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Garland - Beastman Omegaverse Tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Se quedó dormido por más tiempo del que tenía contemplado debido a que, el día anterior, estuvo lo suficientemente entretenido como para quedarse despierto hasta muy tarde.

En el comedor, justo en el oeste, había varios Omegas reunidos para beber té incluso aunque ya hubiese pasado la hora de desayunar por lo que, después de estar sentado en medio de una atmósfera absolutamente hostil con una taza entre las manos, Jill buscó a Norns. Si era posible, quería que lo acompañara a la biblioteca del edificio principal para buscar libros sobre las constelaciones. Las mismas constelaciones que Diego le había enseñado ayer. Esos pequeños puntitos brillantes resultaron ser increíblemente interesantes y le hicieron desear saber muchísimo más sobre las estrellas y sobre esas cosas extrañas de buscar figuras en las que nunca había pensado antes. Quería preguntarle si tenían libros ilustrados sobre las estrellas en la biblioteca pero, Norns, que no dejaba de correr, parecía estar tan ocupado que cuando finalmente lo sorprendió en el pasillo, sacó su reloj de bolsillo y dijo: "Lo siento, pero en dos minutos tengo que bajar y recoger los productos de los comerciantes que son clientes de la familia. Además, habrá otro Omega nuevo viviendo aquí a partir de mañana por lo que todo está patas arriba ahora. Si tienes prisa, le preguntaré a alguien más si puede ayudarte ¿Te gustaría?"

"No, no tengo prisa. Espero a que termines".

Jill se preguntaba si debería rendirse y volver a su habitación... Pero luego volvió a pensarlo con más cuidado. Ya conocía la ubicación de la biblioteca y, si su presentimiento sobre la existencia de un montón de libros sobre las constelaciones era cierto, sería muy rápido encontrarlos y divertido hacerlo por su cuenta. Además, no debería haber nadie en la biblioteca para esa hora (Ya que Diego y los demás estaban trabajando, solo deberían estar los sirvientes del edificio principal). Podía ir por un momento y regresar de inmediato.

Cuando salió al jardín y entró al edificio principal, el interior estaba tan silencioso como lo esperaba. Los empleados tampoco eran de caminar mucho por la mansión durante este tiempo porque la limpieza generalmente se hacía al amanecer. Todos trabajaban afuera, lavaban la ropa o cocinaban mientras les enseñaban a los Omega la manera adecuada de actuar estando adentro. Jill, casi de puntitas, se dirigió rápidamente a la biblioteca con la esperanza de poder tomar un par de libros con los que pudiera pasar el rato. Al fondo, casi a la derecha, notó como los estantes tenían enciclopedias enormes que llegaban hasta el techo y pequeños manuscritos esparcidor sobre cada mesa. Entendía perfectamente que Toneria estuviera orgulloso de tener un lugar así en casa. Había un olor a cuero viejo, a pergamino, olor a papel y a tinta. Incluso era como si un sentimiento especial fluyera solo en esta área. Los libros estaban bien ordenados por campos así que Jill buscó algunos que hablaran sobre las estrellas mientras revisaba los lomos. Obviamente le tomó un tiempo encontrar uno que no tuviera matemáticas. Subió las escaleras de tijera y comenzó a ver los que estaban en una posición más alta.

"Vaya, hay tantos libros sobre las constelaciones."

Además, todos tenían muchas ilustraciones diferentes, muchas oraciones, libros de gran formato y libros pequeñitos también. Jill, que comenzó a compararlos entre ellos, de repente sintió una señal extraña detrás de su espalda así que miró en esa dirección de inmediato.

"¿Qué estás haciendo aquí?"

"¡Toneria-sama!"

Fue Toneria quien estaba de pie, con una mirada sospechosa notándose incluso a través de su monóculo. Jill cerró apresuradamente el libro.

"¡Lo siento! Había un libro que quería leer así que... Solo lo tomaré y saldré pronto."

No había pensado que Toneria estuviera en la mansión a esta hora de la mañana. Por lo que había entendido de Diego, estaba tan ocupado como Geralt y, a menudo, salía tan temprano que ni siquiera alcanzaba a comer su desayuno.

Mientras bajaba apresuradamente la escalera, Toneria miró hacia la estantería también:

"¿Quieres leer un libro sobre constelaciones?"

No estaba enojado. Cuando Jill miró hacia el mueble, Toneria le dio unas pequeñas palmaditas en la espalda a modo de consuelo y después habló de nuevo:

"Si quieres saber sobre ello, entonces yo elegiré un buen libro para ti".

