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Tierra (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Después de que nació el niño, la mansión de Sasha se volvió considerablemente más ruidosa que antes. No era solo por el sonido del llanto del bebé o el ruido de consolarlo. Era más bien, porque todo el mundo estaba muy ocupado, a diferencia de antes.

Debido a que el hogar estaba conformado por Noah, a quien no le gustaba la gente, y por Sasha, a quien no le gustaban las atmósferas ruidosas, la mansión siempre estuvo cerrada con llave. Había gente trabajando, pero ellos hacian sus cosas discretamente y se movían de inmediato por aquí y por allá sin llamar la atención. Sasha cocinaba todo, y las tareas domésticas simples, como lavar la ropa, se hacían cuando Noah estaba aburrido, por lo que no necesitaban de muchos empleados. Además, como si hubieran llegado a un período de descanso gracias a su embarazo, los dos dejaron su trabajo y vivieron en algo muy parecido a la paz. Fue un periodo muy dulce si lo pensaban con atención.

Ahora solo había un bebito en su mundo, pero la mansión, donde los dos vivían tranquilamente, era un caos. Cada vez había más gente trabajando. Primero, entraron nuevas mucamas, cocineras y una niñera para cuidar al niño. También aumentó el número de guardaespaldas. No solo eso, sino que había una construcción en pleno apogeo en el jardín principal. Iban a poner una piscina con pelotas por allí, un columpio, una resbaladilla, una casa, unos trampolines, sube y bajas y muñequitos en los que pudiera montar. El recién nacido todavía dormía entre sus brazos todo el tiempo, pero ya estaba construyendo un parque infantil de dos pisos. Por supuesto que era el plan de Sasha. Entonces, el patio trasero, que era solo un amplio espacio abierto sin nada, ahora estaba lleno de cosas para el bebé. Aún así, era cierto que estaba deseando que llegara el momento en que pudiera ir allí para jugar con todo. Pensó que sería bonito verlo reírse y revolcarse en ese lugar cuando fuera un poquito mayor.

Pero, aparte de eso, tanto Sasha como Noah comenzaron a tener asuntos de verdad. Cosas de adultos. Sasha se estaba preparando para volver al trabajo, y Noah ya no ignoraba a Félix como hacía antes, por lo que pasaban mucho tiempo juntos. Había transcurrido menos de un mes desde que tuvo un bebé, pero quería moverse. La licencia de maternidad no servía para su caso.

En cualquier caso, la casa estaba vuelta un caos. Era increíble cómo un niño podía poner de cabeza el mundo de una persona. Y aunque todavía era incómodo, en realidad no era un mal cambio. 

Y vinieron más en realidad.

Un cambio en Noah.

"¡Sasha! ¡Sasha!"

Noah corrió, con una cara increíblemente desconcertada. Sasha había bajado a preparar el desayuno así que tenía que correr desde la planta de arriba hasta el comedor.

Después de que terminaron las náuseas matutinas, Noah comía cualquier cosa así que contrataron a un chef especial. Fue porque no había necesidad de que Sasha cocinara según el gusto de Noah cada vez ahora que estaba ocupado cuidando al bebé, ocupándose de la cartera de pedidos de la empresa y revisando los informes de desarrollo del equipo de investigación. A pesar de que su pasatiempo era cocinar y estaba en un nivel completamente maravilloso, ahora no tenía tiempo para hacerlo o pararse como si nada a preparar sandwiches. Pero hoy, fue a la cocina diciendo que le haría el almuerzo a Noah antes de volver a la empresa.

Noah hizo la fórmula y puso a Yves, que estaba durmiendo, en la cama, para poder acostarse junto al bebé y esperar el almuerzo que Sasha le prepararía después de mucho tiempo.

Era un momento tranquilo. 

Mientras miraba al bebé, dormidito y con una cara absolutamente pacífica, se dio la vuelta mientras intentaba besar ese rostro tan pequeñito como un puño. Olfateó al niño y comenzó a acomodarle el cabello para atrás.

Y entonces notó algo extraño en su ropa.

