Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El lindo hombre que puede quedar embarazado (Traducción finalizada) por yuniwalker

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Mi mano cubre sus nalgas como si fuera un reflejo. Tiene una gran elasticidad y una masa considerable, como siempre. Se encoge en respuesta al placer, pero ya no tiene miedo de mis dedos o de lo que estaba comenzando a hacer con él. Se estaba aferrando fuertemente a mí cuando lo froté y le di la vuelta.

"Doctor..."
 
Iwamoto se apoya en mi hombro tan desesperadamente que parece estarse ahogando con el calor del cuarto... Pero, aunque considere un honor que se aferre de esta manera a mí y que no me suelte para nada, me causa también una enorme conmoción que su nariz esté enterrada completamente en mi cuello. Inhaló mi olor, muy profundamente.

"... Espera."

No me he bañado desde ayer. Es decir, nunca he oído que diga que huelo mal y en realidad, tampoco se ha quejado de nada de nuestra vida juntos... Pero él ha vivido por mucho tiempo en un lugar lleno de hombres fuertes y sudorosos. No importa lo mal que yo huela, es trivial e incluso estúpido para él. Sin embargo, en tal situación, tan cerca, me siento bastante incómodo.

La palabra "Olor a envejecimiento" cruza por mi cabeza.

"¡Vamos a detenernos!"

De repente me pongo rojo y grito. Pensé que destruiría la atmósfera definitivamente, pero en realidad tengo un genuino pánico por lo que está haciendo conmigo. Me da miedo imaginar que mi olor quite su libido.

"Por favor..."

Mientras lo digo, Iwamoto se acerca todavía un poco más a mí. Me abraza con fuerza hasta que ya no puedo ni pensar.

"¿Por qué?"

"... No me he bañado y, definitivamente huelo mal. No es el mejor momento."
 
Puedo escuchar mi voz temblorosa... Y luego comienza a surgir también la de Iwamoto. Él definitivamente se está riendo con ganas.

"¿Y mientras te bañas yo que hago? ¿Espero en la cama?" Iwamoto me lamió la nariz, aunque continuaba burlándose de todo lo que había dicho. Él frotó mis muslos, mi cadera, mi pubis... Y segundos después pasó los dedos por el pene que ya se me había vuelto aterradoramente duro "No, no puedes irte doctor ¿Qué va a pasar con esto si te vas?"

"Oh, pues..."

Me acaricia los labios con los suyos... Me besa la nariz, las orejas y las mejillas, lentamente. Dice: "¿Y qué voy a hacer con lo mío?" 
Sí, definitivamente una vez que se pone serio, yo me pongo idiota. Estoy bajo su control y no puedo hacer nada para salir de él.

Puse mi mano debajo de su camiseta para poder acariciar su pecho desnudo con toda mi palma. Me miró, con sus bonitos ojos llenos de lujuria.

"Me gusta como hueles, doctor."

Me rindo.

Para ser sincero, me preocupa considerablemente el olor que pueda llegar a tener al sudar. No quiero decepcionar a Iwamoto o darle asco... Pero tenía razón y no podía permitirme el irme ahora.

Cuando me di cuenta ya estábamos en la cama. En MI cama.

Intenté quitarle los jeans a Iwamoto... Pero por más que me apuraba no salían. ¿Por qué los jeans son tan condenadamente difíciles de quitar? 
Al final, la luz del mediodía se escapa de las cortinas opacas e ilumina el irresistible cuerpo desnudo de Iwamoto. Siempre me abruma mirarlo y notar lo obsceno que es: Su piel marrón brillante metida en esos calzoncillos negros con una camiseta de cuello redondo y marcas notables de quemaduras solares. Abdominales perfectamente marcados, muslos gruesos y espinillas largas y apretadas. No solo era sensual sino también extremadamente hermoso.

Jadeo, me quito la ropa a toda prisa y me subo a él.

"Por favor, rápido".

No lo sé porque no tengo experiencia, pero Iwamoto es terriblemente bueno tanto para dejarme sin aliento como para alimentar mi terrible deseo. Siempre siento que estoy rodando sobre su palma, siendo dominado por él constantemente. 
Iwamoto puede escapar de mí tan pronto como quiera hacerlo. Puede darme la vuelta y comerme si quiere en lugar de que lo haga yo... Pero no. Decide estar allí, tendido y esperando.

Es por eso que me siento terriblemente hambriento cuando lo escucho emocionado.

"..."

Lo besé de nuevo, sosteniendo sus hombros hacia abajo. Nuestras lenguas se tocaron antes que los labios lo hicieran. La saliva se derrama descuidadamente de su barbilla, mientras me mira con una cara naranja inocente... Cuando sostuve su cabeza entre las manos para mirarlo también, entonces olí de nuevo a Iwamoto. Mezclado con el olor a jabón de cuerpo, huele a sábanas recién lavadas. Al sol.

Realmente lo amo demasiado.