"Toneria-sama ¿Usted también ha leído sobre estrellas?"

"Claro." Toneria subió a la escalera de mano que había utilizado Jill anteriormente y, sin dudarlo, tomó dos libros y bajó de inmediato para mostrarle a Jill. "Por ejemplo, este. Es muy bueno para los principiantes. Echa un vistazo al interior y después dime qué te parece. Es más, llévalo a la habitación si quieres".

"¿Está bien? ¡Muchísimas gracias!"

Toneria parecía tener una personalidad bastante amable así que, aliviado de que no estuviera enojado con él, Jill le dio la vuelta al libro en un segundo. De hecho, como había dicho, las figuras estaban coloreadas y eran muy fáciles de entender. El otro libro era una colección de historias cortas sobre cada constelación así que evidentemente también le pareció interesantísimo.

"Entonces, tomaré prestados estos dos libros. Gracias por elegirlos para mí".

Toneria sacudió tímidamente la nariz mientras observaba como Jill movía el pie derecho hacia atrás para agradecerle con una de esas reverencias.

"No te preocupes. En realidad... Quería preguntarte si te gustaría tomar té conmigo."

"¿Té? ¿Con usted, señor Toneria?"

"Así es. Diego está ausente hoy así que Jill posiblemente se va a aburrir."

"Como ya tomé prestado un libro para leer, no creo aburrirme..." Sin embargo, Jill decidió aceptar la invitación de todas maneras. "Pero si me invita a matar el tiempo, no puedo decir que no. Me gustaría mucho tomar el té."

Toneria quedó satisfecho con la respuesta de Jill y lo llevó al salón del edificio principal. Allí tenían una mesa preparada junto a la ventana desde donde podía ver el jardín así que, en cuanto los sirvientes alinearon un montón de tipos de té y varios productos horneados sobre pequeños mantelitos, inmediatamente se los llevó a la boca sin decir nada más. El lobo estaba mirando a Jill, que bebía y comía:

"¿Te has acostumbrado a vivir aquí?"

"Sí, gracias".

La mirada de Toneria vagó por el cabello, el cuello y las manos de Jill. Luego, se quedó mirando el paisaje que se extendía lejos de la mesa así que, cuando finalmente miró el rostro de Jill, dijo:

"Parece que te llevas muy bien con mi hermano menor. Sobre todo, considerando que Diego tiene una personalidad un poco cortante. Me preocupé al inicio porque parecía que ustedes no estaban en buenos términos".

"Muchas gracias por la preocupación, pero Diego lo está haciendo muy bien. Pienso que nos estamos volviendo amigos."

Cuando sonrió, Toneria se puso increíblemente tenso. Aunque estaba con él, sentado tranquilamente, sus ojos estaban corriendo por todas direcciones y sus manos se estrujaban. Quizá no estaba acostumbrado a tomar el té a solas con un Omega. Aún así, era el hermano de Diego, quien siempre era amable con él y lindo para ofrecer ayuda. No tenía miedo:

"Y estoy bien porque Toneria se preocupa por mí también".

"Está bien y lo agradezco pero... Para ser honesto, estoy un poco en desacuerdo con el hecho de que hayan estado en la ciudad ustedes dos juntos".

Eso le sorprendió. No importaba lo autodidactas que fueran los lobos, tal vez salir con un Omega era demasiado para su manera de pensar. Y además, ya que anoche se habían ido los dos a ver estrellas en el jardín y beber vino, comenzó a preocuparse por las cosas que seguramente iba a soltarle ¿Los había visto? ¿Estaba en desacuerdo con eso también? Jill lo recordó y suspiró un poco.

"Es verdad... De repente pensé en ir a la ciudad y Diego dijo que estaba bien. Fue algo impulsivo de mi parte."

"Ya veo. Diego parece tener un débil sentido de responsabilidad como miembro de la familia Siegfried".

Toneria, que estaba sorbiendo té mientras murmuraba sus pensamientos, seguramente tenía una arraigada mentalidad de clan que le hacía pensar con dureza sobre Diego. Vamos, se sentía agresivo mientras mencionaba a su hermano, pero igual Jill no pensaba que Toneria fuera una persona desagradable. (Era un poco rígido, pero muy amable.)

"Toneria-sama cuida muy bien a Diego-sama."

Cuando sonrió, Toneria pareció sorprendido otra vez. Luego, movió la boca como si fuera tímido y acarició su barbilla muchas veces.

