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Garland - Beastman Omegaverse Tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Cuando llegaron a la mansión, el cielo estaba completamente oscuro. Era una noche siniestra, en parte por la lluvia, y en parte por la mala iluminación en la entrada del edificio principal.


Tan pronto como el carruaje se detuvo y Diego y los demás se bajaron, la puerta se abrió de par en par. El lobo, que pensó que lo recibirían como de costumbre, se sorprendió cuando Norns salió corriendo con una mirada de impaciencia que nunca antes le había puesto poner.


"¿Qué pasa, Norns?"


"Lo siento, señor. Es importante."


Gerald entró tranquilamente a la mansión, con sus seguidores a la espalda. Norn esperó a que desapareciera y luego dijo:


"No ha vuelto."


"¿No ha vuelto? ¿Quién?"


Norn se estancó por un momento. 


"Jill fue a ver a la familia Reinhardt."


Sintió que estaba entumecido hasta la punta de sus pies. El malestar, las dudas y la irritación estaban corriendo por tantos lados que no tuvo más opción que apretar los dientes para intentar calmarse. 


"La casa de Albert. ¿Cuándo se fue? ¿Por qué se fue? ¿Te dijo algo?"


"Escuché que recibió una carta del señor Albert. Eso fue ayer. Parece que la persona que llevó la carta la dejó con el portero. El sirviente se lo entregó a Jill, nunca pasó por mis manos. Señor, lo lamento tanto." Norn hizo una profunda reverencia. "No debí dejar..."


"¿Qué decía la carta?"


"El contenido de la carta parecía pedir por su visita urgente. Decía que tenía problemas o algo así. Jill pareció estar muy preocupado y decidió irse. No sé qué pretendía pero... Envío de vuelta el carruaje."


"..."


"Jill le pidió al conductor que esperara una o dos horas, pero unos minutos después, salió un hombre bestia que seguramente era Albert y le dijo que se quedaría allí. Le pidió al conductor que se fuera".


"No hay duda de que algo sucedió. Él no haría esto. Date prisa y prepara un carruaje. Iré para allá".


"Claro, señor."


Pronto, un pequeño carruaje llegó a la puerta principal y Diego trató de abordar sin cambiarse o entrar a casa para anunciar lo que iba a hacer.


"Y bueno ¿Por qué te vas a estas horas?"


Toneria apareció desde la parte de atrás de la mansión, tal vez tras escuchar su urgencia.


"Acabas de regresar. El trabajo que hiciste allí también está relacionado con mi negocio. No puedes irte así como si nada cuando tenemos una exposición que planear."


"Es urgente".


Diego se volvió hacia Toneria.  


"Parece que Jill fue a visitar al señor Albert al pueblo pero no ha vuelto desde ayer. Tengo que ir a ver si está bien".


"Yo creo que estás exagerando." Toneria se elevó de hombros, aparentemente desinteresado. "¿No fue a ver a su amigo de la infancia? Si es voluntad de Jill no volver, entonces que no vuelva"


"... Tú no entiendes. Necesito hablar con Jill directamente."


Toneria miró a Diego.


"¿Por qué no despiertas? Se fue de aquí y eligió a su amigo de la infancia. A un aristócrata inferior antes que a ti".


"¡Él no es así!" Grito Diego, aunque no se había dado cuenta de que lo hizo. "Pase lo que pase, Jill no es alguien que haría esto. No me dejaría sin decirme. No haría algo tan descuidado como quedarse en otro lugar sin avisarme".


"Pues lo malcriaste. Por eso pensó que irse de la casa no era un problema. ¿Qué no ves? Va a arruinar a la familia Siegfried si sigues con estos juegos. Es un tipo grosero, maleducado y completamente fuera de si".


"Déjame pasar."


"Estoy haciendo esto por ti."


"¡Déjame pasar!"


Toneria hizo un gesto para ahuyentar al cochero, así que Diego dijo: "Por favor, espere".


"Hermano, estás malinterpretando todo. Jill no es ese tipo de persona. Voy a ir por él".