" Huh  ..."

Finalmente, Iwamoto abrió la boca para comenzar a jadear y a retorcerse para mí. Muerde dulcemente mi cuello y después, como antes, lo chupa por todos lados. En cada punto de él había un buen olor... Tanto así que estoy convencido de que me voy a emborrachar y finalmente, voy a terminar perdiendo la cabeza.

"¿Qué pasa? ¿El doctor ya no quiere hablar?"

Eso es correcto también... Por alguna razón ahora no tengo ganas de decir nada. Hubo una sensación similar la primera vez. Mi cerebro decidió descartar el uso del lenguaje para comenzar a mandar mensajes extraños con los dedos.
En realidad, solamente está esa voz que dice "Tienes que olerlo más" "Tienes que probarlo."

Pegué la nariz en su mano, bajé por su muñeca, por el brazo, por su perfecta clavícula... Presioné mi cara en su piel y permanecí así por un buen tiempo. ¡Maldita sea! Si solo el olor de Iwamoto estuviera empacado en una botella, si tan solo pudiera olerlo para siempre... Abrí la boca y le quité el sudor con la lengua. La voz en mi cabeza tenía razón, necesitaba probar su olor...

"¿Qué está haciendo ahora, doctor?"

Iwamoto se retuerce y se ríe abiertamente... Cualquiera que sea su expresión, me termina pareciendo un afrodisíaco. Su rostro risueño y especialmente brillante de ahora, por ejemplo, me está matando.

Terminé por frotar la nariz en el hueco de la axila de Iwamoto.

"Wo, doctor..." Iwamoto abrazó la manta y se agachó, apartándose de mí cómo si hubiera comenzado a quemarle. Es una pose extraña para alguien como él, que tiene una fuerte espalda, nalgas grandes y un físico tan bien construido cómo el de una estatua. 
Sin apartar los ojos de él, tomé otro de los anticonceptivos que estaban a un lado de la cama. Solo hay tres más pero igual parece más preocupado en seguir gritando: "¡No puede oler mis axilas así como así! Es una falta."

Lo dice como si hubiera reglas en el sexo. La única regla es hacerlo si hay un acuerdo mutuo... Y, en primer lugar, si este hombre no quiere puede darme un puñetazo en la nariz y escapar a su propia habitación. Si no te gusta, huye... Me di cuenta de que estaba caminando al borde de la inmoralidad, pero las relaciones sexuales son esencialmente eso ¿No? Es un acto de movimientos descordinados e inmorales que te hacen pensar si eres un humano o una horrible bestia. Mostrar a la persona que quieres lo que no le enseñarías a nadie más. 

"Oye, realmente eres un maldito pervertido"

Me emociona cuando Iwamoto dice cosas como "Maldito." Pero si lo supiera, podría decir que realmente soy un pervertido así que es mejor no decirle nada.

"¿Doctor...?"

Le quité la manta y puse mis manos debajo de sus axilas para frotar los hermosos músculos de Iwamoto. Es más difícil de lo habitual porque es muy ancho... La verdad, es que lamento no estarlo tocando con la boca. 

"Hmm..."

La voz de Iwamoto se escapa después de unas cuantas caricias... Besé cada sección de su espalda, presioné su hombro cuando intentó darse la vuelta y lo detuve suavemente para asentarle una mordida.
No sabe cuán vulnerable es en esta posición. No sabe cuánto me encanta, ni lo mucho que lo quiero ¡¡No comprende hasta que punto lo deseo y eso me enoja!! 

Deslizo la mano hacia abajo, con mi lengua en su espalda.

"¡Oh!"

Levanté su cadera y atrapé el pene que ya tenían líquido derramándose de la punta... Acaricie las partes viscosas con las yemas de los dedos, agarre la base y lo froté también, de arriba para abajo.

"¡Ah! Doctor ... Tiene que... ¡Espera!"

Por encima de la cintura de Iwamoto, pude ver qué estaba tratando desesperadamente de escapar de mí. Su brazo me empuja, gira la cara para ver qué tipo de mirada estoy poniendo... Pero todo en él parece sorpresivamente débil. La parte inferior de su cuerpo me deseaba con fuerza. Parece que se hincha para invitarme, se arrastra a cuatro patas, extiende los brazos para sujetarse de la cabecera y saca las nalgas. 

El cuerpo entero de Iwamoto está probando mis dedos.

"Doctor ... Si lo hace así yo voy a... Ah"

Tal vez iba a eyacular, no parecía tener mucha resistencia en eso. Pero levanté el dedo y prioricé el deseo en mi interior que me dictaba que lo molestara más a fondo. Para mí ahora, sus palabras no eran realmente importantes. La cantidad de información no cambia tanto, el escenario es en escencia el mismo que el de nuestra primera vez, la diferencia era la cantidad de palabras que le estaba diciendo. En realidad, jadeaba.
Tiré de mis dedos hacia adelante, para ofrecerle una caricia larga e implacable que consiguiera moverlo hasta que su ano se hinchara... Iwamoto, que siempre tiene una curiosidad infinita y maravillosa, mira hacia atrás con prisa. Esa era la expresión a la que tanto le temía. La que me hacía sentir que me iba a caer en un agujero sin fondo, la que dejaba sin aire mis pulmones. Sus ojos miraron mi pene por un momento largo, estaba completamente levantado y enfundado en el látex.

