Al final, logró llegar a la sala de estar mientras caminaba arrastrando sus grandes pantuflas. Rick ahora estaba sentado en un enorme sofá de un solo asiento. Era para una persona, pero pensó que podían sentarse una o dos más muy fácilmente.
"Aqui tienes".
"Ah, sí. Mil gracias."
Davis colocó una taza humeante sobre la mesita de centro. Por supuesto, la taza y el plato eran muy grandes también así que, incluso si Rick lo sostenía con ambas manos, era honestamente demasiado para que pudiera manejarlo con facilidad. Por cierto, también había parado con los honoríficos. Davis era mayor y se trataba de un propietario con el que posiblemente estaría endeudado durante mucho tiempo, pero ya que le dijo que se detuviera, decidió hacerle caso antes de que lo hiciera enojar.
El té estaba muy caliente. Hablando de eso, estuvo bajo el cielo de invierno todo este tiempo debido al fuego que se había comido su casa así que su cuerpo pareció haberse enfriado desde el centro mismo de su carne. El agradable té perfumado calentó el pecho de Rick en un segundo.
De repente, miro la taza que había tomado y sonrió suavemente: La cerámica blanca era muy hermosa. Y no solo pareció tener buen gusto para sus trastes sino que todas las partes de la habitación estaban tan en buenas condiciones que no pareció que viviera solo.
Después de dejar todo nuevamente en la mesita, Rick miró a su alrededor hasta el punto en que pareció un niño:
"... Voy a guiarte por la casa".
"Ah, no, yo..."
Al ver la apariencia de Rick, podría haber entendido mal y pensar que estaba interesado en analizar de mejor manera el sitio en el que iba a vivir. Davis se puso de pie y señaló la puerta en la parte trasera de la habitación.
"Te daré un tour."
"Ah, no, no. Bueno, no es que no quiera."
Davis entonces lo instó a no ser tan tímido. Se puso de pie, se rascó la cabeza como con vergüenza y entonces, de repente recordó lo que había comprado y le presentó su bolsa de papel:
"¡Oh! Davis-san. Yo quería..."
Sacó las nueces. Los osos debían ser omnívoros así que seguramente también comían nueces.
"Son muy pocas pero, si está bien para usted..."
Al principio pensó que estaría contento con él, pero luego creyó que tal vez podría ser insatisfactorio para el oso por lo que su voz se volvió muy chiquitita.
"Gracias".
Contrario a lo que esperaba, su voz suave y cálida pareció golpear el lóbulo de su oreja. No parecía ser del tipo de persona que cambiara tanto de expresiones faciales en un lapso tan pequeño, pero al parecer eso no significaba que no pudiera sonreír. Su rostro, que tenía las mejillas levantadas, mostraba una apariencia realmente feliz, así que Rick se sintió aliviado desde el fondo de su pecho.
"Oh no, no es nada."
Rick también le sonrió. Davis entrecerró los ojos como para imitarlo y luego caminó hacia la puerta, diciendo: "Entonces, vamos".
Rick lo siguió apresuradamente.
"Hay un baño en la planta baja. Aquí está el lavabo y aquí el inodoro".
Davis abrió las puertas de las habitaciones una a una para mostrarle el interior. Al igual que la sala de estar, todas las recamaras estaban limpias y extraordinariamente ordenadas. Y eran tan anchas que no pudo evitar admirarlo todo con la boca bien abierta. Es decir, no hubiera sido un problema si Rick entrara con 10 ardillas más. No quería pensar demasiado, pero tal vez incluso este baño era más grande que la habitación que se le quemó.
El pasillo por el que caminaba también era bastante ancho. Tal vez fuera normal para las bestias oso pero, le parecía un poco exagerado que el techo fuera altísimo y estuviera abierto.
"¿Cómo es que aunque es tan grande se siente tanto calor?"
Davis miró a Rick mientras murmuraba esto involuntariamente.
"Porque lo preparo especialmente para la hibernación".
"Oh, es cierto."
Como una raza que también hibernaba, Rick se mostró muy de acuerdo. Cuanto más calor hacía, más cómodo se sentía echarse a dormir. Además, el apartamento de Rick, que ahora se había quemado, también estaba especialmente calientito para aguantar la temporada.
(Por supuesto, las habitaciones de mi casa eran más chiquitas.)
La cama, que había comprado con su primer salario, estaba cubierta con todos los cojines que necesitaba para dormir y tenía dos mantas que eran agradables al tacto. Ocupaba la mayor parte de la habitación pero, era más que suficiente para Rick. Le encantaba acurrucarse, dormir con la cola entre las piernas y le hacía feliz despertar con la luz que se filtraba por su ventana. Por cierto, la semana pasada había comprado un elegante estuche de nueces especialmente fabricado para su hibernación. Tenía la intención de ponerlo al lado de su colchón para poder extender la mano tan pronto como despertara con el estómago vacío. Todavía estaba empaquetado en cartón porque estaba pensando en abrirlo esta noche... Estaba emocionado y ansioso por hacerlo. Esperaba con ansias la hibernación para abrir ese cartón y ocuparlo hasta cansarse. Sin embargo, todo ardió. Todo, absolutamente todo se perdió. La cama favorita de Rick, las nueces nuevas y los recuerdos, todo era solo cenizas ahora.
