"Rick..."
Era como estar acostado con un perro gigante. Rick exhaló:
"Davis, san..."
Como ya había ocurrido minutos atrás, su pene se levantó casi demasiado dolorosamente. Estaba seguro de que si lo frotaba unas cuantas veces más, definitivamente iba a perder la cabeza.
"Mmm, yo... Ah, yo... Voy a correrme."
Intentó explicar todo lo que sentía mientras miraba a Davis a los ojos. Es por eso que había incluído en la oración el hecho de que iba a eyacular. Sin embargo era un hecho que Davis pareció estar cada vez más emocionado que pensando en dejarlo ir. Le besó las mejillas, la nariz y cuando finalmente llegó hasta su boca, lo tomó entre la suya y susurro:
"Iba a aguantar lo necesario para no tocarte. Ah, pero no puedo. Lo siento... Rick. Quiero hacerlo contigo".
"... Ah, ah, ah, no sé... No sé como..."
Sintiendo una sensación extraña en un lugar improbable, Rick agitó las piernas.
"Davis..."
"Quiero entrar aquí..."
Antes de darse cuenta, la mano de Davis ya se había colado en su entrepierna. Además, aunque había un espacio entre sus nalgas que estaba completamente estrecho y oculto, unos dedos se arrastraron para estimularlo como si supiera perfectamente lo que tenía que hacer para conseguirlo.
"Ah, Davis... ¡Ah!"
Cuando Davis pensó que había encontrado una buena postura, sujetó la parte posterior de las rodillas de Rick y comenzó a hacerlo todo lentamente para atrás. Hasta que sus piernas se acercaron a su rostro. En otras palabras, era como la postura que hacían los bebés cuando les cambiaban el pañal.
Rick tomó aliento cuando el pene de Davis se balanceó a la vista:
"¿Qué...? ¿Davis-san?"
"Rick, ¿Sabes que se usa cuando dos hombres tienen sexo?"
"¿El trasero...?"
Bueno, sí, él ciertamente no tenía ningún otro agujero donde lo pudiera penetrar. Y eso había hecho que su cabeza se sintiera mil veces más nublada.
"Muy bien, mi amor."
"¿Vas a meterlo en mi agujero?"
Mirando a Davis, comenzó a asustarse cada vez con más ganas. Para Rick, el ano era una salida, no una entrada. Incluso si de repente le habían dicho que podía insertarlo justo allí, no era capaz de responder como alguien entusiasta y decir "¡Sí, por favor!".
"Sí. Y quiero insertarlo ya."
Davis, que apretó los dientes para soportar su excitación, asintió con una cara bastante seria. Rick vaciló, asintió también y ladeó un poquito la cabeza para poder mirar la parte inferior de su cuerpo y la parte inferior del cuerpo de Davis. Gimió, "¡Umm!" Y después de unas pocas decenas de segundos, finalmente dijo:
"Sí... De acuerdo."
"¿Está bien, amor?"
"Bueno, solo un poco, hasta que entre y ya. Quiero decir, solo la punta y eso..."
Rick bajó la mano, preguntándose internamente hasta donde entraría la punta con exactitud. Davis iluminó su rostro de una manera fácil de entender y pareció estar de acuerdo:
"Voy a tener mucho cuidado. Lo haré lento para que puedas acostumbrarte adecuadamente".
"¿Sí?"
Davis dijo "Lo prometo" y se movió hacia la cómoda que estaba junto a la cama. Rick, por otro lado, estaba intentando con todas sus fuerzas el poder calmarse. Después de todo, era vergonzoso dejar su trasero todo expuesto para él. Incluso si ahora era su pareja. Se preguntaba qué iba a hacer, cómo iba a lograrlo y después, miró a Davis, con una botella de líquido transparente y una caja de papel en la mano.
"¿Qué es...?"
"Déjamelo a mí ¿Bueno? Todo va a estar bien."