Noah, que se había puesto blanco, dejó al bebé con la niñera y corrió directamente a la cocina para buscar a Sasha. Por supuesto que el hombre, con un delantal y friendo verduras en una sartén, era tan increíblemente sexy como un Dios ¡Pero no tenía tiempo para eso!

"¡Sasha! ¡Mira esto! ¿¡¡Qué pasa con esto!!?"

Noah se quejó, sosteniendo la parte delantera de su camiseta con la mano. Sasha lo miró y se quedó inexpresivo por un momento, luego dejó de freír las verduras y apagó el horno. La ropa que sostenía Noah estaba mojada de leche.

Noah no podía producir suficiente leche materna porque de por si era muy difícil en hombres. Se hinchó un poco y tuvo unas gotas de calostro para el bebé, pero no lo suficiente como para llenarlo de la forma que necesitaba. Isaac, el Omega masculino y compañero de Félix, dijo que costaba mucho trabajo al inicio así que Benjamin e incluso Callie fueron alimentados con una fórmula especial. Pero ahora, de repente tenía líquido en los pezones y su camiseta toda empapada.

Noah no tuvo más remedio que entrar en pánico ante el repentino cambio de cuerpo. 

No sabía qué hacer porque nunca soñó que sacaría leche hasta este nivel tan exagerado. Fue tan así, que no pareció suficiente con ser chupado por su niño durante las horas de la comida porque sus senos seguían hinchados y escurriendo abundantemente. Y en días como hoy, goteaba y empapaba su camiseta. Fue aproximadamente un mes después del parto, así que no sabía por qué estaba sucediendo esto justo ahora ¿Había cambiado algo en su estilo de vida? Bueno, Sasha le había estado mordiendo y chupando persistentemente los pezones así que...

Pero era imposible.

"Ven aquí."

Sasha se quitó el delantal, tomó la mano de Noah y se alejó de la cocina.

El lugar al que lo llevó, fue a la despensa que estaba en la parte trasera de la cocina. Y así como la mansión y cada recámara eran muy espaciosas, la despensa también pareció tener un nivel un tanto... Exagerado. Se instaló un estante en una pared y se colocaron prolijamente cestas, cajas y recipientes de vidrio con todo tipo de ingredientes y utensilios de cocina. Era como entrar en una cafetería de alta gama o una tienda de comestibles en lugar de en una despensa.

Fue cuando miró a su alrededor, con ojos completamente sorprendidos (porque nunca había estado dentro de la despensa para empezar), que Sasha entró y le quitó la camiseta a Noah sin preguntarle nada al respecto.

"Yo..."

Noah se rascó la mejilla, avergonzado por esto. No era que tuviera pena en mostrarle a Sasha su cuerpo, es solo que todavía no se acostumbraba a gotear frente a él como un grifo. Sin embargo, Sasha era la única persona en el mundo que de alguna manera podía estabilizar sus emociones y calmarlo hasta volverlo un hombre decente. Así que, apenado y todo, no era algo que se pudiera evitar.

"Tus pezones están hinchados. Las areolas y esta parte de tus pechos también parecen estar así... ¿Duele?"

Sasha, que estaba examinando el pecho de Noah, preguntó esto de una forma bastante calmada para su gusto. Noah negó con la cabeza y se tocó. En realidad, cuando la leche comenzaba a gotear, solo había un ligero hormigueo. Debería decir más bien, como un entumecimiento. Pero eso era todo. No era doloroso que sus pechos estuvieran llenos de leche y no le dolían los pezones tampoco. Era solo que... Era molesto.

"Siéntate."

Sasha llevó a Noah al interior de la despensa y lo sentó en una sillita. Era un taburete, colocado frente a una mesa irlandesa porque allí era donde sus empleados pelaban las papas y el resto de las verduras. Entonces Sasha comenzó a masajear el pecho de Noah con las puntas de los dedos.

"Ah..."

Salió un extraño gemido sin que se diera cuenta así que rápidamente levantó la mano para taparse la boca. Sin embargo, aunque intentara ser extremadamente silencioso, no había forma de que Sasha no pudiera oírlo. Respiró profundo y lo miró por un momento para ver que decía al respecto. Tenía las comisuras de la boca curvadas. Además, a diferencia de él, que estaba impaciente y muy avergonzado, él parecía satisfecho.

