quedarme."
"… ¿Ya?"
Davis estaba asombrado y aturdido a la vez. Rick no se había dado cuenta de esto así que asintió con la cabeza en un segundo "Sí".
"La verdad, al final encontré dos casas. Una está cerca de mi lugar de trabajo y la otra está..."
"Rick." Davis llamó a Rick para evitar que intentara seguir con la historia. "Vamos a hablar en otro lado ¿De acuerdo? Estar de pie es... Algo incómodo."
"Ah... Claro."
Davis le dio la espalda y caminó de inmediato hacia la sala de estar. La cola de Rick, que se había hinchado de emoción, se encogió en un segundo gracias a eso. Después de todo, le había mostrado una actitud que no era la habitual.
Avergonzado de seguir en la puerta principal, Rick siguió a Davis, aunque había comenzado a mirar un poco hacia sus pies también. Estaba bien mudarse a la sala de estar pero,... Por alguna razón, ya no sabía si seguir contándole. Era tan extraño como se sentía todo.
Rick miró a Davis, que estaba preparando té, y suspiró un poco, "Hah".
"Yo..."
Pero Davis caminó ahora a la cocina. Incluso aunque Rick fue al baño, se lavó las manos y se quitó los zapatos para hacer tiempo, el oso pareció no querer salir.
"¿Davis?"
Al llamarlo, simplemente recibió una respuesta que sonaba como un simple "¿Qué?" Y evidentemente eso había provocado que se sintiera todavía más difícil eso de poder hablarle. No podía expresarlo bien, pero percibía una especie de "muro defensivo" alrededor de Davis. Así que sí, era una barrera importante con la que lidiar.
Rick se sentó en el sofá y suspiró hasta morir. Esta era la primera vez que algo como esto pasaba porque Davis siempre lo escuchaba y hablaba honestamente sobre sus sentimientos con él. Rick se miró los pies de nuevo, preguntándose sobre lo que lo estaba impulsando a hacer esto ahora. Y allí se dió cuenta...
(Oh, que bonito...)
A Rick no le había dado esas pantuflas grandes y esponjosas de la última vez. Por supuesto, no lo notó porque estaba pensando en una cosa más importante. Eran zapatitos de un tejido primaveral, verdes y sedosos. No eran tan gruesos y además, se sentían fáciles de llevar. El tamaño era perfecto para los pies de Rick.
"... Davis".
Rick se moría por llamar a Davis. Se levantó de inmediato y fue en dirección a la cocina.
"¿Qué pasa? Estoy preparando té, así que... ¿Puedes esperar un poco más?"
"¡Por favor, escúchame Davis!"
Durante este período, levantó la voz hasta hacerla un poco más fuerte. Esto fue para tratar de que Davis se diera la vuelta, porque todavía tenía la cara en dirección a la estufa. Davis deambuló alrededor de la taza que tenía en la mano y luego murmuró:
"No quiero."
"... ¿Eh?"
Rick saltó en respuesta a la negativa. La cola se le hinchó aproximadamente el doble de lo habitual.
"No, ¡Escúchame!"
"No quiero escucharte."
"¡Davis!"
Pero Davis solo pasó junto a Rick, sosteniendo todavía la taza entre sus manos. ¡Estaba tan sorprendido que simplemente se le escapó!
"¡Espera!"
Sin escuchar a Rick, Davis atravesó la sala de estar y se perdió en el pasillo.
"¡Davis!"
Rick lo siguió apresuradamente.
Cuando llegó al pasillo, descubrió que Davis ya no estaba allí. No había señales de que hubiera salido así que probablemente había entrado a una habitación. Rick se rascó la cabeza y decidió abrir la puerta más cercana:
"Davis san..."
Cuarto de lavado, baño, estudio y habitación de invitados. Miró en todas estas habitaciones pero no había ningún Davis por allí. Todo lo que quedaba, era ir al dormitorio.
Rick golpeó suavemente a la puerta:
"¿Davis?"
La luz brillaba en la habitación oscura debido a la puerta que Rick abrió. Y mirando la cama, en la parte de atrás, descubrió que Davis estaba realmente sentado allí, con la taza en la mano y la nariz apuntando completamente para abajo. Por un momento, Rick exhaló un sonido de alivio antes de caminar hacía él:
"... ¿Por qué te escapaste de repente?"
"Estuvo mal. Perdón."
Davis se disculpó y exhaló como si se hubiera rendido por completo. Rick se secó el sudor y cuando se acercó, miró algo que estaba al lado de la cama. Una cosa que hizo que sus ojos se agrandaran otra vez.
"Ah... Eso es..."
Casi lo había olvidado.
"Mi peluche de ardilla".
La ardilla estaba en la cama de Davis, como si fuera un residente de allí desde el principio.