¿Pero de verdad era correcto confiar tan ciegamente? Rick tragó saliva, endureciendo su rostro, miembros y caderas hasta comenzar a parecer de piedra.
"Lento..."
"Um... ¡Ah!"
"Rick, ¿Estás bien?"
Fuera de la cabeza, los hombros y el cuello, la parte inferior del cuerpo de Rick ahora flotaba en el aire. Esto se debió principalmente a que los brazos de Davis, que sostuvieron sus caderas, siguieron levantándole como para conseguir una posición en la que se pudiera acomodar.
"¡Hmm!"
Cuando Davis le preguntó, Rick se sacudió hacia la izquierda y hacia la derecha, simplemente frotando su espalda contra la almohada en un intento por acostumbrarse. Los dientes que apretaban sus labios estaban temblando y después, descubrió que no era solo eso, sino que todo su cuerpo estaba estremeciéndose y sudando.
"No hagas eso, Rick. Si te muerdes así, dejará una marca".
La mano de Davis se extendió hasta la boca de Rick. Le acarició los labios, los dientes y finalmente insertó dentro el pulgar.
"Hmm..."
Y ya que no quería morder el dedo de Davis, simplemente le obedeció y abrió por completo la boca. Rick quiso llorar cuando escuchó su voz escaparse:
"Ah, ah, ah, ah."
Se tapó la cara con ambas manos. Sin embargo, cuando empezó a cerrar los ojos otra vez, sintió una fuerte sensación de malestar en la parte inferior de su cuerpo. Era incomodidad, pero también placer.
"¿Estás bien?"
Rick sacudió sus caderas cuando se le preguntó repetidamente lo mismo que antes.
"No lo sé. En serio no lo sé..."
¡Ni siquiera sabía que estaba pasando con su cuerpo! En el agujero de su culo, los dedos largos y nudosos de Davis se estaban retorciendo completamente a su antojo. Era... Extraño. Como si estuviera tratando de sacar alguna parte de la carne de su ano, o ensancharlo. Estaba enojado porque su cuerpo no estaba respondiendo de la manera que debería, aunque tampoco era como si pudiera hacer algo al respecto cuando se sentía tan vulnerable.
Davis, quien le dijo que se lo dejara todo a él, simplemente levantó otro poco las caderas de Rick y jugó con más fuerza con el agujero de su culo.
(¿Por qué se siente tan bien...?)
Aunque al principio había pensado que algo definitivamente andaba mal, lo segundo que experimentó fue la sensación de cuerpo desconocido y lo tercero, fue que realmente estaba delicioso.
Davis tomó la loción que se encontraba en el recipiente de forma extraña y lo aplicó cuidadosamente para que empapara los bordes de sus nalgas y las arrugas de su ano. Era tan educado y cuidadoso que en un momento dado deseó gritar: "¡Ponlo todo de una maldita vez!" Pero no lo hizo. Luego, insertó lentamente uno solo de sus dedos. Fue suave, incluso cuando estimuló su perineo. Jugó con su escroto y le extendió un poquito más las nalgas para tener más espacio de movimiento. Gracias a esto, se volvió evidente que su pene había comenzado a palpitar lo suficiente como para que fuera más que notorio. Su glande se puso rojo, casi negro, y empezó a sentirse increíblemente empapado desde todas direcciones...
La punta de su miembro, la que fue agarrada por los dedos de Davis para que no se corriera, se balanceó de una manera increíblemente desordenada. Casi dolorosa. Y cada vez que temblaba, pareció que el orgasmo se precipitaba y se convertía en gotas que se esparcían alrededor del ombligo de Rick.
Se había elevado hasta justo antes del clímax, pero no lo había dejado terminar ni una sola vez.
"Davis... Ah, por favor Davis..."
La voz suplicante de Rick ya no se escuchaba llorosa. Cumpliendo con sus palabras de que era mejor no ir muy duro mientras se acostumbraba, Davis se detenía y se detenía hasta hacer que el interior de su cabeza estuviera dominado por "Déjame sentirme bien" y "Ya no lo saques". Rick estaba sacudiendo sus caderas con todas sus fuerzas, sin darse cuenta de que hace unos minutos estaba más avergonzado que feliz.