"Pareces ser bastante sensible ahora. Tú no te ponías así solo con mis dedos."

"Pues es que..."

"¿O es que estás esperando algo más que mis manos?"

Noah frunció el ceño ante la broma traviesa de Sasha, pero en realidad no había nada que pudiera refutar al respecto. La parte inferior de su estómago estaba hormigueando y la sangre se le estaba acumulando en la ingle. Llevaba pantalones cortos holgados, por lo que tenía que tener cuidado de no revelar más de lo que quería. Y era difícil cuando las yemas de los dedos de Sasha seguían acariciando su pecho tan hábilmente.

"Parece que estás goteando un poco más que ayer..."

Noah inclinó la cabeza ante las palabras de Sasha. Sus yemas estaban completamente mojadas con su leche y el estómago se le sentía pegajoso. Justo anoche, cuando lo masajeó, las gotas fluyeron también, pero se detuvieron en un minuto. Ahora estaban corriendo entre sus manos sin parar así que el rostro de Noah se puso rojo de vergüenza.

"Me temo que vamos a tener que ir al hospital. Escuché que hay un problema médico que hace que las personas produzcan más leche así que, seguramente hay algo que ellos..."

"Suena inútil".

Las palabras que había estado soltando fueron cortadas de inmediato así que, al darse cuenta de lo que hizo, Noah mantuvo la boca bien cerrada y miró a Sasha. Tenía una expresión fría en su rostro así que ¿Eso que dijo lo molestó? Fue cuando Noah se mordió los labios, molesto por el repentino cambio de expresión de Sasha, que su lengua, no sus dedos, de repente tocó sus pezones. 

"¡Oye! Um..." 

Un sonido extraño salió de la nada. Realmente le sorprendió lo fuerte que había sido. 

No tenía idea de que Sasha agarraría sus pezones llenos de leche con la boca y los comenzaría a succionar. Pensó que estaba bien que actuara como una bestia instintiva en la cama, pero no que estaría tan obsesionado con lamer sus senos.

"Ah, espera... Detente un..."

Noah se sobresaltó y palmeó a Sasha en el hombro. Sí, como era de esperar, Sasha, que era tan duro como un muro de piedra, no se movió ni un solo centímetro. Simplemente estaba abrazando la cintura de Noah con fuerza porque aparentemente ​​tenía la intención de chuparlo hasta que se cansara.

Un sonido húmedo resonó obscenamente en la habitación.

En realidad, cada vez que se levantaba y chupaba su areola hinchada, surgía un dolor tan agudo que hasta le hizo sentir como si la energía de sus extremidades se hubiera drenado por completo. Llegó hasta el punto en que incluso se volvió difícil alejar a Sasha. Su cuerpo temblaba, su torso temblaba e incluso su trasero pareció no poder soportar tanta estimulación. Fue ciertamente extraño.

"Ah, estás loco... Um, Sasha... Detente por favor..."

Pero la voz que le decía que se detuviera era más bien... Como un gemido emocionado. Era imposible que un sonido como ese hiciera que Sasha se detuviera. En realidad, el hombre ya había puesto una cara más loca que la de un Alfa en celo.

Era algo para morirse. 

Cada que chupaba su pezón, sentía que algo comenzaba a encenderse dentro de él y que incluso su estómago se entumecía hasta el infinito. Sintió que iba a terminar eyaculando así que tuvo que cruzar las piernas.

"Sasha, detente. Detente... "

"... ¿Por qué?  ¿Por qué debería detenerme?"

Mientras gritaba, Sasha preguntó esto sin quitar los labios de sus pezones puntiagudos ¿Por qué tenía que detenerse? Era una buena pregunta. Noah, cuya cabeza estaba casi en blanco, no tuvo más remedio que mirarlo fijamente y decir:

"Es porque... Tal vez es un poco asqueroso para ti."

Sasha miró a Noah directamente a la cara. Tenía unos ojos llenos de lujuria.

"¿Estás bien? Porque eso fue una ridiculez enorme. Noah, es la leche que le das al niño ¿Y sabes lo dulce que es además? Me encanta. Me hace sentir arrepentido de no haberlo hecho desde la primera vez."