"¡Por Dios!" Se rió. "Es un omega. Ruega por las cosas que quiere, está acostumbrado a que las personas rueden a su alrededor. Y así como los Alfa tenemos a varios hombres y mujeres a nuestra disposición, ellos piensan exactamente lo mismo de nosotros. Incluso trató de seducirme también. Seguro eso hace con su amigo ahora."


"... ¿Qué? ¿Qué estás tratando de decir?"


Tuvo un presentimiento desagradable. ¿Cuándo intentó Jill seducir a Toneria? Eso no sonaba como algo que pudiera hacer.


"Solo estoy diciendo la verdad. Es inútil perseguir a alguien así. Alguien que no quiere ser rescatado." Toneria se cruzó de brazos "Solo lastimarás tu orgullo si te vas. Toma esto como una lección y deja las cosas como están".


Diego lo miró a los ojos. No quería decir nada malo, no quería dudar. Toneria era un hermano que admiraba mucho y entendía a la perfección que nadie era tan inteligente ni podía esforzarse tanto como lo hacía él. Incluso Gerald había admitido cientos de veces que solo Toneria tenía la capacidad de hacer crecer su negocio hábilmente en un parpadeo. Siempre confiaron en él como un recurso indispensable para la familia Siegfried así que ¿Qué estaba pasando ahora? ¿Por qué era como si quisiera deshacerse de Jill para dárselo a Albert?  


(Albert pensaba que Jill se entrenaba para ser una novia. Si sabía que estaba aquí ¿De quién se enteró?)


Era poco probable que el sirviente de los Müller lo filtrara. La señora Müller seguramente les habría ordenado que permanecieran en silencio pasara lo que pasara y, de hecho, Albert había estado meses sin saber la verdad sobre Jill o su papel en la mansión. Y no había razón para que Tonería sujetara a Diego tan tercamente para impedir que se marchara.


"Si te sientes tan solo, ve al oeste. Hay otros omegas reunidos allí y todos son lo suficientemente hermosos como para que te complazcan ¡Hasta puedes elegir! Si no tienes suficientes, podemos mandar a recolectar otros nue..."


"Hermano."


Diego lo miró fijamente a la cara e interrumpió a Toneria, quien estaba ansioso por comenzar a sermonear.


"¿Qué?"


"Albert no sabía que Jill estaba en esta mansión".


"Tal vez la familia Müller lo dijo. "


"Imposible."


"Tú no sabes nada de ellos. Seguramente los sirvientes de la familia no pudieron soportar el chisme".


"Además de eso, ¿Dijiste que Jill te tentó?"


"Exactamente eso fue lo que hizo. Estaba interesado en mí, ya te lo dije."


"Jill no es así. Estás describiendo a otra persona."


Mientras negaba las palabras de su hermano, su corazón había comenzado a sentirse increíblemente pesado.  


"Todo lo que has dicho hasta ahora es inconsistente".


"¿Cómo que inconsistente? ¿Qué demonios te pasa?"


"Si Jill hubiera intentado seducirte, tú no lo hubieras dejado ir. Estás completamente cegado por el nombre de los Siegfried. Crees que la familia Siegfried es la mejor de la tierra y que la de Albert no sirve para nada. Entonces, no se lo hubieras entregado ni de loco. El razonamiento de mi hermano es inconsistente."


Tonería cerró la boca. Su cara le decía que todavía estaba pensando en excusas y, por supuesto, fue triste sentirse así. 


"En cualquier caso, no puedo conocer los hechos sin preguntarle a Jill. Voy a ir por eso."


"¡Es inútil ir! ¡Entiende!" Toneria dio un gruñido. "Él ya debió haberse enlazado con Albert para este momento."


"Jill no estaba en celo".


"Albert utilizó un medicamento en él."


"¿... Medicamento?"


Diego repitió las palabras de su hermano. Toneria levantó la barbilla y sonrió de una manera que hasta le hizo sentir temor.


"Ni siquiera un destinado puede hacer nada contra la mordida de un Alfa. Por eso te dije que es mejor renunciar".


"... ¿Tú se lo diste?" 


Quería que negara que fue así, pero sabía la respuesta. 


"Soy un comerciante. Es mi deber ofrecer lo que..."


