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Tierra (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Fue difícil calmarse.

 

Se trató del ciclo de calor más intenso que hubiera experimentado en su vida. Y también, fue el primero en el que estuvo completamente acompañado de alguien más.

 

De vez en cuando, cada que abría los ojos, veía a Sasha estar junto a él. Lo llamaba por su nombre, le acariciaba la cabeza, lo besaba y esperaba pacientemente para darle agua o un poquito de sopa de rábano picante. Unas cuantas veces lo vio limpiándole el cuerpo, y algunas otras tantas, lo observó durmiendo junto a él con la cabeza muy pegada a la suya. Pero lo que más recordaba eran esos momentos en los que le tomaba del cuerpo y le hacía mover la cintura a su ritmo. Era duro y era tan perfecto que comenzaba a pensar que se trataba de un Alfa en lugar de un simple Beta.

 

Y es que el sexo con Sasha era tenaz y rudo. 

 

A veces se movía suavemente, pero en su mayoría era dominante y absolutamente controlador. Un día, Ángela dijo que era el tipo de hombre que cambiaba en la cama. Y es que cada vez que no podía controlar su excitación, escupía malas palabras y lo empujaba hasta el punto en que parecía difícil poder soportarlo hasta el final. Era increíblemente provocativo. Lo hacía tan bien, TAN MALDITAMENTE BIEN, que ahora estaba completamente seguro de que hacía que sus testículos quedaran vacíos sin intentarlo tanto. Además, Sasha también era ese tipo de persona que se preocupaba lo suficiente como para abrazarlo con ternura al final y preguntarle si se sentía tranquilo.

 

Demonios. ¡No podía dejar de pensar en Sasha en lugar de hacerlo en si mismo!

 

Que asco que Sasha fuera esa clase de persona que viajaba con mujeres y se acostaba con mujeres y terminaba siendo gentil y amable, pero violentamente impulsivo. Y sí, cuanto más pensaba en ello, más lo hacía enfadar. Nunca se había enredado con un hombre, y ahora que esta era su primera vez, recordaba que Sasha ya había abrazado a docenas de chicas.

 

"Eres un maldito."

 

Noah, que estaba medio dormido, habló de esto sin darse cuenta.

 

"¿Qué dijiste? No te escuché."

 

Sasha, que estaba a su lado, preguntó si todo estaba en orden, pero Noah solo negó con la cabeza. No tenía la energía suficiente como para hablar de esto ahora. Ni siquiera quería decírselo. Sasha se rió entre dientes y envolvió a Noah con una pequeña manta delgada.

 

"Trata de descansar un poco."

 

"... ¿Por qué?"

 

Cuando le preguntó, Sasha se inclinó para sostener a Noah entre sus brazos y sacarlo de la cama.

 

"Porque es hora de volver a casa."

 

Esta vez, Noah definitivamente no entendió el significado de las palabras de Sasha. El calor de su ciclo de celo no había desaparecido por completo así que ¿Por qué quería irse ahora? Tenía las extremidades caídas y la cabeza le pesaba tanto que ni siquiera podía moverse para verlo. Seguía quedándose dormido y no podía ni siquiera seguir el ritmo de su conversación. Definitivamente era extraño.

 

"Tranquilo, llegaremos pronto."

 

Los suaves labios de Sasha tocaron su frente. No estaba nada mal en realidad, así que Noah presionó su mejilla contra su pecho y dejó que lo abrazara y se lo llevara a donde quisiera hacerlo.

 

Estaba envuelto por completo en esa manta, como una oruga, y cuando comenzó a caminar con él, también descubrió que había dejado de interesarle el lugar al que aparentemente se irían. En primera, pareció difícil mantener los ojos abiertos. En segundo, sus pasos regulares sonaban como una canción de cuna bastante bien entonada y en tercero, el pequeño calorcito que salía de él era completamente delicioso y relajante. Se durmió, lo metió en el coche, luego lo sacó, caminó de nuevo y al final pareció que estaban en un nuevo vehículo. Supo que era un avión por el ruido del motor y la voz de sus empleados pero, en realidad, durante todo ese tiempo Noah no dejó de estar metidito entre sus brazos ni una sola vez.