Sasha murmuró esto en voz baja, sacando la lengua y lamiendo el pecho de Noah de una forma que se sintió bastante lasciva. Es decir, no sabía que podía verse tan sexy solo con lamer sus pezones y, vaya que era hasta difícil apartar sus ojos de él.

Sasha jugueteó con los pezones al rojo vivo de su pareja, utilizando la punta de la lengua, luego levantando los dientes y chupando a profundidad mientras apretaba incluso con el paladar. Y la aparición de su leche, goteando y escurriendo por entre sus comisuras, le llamó tanto la atención que incluso sintió que su cara se había calentado hasta el extremo. Era como si su cuerpo entero hubiese caído bajo su hechizo y ahora dejara de hacerle caso a él.

"Ah, Sasha..."

Noah gimió y metió los dedos en el cabello de Sasha.

"¿Qué se siente amamantarme? ¿Rico?"

No le gustaba tanto cuando se ponía a lanzar comentarios tan vulgares, pero esta vez no había mucho que decir en su contra. Noah jadeó una vez mientras continuaba abrazando su cabeza:

"Si se siente bien... Está muy bien en realidad. Ah... ¡Dios! De verdad me estoy volviendo loco. Espera..."

Noah cerró los ojos. Estaba jadeando pero igual intentó ser bastante honesto con sus sentimientos. Luego, Sasha levantó la cabeza apenas unos centímetros del pecho que había estado mordiendo, y elevó una de las manos que ya tenía completamente empapada con su leche. Después de todo, mientras chupaba y mordía el izquierdo, acariciaba y exprimía el derecho utilizando cada una de las yemas de los dedos. 

Entonces, Sasha se metió el índice en la boca y lo lamió a profundidad, como si intentara lavarlo haciéndolo así. Por supuesto que con esto su corazón comenzó a latir a una velocidad un poco más rápida que la de la primera vez.

"¿Quieres que te ayude a limpiarte también?"

Y luego se le ocurrió hacer una pregunta ridícula colocando cara de niño inocente. Aunque claro que para ese momento Noah ya estaba mirando a Sasha con los ojos llenos de emoción. Dijo algo muy rápido, como "que estaba bien", y sin embargo, su rostro le mostraba la terquedad de un hombre que nunca se movería a menos que le dijera ESPECÍFICAMENTE lo que quería que le limpiara. Noah se mordió los labios antes de finalmente abrir la boca:

"Maldita sea, que me chupes".

Su cara se puso roja ante eso. Es más, era como si el calor le hubiese subido hasta la nuca para quemarle todo el interior.

"Tienes que hablar claro para que pueda entender, amor."

Noah cerró los ojos con fuerza.

"Aquí… Chupa este pezón."

Cuando finalmente respondió, Sasha frunció los labios con una expresión de satisfacción impresionante. Sus ojos se hicieron más chiquitos y su respiración se volvió tan fuerte que hasta sintió como si estuviera frente a una bestia que estaba a punto de morderle la nuca y tragárselo entero.

Estaba en esa brecha imposible de parecer una "expresión amistosa" y tener una "mirada hostil".

"Deberías ofrecer alimentarme en la boca más seguido. A la hora de comer estaría bien".

Sasha susurró esto suavemente.

Cuando ese doctor, normalmente gentil y serio, comenzaba a excitarse, se convertía en un diablo sin el menor de los escrúpulos. Ya ni siquiera estaba esa brecha gentil.

Entonces, Sasha suspiró y abrió la boca en su dirección para mostrarle como sus ojos necesitados estaban completamente fijos en los suyos. Las mejillas se le pusieron calientes de nuevo así que dijo:

"Me estás haciendo sentir vergüenza... ¡Ah!"

Cuando finalmente dejó escapar un grito desesperado, apretó los párpados y trató de pensar en algo más. Después de todo, tener de frente esa expresión que no coincidía con la boca que había pronunciado tales palabras obscenas era demasiado para alguien como él.

"¿Vergüenza? ¿Cómo puedes pensar en eso ahora? Mi cabeza solo está llena de las ganas que tengo de chupar toda esa leche que gotea de tus pezones y luego, poner mi verga justo en tu lindo agujerito..."