Diego se acercó, agarró la camisa de Toneria y lo arrastró más cerca de él. El centro de su cabeza estaba ardiendo de ira y sus colmillos se estaban asomando violentamente. 


"¿¡Le dijiste a Albert que usara un inductor de celo con Jill!? Tú... Mi propio hermano. ¡Estás usando a Albert para quitarme a Jill!"


"No me toques."


Toneria balanceó su brazo para quitar la mano de Diego. 


"¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué le estás haciendo eso a Jill? Creí que te agradaba. Dijiste que era interesante y que lo estabas vigilando. Norn incluso dijo que estabas preocupado por él durante mi ausencia".


"... Él siempre fue desagradable para mí". Toneria le dio la espalda, tal vez para que no viera su rostro. "Incluso si me importaba, ese Omega era simplemente molesto. Iba por allí, con una cara descarada, presumiendo su belleza y... Quiero decir ¿No es parte de la familia Müller? Ellos producen Omegas de buena calidad y de todos modos me trató como si yo no fuera digno de él. Yo, que soy miembro de la familia Siegfried. Un Alfa. Más importante que cualquier... Cualquier estúpida bestia."


Toneria se dio la vuelta, hablando con una voz furiosa y chillona. Elevó los hombros y tomó una respiración áspera. 


"Tú no sabes lo que se siente ¿Verdad?"


"Hermano..."


Diego no tuvo más remedio que mirar fijamente a su tembloroso y enojado hermano. 


"¿Qué has hecho por nuestro clan además de respirar cerca de nosotros? Siempre tienes todo lo que quieres, hablas con las personas que te interesan y nunca, nunca te culparon por no trabajar en serio en esta casa. Ja. Y de todos modos lo tienes todo. Por eso no entiendes mis sentimientos."


"..."


"Ya sea en una fiesta, en una reunión o con la familia, mi existencia es irrespetada tan pronto como llegas tú. Tan pronto como apareces, todo se trata de ti ¿Y por qué? Yo tengo más talento para los negocios, tengo más conexiones y soy más confiable que nadie en toda la maldita mansión... Y he conseguido lo que tengo porque he trabajado duro. ¿Y qué crees? Yo amo a Jill también. Me enamoré de él e hice todo lo que pude por hacer que fuera mío ¿Qué hiciste tú además de extender la mano hacia él?"


Nunca se había sentido tan lejos de Toneria como en ese momento. Para Diego, fue más como un extraño que como su propio hermano. Habían nacido como los aristócratas más prestigiosos del país así que pensó, que había momentos en los que solo Toneria podía entender lo que se sentía intentar ser perfecto. Pensó que era increíble y pensó que merecía ser tratado así por él al no ser lo suficientemente bueno. Ahora solo estaba la traición. 


"No tenías que quitármelo solo porque no es tuyo."


"Solo lo hice más fácil para los dos." Toneria le dio la espalda de nuevo. "Si quieres ir, ve. Si vas y te decepcionas... Bueno, entonces sabrás que hice lo correcto".


"Tú no puedes hacer que mis sentimientos cambien. Yo lo amo. Mucho más que a nada en este mundo y no me importa si es mío o no. Solo quiero que esté bien."


"..."


"Supongo que al final realmente somos diferentes."


Diego subió al carruaje, le dijo al cochero que se diera prisa y se tapó la boca por miedo a que pudiera comenzar a llorar.


(Jill... Por favor, mantente a salvo)


Desearía que Albert, quien era su amigo de la infancia y quien aparentemente lo amaba, al menos tratara a Jill con cuidado. No iba a tomar nada de lo que había escuchado de Toneria y entendería cada una de las palabras de su amante. Pero estaba seguro de que igual no iba a poner una excusa. Si lo pensaba bien, Jill simplemente se iba a disculpar y a actuar como si todo fuera su culpa.


Jill se dirigió a la mansión Reinhardt ayer por la mañana así que, tal vez ya no había nada que pudiera hacer más que rezar. Diego presionó su frente contra sus manos y se quejó. En realidad, no quería odiar a su hermano y tampoco deseaba hacerle daño. Sin embargo, si algo le había pasado a Jill, definitivamente no lo iba a perdonar.


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