Rick estaba un poco enfermo al recordar la habitación a la que no regresaría jamás.
"A partir de hoy, puedes pensar en este lugar como tu hogar".
Con una palabra tranquila pero poderosa, Davis abrió la puerta de la habitación contigua.
"¿Mi hogar?"
"No tengo la suficiente confianza en mi mismo porque es la primera vez que conozco a un hombre bestia ardilla. Pero, no dudes en decirme si hay algo que necesites a parte de esto".
Y cuando Rick miró a través de la puerta que abrió Davis, se quedó completamente asombrado.
"Ah".
Era una habitación muy espaciosa. En el centro, había una cama enorme con cojines esponjosos y mantas suaves que eran esenciales para la hibernación de las ardillas. Además, colocó una bandeja de plata en la mesita junto a la cama y amontonó un montón de nueces justo allí. Como beneficio adicional, había una "ardilla de peluche" entre las almohadas. Con sus ojos redondos y negros mirando directamente a Rick.
"Úsalo como quieras".
Davis lo dijo y abrió la puerta aún más para instar a Rick a entrar. Rick le obedeció:
"Wow."
Había una alfombra mullida en el centro. Tenía una linterna hacia la entrada, una lámpara en el centro de la habitación, en la mesita de noche y en el alféizar de la ventana también, cada una iluminando el lugar con un brillo suave. Había un escritorio, un sofá y muchas plantitas. Era como un hotel.
(¿Te molestaste en preparar esto... Para mí?)
Tan pronto como lo entendió, el pecho de Rick se llenó de algo caliente. Las lágrimas, que pensó que se habían agotado en el momento del incendio, reaparecieron por las comisuras de sus ojos hasta desparramarse. Pareció que el agua de su interior nunca se secaría.
"Señor Davis..."
"¿Qué pasó?"
"No, nada. Es solo que... Lo agradezco un montón. Es bastante sorprendente que pensara en todo."
Luego, Rick miró hacia abajo y negó con la cabeza para intentar secarse la cara. En solo unas horas, Davis preparó una hermosa habitación para un extraño. Y lo hizo todo de manera que Rick pudiera hibernar cómodamente.
Una gota de lágrimas que no pudo soportar, cayó sobre la alfombra.
"... Fue una casualidad".
"¿Eh?"
"Por casualidad, resultó que estaré de vacaciones de hibernación a partir de mañana".
Se preguntaba cuál sería la historia que soltaría, así que Rick miró a Davis con atención.
"Y por casualidad, el bombero que fue enviado a extinguir un incendio en un apartamento del centro, resultó ser un colega mío muy cercano".
Le vino a la mente la expresión del bombero de rostro amable. Mientras Rick parpadeaba, algunas lágrimas rodaron otra vez por sus mejillas pero, eso fue todo. Antes de darse cuenta, su llanto se paró.
"Por casualidad tengo una casa apta para la hibernación y tengo también mucho espacio extra".
"Ah, ya veo."
"También fue casualidad que, cuando recibí la llamada de mi colega, estuviera en una tienda que vendía productos diseñados para la hibernación... Es decir, es por eso que compré todo lo que necesitaba para llevar a cabo un buen sueño para una ardilla."
Davis se rascó las mejillas, como si no quisiera verse sospechoso por hacer tanto. Rick sonrió, y después simplemente se inclinó de nuevo y le dio las gracias.
"Gracias por todo... Pero ahora que lo menciona, no puedo usar una habitación tan bonita sin sentirme culpable."
Como era de esperar, esta sala era... Demasiado para él. Una habitación más pequeña hubiera sido suficiente para una ardilla que además tenía un cuerpo muy pequeño.
Por alguna razón, Davis también negó con la cabeza: "Esta es la habitación de invitados así que, me gustaría mucho que la pudieras aceptar."
"¿Habitación de invitados?"
"Sí. La única otra habitación con una cama es mi cuarto."
Sorprendido por las palabras de Davis, Rick lo miró de arriba para abajo, se encogió de hombros y finalmente se rió:
"Ya veo."
"¿Querías que durmieramos juntos?"
Rick respiró hondo y negó con la cabeza otra vez:
"Está bien ¡Está bien justo así! ¡Gracias por darme una habitación tan encantadora!"
"Entonces, me alegro."
Davis simplemente dijo esto, salió de la habitación y se dirigió hacia el otro pasillo. Rick apretaba su pecho mientras le devolvía una sonrisa igual de amistosa. Bueno, tal vez en términos generales, Davis era uno de esos tipos exageradamente buenos que te encontrabas una vez cada mil años. Un hombre amistoso, ni más ni menos. Su rostro, sonriendo generosamente y preguntando: "¿Querías que durmieramos juntos?", Golpeó incluso el corazón de Rick, que estaba duro porque acababa de conocerlo.
Rick supo por primera vez lo que se sentía al estar emocionado de que una buena persona, con una sonrisa encantadora en su rostro, le dijera cosas bonitas sin necesidad de tener sentimientos románticos o preocuparse por ser del mismo sexo.
No estaba sudando, pero de alguna manera se encontró frotando su frente con el dorso de la mano antes de poder continuar.
"¿Ya vienes? Te voy a guiar a la siguiente habitación".
Davis apareció desde el otro lado de la puerta. Rick hinchó la cola y asintió, diciendo: "¡Ya voy!"