"Porque eres una bestia."

"Más que una bestia, soy un perro en celo."

Entonces, cuando sonrió, finalmente se quedó sin cosas que decir.

"Estoy esperando a que me amamantes. Eres una mala madre."

Sasha abrió la boca, haciendo un sonido casi desesperado que se escuchó como un "ah." Noah lo miró por un momento, luego observó la forma en la que llevaba sus pechos regordetes a sus labios abiertos y después, incluso la forma en que ponía sus pezones entre sus dientes.

Comenzó a succionar con muchísima fuerza a propósito.

"Sasha, ah... Sasha... Espera. Me duele... ¡Ah!"

Noah sollozó mientras se abrazaba a la cabeza de Sasha. Sus pezones estaban llenos de leche, por lo que parecían ya lo suficientemente gordos como para que los molestara todavía más. Sin embargo, Sasha no se detuvo ni siquiera con esto.

Estaba a punto de volverse loco. Sus ojos se pusieron en blanco y se sentía como si todo su cuerpo estuviera siendo absorbido por su boca. Sus hombros temblaron ante la extraña sensación de la leche siendo succionada. Se sentía como un terrible calor. Un espantoso golpe de calor.

"Ah, ah, es raro. Es tan raro... Ay, Sasha, esto es tan... Ya no lo aguanto ¿Qué hago?"

Noah lloró con fuerza. En algún momento del encuentro, el dolor había desapareció y en cambio, una emoción hormigueante y un placer más fuerte que el primero, se extendieron por todo su cuerpo hasta dejarlo sin fuerza. Y cuanto más gemía o comenzaba a gritar, más lo chupaba y estrujaba entre sus manos como si fuera plastilina.

"Maldita sea, Noah..."

Sasha soltó una palabrota porque parecía que era difícil contener la emoción que se estaba disparando dentro de él gracias a su comportamiento. Luego lo agarró de la cintura y tiró de él en su dirección, haciendo que su cuerpo se curvara todo para atrás hasta que incluso las piernas le colgaron de la silla. Los pantalones cortos que traía se fueron hasta el suelo y luego, Sasha quedó bien hundido entre sus muslos y con las manos sujetándo esas nalgas blancas y redondas.

Sasha se bajó los pantalones de tal manera que solo quedó expuesto su trasero y luego puso los dedos entre su carne. Era maravilloso que su agujero ya estuviera bien mojado solo por la emoción de que le estuviera chupando la leche. Incluso se tragó dos de sus dedos sin necesidad alguna de prepararlo.

"Ah, ah, ah, ah... Sasha..."

Sasha, que había metido los dedos profundamente en su agujero, de tal manera que su palma quedó atorada en su culo, frotó la sensible membrana mucosa de su interior una y otra vez mientras mordía y chupaba esos lindos pezoncitos que parecieron derretirse en su boca. El sonido de golpes, como de aplausos, cuando su piel chocaba con lujuria en su trasero, hizo que Noah sacudiera la cabeza y sintiera la agonizante sensación de eyaculación.

No podía soportarlo ni un minuto más. ¡No podía intentar soportarlo ni un minuto más! Y al mismo tiempo que gritaba, el semen salpicó como agua y comenzó a manchar toda la camiseta de Sasha. 

"¿Te gustó tanto amamantar? Debe haber sido muy bueno si te corriste solo con mis dedos."

Entonces pasó las yemas de sus dedos por el semen de Noah, que le había salpicado incluso hasta mancharle la barbilla, y luego lo lamió con la punta de la lengua.

"Ah, Sasha... Um."

"¿Te gustaría que chupe más?"

Sasha no esperó tener una respuesta. Al segundo siguiente, ya estaba chupando los pezones al rojo vivo de Noah y apretándolos entre sus yemas una y otra vez como si realmente quisiera dejarlo seco. Noah jadeó con fuerza. Después de todo, la emoción de intentar algo nuevo era tan impresionante, que pensó que podía hacerse adicto a esta manera de tener sexo.

"Ah, Sasha... Sasha.. Chupa más, más... Hazlo más fuerte ¡Sasha!"