"Davis-san, ah.. Por favor, Davis..."
Después de hablarle, Rick levantó la pierna que le habían agarrado con toda la mano, y la estiró hasta ponerla alrededor de la cintura de Davis.
"Oye... Davis-san..."
La punta de su pie, entrelazada alrededor de su cintura, tocó algo que tenía una sensación bastante esponjosa. Davis apretó las cejas.
"Hmm... Rick."
Era la cola de Davis.
Como todas las bestia oso, su cola era un poco corta. Y aunque era de un tamaño incomparable con la de Rick, se esponjó justo debajo de su cintura debido a la estimulación.
Rick separó lentamente los brazos que había cruzado frente a su cara y miró de cerca el rostro de su novio: Mientras continuaba acariciando su cola con los dedos de los pies, Davis decidía arrugar cada vez más entre las cejas.
"Hmm, en tu cola... ¿Davis también se siente bien aquí?"
Cuando se tocaba la zona que rodeaba la base de la cola, era común tener una sensación indescriptible y agradable. Rick ocasionalmente se frotaba y tocaba allí durante la masturbación. Y estaba seguro de que si eras una bestia, entonces seguramente lo habías probado ya.
Sí, la base de la cola se sentía muy bien.
"Hmm... "
"Ah, umm, Rick-san..."
Rick tocó la cola de Davis con los dedos de los pies. Acariciando las puntas de su pelito de abajo para arriba, haciendo cosquillas en la base con el dedo pulgar y frotando tanto como fuera posible hasta que las caderas de Davis, con las piernas de Rick envueltas alrededor de él, se movieron incontrolablemente hacia adelante y hacia atrás.
"Ah... Pero primero tengo que acostumbrarte más."
El pulcro rostro de Davis estaba completamente arrugado y distorsionado para ese momento, probablemente debido a todo el placer. Y mirando sus ojos teñidos de rojo y de una alegría que pareció casi inimaginable, Rick sintió que tanto la parte baja de su abdomen como la parte de en medio de sus nalgas, estaba latiendo.
"Ya estoy bien. ¡Mi cuerpo ya está bien!"
Quería verlo poner una cara más desesperada. Deseaba que se sintiera todavía mejor y que comenzara a besarlo. Rick finalmente le dio unas palmaditas en la cola con el dedo gordo del pie y el índice y luego levantó lentamente las caderas por su propia voluntad.
"Mételo, Davis... Mete tu pene completamente en mi..."
Davis se endureció en un instante, abrió sus ojos de una manera completamente exagerada y comenzó a mirarlo por un buen tiempo:
"... Rick ¿¡Tienes idea de lo que estás diciendo!?"
Y al momento siguiente, la llama de la lujuria se encendió:
"¡¡Ahhhhh!!"
Inmediatamente después de que pensara que definitivamente le había sacado el dedo con bastante fuerza, algo ardiente fue presionado en el agujero del culo que aún no se había permitido cerrar. Rick curvó la espalda y trató de escapar involuntariamente, pero la gran mano de Davis ya estaba agarrando sus caderas otra vez. Es decir, lo tenía con una fuerza tan impresionante, que irremediablemente hizo que su cuerpo quedara bien hundido en el colchón.
"¡Ah! ¡Ah, Dios mío! ¡Aaah!"
Aunque no era su intención, sus caderas temblaron como si estuviera completamente enfermo. Agarró las sábanas y pateó el aire utilizando los dedos de los pies. Jadeó, gimió y sin embargo, eso también era una resistencia vacía frente al feroz gran hombre bestia oso. La loción que se le había vertido, goteaba desde el borde del orificio del trasero donde se empujaba su pene, probablemente debido al violento impulso de su inserción.