"Estaba solo sin Rick..." Davis, que tenía las manos sobre sus piernas, pareció seguir casualmente la mirada de Rick antes de responder. "Por eso yo..."
"Ya..."
"Estaba solo. Fue la primera vez después de meses y... Te necesitaba tanto".
Como de costumbre, Rick fue golpeado por una bola rápida. Sin embargo, esta vez no le importó.
"Davis..."
"Debería estar feliz de que Rick fuera capaz de encontrar una nueva casa pero, honestamente... No puedo estarlo. No quiero... Escucharte decir cuando te vas ni, lo feliz que estás de tener algo cerca del trabajo. No quiero. Se siente como si realmente hubiera llegado el fin y, no puedo hacer nada para detenerlo."
Davis dijo esto, enterrando de pronto su rostro contra sus grandes palmas. La habitación seguía oscura porque Rick entró sin encender la luz. Luego, se puso frente al oso, que seguía en la cama, y puso las manos en sus rodillas. Tocando suavemente su piel, Davis finalmente dijo:
"Davis... Me gustas."
"De verdad no quiero escuchar sobre... ¿Eh?"
Las palabras de Rick pudieron haber sido inesperadas. Davis se puso de pie, como un resorte que finalmente había encontrado la energía para rebotar.
"¿¡Qué estás diciendo, Rick!?
Su rostro, con los ojos abiertos de par en par, era algo muy inusual e interesante de ver. Rick se rió:
"Davis finalmente está sintiendo lo que yo sentía cuando me decías que era lindo y que te gustaba mucho. Es una pequeña venganza."
Pero Davis parpadeó varias veces, todavía con los ojos redondos.
"No... ¿En serio? ¿Es una broma?"
Davis levantó la mano y se acarició el pecho. Era como si la bola rápida hubiera volado ahora hacia él y lo hubiese apuñalado directamente.
"... Me corté el pelo el primer día."
Davis echó una mirada misteriosa a las repentinas palabras de Rick. Rick siguió hablando:
"Luego fui a agradecerle al colega de Davis, Taylor".
"¿A Taylor?"
Taylor era el bombero amable que se puso en contacto con Davis el día en que estalló su casa. Cuando se comunicó con el departamento de bomberos de la jurisdicción del centro, pudo conseguir una cita rápidamente con él:
"Sí. Taylor fue quien me presentó a Davis en primer lugar así que, gracias a él pude pasar el invierno a salvo".
Pareció sorprendido de Rick, quien fue hasta ese extremo para agradecerle por algo como eso. Luego, cuando lo vio, más radiante y fuerte que nunca antes, dijo: "Te ves bien. Me alegro muchísimo por ti". Y sonrió como para confirmarle que realmente era una persona muy agradable.
"Y luego, fui a mi casa y vi lo que estaba pasando allí... Bueno, es casi completamente un terreno baldío".
Cuando le contó que construirían un nuevo condominio en el lugar, la expresión de Davis finalmente se suavizó un poco. Rick también aflojó sus mejillas.
"Luego fuí a mi lugar de trabajo y busqué una habitación en la que pudiera quedarme mientras tanto". Rick miró hacia abajo, como si estuviera muy concentrado en sus rodillas. "Para ser honesto... En ese momento ya había decidido una respuesta adecuada para los sentimientos de Davis".
Los meses que pasó con Davis fueron cálidos, suaves y felices. Ciertamente se sintió apresurado y confundido cuando le dijo que le gustaba pero, nunca experimentó un disgusto por él.
"Pero no quería construir una relación contigo como una excusa de la hibernación".
"Rick..."
"Yo... Soy un pequeño hombre bestia. No tengo ninguna fortuna y soy, del tipo lamentable al que le sale todo mal."
Rick metió la mano en el bolsillo trasero de su pantalón para sacar su billetera. Luego, tomó dos hojas de papel que estaban dentro y se las mostró:
"... Davis, ¿Te gustaría ir al parque de diversiones conmigo?"
Ciertamente se trataban de entradas para un parque de atracciones que acababa de abrir. Era un regalo que compró después de pensarlo detenidamente. Si quería transmitir sus sentimientos a Davis, entonces debería hacerlo de un modo agradable. Pensó que esto sería mejor que repetir palabras.
"Me gustas, Davis. Y quiero ir al parque de diversiones con mi persona querida..."
Davis miró el boleto de Rick por un momento bastante largo, luego extendió la mano suavemente y lo tomó.
"No... No lo esperaba para nada."
"Lo sé."
Los ojos negros de Davis estaban mirando fijamente a Rick. Pero incluso en una habitación con poca luz, pareció como si estuviera ahora completamente iluminado.
"Rick es lindo y genial".
"¿Eh? Eso es mentira."
Rick se subió a la cama de inmediato. Para ser precisos, se subió en Davis acostado en la cama.
"Creo que tú lo eres."
Davis comenzó a reír.