Enredó los dedos en el cabello de Sasha y escupió todo lo que le vino a la mente. Y mientras se aferraba a su pecho y le tomaba del trasero, su ingle se tensó tanto que pensó que estaba cerca de volver a eyacular. Incluso la leche de sus pechos ya había sido succionada casi por completo, por lo que solo goteaban un par de manchitas diminutas y blancas de la punta del pezón. Sasha sacó la lengua y borró incluso esto.

"Noah, ahora es tu turno de chuparme a mi."

La mano que había estado golpeando violentamente el trasero de Noah de repente se deslizó hacia afuera. Y sintiéndose vacío, el hombre torció la espalda y comenzó a quejarse mientras buscaba sus dedos utilizando los suyos. Era un niño tan impaciente que consiguió que Sasha le diera una palmada en el trasero utilizando toda la palma de la mano.

"Es el momento en que me ruegas que te penetre, Noah..."

"Sasha... ¡AH!"

Gritó porque su pene, que se había vuelto tan duro como para ver cada una de sus venas a profundidad, llenó su agujero vacío con un movimiento un tanto cruel de su cadera.

"Ah, ah, ah..."

La espalda de Noah estaba doblada para atrás así que sintió perfectamente como ese trozo de carne, de un grosor y tamaño completamente diferente al de un dedo, llenaba su estómago hasta que incluso sus ojos se nublaron...

"¿No es este el tipo de actitud que le gusta a mi lascivo novio?"

Sasha, quien dejó escapar una pequeña risa burlona, levantó el cuerpo de Noah y lo volteó de un modo casi experto. Y tan pronto como lo puso boca abajo en la silla en la que había estado sentado desde que entraron en la despensa, volvió a tomarlo y a penetrarlo con muchísimo más poder.

"Eres tan travieso, te gusta que te peguen como si fueras un niño fácil ¿Verdad?"

Sasha se levantó, agarró la cintura de Noah y comenzó a empujar su pene muy dentro de él: "Pam, pam, pam". La pelvis de Sasha golpeó el trasero de Noah una vez y otra vez y otra hasta mancharlo por completo de rojo. Igual a si su trasero hubiera sido golpeado con una pala en lugar de con su pelvis. Aún así, aunque se veía un tanto doloroso, era tan condenadamente bueno que no podía pedirle que se detuviera.

"Ah, ah, es estupendo. Ah... Sasha, más fuerte. Más fuerte."

Sasha agarró la barbilla de Noah y la hizo girar un poco en su dirección para poder lamerle la saliva que corría bajo sus labios. Su ceño ligeramente fruncido era terriblemente sensual así que Noah sacó la lengua y lamió lentamente la suya hasta que ambas se entrelazaron de un modo sucio. Era como el apareamiento de unos animales que de pronto habían decidido entrar en celo.

"Noah... Estás goteando leche otra vez."

Sasha acercó su boca al oído de Noah y murmuró esto después de que su pareja eyaculara dos veces seguidas. Y ante sus palabras, decidió levantar los ojos y mirar directamente hacia el suelo. Era la verdad. Cada vez que Sasha lo agarraba por la cintura y lo sacudía vertiginosamente en su dirección, la leche goteaba y goteaba desde su pecho hasta el suelo.

Tan pronto como comprobó que se estaba haciendo un charquito, los lóbulos de sus orejas comenzaron a pintarse de rojo.

"¿Hay alguien más en el mundo que sea tan pervertido como tú?"

Susurrando esto con voz entrecortada, Sasha agarró los brazos de Noah y tiró de ellos hacia atrás para dejarle a su pene más espacio de movimiento dentro de su ano. Gracias a esto no pudo moverse, así que las contracciones de sus músculos fueron más evidentes también.

"¿Sabes lo hermoso que te ves derramando leche? Dios, tuviste razón con no querer ir al hospital. Sería un pecado que te dieran medicina para secar esto."

"Ah, ah, Sasha, no más... No puedo más."

Noah sollozó, con los brazos todavía hacía atrás como para imitar la forma de un pájarito. Y cada vez que Sasha empujaba el pene, su espalda se curvaba y su esbelto cuerpo se convulsionaba de puro placer. Fue terriblemente sensacional y terriblemente precioso, así que Sasha terminó por sonreír otra vez.