"No quiero que pienses que estoy vigilando a Diego todo el tiempo, pero... Ya ves. Un hombre bestia debe ser fuerte como su clan. No solo me preocupo por Diego, sino también por todos nosotros."

"Habla de Geralt."

"Exacto. No hace falta decir que la familia Siegfried está a salvo debido a su unidad generacional. No puedo dejar solo a Diego ni dejar de depender de Geralt".

"Diego también dijo que estaba orgulloso de Geralt y de Toneria... Son una familia asombrosa."

Era algo envidiable para Jill, que nunca se llevó bien con los miembros de su familia. Sin embargo, Toneria no se veía feliz con el cumplido.

"No dudo de tus palabras ni de las de Diego, pero sé que de los tres soy el miembro más inútil".

"... ¿Por qué el más inútil?" Jill estaba sorprendido por el tono y por la manera en la que lo había dicho. "Está trabajando en el comercio y siempre se encuentra muy ocupado. Y... ¡Y sabes muchísimo sobre todo! Los comerciantes no tienen conocimientos innecesarios ¿Recuerdas?"

"Pero a veces siento que cualquiera puede aprender lo que yo sé. Como si no tuviera ningún don importante." Toneria estaba triste así que su voz se apagó. "Estoy orgulloso de mi trabajo y estoy seguro de que puedo hacerlo mejor que Geralt en lo que respecta al comercio, pero..."

"¡No diga eso! No solo es parte de la familia por su color y su físico, sino también porque tiene encanto y la dignidad de estar de pie en cualquier situación, como un Siegfried. Es tan genial que incluso si no cumple con su trabajo, seguramente nunca será abandonado ni le dejarán de amar."

Nunca fue bueno consolando o animando a alguien, lo sabía. Pero estaba haciendo su mejor esfuerzo ahora que tenía conocimiento de que Toneria tenía un complejo debido a sus dos hermanos. Y además, desde el punto de vista de Jill, Toneria era un gran adulto y también un hombre bestia Alfa excepcional. Un miembro importante de la familia Siegfried.

"Creo que Toneria-sama es una persona decente, adecuada para ser sucesor de la familia Siegfried. Además ¿Sabes? Yo anteriormente era un desertor."

"... ¿Lo eras?"

Toneria parpadeó, con sus pequeños ojos brillantes.

"Sí. Pero la familia Müller igual no deja de enviarnos a los aristócratas, querramos o no. Seguramente sabe como funciona."

"Por supuesto. ¿Vienes de una línea directa?"

"Sí, pero no me gustaba nada de lo que tenía que aprender así que a menudo me regañaban porque me salía de clases o iba al jardín. Siempre me preguntaba que caso tenía..."

"No puedo imaginarlo de ti, para ser sincero".

"¡En serio! Me gustaba jugar al aire libre en lugar de quedarme en casa. Y no soy bueno para tejer, bordar o tocar instrumentos musicales. No puedo hacer un montón de cosas por mi mismo y debido a eso, mi madre me echó siempre a la sombra de los demás".

El rostro enojado de su madre apareció de pronto en su memoria así que Jill cerró suavemente los ojos. Era extraño que pensara en ella como algo lejano a pesar de que no había pasado tanto tiempo. Opinaba que, tal vez, debido a que era hermano de Diego, podía hablar con tanta sinceridad con él...

"Por alguna razón, hay veces en que no puedes hacer correctamente lo que todos esperan que hagas. No puedes dar por sentado lo que todo el mundo piensa que es una ley. En mi caso, creo que me volví el Omega más enojado en toda la historia de la familia Müller."

Ya que hablaba tan bruscamente, Toneria también sonrió, aunque con torpeza.

"Siento que entiendo el motivo por el que mi hermano te trata de manera especial".

"¿Especial?"

"Sí. Para empezar, normalmente no se suele salir con los Omega fuera de la mansión. Supongo que es por tu personalidad y la forma en la que hablas... Tal vez incluso ya te considera su amante ."

"Imposible."

Jill se rió. Ciertamente, Diego lo trataba de una manera especial pero eso no era porque se le considerara un amante. El lobo intentaba aprender sobre los Omegas para lograr ser empático con los demás y por eso estaba tan pegado a él últimamente. Toneria reposicionó su monóculo:

"Hablo en serio. Me temo que mi hermano pudo haber comenzado a tener algo similar a un sentimiento romántico hacia ti".

"Yo también hablo en serio. No creo que ese sea el caso".

