Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El lindo hombre que puede quedar embarazado (Traducción finalizada) por yuniwalker

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cuando desperté, el día ya había comenzado. Iwamoto no estaba al lado y yo me encontraba durmiendo solo en una cama que se sentía inmensa. 

Fue una noche de ensueño...

Recordé un placer desconocido en el que Iwamoto respondía a cualquier estímulo que le ofrecía sin tomarse un descanso. Alcanzó el orgasmo muchas veces, durante toda la noche. Su saliva se desparramó y yo lo penetré como jamás en la vida pensé que fuera posible. Finalmente, se sentó a horcajadas sobre mí, aferrándose, agitando mi cintura y apretando la suya. Lloró, diciendo que no quería que parara. Sabía que estaba a merced del placer pero yo también me estaba ahogando en lo mismo. Era mi deseo probar el cielo que él me ofrecía, y eso fue concedido.

Iwamoto jadeó con una voz que hizo que todo a mi alrededor se derritiera y se desmoronara. Dijo que estaba bien, a pesar de que sus cejas estaban curvadas y de que estaba agarrando desesperadamente mi brazo con las uñas para seguir con mis movimientos. No pude resistir querer verlo echo un desastre, y es bueno que él sea tan bueno conmigo como para cumplir cada uno de mis estúpidos caprichos. 
Fue tan maravilloso que sentí que era un sueño... No, de ninguna manera. La sensación de abrazar y amar a Iwamoto con estas manos sigue siendo tan fuerte como real.

Me sentí ansioso por lo que pasaría ahora, pero pensé que no debería ser así. Salté de la cama y salí de mi habitación con la ropa desacomodada.

"Oh, doctor".

Iwamoto ya estaba parado en la cocina, con jeans y el mismo suéter café de siempre. Debe haber entrado en la ducha, porque ahora se ve fresco, limpio, con una bonita sonrisa masculina que no deja de brillar. Sacudo la cabeza, es mi último intento desesperado para dejar de pensar en lo de ayer.

"Buenos días ..."

"Buenos días."

Iwamoto está como siempre. Pensé que nos habíamos estado esforzando demasiado anoche... Pero él estaba cocinando y limpiando. Caminando por aquí y por allá mientras iba por los platos y movía un cuenco con arroz. Sin embargo, solo porque la construcción original sea fuerte, no significa que no haya daños.

"¿Está bien tu cuerpo?"

"¿Ah?" Iwamoto se echó a reír después de mirarme. "Estoy bien ¿Pero que pasa con tu nuevo estilo de cabello hoy, doctor? "

Me toqué la cabeza sin querer... Y descubrí que me dolía bastante todo el cuerpo. Cada parte, músculo, hueso y articulación.
De acuerdo, definitivamente es hora de ir al gimnasio más seguido.

"Preparé arroz y ramen con vegetales ¿Quieres probar?"

Pero me sentí aliviado. Todo estaba bien si Iwamoto está bien. Es un hombre poderoso y yo soy como un fideo.

"Huele bien"

El ramen instantáneo con sabor a salsa de soja se fríe con repollo, brotes y zanahorias en pimienta y aceite de sésamo. Lo he preparado antes. La comida de Iwamoto era simple y rápida, puede calentarse en microondas o pedirse en algún puesto de la esquina, pero era deliciosa sin ningún esfuerzo adicional. 
Iwamoto sonrió. Estaba de un humor excelente, con esa aura juvenil entre satisfecho y terriblemente hambriento. Dijo de pronto:

"Este fideo es muy largo ¿Lo ves?"

Al ver su cara, reafirmé que lo de ayer no había sido un sueño. Tiene una expresión que te hace querer admirarlo todo el día y a cada instante de la noche. 

"Me alegro por tu fideo"

Iwamoto se ríe otra vez. Sí, definitivamente está absolutamente maravillado mientras que yo... Necesito dormir una semana o descubrir el secreto para rejuvenecer 20 años en una hora.

Después de desayunar, me despido de Iwamoto. Duermo dos horas y después, llamo al hospital para poder dormir una tercera. Limpio la habitación, seco la ropa y me encargo de ordenar la cocina. Iwamoto me manda la lista de los ingredientes que necesita para la cena mediante un mensaje al celular. Lo miro, voy al supermercado y espero a Iwamoto. Mientras espero por él, por supuesto, solo pienso en ese hombre que ha hecho cambiar todas las rutinas que ya tenía planeadas. Al regresar, Iwamoto me abraza, me dice que está en casa y cocina la cena. Lo como, igual que siempre, diciendo que está delicioso. Estoy bien por la noche porque fui terriblemente inactivo durante el día. Y después me pongo a complacer a Iwamoto con todo lo que quiere. Si dice que se le antoja que le frote la cintura, se la froto, y si se dice que le duelen las piernas, se las froto también. Y en la cama, bueno...

Encontré que estaba suspirando sin parar. Quizás ahora tengo una sonrisa desagradable en mi cara que se parece a la sonrisa extraña de Iwamoto.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).