"¿A qué hora tú...? Ah, no importa. Rápido. ¡Hazlo rápido!"

Eso era bastante cruel.

Me tenía repitiendo cada respiración agitada. Exprimiendo y perforando el aire con mis dedos y mi cuerpo vigorosamente hacía atrás y hacía adelante mientras lo penetraban sin saber con claridad como es que había comenzado a hacerlo. Me siento, de nuevo, como un caballo desbocado... Mientras tanto, mi dedo también entra. Acaricio todo lo que puedo, desde el perineo hasta el escroto mientras sigo golpeando mis caderas contra su trasero. Presioné su glande con la otra mano.

"¡¡Espera!! ¡¡Espera por favor!!"

Con solo unos pocos golpes, Iwamoto mostró su derrame. La carne que me envuelve se encoge, y sé que se ha vuelto considerablemente más apretado y húmedo. No lo perdoné, a pesar de que su puño aferrado a las sábanas se sacudió y gritó, sentía que yo no tenía que dejarlo ir... No podía.

"¡¡AAAH!!"

En esa posición, en cuclillas y apretando su recto a un ritmo constante, le tomé de la cintura para acomodarlo un poco más a mi gusto personal... Su ano era demasiado  sensible. Quizá, su cuerpo entero recordaba todo el intenso placer que tuvo antes, porque ahora tiembla como si muriera de frío y me muestra su trasero mientras cierra las piernas.

El cuerpo de Iwamoto está nervioso.

Me sentí deseado y no pude evitar quemarme, así que lo penetré de nuevo. 

Sacudí mi cuerpo dentro del suyo, una y otra y otra vez hasta que él dejó que se vencieran las articulaciones de sus rodillas y su torso se cayó sobre el colchón. Se pueden escuchar sonidos que no se pueden tolerar, crujidos y cosas que rechinan y golpean contra la pared... Entonces, Iwamoto alcanza la segunda eyaculación sin ninguna voz y sin tanto esfuerzo. Con mis mejillas en su espalda, empujo mi glande hacia lo más profundo y también eyaculo con fuerza... ¡Toda mi piel parece estar envuelta en un terrible y cálido ajuste! 

Quería disfrutarlo más, así que de inmediato me retiré para insertar un dedo. Su trasero parecía derretirse de placer. Todavía estaba chupandome con ganas.

"Um"

Iwamoto finalmente se relajó para aceptarme. Dejé caer un beso sobre su espalda y en la línea recta de su columna... De lado, bajé hasta besarle las caderas y los muslos. Era tan adorable que no podía soportarlo.

"Demonios..."

Iwamoto, cuyo clímax parece haberse calmado un poco, espera a que me separe de él para acostarse completamente boca arriba... Se ha tendido donde salpicó su semen, pero no parece que le importe mucho. 

Mirándolo, gradualmente volví a estar cuerdo. 

¿Fuí exagerado?

"¿Estás bien?"

Iwamoto me miró y se echó a reír.

"Eres horriblemente rudo conmigo"

"Lo siento, lo siento mucho.."

No soporto la actitud de Iwamoto porque no parece estar enojado conmigo... Solamente está allí, temblando y riendo con las mejillas rojas y los labios abiertos.

"Al doctor debe gustarle mucho atacarme con trucos nuevos." Tocó mi cabeza y luego encontró la manera apropiada de acomodarla en su pecho. "Me gusta esto, como te pones de repente..."

Mientras me acariciaba el cuello y las mejillas, me di cuenta de que aparentemente estaba siendo alabado... Es probable que vuelva a entrar en erupción si me quedo escuchando esa voz baja y ronca diciendo que le gusta como soy a la hora del sexo, así que intento ignorarle. 

"Que doctor tan loco"

Iwamoto sonríe.

"Espero que hagamos estas cosas seguido".

Oh, no puedo ganar si me ataca así.

Nuestras caras se acercan naturalmente. Mi lengua y la suya están enredadas de tal manera que siento como la saliva se desborda sin detenerse. Todavía hay fuego en los genitales que tocan su cuerpo así que pienso, que en este punto realmente podemos quedarnos sin anticonceptivos pronto... Pero supongo que no hay problema. Solo debo comprar muchos más de ahora en adelante. 

Esta vez puede que me sonroje enserio, también es posible que los vendedores me miren sospechosamente ¿Pero qué importa eso? Es más, ¡Que me pregunten! Tengo muchas ganas de presumir que ahora, conseguí tener un amante.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).