 

Cuando abrió los ojos, tal vez una hora más tarde, lo primero que descubrió fue el amplio pecho de Sasha envuelto con una camisa blanca y planchada. Tenía el rostro serio, como si estuviera lo suficientemente concentrado para siquiera darse cuenta de que lo estaba mirando a él, y unos audífonos en la orejas. Y después de observar fijamente en su dirección por un momento, desvió los ojos y se preguntó qué era lo que lo tenía tan cautivado como para hacerle poner una expresión así. Obviamente resultó que tenía una computadora portátil sobre la mesa. La pantalla cambiaba cada vez que movía las yemas de los dedos. ¿Cómo podía trabajar con tal actitud y tanto enfoque después de todo lo que acababan de pasar?

 

"... Sasha."

 

Finalmente, Noah logró llamarlo con una voz entrecortada. Ante el débil sonido, Sasha bajó la mirada de la pantalla de la computadora portátil y lo observó ahora a él.

 

"Dime."

 

Ya que lo había llamado, tenía que decir algo para complementar su excusa, eso era obvio... Es solo que no podía pensar en nada bueno. Después de dudar por un momento, Sasha de repente bajó la cabeza y sonrió como si se hubiera dado cuenta de esto. Estaba bebiendo whisky, así que el olor a alcohol amargo se sintió en la punta de su nariz:

 

"Noah, ¿No te dije que si me mirabas así iba a ser imposible para mí ser paciente?"

 

Sasha, que seguía teniendo los labios húmedos, susurró esto en una voz bastante bajita... Pero en los ojos que lo enfrentaban había una lujuria deliciosa e inmutable que se desbordaba hasta caer contra el suelo. Estuvieron enredados, besándose, teniendo sexo durante varios días y días pero, aún así, no se sintió como si hubiera sido suficiente. Es más, solo mirarlo había hecho que la parte inferior de su abdomen se tensara y que la garganta le doliera por un tiempo.

 

Noah extendió ambas manos y las envolvió alrededor de su cuello:

 

"¿Hay alguna razón para ser paciente?"

 

Noah, que no había perdido todo el calor del celo, lo sedujo incluso aunque tenía los ojos un tanto entrecerrados. Sasha dejó escapar una pequeña risita:

 

"Porque estamos en un avión justo ahora. Tienes que contenerte hasta que lleguemos a casa".

 

Noah frotó su frente en el hombro de Sasha y se inclinó entonces un poquito más contra él. ¡Ni siquiera podía oír lo que estaba diciendo! Y tal vez fuera porque Sasha lo sostenía contra su cuerpo o porque todavía estaba acurrucado en una manta pero, cada vez pareció hacer más calor alrededor de los dos.

 

Y a medida que el rostro de Noah se ponía más rojo, Sasha chasqueaba la lengua como si esta fuera su manera de tratar de contenerse

 

"Ya pronto..."

 

La voz de Sasha se cortó mientras le decía a Noah que debía tener paciencia.

 

"Pero mi ropa interior ya está mojada, Sasha. También mis muslos y mi trasero así que, por favor... Por favor."

 

"... Maldita sea."

 

No hubo más remedio que llevarlo al baño.

 

Noah estaba sentado en el lavabo del pequeño cubículo del avión, colapsando. Si no fuera porque había una pared justo en la parte de atrás, se habría caído por completo y terminado por aterrizar sobre su cabeza. Es decir, Sasha estaba agarrando sus tobillos pero, no era una cuestión de seguridad. Era solo para empujar su pene dentro.

 

"Ah, ah, ah, ahí, un poco más..."

 

"Aunque he estado en muchos aviones, nunca pensé en follar en uno. Realmente conviertes todo en una nueva experiencia."

 

Noah miró a Sasha cuando gruñó. La forma en que se había sacado la verga mientras vestía un traje tan formal, se veía diferente a cuando no usaba una sola prenda en absoluto. Parecía como un caballero por fuera, pero la atmósfera que emanaba de él era la de una bestia diabólica con cuernos. ¿Quién podía imaginarse alguna vez que fuera así?