"Es normal que no te des cuenta. Por supuesto, eres un Omega que está con un hombre bestia por cuestiones familiares así que entiendo tu postura de llevarse bien con él."

"Claro."

"Pero la familia Siegfried es diferente de los otros aristócratasLo primero que debemos hacer, es lograr que una buena cantidad de Omegas den a luz a nuestros niños. Incluso si no hay amor... ¿Entiendes? Mi hermano va a su propio ritmo pero, si se enamora de ti sin darse cuenta, todo puede estar en peligro porque podría decir que no necesita otro Omega. Y así no funcionamos nosotros los lobos." Toneria estaba mirando a Jill, con sus ojos bien fijos en él, y de repente dijo: "Bueno, aunque con un Omega como Jill, no sé que tanto debería preocuparme."

Jill no tuvo más remedio que decir: "Está bien. También conozco mi papel. Diego simplemente está pensando en mí porque es una persona muy amable".

"Jill es muy sólido".

Toneria suavizó un poco su expresión, tal vez porque se sintió aliviado por sus palabras.

"Puedo ser considerado con él, o también muy malo y decir que Diego es un bicho raro".

Era una oración extraña, pero parecía ser un chiste así que Toneria sonrió otra vez:

"Bueno, Diego ha cambiado muchísimo desde que éramos niños pero, la verdad es que si sigue siendo un tanto rarito."

Mientras Jill sonreía, contestó: "Seguramente Toneria-sama siempre ha sido muy amable. Por ejemplo, hoy me invitó un té. ¿O es solo que tengo mucha suerte?"

Toneria meneó la cola.

"Voy a confesar que es la primera vez que tomo té con un Omega. No suelo tomar este tipo de bebidas en realidad, a menos que tenga una reunión con un comerciante o algo así. ¿A los Omega le gusta tomar el té?"

"Bueno, a la mayoría de los Omegas".

"Una vez me dijeron que la hora del té en la casa Müller era algo muy... Animado".

La hora del té era uno de los placeres de todos los Omega porque no tenían mucho que hacer durante el día. En el caso de Jill, por supuesto, nunca había tenido una agradable hora del té sino, simplemente una tarde de charla con los sirvientes. Para ser honesto, Jill tenía mejor té en el sótano, donde no debía preocuparse por la manera adecuada de beberlo o de comportarse. Por supuesto, no podía decir que prefería tomar té con el personal de la limpieza así que Jill levantó una taza con un estampado de flores a rayas y se la llevó a la boca para poder decir:

"Cuando estaba en la casa de mis padres, disfrutaba tomando el té con mi amigo de la infancia."

"Wow ¿Con tu amigo?"

Toneria se inclinó hacia adelante con interés.

"¿Toneria no tiene un amigo de la infancia?"

"Desafortunadamente, no hay nadie que pueda ser llamado un amigo mío. ¿Qué tipo de omega era el amigo de la infancia de Jill?"

Preguntó Toneria. Parecía que tenía muchas dudas así que, aunque Jill estaba un poco nervioso, decidió ser honesto. Diego ya lo sabía y seguramente Toneria se decepcionaría si decía una mentira y luego descubría todo de voz de otra persona.

"Mi amigo de la infancia es un Alfa, un hombre bestia. Es un noble que tiene un territorio al lado del de la familia Müller así que por eso ha mantenido una relación íntima con todos nosotros. El hijo de esa casa es Albert Reinhardt , ha sido mi amigo desde que éramos muy pequeños".

"Me sorprende que un Alfa sea tu amigo de la infancia. Escuché que la familia Müller es muy estricta con todo eso ¿Cómo te dieron permiso?"

"Al principio no se me permitió, pero voy a unirme con la familia Reinhardt en algún momento así que... "

"¿Vas a unirte? ¿Te vas a casar con él? ¿Estás comprometido?"

Toneria dijo esto con una voz bastante sorprendida así que Jill se apresuró a contestar:

"Como es un noble en un territorio pequeño, su familia decidió que casarse con un Omega de mi casa sería lo más adecuado. Por supuesto, si no puedo hacer mi trabajo, tendrá a alguien más".

"Cierto. Es natural que hagan eso." Toneria volvió a sentarse tranquilamente. "Pero, ya que es tu amigo de la infancia ¿Realmente te casarías con él? ¿Te gusta? Digo, tal vez pueda ser... Un tanto incómodo."

