Hay un lobo muy grande parado frente a mí, tiene pelaje plateado. Las personas de este mundo podían convertirse en bestias...
Claro que podían...
¿Cómo hubieran podido torturarme si no? ¿De qué otra manera iban a poder desgarrarme?
No me di cuenta, pero mi cuerpo pareció temblar un poco más.
"¿Chika? ¿De verdad hace tanto frío?
Está un poco amortiguada, pero es la voz de Glenn.
Este lobo frente a mis ojos es Glenn.
No hay que tener miedo.
No hay que tener miedo.
No hay que tener miedo.
Desesperadamente me dije eso...
"No, está bien... Me sorprendí un poco".
Glenn se acerca a mí a cuatro patas.
De acuerdo, esta persona no hace lo mismo que hacen esas otras.
Él, es amigo mío...
"Creo que mi pelaje será un buen reemplazo de una manta... ¿Huh? ¿Estás bien?"
"... Sí, si lo estoy. Es solo... ¿Puedo tocar tu pelaje antes de eso? Oh, por supuesto, no tocaré tus orejas ni tu cola".
"Oh, no me importa si lo haces. Está bien con mis orejas."
Estaba un poco preocupado... Pero cuando miré más de cerca, pude ver su expresión amigable a pesar de que era un lobo. Cuando me di cuenta, perdí el poder de mi cuerpo.
Incluso después de convertirse en una bestia, Glenn sigue siendo Glenn. Era bueno, y estaba pensando en hacerme sentir calor. Solamente... Quería ayudarme.
Frote el pelaje en orden desde las orejas hasta los hombros, y disfruté de toda la sensación que me ofreció su cuerpo.
"¡Me gusta de esa manera! ¡¡Me gusta así!!"
Pensaba que Glenn era un lobo imponente y muy asombroso, pero ahora saca la lengua, se tira de espaldas y me muestra todo su estómago mientras agita las patas. Me siento libre de enterrar mi cara en su abdomen... Porque es realmente como los perros que conocí en Japón.
Después de que se me permitió continuar por un tiempo y ya estando satisfechos el uno con el otro, Glenn se acomoda, se estira y se acuesta a un lado, creando un lugar en el que pueda acostarme.
"¡Lamento tanto molestarte!"
"¡Oh, está bien!"
Deslice lentamente mi cuerpo en el espacio existente en el suyo, y después me coloqué sobre el pecho y el vientre de Glenn. Él se inclinó un poco, se hizo bolita y cerró los ojos tras bostezar ¡Dios! ¡Los lobos son tan bonitos!
¡Esto me hace muy, muy feliz!
La sensación del pelaje y la temperatura corporal es muy cómoda. También me permití acercar mi brazo al pecho de Glenn.
"Glenn ¡Eres muy cálido y agradable!"
"Me alegra ¡A Mintz también le gusta mucho!"
"... ¿Mintz-san? ¿Tu compañero? ¿El doctor Mintz?"
Es difícil imaginar que Mintz, que siempre parece tener una expresión seria, se acueste cómodamente sobre el pelaje de Glenn...
"Probablemente se vea duro por fuera, pero a veces es terriblemente dulce. ¡Le gusta convertirse en conejo para dormir sobre mí! A veces se queda durmiendo mientras chupa mis orejas..."
¿Estaba bien saber esto?
Si Mintz sabe que sé, tal vez se enoje mucho. Hay que ser silencioso.