 

Con una cara indiferente e inexpresiva, un doctor vestido con traje, sin distraerse, atento y serio...

 

Bueno, ahora los ojos indiferentes se habían ido.

 

"No sabía... Que eras así."

 

"¿Y qué?¿ Quieres hacerles saber a los otros sobre mi verdadera personalidad? Ya sabes, como uno de tus pequeños chantajes."

 

Preguntó Sasha, levantando oblicuamente las comisuras de sus labios. Noah, que lo estaba mirando con los ojos casi al rojo vivo, reflexionó un momento y luego negó con la cabeza. Contarles a otros sobre la apariencia de Sasha cuando tenía sexo... No le gustó la imagen mental de eso por alguna razón. En realidad, quería que nadie lo supiera. Ojalá todos pudieran conocerlo sólo como un doctor que se la pasaba absorto en su trabajo, con una mirada ascética y un rostro indiferente e inexpresivo. Deseaba ser él el único que supiera sobre su apariencia de bestia, su lujuria, sus gruñidos y la forma tan apasionada en la que dejaba atrás los modales cuando era el momento.

 

Pero ese pensamiento absurdo rápidamente se le desapareció de la cabeza con un nuevo movimiento de su pene.

 

Noah dejó escapar un breve grito y envolvió sus brazos alrededor del cuello de Sasha por segunda vez:

 

"A mí me gustaría encontrar y matar a todos los que saben al menos un poco de la manera en la que luces cuando pierdes el control."

 

Había molestia en la voz de Sasha.

 

Noah quería decirle que no existía tal cosa. Además, quería preguntar algo como "¿Por qué estás diciendo una tontería como esa?" Pero claro, no podía pronunciar ninguna palabra ahora que la cintura de Sasha se había vuelto más violenta y que él estaba muy ocupado jadeando.

 

"Puck, puck, puck, puck".

 

El movimiento hizo que sus ojos se cerraran. Fue un momento en el que su mente pareció estar completamente mareada por el intenso bamboleo de sus cuerpos y por la forma tan desesperada en que buscaba sus labios al final.

 

"¡Ah! ¡Por Dios, Sasha!"

 

El cuerpo de Noah se separó del lavabo.

 

Sorprendido, gritó y envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Sasha para intentar no caerse. El hombre pareció tener una manía extraña por levantarlo y sacudirlo libremente como si estuviera manejando a una muñeca. Y cuando esto pasaba, una corriente eléctrica vertiginosa comenzaba a recorrerle la columna vertebral y el centro mismo del estómago. Los muslos que envolvían su cintura temblaban violentamente y Noah parecía entonces no poder evitar agarrar la camisa de Sasha con todas sus fuerzas. 

 

"Dime, Noah. En el tiempo que estuviste lejos de mi... ¿Pediste prestado otro pene? ¿Te fuiste con otro hombre?"

 

"Ah, ah, ah..."

 

"Sí, será mejor que no me lo digas.  Prefiero pensar que mi pene es el mejor y que sigo siendo el único. Incluso si es una mentira."

 

Sasha apretó los dientes, como si estuviera enojado. Noah no respondió pero, no fue porque no deseara hacerlo. Era porque Sasha lo había besado como si insistiera en que no escucharía absolutamente nada más de él. Lo chupó, lo mordió, lo succionó y después, incapaz de soportar la estimulación de sus manos, incluso permitió que Noah llegara al clímax primero.

 

Segundos más tarde, tal vez sin hacer un minuto, una cálida sensación de calor se extendió desde el interior de sus intestinos hasta hacer que Sasha, (que estaba todavía muy ocupado chupando los labios de Noah como para reparar en algo más), se encogiera de hombros y gimiera desesperadamente su nombre.

 

Noah lo miró cuando entró en su campo de visión y luego puso fuerza en sus manos para abrazarse a su pecho. Quería aferrarse a él el mayor tiempo posible y quedarse muy envuelto entre sus brazos. Sin embargo, contrariamente a su mente, la energía comenzó a drenarse de un cuerpo que ya había alcanzado su punto máximo de placer.

 

Al final, solo tuvo que volver a cerrar los ojos.


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