"Ah, ah, ¡Ah, mi amor! ¡Umm!"
Rick lo había motivado a que lo insertara, pero todavía era imposible tragarlo todo. Terminó por golpear a Davis con fuerza en la espalda, lo arañó y dijo "¡No puedo!"
"Lo sé, lo sé pero aguanta un poco..." Y luego se inclinó y agarró el cabello, las mejillas y la cara de Rick con ambas manos. "Estoy aquí, justo aquí..."
"¡Davis!"
"Rick-san... Rick."
"Da, Davis... ¡Um! ¡Umm!"
El sudor en su frente, sus ojos llenos de lujuria y su boca temblorosa estaban todos en el campo de visión de Rick.
"Oh, ¡Oh, por...! Se siente tan bien..."
Mirando el rostro de Davis, que estaba distorsionado por el placer, el pecho de Rick se apretó por un gozo que era completamente diferente al que le daba a su cuerpo. Un escalofrío que se arrastraba por su columna debido a los sonidos de disfrute de la persona que amaba.
"Da... Davis..."
Descubrió que le dolía mucho la parte inferior del abdomen y que los bordes de su agujero estaban apretados y temblorosos. Rick se aferró a él.
"No ha entrado ni la mitad..."
"... ¡No digas eso!"
Ese hecho era tan impactante que hizo que la parte inferior del cuerpo de Rick se estremeciera. Por cierto, su agujero comenzó a estrecharse tanto que Davis gimió:
"Mi amor, solo respira..."
"Um... Entonces... Entonces entra más. Yo ya... Yo ya..."
Acomodando sus brazos alrededor de la piel húmeda de Davis, Rick suplicó con un grito a medias. No pensaba que fuera posible tener más placer en ese momento porque incluso ahora, con tan poquito, pareció que su cerebro iba a explotar.
"Lo estamos haciendo de poco en poco."
Frotando su frente contra su hombro y colocando sus labios en su nuca, Rick le susurró al oído, "Por favor... Por favor apúrate, mi amor". Cuando besó el lóbulo de su oreja, un gran brazo rodeó la espalda de Rick...
"Está bien, está bien así que... Me moveré un poco, ¿Bueno?"
Envuelto en sus brazos, como sosteniendo un animal de peluche, finalmente comenzó a moverse.
"¡Aaah!"
"Lento... Lento...."
Mientras se empujaba hacia adelante, un montón de estrellas volaron frente a los ojos de Rick. Fue tal el impacto que todo el paisaje que pudo ver estaba completamente teñido de blanco. Sin embargo, debido a que Davis estaba sosteniendo su cuerpo, no pudo escapar.
"... ¡Rick! ¡Rick!"
"¡Ah! ¡Davis!"
Sus cuerpos estaban tan juntos que la distancia entre ellos desapareció por completo y sus músculos parecieron estar bien presionados entre si. El pene de Rick se frotó contra los fuertes abdominales de Davis y de pronto, un líquido transparente, que no se quedó pegado en la punta de sus genitales de color rojo brillante, pareció comenzar a desparramarse.
"¡Ah! ¡Davis! ¡Davis espera!"
Rick decía eso porque rogar que se detuviera sonaba ridículo. Después de todo, él fue quien lo pidió en primer lugar.
Davis pareció estar acercándose a la cima de su propia excitación por lo que simplemente dijo: "Está bien, lo estás haciendo muy bien mi amor." y no se detuvo nunca. Más bien, empujó más fuerte. Era tan opresivo que pensó que hasta corría peligro.
Junto con sus lágrimas, el pene de Rick volvió a disparar un líquido pegajoso. Rick ni siquiera lograba decir si era normal o no.
"Rick, hmm ¡Yo también voy a correrme!"
Sintió algo cálido en la parte de atrás de su trasero, pero en ese momento Rick ya estaba más que exhausto. Cerró los ojos y abandonó sus pensamientos antes de adivinar si el brazo que había dejado alrededor de la espalda de Davis caería o no.