Cuando tuvo sexo con Noah, hace un tiempo, también tuvo un pensamiento muy parecido a este. Pensó en lo mucho que quería dejarlo embarazado para que pudiera darle de su leche. Pensó en hacerlo suyo y en lo fabuloso que sería tenerlo entre sus brazos cada vez. Luego, poco después de darse cuenta de que esto solo era posible cuando se combinaba un Omega con un Alfa, se disgustó tanto que estuvo a punto de perder la razón. En realidad, cada que recordaba que era un Beta, que no podía marcarlo, ni formar una familia con él, se echaba a llorar de pura desesperación.

Pero ahora todo estaba en sus manos.

Dio a luz a su bebé y le dejó probar la leche de su pecho. Y a medida que caía al suelo y él cambiaba de posición para penetrarlo, las gotas blancas descendían gradualmente por su torso hasta hacerle tener pegajoso también el estómago y la pelvis. Era una vista increíble por dónde quiera que se le viera así que Sasha solo podía mirar a Noah con muchísima fascinación. Estaba hambriento. Era extraño que a pesar de que golpeaba salvajemente su culo, como si quisiera meterse más al fondo de sus órganos, su deseo igual no pareciera desaparecer.

¡Y es que ese hombre era completamente suyo!

Y solo pensar en eso lo hizo tan feliz que, en el momento siguiente, Sasha no pudo contenerse más y eyaculó durante mucho tiempo dentro del cuerpo de Noah.

"¡Ah!"

El semen también comenzó a gotear de la punta del pene de Noah pero, por alguna razón, derramó un líquido que era tan transparente como el agua.

"Noah, eres tan sensual que no puedo soportarlo".

"Ah, ah..."

"No creo querer que dejes de dar leche en mucho tiempo."

Sasha derramó sus pensamientos más insidiosos dentro de su oído, ¡Pero a Noah no le importó en absoluto porque ya había perdido la cabeza! Ni siquiera podía responder correctamente así que pensó que ya hasta daba igual.

Sasha le limpió el pecho mojado con la mano y luego, el olor dulce de su leche hizo que su pene volviera a crecer. En la mente de Sasha, pensó que quería morder, chupar y masticar los pezones y los senos de Noah hasta que estuvieran completamente gordos. Quería lamer y beberlo todo hasta que no cayera ni una sola gota en días. Sería perfecto si le hiciera el amor mientras lo alimentaba hasta correrse y sería perfecto si se manchara con todos los líquidos que pudieran salir de él. Sin embargo, aunque los ojos oscuros de Sasha se profundizaron, Noah solo se acomodó en su dirección. Sus piernas estaban temblando como si no tuviera energía para ponerse de pie y cuando le dijo que tenía sueño, Sasha chasqueó la lengua y lo abrazó.

"Supongo que no será hoy."

Sasha se rió torpemente mientras murmuraba esto con una voz que goteaba puro arrepentimiento.

"Lo siento, me pasé."

Noah lo miró con los ojos entrecerrados y gimió como para responderle, así que Sasha sonrió suavemente y asintió.

"Ven aquí, te voy a llevar a dormir un poco".

Hicieron un lío terrible en la alacena y Noah y él mismo estaban hechos un tremendo caos, así que Sasha habló sobre llevarlo a dormir mientras le besaba la frente y los labios. Incluso limpió el cabello largo que se aferraba a su mejilla repleta de sudor.

Era encantador que estuviera tan apoyado en sus brazos así que las comisuras de los labios de Sasha se curvaron involuntariamente por esto.
El hecho de que cada vez que estuviera con Noah expusiera un interior peligroso que ni él mismo conocía, le hacía sentir como si no fuera tan inteligente como lo pensó. Ni tan dueño de si mismo como lo creía.

"Si no te hubiera secuestrado, si no te hubiera mantenido conmigo utilizando todo tipo de excusas ¿Qué sería de mi ahora?"

Sasha susurró esto suavemente y se levantó de su asiento. Cubrió el cuerpo de Noah con su camiseta, lo juntó a su pecho, y salió de la despensa sin hacer ruido.

No importaba quién lo mirara o no, el hecho es que parecía un hombre completamente relajado ahora.


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