No pudo responder de inmediato ni decir que sí, que sí le gustaba. Sería de mala educación confesar: "No, yo quiero ser parte de la familia Siegfried" y, en segundo lugar, lo que pensaba Toneria que pasaba y los sentimientos de Jill por Albert eran completamente diferentes. Jill se sorprendió de sus pensamientos tan honestos, incluso. Nunca se había enamorado de él. Nunca le había llegado a gustar. En realidad, lo que le fascinaba de Albert era la sensación de ser amigos, no enamorados. Y mientras lo repasaba en su cabeza, recordó nuevamente que ya habían pasado más de dos meses desde la última vez que habló con él ¿Y cuánto había pensado en Albert en los últimos meses? Probablemente no mucho. Sin embargo, eventualmente se casarían y tendrían una familia. El Albert, a quien amaba aunque no de la misma forma en que lo hacía él. De repente, estaba deprimido. Toneria, que lo notó, miró a Jill mientras se acariciaba la barbilla muchas veces.

"No es reconfortante, pero recuerda que la familia Müller es así. Siempre piensan sobre la mejor elección, para el bien de sus Omegas. Mira, la familia Siegfried es una de las mejores del país así que, si das a luz a un niño lobo, entonces vas a poder hacer lo que quieras hacer sin preocuparte por el matrimonio con tu amigo. Tal vez, hasta tendrás una vida con más libertad."

"...Así es."

Pero Jill estaba allí ahora no porque estuviera cegada por el nombre de la familia Siegfried sino porque Diego habló con él y le dijo que podía elegir. Y Jill descubrió que quería quedarse en esta mansión aunque fuera una traición para Albert. Porque Albert esperaba su regreso, pero Jill ni siquiera se acordaba de él tan a menudo como debería y se encontraba todos los días sintiéndose emocionado por las cosas nuevas que Diego le mostraría. Era divertido estar con Diego y olvidó su trabajo y la posición del lobo. Era exactamente lo que Toneria había dicho. Llegaría el día en que los aristócratas deberían cumplir con sus obligaciones como miembros de sus respectivas familias y entonces, estos momentos divertidos tendrían que acabar.
Mientras apretaba la mano con fuerza sobre su regazo, Toneria dijo:

"Jill... Incluso si no lo haces con Diego, si quieres quedarte por aquí sería lo mejor que al menos tuvieras un hijo conmigo o con Geralt."

"¿Qué... Qué significa eso?"

Toneria intentó hablar apresuradamente con Jill, que tenía un rostro rudo.

"No me malinterpretes, significa que no tienes que ser pesimista sobre tu futuro. Si pasa algo, entonces yo puedo ayudarte ."

Toneria, incluso cubierto de pelo corto, parecía tener el rostro ligeramente rojo. Claro, no había razón alguna para creer que Toneria, que era erudito y amable, pudiera ser grosero con él. Lo había dicho con buenas intenciones, seguramente.

"Gracias por su amabilidad. Disfruté mucho el té."

"Te enviaré con mi sirviente de vuelta a tu habitación. También lo disfruté". Ordenó que enviaran a Jill al oeste y volvió a girar los ojos. "Si tienes tiempo otra vez, te invitaré a tomar algo de nuevo".

"Gracias".

Jill advirtió en secreto que su mirada parecía aferrarse a él, pero sería de mala educación sospechar de Toneria en un momento como ese así que no dijo nada.

Al regresar a su habitación, con sus libros, Jill se paró junto a la ventana y comenzó a mirarlos. Era un tomo completo de constelaciones, algo que esperaba con muchas ansias antes pero que ahora no tenía ganas de abrir. Había olvidado por un momento que el tiempo que pasaba en esta mansión no era infinito. Hace casi tres meses que había llegado junto a la familia Siegfried y era Diego quien decidiría cuanto tiempo estaría Jill bajo su custodia. Solo había dicho que sería por un período corto de tiempo "Hasta que mis hermanos estén satisfechos". El hecho de que no tuvieran una fecha límite específica podía significar que mañana estaría bien terminar con todo y botarlo. El día de su regreso se acercaba día a día, y no lo anticipó.

Jill se apoyó contra la ventana. Ver el mar, quedarse despierto hasta tarde y salir a la ciudad de Central. Eran días especiales y estaba tan feliz que lo había dado por un hecho. Y ahora, cuando pensaba en irse a a casa, sus sentimientos comenzaban a cerrarse hasta volverse un caos. Quería conocer a Diego, quería esta con él un poco más y aunque no entendía por qué deseaba hacerlo, si estaba convencido de que no necesitaba una separación ahora.


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