La siguiente vez que se despertó, Rick estaba completamente pegado a la cara de Davis. Para ser precisos, estaba acurrucado en él, con su cara y su cabeza apretadas completamente contra la suya. Davis no se estaba quejando porque logró atrapar a Rick contra su pecho, como si estuviera sosteniendo una ardilla de peluche.
Se resistió por un momento, trató de decirle que eso no estaba bien pero, al final, se quedó dormido entre sus brazos como si ellos siempre hubieran sido su casa.
A veces dormía, a veces se despertaba, a veces comía nueces, se bañaba y luego volvía a aferrarse a Davis, abrazándole hasta terminar acurrucados contra sus pechos.
Rick tuvo muchos sueños, por supuesto. Viejos sueños, sueños de trabajo, sueños de sus padres, sueños de amigos y sueños de Davis. El sueño que tuvo ese día fue muy interesante, por ejemplo. Quizá por el pasado del que habló con Davis, tuvo un contenido cómico y similar a un programa de anime para niños. Algo en el que Davis, que se convirtió en un bebé oso, corría para intentar alcanzar un camión de bomberos. Por cierto, por alguna razón, incluso Rick, un niño ardilla, era bombero. Las dos personitas, que recibieron la noticia del incendio, se subieron al camión de bomberos y fueron al rescate. Junto con Davis, que sostenía un gran volante para conducir, Rick tocaba una campana en lugar de una sirena...
"Mmm..."
Cuando abrió los ojos, ahí estaba Davis. Acunando a Rick todavía entre sus brazos.
"¿Davis san?"
"Dime".
Davis utilizaba un movimiento suave para cepillar el área alrededor de los ojos de Rick.
"... Rápido, Davis. Tenemos que hacerlo rápido."
"¿Qué?"
"Porque... Todo está en llamas y nos... Nos están llamando para apagarlo. Davis está conduciendo."
Tenían que ir a apagar el fuego pronto porque un padre y un hijo ciervos estaban involucrados en un incendio forestal. Era algo que él sentía real, pero que provocaba que Davis solo se riera.
"... ¿Vamos a apagar el fuego los dos juntos?"
"Sí..."
Rick asintió con seriedad a Davis, quien preguntaba esto con una voz casi tan adormilada como la suya. ¿Por qué Davis seguía riendose incluso en un momento así? Aunque bueno, también era raro que el propio Rick no se moviera. Tenía que ponerse ropa apropiada de bombero lo antes posible, pero su brazo todavía estaba envuelto alrededor del oso.
"¿Rick tocará la sirena?"
"No la alcanzo, tengo una campanita..."
Hubo un sonido de estallido y el cuerpo de Rick comenzó a moverse de arriba para abajo. No, no era Rick, era Davis el que estaba temblando. Por alguna razón, dobló su cuerpo para adelante y comenzó a hacer un esfuerzo impresionante por no reír delante de él.
"¡Rick es realmente muy lindo!"
"Sí..."
"Tanto que..."
"Davis..."
"... ¿Puedo besarte?"
"Sí".
Rick asintió, sin darle mucha vuelta a lo que acababa de decir.
Y entonces ¡Pam!
Cuando el oso le tocó la barbilla para hacerle mirar un poco mejor en su dirección, sintió un toque increíblemente suave en los labios acompañado de un sonido particular tipo "Chu".
"¿Hmm?"
Abrió los ojos ante una sensación de cosquilleo impresionante y... Fue justo allí cuando vio un rostro pulcro frente a su propia cara. Justo, justo frente a su propia cara.
"¿...?"
El dedo de su barbilla subió para acariciarle la mejilla, agarrándola y presionándola para no dejarle escapar ni una sola vez. Después, un objeto húmedo, que se coló en el espacio entre sus labios naturalmente abiertos, tocó con lentitud la punta de la lengua de Rick...
Hacía tanto calor que comenzó a retorcerse.
"¿Hmm? Davis..."
No era violento en absoluto. Más bien, era un toque increíblemente lento y amable con una lengua, que era grande, moviéndose lentamente como para acariciar la de Rick. De inmediato, se movió un poquito más para poder mojar también sus labios. Aunque eso solo provocó que la boca, que había perdido su calor, ahora se sintiera vacía y sola.
De repente, miro a Davis directo a los ojos, aunque estaba seguro de que tenía una cara bastante avergonzada para ese momento. El oso sonrió y esta vez, dejó caer sus labios alrededor de sus cejas.
"Lo siento, fue demasiado apresurado".
"No, yo no..."
¿Pero qué acababa de pasar? Sentía que había algo que se estaba perdiendo. Y la verdad era que no sabía exactamente lo que se suponía que tenía que decir en ese momento. Se había aferrado a él durante todo este periodo, pero ahora que había sido empujado a las alturas de la confusión después de despertarse, ni siquiera podía pensar en dejarlo ir. Todo lo que podía hacer era, mirar los labios húmedos de Davis y, enrojecer de nuevo.
"... ¿Estás bien?"
"Sí."
Davis se volvió hacia Rick para hacer que sus labios tocaran nuevamente los suyos. Ni siquiera tenía que abrir los ojos para seguirle el paso.
"Mmm..."
De repente, fue presionado en tantos ángulos diferentes que Rick simplemente se endureció. Al principio, se preguntaba cuando podría volver a insertar esa cosa caliente, pero no había ni rastro de que eso pudiera volver a pasar. Era simplemente... Un toque superficial, suave y que lo tocaba como si le estuviera consolando.
En los labios, en los bordes, en las mejillas, en la frente, cayó un suave roce como el de una lluvia.
Por alguna razón, era hasta delicioso...
"Ah..."
Davis hizo un pequeño ruido cuando se besaron. Y al escuchar, inmediatamente comenzó a sentir picazón en la parte inferior de su abdomen.
"Davis..."
Una voz baja y pequeña resonó en los labios del oso.
"Dime..."
Contestó con la boca ahora pegada contra su oreja. Sabía, incluso sin mirar, que su lóbulo y sus mejillas estaban pintados completamente de rojo.
"Yo..."
"Shh..."
La boca de Davis repasó sus mejillas como si lo estuvieran inspeccionando y luego se acercó a sus labios de nuevo como para comenzar a jugar. Con la parte inferior suavemente sujeta por la boca de Davis, Rick estaba casi llorando por la nueva emoción. Lo que sentía era nuevo. Increíblemente extraño.
"Eso... Davis..."
Cuando finalmente se dio cuenta de que lo que estaba pasando con las mariposas en su pecho, apretó los labios con más fuerza para que lo pudiera besar otra vez. Tal como estaban, el gesto pareció durar simplemente unos segundos. Mucho menos de lo que dilataron sosteniéndose.
"Rick..."
"Hmm, Davis, san..."
Cuando Rick arrastró sus dedos sobre el borde de sus labios, Davis arrugó un poco entre las cejas y apartó la mirada para colocar una expresión indescriptible en su lugar.
"Yo... Lo siento. Fue un error."
"… ¿Qué?"
De repente, tras decir eso, Davis se levantó de la cama con un movimiento inusualmente brusco. Era extraño para él, que siempre parecía moverse con bastante cuidado a su alrededor. Luego, simplemente salió de la recamara.
"¿Qué?"
Rick, que se quedó atrás, estaba increíblemente confundido de pensar que ahora huyera.
"¿¡¡Qué!!?"
Sin saber qué era, qué pasaba, que pensaba o por qué había dicho que era un error, Rick no tuvo más remedio que cerrar la boca y bajar la cabeza.