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Garland - Beastman Omegaverse Tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Diego volvió antes de que se pusiera el sol.
 
Jill se sorprendió cuando la puerta se abrió de una manera escandalosa, pero se sintió aliviado por la voz que se escuchó de inmediato desde la entrada.  
 
"No señor, no lo he visto. Pero dijo que iba a ir con Toneria-sama a dar un paseo por el jardín. Después de eso, parece que desapareció."
 
Era Norns.  
 
Jill salió de la cortina.
 
"Diego..." 
 
Cuando lo llamó, de espaldas a él, Diego miró en su dirección de una manera bastante asustada.  
 
"¡Jill! Menos mal estás aquí." Diego, con una expresión de alivio y unas cejas bastante ansiosas, puso su mano en el hombro de Jill mientras se inclinaba un poco más para poder verlo. "¿Qué pasa? Tu tez es terrible ¿Te sientes mal? ¡Estaba completamente preocupado porque no te vi en la habitación! También Norns te estaba buscando." 
 
Peinó suavemente su cabello desordenado y notó que la pinza del pájaro, la que le había visto en la mañana, ya no estaba allí. 
 
"¿Te quitaste el adorno?"
 
"..."
 
Su pecho estaba fuertemente apretado. Esa mano era completamente diferente a la Toneria, y la forma en que lo estaba revisando se sintió muy distinta a esa actitud de tratarlo como una simple cosa. Pero cuando recordaba lo que había pasado en la biblioteca, su cuerpo temblaba y comenzaba a ponerse muy nervioso.
 
"Estás temblando... El dobladillo de tu ropa está roto. ¿Te caíste? ¿Te peleaste con otro Omega de nuevo?" 
 
Sabía que Diego estaba completamente preocupado por él, y era por eso que Jill no podía confesar lo que pasó. No tenía ninguna duda sobre su hermano porque confiaba mucho en él así que, de pronto comenzó a sentirse un tanto patético al pensar en decir que lo atacó.  
 
(Después de todo, no me mordió. Puedo olvidarlo. Puedo olvidarlo porque no me hizo daño.) 
 
Tal vez fue por el celo.
 
Tal vez todavía olía a feromonas.
 
Realmente no quería pensar que Toneria, que siempre era amable con él, ahora se había atrevido a hacer algo así de terrible. Jill negó con la cabeza:
 
"No pasa nada. Mi ropa está... Acabo de colgarme de un árbol en el jardín."
 
"... Estás mintiendo." Diego frunció el ceño como si estuviera impaciente. "Jill, ¿Por qué no dices la verdad? ¿Pasó algo que no quieres decirme? Dime. Si te peleaste, yo no voy a enojarme contigo. Lo prometo". 
 
"¿Por qué crees que soy un mentiroso?" 
 
Diego gimió, molesto. Luego se agachó un poco más y miró a Jill directo a la cara.  
 
"No creo que seas un mentiroso. Solo pienso que justo ahora estás tratando de ocultar algo para no meterte en problemas." 
 
Jill negó con la cabeza, sintiendo que su pecho se estaba retorciendo de nuevo. Nunca iba a poder decir la verdad de esto. Después de todo, si lo confesaba descuidadamente, iba a romper la confianza que tenía con su hermano y ocasionaría una pelea que no podría detener. Además, estaba seguro de que le había ocasionado muchos problemas por entrar en celo delante de él así que, si volvía el tiempo a su lado en algo desagradable, era posible que lo abandonara y le dijera que iba a devolverlo a la familia Müller definitivamente.
 
(No quiero que me devuelvan) 
 
Jill sonrió con mucho esfuerzo.  
 
"Nada. Solo traté de sorprenderte." 
 
"¿Querías sorprenderme?" 
 
"Sí ¡Era una pequeña broma porque estaba aburrido! Pero, esperé mucho tiempo atrás de tu cama y, resulta que comenzó a hacer frío."
 
Tal vez hubiera sido más fácil para los dos si se hubiese aferrado a su cuerpo mientras decía lo asustado que estaba, pero no quería tomar una actitud tan malcriada frente a él. Suspiró.
 
"Creo... Que el adorno para el cabello se cayó mientras corría para acá. Prometo que voy a encontrarlo".  
 
"¿... Lo que me dices es la verdad?"  
 
Sus ojos se volvieron más agudos así que Jill se puso muy tenso, incluso aunque tenía una sonrisa hermosa en la cara.  
 
"Diego... Es, es la verdad." 
 
"... No me importa si duermes en mi habitación esta noche. Te escapaste por algo, no vuelvas al oeste". Pero no le dio la oportunidad de explicar. "Iremos a la casa de tus padres mañana."
 
"¿La casa de mis padres?" 
 
Jill estaba completamente atónito por las palabras que él no quería escuchar. ¿Tenía la intención de devolverlo a la familia Müller? Cuando pensó que estaba enojado por lo que había pasado con él el día de su celo, sus dedos de repente se pusieron a temblar. 
 
"No sé qué pasó, pero parece que últimamente estás un poco deprimido". Diego miró a Jill antes de tomarle de las manos. "Va a ser un poco mejor si regresas a un ambiente conocido". 
 
Diego no esperó la respuesta de Jill y le dijo que ya estaba decidido. Jill apretó el puño. Era demasiado tarde como para arrepentirse de haber fallado. No quería molestarlo con nada pero, aparentemente tuvo una falta tan grave como para ocasionar que lo enviara a la casa de sus padres de nuevo. Además, no le había creído porque era horriblemente malo mintiendo y, sí, en realidad no era de extrañar porque de repente desapareció y huyó a su habitación para esconderse. Algo que nunca, nunca había hecho. Por lo menos, debería haber inventado una mentira mejor. Debió haber dicho otra cosa. Ahora Diego estaba muy enojado.  
 
(¿Por qué no puedo comportarme bien?) 
 
Cuando actuaba de acuerdo a sus propios pensamientos y a lo que quería, resultaba que siempre terminaba ofendiendo a alguien. Pero al pensó que iba a volver con la familia Müller, su cara se oscureció y Jill finalmente miró hacia abajo. No quería volver, realmente no quería.
 
"Jill-sama. Diego-sama solo está preocupado".
 
Norn caminó suavemente en su dirección y puso su mano en la espalda de Jill.  
 
"Si no te importa, ¿Puedes sentarte? Creo que debería relajarse un poco porque parece bastante nervioso. No ha comido, así que prepararé algo para usted". 
 
"No..."
 
"Aunque sea un poco. Es más fácil relajarse cuando comes".  
 
"¿Te sientes muy mal?"
 
"Es solo que... Vas a devolverme a casa, así que..."
 
"Oye, ven aquí y escúchame. No tengo intención de devolverte. Solo pensé que si Jill descansaba en la casa de sus padres. durante unos días o una semana, entonces podrías llegar a sentirte un poco más cómodo y relajado. Luego, volverás aquí conmigo". 
 
"¿En serio...?"
 
Norns asintió con la cabeza así que se sintió tan aliviado que pronto perdió toda la fuerza que había juntado. Se apoyó en el respaldo de la cómoda y suspiró.  
 
"Pensé que... Ah, pensé que ya no me querías aquí."
 
"Para nada. Me gustaría que te quedaras aquí por un largo tiempo".
 
"Um..."
 
"Pero para eso, tienes que ser completamente honesto conmigo ¿De acuerdo? ¿Qué te ocurrió?"
 
(Creo que tu hermano intentó atacarme hace un rato.)
 
"Todo está bien. Te lo prometo."

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